Gatos y
Bebés ¿Juntos?
Muchos
dueños deciden que lo mejor a la hora de traer a un bebé
es desecharse del gato para evitar inconvenientes de celos hacia el
nuevo integrante. Esta actitud, es algo desmoralizante así que
la nota es escrita y dedicada para los futuros padres, deben estar
informados antes de cometer un error tan grande y poco racional.
Estos animales son de gran capacidad de adaptación, si
todo se realiza correctamente los problemas no surgirán. Los
Gatos con una relación estrecha con su dueña, si
ésta llegase a estar embarazada, es probable que noten el cambio
ya que captan los cambios hormonales en las mujeres. Quizás siga
con más frecuencia a la futura madre con un aire de
protección y olfatee su vientre con curiosidad.
Si tu gato era el centro del mundo, que haya un nuevo integrante,
no significa que lo atacará indudablemente porque cree que le
quitará todo, que estará celoso de compartir el amor de
sus dueños o que sentirá envidia por la atención
que recibe el niño y lo detestará. ¿No parece esto
la descripción de la reacción de un ser humano?
¿No será que confundimos las reacciones de un Gato con
las nuestras? ¿O tal vez son proyecciones de lo que nosotros
sentiríamos en su lugar? Sería cruel que de la noche a la
mañana todo el protagonismo que tenía se esfume. Llega el
día del nacimiento y se acuerdan de comprar los muebles, el
cochecito, la ropa, etc. para el bebé todo al último
momento posible, corridas de acá para allá. ¿Y el
minino? Totalmente en el olvido y la desatención. Ellos tienen
una gran sensibilidad para captar que algo sucede y se estresan porque
los dueños crean un ambiente de nerviosismo.
Cuando
haya nacido el bebé es bueno que el Gato olfatee cosas que ya
hayan sido utilizadas por el niño como ropa, juguetes, etc... en
la habitación que le pertenecerá. En el momento de
mostrarle el nuevo integrante, espera que se acerque por si solo, no
los fuerces a nada porque ahí es cuando ocurren los malos
entendidos. Una vez que haya notado la presencia y esté cerca,
lo olfateará y mirará. No se lo impidas y cuida que no se
asuste, aunque si esto ocurriese por algún movimiento del
bebé, el gato simplemente se irá. Igual siempre tienes
que estar atento para que no haya problemas. Sentarte en un
sillón y tener el bebé en tu regazo y al gato al lado
tuyo ya sea durmiendo o no, sería una buena forma de que se
socialice con el pequeño.
¿Qué hacer?
Tratar
de que el Gato se estrese lo menos posible preparando la futura
habitación del bebé con todas las pertenencias del
niño un tiempo considerable antes del nacimiento. Así no
habrá un cambio abrupto, deja que explore la nueva
decoración del cuarto pero no lo dejes pasar mucho tiempo dentro
para que no piense que todo eso es para el y se instale, esto
podría ocasionar inconvenientes luego. Mantené la puerta
cerrada para que no entre seguido.
La cuna será la cama perfecta para el pequeño
felino y debemos evitar que crea que es su propiedad, no le permitas
dormir ni acostarse dentro, aunque parezca lindo, porque pensará
que es para él, entonces aquí es donde se genera un
problema frecuente:
- El gato entra
en la cuna con el bebé dentro, por curiosidad o porque quiere
acostarse en él. El dueño lo descubre y lo primero que
hace es... Pegar un fuerte grito de reproche o de susto.
¿Qué sucede? El felino se asusta, salta y sale corriendo
y puede lastimar sin querer al niño.
El Gato
no tiene la culpa, si esta situación te llegase a suceder, no lo
asustes, sólo acercate despacio y nómbralo con suavidad.
Sacalo de la cuna tratando de que no tire pataditas. Si lo crees
conveniente, cortale las uñas hasta que se adecue a la
situación.
No te olvides...
Tenés que intentar que el gato sufra lo menos posible el
cambio por lo tanto no debes dejar de lado las necesidades
básicas de él como por ej.:
* Darle de comer y cambiarle el agua.
* Seguir prestándole atención con
caricias y mimos.
Si a tu gato le gustaba acostarse en tu falda, dormir con vos,
etc... seguí haciendolo para que no sienta olvidado ni que lo
dejaron de querer. No lo excluyas cuando esté toda la familia
reunida junto al bebé, permitele que también se
socialice, imaginate que llegase un nuevo ser al hogar y te encerraran
en un cuarto lejos de todos, te daría mucha rabia verdad?
Justamente eso es lo que hay que impedir que el gato tenga.
No debes dejar solos a los chicos demasiado jóvenes porque
tienen tendencia a tirarle de las orejas, la cola, pelliscarlos entre
otras cosas que disgustan tanto a los gatos como a los perros aunque no
tengan esas intenciones.
Te recomiendo llevarlo al veterinario para una
desparacitación interna y externa, si puedes también una
revisión general.
Los
Gatos y los Bebés pueden estar juntos
y hasta tener una gran y estrecha amistad.
Incluso
tienen una mejor infancia,
se desarrollan mejor cuando tienen una
mascota.
Nadie
se
puede imaginar todo lo que les ofrece un gato,
el bienestar que les da a
los chicos en crecimiento es inimaginable.
No abandones a tu
gato, no es necesario.
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