El ex-presidente Joaquín
Balaguer, mediante el Decreto 31-87 declaró a la Cigua Palmera ave nacional.
Con esta medida el mandatario buscaba proteger esta especie cuyo hábitat
son las palmas reales.
En un estudio sobre la cigua palmera Domingo Sirí Núñez afirma ‘‘la Cigua
Palmera (Dulus dominicus) es un ave endémica de la Hispaniola, es decir
que sólo se encuentra en esta área geográfica. Se le conoce desde los tiempos
de Fernando de Oviedo en el siglo XVI. Su nombre científico ha sido cambiado
muchas veces por personas dedicadas al estudio de las aves, pero este nombre
se le atribuye a Carlos Linnaeus, quien la describió en el año 1766’’.
Sobre su nidificación en el capítulo V del documento científico
Siri Núñez expresa ‘‘a pesar de no tener colores llamativos, la Cigua Palmera
posee características conductuales muy sobresalientes, una de éstas es la
forma comunal de hacer su nido, el cual es construido con palitos secos
y tapizados interiormente con material blando. Los palitos que utilizan
para construir el nido son transportados en el pico, estos palitos pueden
medir entre 117 a 770 milímetros de largo y pesar entre 0.05 gramos.
‘‘Los árboles donde acostumbra a anidar son los de la familia palmaceae,
preferiblemente en Palma Real’’.
Por su parte, Guerrero, en un análisis del comportamiento de la Cigua Palmera
precisa ‘‘un estudio de 722 árboles que contenían nidos de ciguas, entre
los cuales encontró que 699 de los mismos estaban construidos en Palma Real,
14 en cocotero, 8 en palma y 1 en corozo. Aunque ocasionalmente en las regiones
de bosques secos, el biólogo Dos señala que ‘‘estos nidos aparecen con más
frecuencia en Cayuco o en Almácigos’’.
La Palma Real tiene múltiples uso porque sirve para alimentar a las ciguas,
los cerdos, la madera se utiliza en la construcción de casas y parte de
su tronco para cocinar un manjar llamado palmito.
Por la importancia en la preservación de la Palma Real la Fundación Progressio
promueve el cultivo de una palma de ciclo corto.
Esta
planta en Suramérica, particularmente en la selva amazónica tiene gran utilidad.
Este comportamiento de la Fundación Progressio es diferente al de Roberto
Snal que en nombre de una -ciudad
posible- trasplanta matas de palmas dejando a las ciguas sin nidos. Lo peor
de todo, es que Salcedo sin convocar un concurso público para la compra de
estas palmas sella la ciudad de plantas donde las ciguas palito a palito
construyen sus nidos, que es decir sus casas. El síndico Salcedo está en el
deber de informar el nombre de la compañía que saca de los campos las palmas
adultas para sembrarlas en las avenidas, el precio por unidad y dónde se
depositan las matas de Caoba que se cortan para sustituirlas por este árbol
símbolo del antiguo Partido Dominicano que puso de moda en la tiranía de
Rafael Leonidas Trujillo Molina los tres golpes: el carnet del Partido
Dominicano (La Palmita), la cédula y el servicio militar obligatorio.
Son cosas que deben ser respondidas por el síndico Esmeredito Antonio
Salcedo Gabilán (Roberto Salcedo).
También, suspender de inmediato la práctica de sustituir árboles de Caoba,
Roble y de otras especies por matas de palmas. Las matas de palmas deben
seguir en los campos para que sigan anidando las ciguas, un ave nacional que
debe ser protegida. Por demás, debemos apoyar los esfuerzos que hace Salcedo
por limpiar y embellecer el Distrito Nacional, para tener una ciudad
posible.
Esa ciudad será posible en la medida que todos cooperemos. Eso sí,
preservando en los campos las palmas para que las ciguas tengan sus nidos.
Algo posible si Salcedo hace conciencia de esto. |