Preguntas de Uso Frecuente sobre Anarquía.

Sección A

A.1 ¿Qué es el anarquismo?

A.2 ¿Qué mantiene el anarquismo?

A.3 ¿Hay diferentes clases de anarquismo?

A.4 ¿Quiénes son los anarquistas principales?

A.5 Algunos ejemplos de "anarquismo en acción"

Sección B

Sección C


 

A.1 ¿Qué es el anarquismo?

"Anarquismo" y "anarquía" son sin duda las mas falsificadas ideas de la teoría política. Generalmente, estas palabras se usan para denotar "caos" o "desorden", y así pues, implican que los anarquistas desean el caos social y un retorno a la "ley de la jungla".

Este proceso de falsificación no carece de paralelos históricos. Por ejemplo, en los países que han considerado necesario el gobierno por una persona (la monarquía), las palabras "república" o "democracia" han sido utilizadas precisamente como "anarquía", para implicar desorden y confusión. Aquellos que tienen intereses creados en preservar el status quo es obvio que desearan dar a entender que la oposición al sistema en vigor no puede funcionar en la practica, y que una nueva forma de sociedad solo nos llevara al caos. Como lo expresa Errico Malatesta:

Los anarquistas buscan cambiar esta opinión de "común" de la "anarquía" para que la gente se de cuenta de que el gobierno y demás relaciones sociales jerárquicas son dañinas E innecesarias. Puesto que cuando "la opinión cambia, y el publico se convence de que el gobierno no es necesario, sino mas bien extremadamente dañino, la palabra 'anarquía. precisamente porque significa 'sin gobierno, será igual que decir 'orden natural, harmonía de las necesidades y los intereses de todos, libertad completa con solidaridad completa." [Ibid.].

Este tratado es parte del proceso de cambiar la idea "común" de la anarquía.

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A.1.1 ¿Qué significa "anarquía"?

La palabra "anarquía" viene del griego, el prefijo A, que significa "no," "la falta de," "la ausencia de," o "la carencia de", mas archos, que significa "soberano," "director", "jefe," "la persona a cargo de," "comandante." Los términos griegos ANARCHOS y ANARCHIA quieren decir "no tener gobierno -- estar sin gobierno" [Ángeles, Peter A.; El Diccionario De Filosofía Harper Collins, Segunda Edición, pp. 11-12.].

Como puede verse, el estricto significado original del anarquismo no era simplemente "sin gobierno". "Anarquía" significa "sin soberano" o mas en general "sin autoridad", y es en este sentido que los anarquistas han usado continuamente la palabra. Por esta razón, mejor que ser puramente anti-gobierno o anti-estado, el anarquismo es primeramente un movimiento en contra de la jerarquía. ¿Por qué? Porque la jerarquía es la estructura organizante que da cuerpo a la autoridad. Dado que el estado es la "mas alta" forma de jerarquía, los anarquistas son, por definición, anti-estado; pero esto no es una definición suficiente del anarquismo.

El referirse a la "jerarquía" en este contexto es un hecho bastante reciente -- los anarquistas "clásicos" no usaban esta palabra. Sin embargo, esta claro por sus escritos que la suya era una filosofía en contra de la jerarquía, contra cualquier desigualdad de poder o de privilegios entre individuos. Bakunin hablaba sobre esto cuando atacaba la autoridad "oficial" pero defendía la "influencia natural", y también así cuando dijo:

Como señala Jeff Draughn, "mientras que ha sido una parte latente del 'proyecto revolucionario, solo recientemente este mas amplio concepto de anti-jerarquía ha surgido a un escrutinio especifico. No obstante, la raíz de esto es claramente visible en las raíces griegas de la palabra 'anarquía" [Jeff Draughn, Entre El Anarquismo Y El Libertarismo: Definiendo Un Nuevo Movimiento]
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A.1.2 ¿Qué significa "anarquismo"?

