Su Carriera

	Cristina desde los 9 años decidió ser actriz y nunca cambió de opinión.
	Estudió, se preparó y con un par de años en televisión en una carrera meteórica alcanzó un papel protagónico en un horario estelar: "Yo amo a Paquita Gallego".
	Desde su primer papel estable en el dramatizado Cartas a Harrison fue necesario ponerle cuidado a Cristina Umaña, una niña consentida y rebelde con causa que acababa de llegar de la Escuela de Televisa en México, donde pasó dos años y medio estudiando actuación.
	Cuando regresó de Mexico, Cristina Umaña hizo pequeños papeles en Oro y Mascarada".
	Después llegó Cartas a Harrison y más adelante Robin una joven sicaria en La mujer del Presidente" que la lanzó a la fama.

	Robin fue quizá, el personaje que toda actriz con la idea de trascender quiere representar: nada estético, con una alta dosis de agresividad e incluso un poco grotesco. "Pero solidario e incondicional" según la propia actriz.
	Para lograrlo, Cristina tuvo que bajar más de 10 Kilos, raparse el pelo y aparecer pálida, ojerosa y con ropa descuidada en cada capítulo.
	Para su preparación leyó varios libros sobre el tema, recopiló información. Vió películas y conoció gente parecida a Robin.
	En la calle alguna vez se encontró con dos "almas gemelas" de Robin, quienes no pudieron evitar sentirse reflejadas en Cristina: "Hablé con ellas.
	Primero fueron agresivas, después le bajaron el tono. Me contaron sus dolores que a esas alturas ya se habían convertido en sequedad frente a la vida.
	Las oí y creo que las alivié un poco a través de las vivencias del personaje".Una de sus más duras exigencias ha sido liberarse de este personaje que causó tanto impacto en el público.
	Pero que también le dejó muchas satisfacciones, cariño, grandísimos agradecimiento y sobre todo, pasión por las cosas pequeñas y simples de la vida.

	Pero pronto tuvo que quitarse la piel de Robin y meterse en la de Paquita Gallego, un personaje totalmente opuesto y que para ella representó la posibilidad de demostrar que tiene verdadero talento.
	Según Cristina " Yo amo a Paquita Gallego" fue una historia bien contada con la calidad propia de Julio Jiménez. Agarró a los televidentes por sus situaciones, sus personajes y su fantasía.
	Aunque está segura de su acierto en la interpretación del papel, no cree que sea el rol que la consagre.
	Según la actriz, para lograr la consagración hace falta un personaje más elaborado, con más condiciones de trabajo y más tiempo: "Quizá cuando tenga 40 años lo consiga porque esta carrera es un constante proceso"..

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