Episodio 4
Asturia; La ciudad de la luz
-Hitomi!!!, despierta!!!.
La aparatosa entrada de Merle había despertado incluso al Gordonejo
que yacía plácidamente en la almohada contigua a la de Hitomi.
-Qué pasa Merle??
-Es hora de irnos
-A dónde??.
-A Asturia, el amo Van tiene algunas cosas que hacer allá y se acordó
que tenías muchas ganas de ver a Millerna, así que todos vamos
a ir, sólo que te tienes que levantar!!!.
-Ya voy!.
Hitomi se levantó de la cama todavía con Tikinam en su mano
y recordando las ultimas palabras que había dicho...
Ten los ojos muy abiertos, y sé muy cuidadosa, porque el peligro
ha estado a tu alrededor sin darte cuenta.
Me pregunto si tendrá algo que ver con la visión que tuve...
Después tomó un baño y se dispuso a cambiarse, se
puso una falda negra tres cuartos con una blusa de blanca de manga
corta y una chaqueta de un material muy extraño parecido a la gamuza
negra.
El Gordonejo la miraba con atención y curiosidad
Luego con una especie de metal en forma de hilos que encontró en
el armario, pudo simular un collar para poder llevar colgada a Tikinam.
Bajó al comedor donde estaban todos reunidos.
-Te ves muy bien esta mañana, estás lista para irnos??, espero
que este viaje no haya sido demasiado repentino para ti.
-No, no te preocupes Van, de todas formas es época de tormentas
eléctricas en la colcha jajajaja.
Cargaron la nave con el equipaje para después abordar.
Hitomi estaba pegada a la ventanilla, anonadada con la hermosura de un
Gaea que nunca había conocido.
-Esa expresión de asombro te hace ver hermosa, pareciera que nunca
has visto Gaea.
-Es la verdad, nunca la había visto realmente.
Hitomi lo abrazó y acurrucó su cabeza en el pecho de Van
hasta quedarse dormida, éste la abrazó paternalmente mientras
aspiraba el dulce aroma de su cabello, y sin querer, al poco rato también
se quedó dormido.
-Ay!!! Mírenlos, son tan tiernos!!!, Merle, yo quiero uno de esos!!.
-Si, yo me encargo de conseguirte uno, no puede faltar un hombre para Celena
Schezar.
-Merle!!, te rogaría que dejaras de corromper a mi hermana, y deja
a esos dos dormir en paz!.
-Asturia!, hace mucho que veníamos por aquí, sigue teniendo
el mismo olor a mar de siempre. Van, Hitomi, ya llegamos.
-Es una lástima que tengan que despertarlos, se veían tan
felices.
Van fue el primero en despertar.
-Hitomi, ey Hitomi, tienes que ver esto.
Somnolienta, Hitomi miró a la ventana, la ciudad de Asturia estaba
impresionantemente iluminada, cada casa estaba cubierta por miles de diminutas
luces, parecía un paisaje sacado de un cuento de hadas.
-Van!, es maravilloso, por Dios, es noche, cuanto tiempo he dormido?.
-Esta semana del año es el festival de la luz en Asturia, la ciudad
entera se encuentra cubierta por una extraña planta llamada lumósinos,
la planta es invisible, pero almacena luz solar a lo largo del año,
y esta única semana es en la que el lumósinos puede florecer,
y toda esa luz que ves son sus flores, que están hechas de los haces
de luz que acumuló a lo largo del año, es increíble
no?.
Al mirar a Hitomi, pudo ver una lágrima deslizándose por
su mejilla.
-Qué tienes??, dije algo malo??.
-No... es que nunca me hubiera imaginado a mi misma viendo todo este tipo
de cosas junto a ti, es demasiado perfecto.
Van la estrechó con más fuerza y con besos lentamente
recorrió todo su rostro hasta llegar a su boca, besándola
dulcemente.
-Van a dormir en la nave o qué?!.
-Ya vamos!!.
En el puerto los esperaba Millerna con una enorme sonrisa.
-Hitomi!!!!, que gusto verte otra vez.
Hitomi y la ahora reina se abrazaron recordando viejos tiempos.
El festival de la luz resultó ser todo un suceso, la gente se apilaba
en las calles para regalar todo tipo de dulces a los niños
y a los viajeros, pues en esa época Asturia estaba llena de extranjeros
que sólo venían para ver las famosas “flores de luz”.
En una ocasión en que Hitomi caminaba por los pasillos del castillo,
pudo escuchar una plática entre Van, Allen, Dryden y Millerna, la
cual la alarmó mucho e hizo que pusiera más seriedad en su
visión y en lo que Tikinam le había advertido.
-Qué es lo que querías tratar con nosotros Van?.
-Tanto Allen como yo, creemos que algo muy serio pasa en Gaea, no sabemos
exactamente qué es, pero estoy seguro de que no es nada bueno.
-El pueblo también habla mucho de eso, tienen razón, hay
muchas pequeñas señales que indican que se aproximan tiempos
difíciles, hay que estar preparados.
-Si, tenemos que alertar a toda la gente, he dejado instrucciones en Fanelia
para que cualquier cosa no nos tome desprevenidos.
Después de esto Hitomi salió al balcón principal,
a gozar de un vista única, pero también tratar de pensar cuál
era el fondo de todo esto.
-Tengo miedo Tikinam, tengo mucho miedo.
Hitomi estaba tan concentrada en sus pensamientos que ni siquiera se dio
cuenta que empezaba a llover, hasta verse totalmente empapada.
Entonces Van apareció de entre la oscuridad igualmente mojado.
-Dónde has estado?, te he estado buscando como loco, nada más
mírate, estas empapada, los dos vamos a pescar un buen resfriado.
Los dos reían mientras se perseguían mutuamente bajo la lluvia
como niños pequeños, hasta que resbalaron con un gran charco
de lluvia y quedaron uno encima del otro antes de besarse apasionadamente,
entonces entre juegos de miradas y besos, Van condujo a Hitomi hasta su
habitación, y en una lucha contra los botones y las fronteras de
la piel, pasaron lo que fue su primera noche juntos.
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