Citando a Pedro Kropotkin, Anarquismo es "el sistema de socialismo sin gobierno ..." [Comunismo Anarquista: Sus Bases Y Principios]. Los anarquistas mantienen que la anarquía, la ausencia de soberanos, es una forma viable de sistema social y funciona para llevar al máximo la libertad individual y la igualdad social. Ven los fines de libertad e igualdad en mutuo apoyo. O, según el famoso dicho de Bakunin: La historia de la sociedad humana comprueba este punto. La libertad sin igualdad es solamente libertad para el poderoso, la igualdad sin libertad es imposible y es una justificación de la esclavitud.

Por consiguiente, el anarquismo es una teoría política que aboga por la creación de la anarquía, una sociedad basada en la máxima de "sin soberanos". Para llegar a ello, "[e]n común con todos los socialistas, los anarquistas mantienen que la propiedad privada de la tierra, el capital, y la maquinaria ha tenido su día; que esta condenada a desaparecer: y que todos los requisitos de producción deben de, y se convertirán en la propiedad común de la sociedad, y serán gestionados en común por los productores de la riqueza. Y ... mantienen que la organización política ideal de la sociedad es un estado de cosas donde las funciones del gobierno se reducen al mínimo ... (y) que la meta final de la sociedad es la reducción de las funciones del gobierno a la nada -- es decir, una sociedad sin gobierno, la anarquía" [Rudolf Rocker, Anarco-sindicalismo].

Así pues el anarquismo es positivo y negativo. Analiza y critica la sociedad actual mientras que al mismo tiempo ofrece una visión de una nueva sociedad en potencia -- una sociedad que lleva al máximo ciertas necesidades humanas que la actual niega. Estas necesidades, en lo mas básico, son libertad, igualdad y solidaridad, lo que se discutirá en la Sección A.2.

El anarquismo une el análisis critico con la esperanza, pues, como dijo Bakunin, "el impulso destructor es un impulso creador". No se puede construir una sociedad mejor sin comprender lo que esta mal en la presente.

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A.1.3 ¿Por qué el anarquismo es también conocido como socialismo libertario?

Muchos anarquistas, viendo la naturaleza negativa de la definición de "anarquismo", han usado otros términos para recalcar el aspecto esencialmente positivo y constructivo de sus ideas. Los términos mas comúnmente usados son "socialismo libre", "comunismo libre", "socialismo libertario", y "comunismo libertario". Para los anarquistas, socialismo libertario, comunismo libertario y anarquismo son virtualmente intercambiables.

Considerando las definiciones del American Heritage Dictionary, encontramos:

Tomando estas dos definiciones y fusionando las se obtiene: Sin embargo, debido a la creación del Partido Libertario en los EE.UU., mucha gente hoy considera la idea de "socialismo libertario" como una contradicción. En verdad, muchos "libertarios" piensan que los anarquistas tratan de asociar las ideas "anti-libertarias" del "socialismo" (según lo conciben los Libertarios) con la ideología Libertaria para hacer esas ideas "socialistas" mas aceptables -- en otras palabras, tratan de robar la etiqueta "libertario" a sus poseedores de derecho.

No hay nada mas lejos de la verdad. Los anarquistas han usado el termino "libertario" para describirse y describir sus ideas desde los años 1980s. Fue usado primero en Francia en un intento de escapar las leyes anti-anarquistas. Desde entonces, particularmente fuera de América, ha sido siempre asociado con las ideas y movimientos anarquistas. Tomando un ejemplo reciente, en los EE.UU., los anarquistas organizaron la "Liga Libertaria" en Julio de 1954, con fuertes principios Anarco-sindicalistas que duro hasta 1965. Por otra parte, el "Partido Libertario", basado en los EE.UU. solamente ha existido desde el principio de los 1970. Es ese partido, no los anarquistas, quien ha "robado" el termino. Mas adelante, en la Sección B, discutiremos por que la idea de un capitalismo "libertario" (según desea el Partido Libertario) es una contradicción en términos.

Como también se explicara en la Sección B, solo un sistema socialista-libertario de propiedad puede maximizar la libertad individual. No hace falta decir, la propiedad por el estado -- lo que comúnmente Se Llama "socialismo" -- no es, para los anarquistas, socialismo ni nada. De Hecho, como ya elaboraremos en la Sección H, el "socialismo de estado" es simplemente otra forma de capitalismo, sin ningún contenido socialista.

