Guillermo Rendón
No quiero ser recordado
en un cajón de madera
con la tez blanquecina
y en un cuerpo deshecho
No quiero el carruaje de mi alma
ya no sirve, ahora estorba
Sólo está adornado
de ropa y de flores
No quiero causar lamentos,
sufrimiento ni agonía
tras dejar su egoísmo herido
al no poder retenerme
Ya mi cuerpo abandoné
también esta vida dejo
Ahora los veo desde arriba
y solo pienso:
pobres muertos.