- Tienes los ojos hinchados
Guillermo Rendón
- Sí (Hay noches que son duras, noches terribles; de almohadas húmedas o de almohadas secas
y de corazones ahogados; hay noches insoportablemente negras, noches tan solas, tan vacías
que aún la nada intenta escapar de ellas.
Para mí ayer fue una de esas noches. Intenté dormir rapidamente para evitar lo nocturnamente inevitable.
Le prisa aceleró mis latidos, mis latidos a la sangre, la sangre a mis pensamienteos, los
pensamientos al ineludible llanto [Una represa se desborda].
Sí, tengo lo hojos hinchados y el corazón enflaquecido, mi cuerpo tiembla, se resquebraja de
cansancio; cansancio que nace de mi esfuerzo por contener el salado mar que se me escapa
por lo ojos [como huyendo de mí], cansancio por cubrir mi boca para evitar los sonidos,
la continua respiración entrecortada, los golpes a las cobijas y mi cabeza entumecida por
los tirones de cabello. Tirita mi ser porque muere en silencio, por la rabia que agota el
aire respirable. Sucumbe mi cuerpo bajo la tenue luz de un lejano amanecer y se decrlara
vampiro: un muerto que aún vive.), es que ayer no dormí muy bien.
