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Episodio 7

Finales y principios


Entonces el alma de Hitomi fue absorbida por su cuerpo.
Shhhhhuuuuuaaapppp
-Hhaa...
-Hitomi!!!!, no estas muerta!!!.
-Me asustaste demasiado, creí que te había perdido una vez más.
-Lo siento, les explicaré todo.
Hitomi les contó toda la historia desde las primeras pesadillas hasta encontrarse con Dragar en la mazmorra.
Entonces Dryden le contó a Hitomi lo que había descubierto y el significado de la profecía.
-Lo único que no entiendo es aquello que dijeron del ciclo.
-Mmm... deben estar buscando quitarse el hechizo de encima porque su plazo de vida esta haciéndose amenazadoramente corto, ese debe de ser el dichoso ciclo del que hablaban, dijiste que estaban desesperados no?.
-Si, así es.
-Entonces no podemos hacer otra cosa más que esperar, fuiste muy inteligente Hitomi.
-Bueno, es mejor que estemos prevenidos de todas formas, todos tómense un poco de este remedio, es para neutralizar todo tipo de pociones adormecedoras.
-Gracias Millerna.


-Alguien aquí va a tener que explicarme seriamente qué fue lo que pasó!!, son todos una bola de estúpidos, hemos estado esperando milenios para una oportunidad como esta, estuvieron haraganeando siglos enteros!!!, les encargo que hagan una cosa estúpidamente simple y echan todo a perder. Pero creo tener todavía una pequeña oportunidad, no creo que al irse a  la Luna Fantasma haya pensado en su amado Van, alguien vaya por él, sólo así vamos a poder lograr que regrese a Gaea!, es más, lo haré yo mismo, ya no puedo confiar en ninguno de estos idiotas, queda escasamente 1 hora, voy a tener que utilizar la puerta dimensional.

El hombre de la túnica negra se transportó a Asturia por la puerta dimensional, única conexión de los Gomaru nomorra con el mundo.  
La puerta podía dar a cualquier parte de Asturia, en este caso, el hombre de la túnica apareció en el armario de algún aldeano.
-Diantres!!, hubiera sido más fácil si hubiera caído directamente en el castillo.
El hombre caminó por las callejuelas hasta llegar al castillo, donde por tanto ajetreo pudo mezclarse fácilmente entre la gente y penetrar en él.
Cada vez tenía menos tiempo, pero buscó por los pasillos, hasta encontrar una habitación de donde provenía un grupo de voces, y fue entonces cuando vió a Hitomi.
No lo entiendo... ella se había... hubiéramos sabido cuando regresaba. Bueno, no importa, esto hace las cosas más fáciles.
Entonces abrió la puerta de golpe para sorpresa de todos.
-TREMULOS!!!!!!
Al finalizar estas palabras, la tierra comenzó a temblar de una forma impresionante, entonces el hombre de la túnica negra tomó a Hitomi por la cintura y con unos polvos que había sacado de su cinturón, se metió en el armario de la habitación y desapareció, sólo hasta ese momento dejó de temblar.

El hombre y Hitomi aparecieron nuevamente en los túneles subterráneos.
-Átenla!!!.
Los esclavos la amarraron fuertemente del torso, las piernas, el cuello y los brazos.
-Ofrecemos este sacrificio para que los Dioses nos absuelvan de este castigo que nos fue impuesto hace tantos años, para cumplir nuestra misión de nacimiento de controlar  lo divino.
Entonces el hombre sacó una daga de su cinturón e hizo un corte profundo en las muñecas de Hitomi, una sensación helada le recorrió todo el cuerpo y un dolor intenso y punsante la agobiaba como nada nunca antes conocido.

-Tengo que encontrar a Hitomi.
Como cuando regresó a buscarla a la Luna Fantasma, se concentró en sus facciones, en sus ojos verde jade, en su largo cabello color arena, mientras visualizaba al mismo tiempo el pendiente en su mente.
Entonces vió una imagen de Escalfowne haciendo un hoyo profundo en el suelo.
-Eso es!!, están en las entrañas de Gaea, Escaflowne!!.
Tal como se vió a sí mismo, montó Escalfowne y con la enorme espada, perforó la tierra, la cual se resquebrajó dejando visibles los laberintos subterráneos.
-Perfecto!

Hitomi estaba muy débil y comenzaba a ver borroso, entonces horrorizada vió cómo todos los seres que presenciaban la ceremonia se retorcían de dolor,  sus pieles estaban cubiertas de pústulas hasta evaporarse.
-Porfavor!!, sólo 5 minutos más AAAARRRRRGGHHHH!!!!.
Incluso los 3 hombres de la túnica se evaporaron.
Bueno, supongo que la siguiente en evaporarse voy a ser yo.
-Hitomi!!!.
Hitomi ya no podía distinguir entre lo real y lo que ella misma proyectaba.
-Abuela, has venido por mi?.
Lo que Van vió en la piedra fue a una Hitomi tan pálida como el papel, rodeada por dos charcos enormes de sangre, que al parecer chorreaban de sus muñecas.
Ojalá no sea demasiado tarde... Hitomi, por favor resiste.
Van desató a Hitomi lo más rápido que pudo, desgarró un trozo de su camisa y la ató fuertemente a las muñecas de Hitomi para detener un poco la hemorragia después la cargó con todo cuidado y desplegó sus alas para salir volando de aquel lugar.
-Abuela, eres un ángel?, tienes unas alas bellísimas, se parecen a las de Van... Van.
Entonces Hitomi se desmayó.
-Millerna, Celena, alguien traiga a un doctor!.

