¿Esta crisis es
una catástrofe o una bendición?
"Crisis" es una vieja palabra griega que originariamente significaba
"distinguir", "decisión" y "juicio".
Se podría decir que la crisis es algo así como unos dolores de parto. Es una señal, una
solicitud, una orden. De igual modo que los dolores de cabeza y el malestar por una resaca
son una orden para que reflexionemos sobre nuestra actuación de ayer, y los dolores de
vientre, señal de que debemos comer otras cosas. La crisis de nuestros días en Occidente
se manifiesta como los dolores de vientre de una supersaturación de materia y
desenmascara la verdadera crisis de nuestra pobreza: la pobreza de espíritu y de
corazón. Podemos comprar menos, consumir menos. Hay menos dinero para lujos. Pero esto,
¿es una catástrofe, o una bendición?
Y ahora nos estamos lamentando de nuestros dolores de crisis. Durante años enteros, la
realidad de millones de seres que morían de hambre, nos dejaba indiferentes, mientras
íbamos apilando la carne, la mantequilla, a montones, y gastando inmensas sumas en un
enfermizo esfuerzo de rearme.
Hay dos salidas a la crisis: o bien la catástrofe, si aquellos individuos o grupos que
gozan del poder imponen con él sus intereses y privilegios, o la superación de una
actitud que no tiene en cuenta al ser humano débil y desvalido y da fuerza de ley al
egoísmo del más fuerte.
¡Resulta que esa crisis puede ser, en definitiva, una bendición! En primer lugar, nos
permite reflexionar sobre los verdaderos valores de la vida. Debemos tomar decisiones
sobre lo que verdaderamente es importante y lo que no lo es. ¿Que los grupos insisten
ruidosamente en sus privilegios? ¿Los individuos están dispuestos a pringar más aún,
antes que a privarse de esos juguetes de lujo de que disfrutaban? ¿Vamos a seguir
ensuciando y petrificando a todos nuestros planetas?
¿O acaso vamos a vivir de otro modo: de un modo más sencillo y más natural, más simple
y más humano?... ¿Vamos, al fin, a empezar a vivir según criterios humanos? ¿Según,
incluso, los de seres débiles? ¿Vamos a darnos cuenta al fin de que todo ser humano vale
la pena, incluso los niños, los viejos, los enfermos y los desvalidos? ¿Es que la crisis
nos va a enseñar que, con menos, es posible obtener mucho más?
- Phil Bosmans - |