El
año nuevo
Soy el Año Nuevo, vengo a ti puro e inmaculado; acabo de salir de las manos de
Dios. Cada día es una perla de gran precio que te es concedida para que la ensartes en el
hilo de plata de la vida. Una vez ensartada, ya no puede desenhebrarse jamás; queda allí
como un testimonio inmortal de tu fe y de tu destreza. Debes fundir entonces, cada minuto,
como eslabón dorado a la cadena eterna de las horas.
En tus manos te han sido entregados riqueza y poder para hacer de tu vida lo que quieras.
Te doy, libremente y sin reservas, doce meses gloriosos de lluvia refrescante como una
caricia y de luz de sol con fulgores de oro. Los días, para trabajar y recrearte en la
belleza de las cosas; las noches, para que duermas con un sueño tranquilo. Todo lo que
tengo te lo doy con amor que no puede definirse.
Todo lo que te pido es que no permitas que nadie profane tu fe ni oscurezca tu visión.
-Autor Desconocido-
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Oración por el Año que terminó
¡Gracias, Señor, por todo lo que en este pasado año me diste!
Gracias, por los días de sol y los nublados tristes.
Gracias, por las noches tranquilas y las horas obscuras.
Gracias, por la salud y la enfermedad.
Gracias, por las penas y las alegrías.
Gracias, por lo que me prestaste y después te devolví.
Gracias, Señor, por la sonrisa amable y la mano amiga.
Gracias, por el amor y todo lo hermoso y dulce de la vida.
Gracias, por las flores y las estrellas y la existencia de los niños.
Gracias, por la soledad, por el trabajo.
Gracias, por las lágrimas y dificultades de la vida diaria.
Gracias, por todo lo que me acercó a Ti y me reconfortó.
Gracias, por seguir prestándome la vida...
Amén.
-Autor Desconocido- |
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