-Van, hay muchos médicos atendiendo a Hitomi, las cosas no se ven nada bien, no sé si se salve.
-La tienes que salvar Millerna, yo sé que has atendido a gente en peores circunstancias.
-Si Van, pero Hitomi llevaba mucho tiempo desangrándose, a penas y pudimos detener la hemorragia.

Van estuvo velando por Hitomi muchas noches, a pesar del penetrante olor a flor de Avínamus que había en toda la habitación con la intensión de que reavivara un poco a Hitomi.

-Dime, vas a regresar?.
-Quieres decir, que puedo regresar?.
-Si no has regresado, es porque en el fondo no quieres regresar, has olvidado tus razones?.
-Mis razones?
-Tu cuerpo se está marchitando Hitomi, tienes que tomar una decisión.
-Quién eres tú?.
-Soy Tikinam, tu espíritu guardián, has olvidado todo en cuanto a tu forma viva respecta, pero los verdaderos sentimientos no requieren memoria, ellos son los únicos que pueden ayudarte en esta ocasión, la pregunta es ¿tus sentimientos son suficientemente fuertes para no requerir una memoria?.
A Hitomi le costaba trabajo recordar porqué era que necesitaba vivir, aquí se sentía tan en paz, entonces escuchó una voz:

- Sabes Hitomi, nunca te lo dije, pero no sabes lo mucho que me arrepentí de haberte dejado ir, cada día me recordaba a mi mismo que había dejado ir lo más hermoso que había en mi vida desde hacía mucho tiempo y que probablemente no podría volver a recuperarlo. Muchas veces traté de conocer a otras mujeres, pero simplemente ninguna eras tú.
Hitomi, no puedes morir ahora!, siempre has luchado hasta el final, y ahora te veo tan pálida y frágil, dice Millerna que no hay muchas esperanzas, pero creo profundamente en ti, creo en esa fuerza que siempre haz tenido, eso es lo que más me gusta de ti.     
-Esa voz... es tan... familiar.
Un sensación intensamente cálida recorría a Hitomi. Había una serie de imágenes en su cabeza, un chico de cabello negro y alborotado, siempre la había cuidado y protegido, tenía una cálida sonrisa y unos ojos muy dulces, del color del chocolate.
-Van, Escaflowne.
-Empiezas a recordar??.
-Si, mi razón para vivir era esa, Van.
-Sabía que ibas a poder lograrlo.

- No sabía que fueras tan cursi.
-Hitomi!!.

Los días transcurrían rápidamente, a todos les sorprendió la misteriosa restitución de Hitomi.
Pero lo mejor de esos días fue el alumbramiento de Millerna, que se adelantó unos días pero una pequeña niña nació perfectamente bien.
En esos días Hitomi ya podía levantarse de la cama con ayuda de dos muletas.

-Y cómo le van a llamar?.
-Diana, siempre me gustó mucho ese nombre, creo que es nombre de Diosa.
- Y ustedes qué planes tienen.
-Vamos a regresar a Fanelia cuando todos lo dispongan, Hitomi, te sientes suficientemente fuerte?.
-Si, siempre te preocupas demasiado Van.
-Allen, vas a regresar a Fanelia o planeas quedarte aquí en Asturia.
-Celena ama Fanelia, y yo quiero estar cerca de mi hermana, así que vamos a regresar.
-Antes de regresar, tengo que pedirte un favor Van.
-Cuál?.
-Quisiera que fueras a la Luna Fantasma con el corazón de Escaflowne por mi gordonejo, pensé que podría ir yo misma, pero no contaba con esto.
-Esta bien Hitomi.

A Van le costó mucho trabajo encontrar al gordonejo, de hecho, el gordonejo, que estaba transfigurado en un vendedor de helados lo encontró a él.
-Me preguntaba porqué Hitomi se había tardado tanto, pero ya me había encariñado mucho con este planeta, ahhhhh!!!!- pasa un avión encima de ellos. –eso es de las cosas que más me gustan, las enormes aves metálicas, jejeje, y claro los conejos, tienen una plática interesante.
-Jaja, bueno, mejor vámonos, la gente de este planeta se me queda viendo muy raro, debe de ser por mi ropa, jaja.

Hitomi estuvo muy contenta de volver a ver a Dragar, el cual desde su visita a la Tierra tenía una fascinación por los helados, pero no tuvo que extrañarlos porque pudo enseñar a los cocineros a cómo prepararlos (considerando que él no tenía brazos).
Van y Hitomi estaban como encerrados en su propia burbuja, cuando estaban separados se mostraban distraídos, pero los dos estaban de un excelente humor.
Todas las noches cuando todos estaban dormidos, Van se llevaba volando a Hitomi y se sentaban en la parte más alta del castillo para poder admirar los asombrosos cielos nocturnos de Fanelia.
-Hitomi, he estado pensando mucho, eres la persona más importante en mi vida, y no encontré razón para seguir esperando, quieres casarte conmigo?.
-Claro que si, siempre había soñado que me lo preguntaras.
Con esto, bajo un cielo místico y en una tierra legendaria, el círculo del destino comenzaba a cerrarse, para terminar así, con un beso, lo que 8 años antes había comenzado mágicamente, pero que había dejado pendiente para forjar poco a poco un amor fuerte y eterno.


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