Dominando el río Urubamba, al noreste de Cusco, se eleva la montaña de Machu Picchu que ha dadop nombre a uno de los restos arqueológicos más sorprendentes e importantes que se han descubierto en América Latina. El profesor estadounidense Hiram Bingham tuvo la fortuna y el honor de revelar al mundo en 1911 este tesoro de la civilización inca.
El hecho de que los colonizadores españoles no hubieran dado con este espectacular monumento en tres siglos de permanencia en el Perú y de que permaneciera oculto a los propios peruanos durante casi cien años de independencia a pesar, a pesar de su accesabilidad - a 2.700 metros de altura -, de que aún hoy no se haya podido precisar cual fue la finalidad de su levantamiento, unido a las enormes dificultades con que debieron enfrentarse los quechuas para el transporte de los grandes bloques que se emplearon en su construcción, determina que Machu Picchu haya adquirido un halo de misterio que le hace, si ello es posible, todavía más interesante y atrayente a los ojos de los viajeros ávidos de aventura.
Varias son las teorías que se barajan para intentar dar una explicación coherente y veraz a los interrogantes que plantea Machu Picchu, entre las que no faltan respuestas de desbordada imaginación, probablemente a causa del impresionante paisaje - de densa vegetación y escarpados cañones - y de la propia estructura de esta magna construcción inca, así como por la incapacidad de la moderna ciencia para desvelar sus misterios.
Algunos apuntan que su construcción se debió a la necesidad de contar con una fortaleza oculta que les permitiera enfrentarse con los españoles; en este sentido se afirma que Manco Capac II lo utilizó como acuartelamiento. Otros lo han calificado como una ciudad de vestales a causa de los restos que se han hallado, casi esclusivamente de mujeres. Lo cierto es que sus templos, nichos, viviendas, su observatorio solar y todo el complejo de Machu Picchu, con sus grandes escalinantas y extensas esplanadas, siguen desafiando al tiempo desde su majestuoso emplazamiento y constituyen una palpable realidad.