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¡Es Peligrosa...
La Obesidad!


 La obesidad NO es sinónimo de aumento de peso.
Es el aumento de peso acompañado de un incremento del tejido adiposo (graso) y de los adipocitos, o sea las células grasas.
 El aumento de peso sobrecarga las articulaciones y el sistema osteomuscular, pero el aumento del tejido adiposo conlleva el peligro de arterio esclerosis y sobrecarga cardíaca.
 Para controlar el peso del gato, debemos adecuar las raciones diarias a la edad (si es chiquito o grande), y a la actividad del felino. Un gato que este en un departamento debe consumir menos calorías que uno que disponga un parque inmenso o que salga y entre libremente.
 Tradicionalmente se sabe que la castración conlleva un aumento de peso, por lo que hay que controlar más de cerca este caso.
 La insuficiencia cardíaca en el gato es la situación que requiere el mayor control sobre el peso, ya que una sobrecarga del  mismo puede no ser soportada por el corazón.
 Nos hemos referido al gato hormonalmente sano, ya que si el aumento de peso se debe a un padecimiento hormonal deberá recibir un tratamiento especializado. Sobre todo ver si el gato ademas de subir de peso, orina mucho y tiene demasiada hambre y sed.
 Resumiendo:
                       1) No sobrealimente al gato, sobre todo cuando esta en crecimiento (No le hacemos favor si no daño)
                       2) Adecuar las raciones (aún de los alimentos ya elaborados comercialmente) a las actividades del gato.
                       3) No darle galletitas dulces, u otras harinas o azúcares y vigilar va acompañado de orina, profusa y hambre excesiva (diabetes)
                       4) Vigilar al gato castrado.
¡Es peligroso...
El Hilo!