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A.1.4 ¿Los anarquistas son socialistas?

Si. Todas las principales ramas del anarquismo están opuestas al capitalismo, porque este ultimo esta basado en la dominación y la explotación (ver Sección C).

Los individualistas tales como Ben Tucker lo mismo que los anarquistas sociales como Proudhon y Bakunin se proclamaron "socialistas". Lo hicieron porque opinaban que la palabra "socialista" fue originalmente definida para incluir "a todos aquellos que creen en el derecho del individuo a la posesión de lo que el o ella produce" ["Ayn Rand y la Perversión del Libertarismo", en Anarquía: Un Diario Del Deseo En Armas, no. 34]. Ben Tucker, por ejemplo -- el anarquista mas influenciado por el liberalismo (como se vera mas tarde) -- acusa al capitalismo de ser "el usurero, el cobrador de intereses, rentas y ganancias". Tucker sostuvo que en una sociedad anarquista, no-capitalista, de mercado libre, los capitalistas serán redundantes puesto que "el trabajador ...asegurara su salario natural, su producción entera". Tal economía estará basada en la banca mutua y el libre intercambio de productos entre cooperativas, artesanos y campesinos. Incluso Max Stirner, el harto egoísta, no tenia mas que desprecio por la sociedad capitalista y sus varios "cocos", lo que para el quería decir ideas que son tratadas como sagradas o religiosas, tales como la propiedad privada, la competición, la división laboral, y demás.

Mientras que los anarquistas sociales y los individualistas están en desacuerdo en muchos puntos -- por ejemplo, si un mercado libre seria la mejor manera de maximizar la libertad -- están de acuerdo en que el capitalismo tiene que ser combatido y que una sociedad anarquista tiene, por definición, que ser basada en el trabajo por asociación, no por salario. Sin embargo, los significados de las palabras cambian con el tiempo. Hoy día "socialismo" casi siempre se refiere al socialismo de estado, sistema al que todos los anarquistas se han opuesto al ser la negación de la libertad y las genuinas ideas socialistas. Todos los anarquistas están de acuerdo con el dicho de Noam Chomsky al respecto:

"Si la izquierda se entiende como incluyendo el 'Bolchevismo, yo entonces plenamente me disociaría de la izquierda. Lenin fue uno de los mayores enemigos del socialismo." [Revolución Roja Y Negra, numero 2]. El anarquismo se desarrollo en constante oposición a las ideas del Marxismo, la democracia social y el Leninismo. Mucho antes de que Lenin ascendiera al poder, Mikhail Bakunin advirtió a los seguidores de Marx en contra de "la Burocracia Roja" que instituiría "el peor de todos los gobiernos despóticos" si las ideas socialistas de Marx fuesen alguna vez implementadas.

No obstante, siendo socialistas, los anarquistas comparten algunas ideas con algunos Marxistas (aunque ningunas con los Leninistas). Ambos Bakunin y Tucker aceptaron el análisis y la critica de Marx sobre el capitalismo así como su teoría laboral de la valoración (ver Sección C). El mismo Marx fue fuertemente influenciado por el libro de Max Stirner El Yo Y Lo Suyo que contiene una brillante critica de lo que Marx llamo comunismo "vulgar" así como del socialismo de estado. También han habido elementos del movimiento Marxista que han sostenido puntos de vista muy similares al anarquismo social (particularmente la rama anarco-sindicalista del anarquismo social)-- por ejemplo, Antón Pannekoek, Rosa Luxemburgo, Paul Mattick y otros, que están muy lejos de Lenin. Karl Korsh y otros escribieron con simpatía sobre la revolución anarquista española. Hay mucha continuidad de Marx a Lenin, pero también hay continuidad de Marx a los mas libertarios de los Marxistas, que fueron duramente criticados por Lenin y el Bolchevismo y cuyas ideas se aproximan al deseo anarquista de la libre asociación entre iguales.

Por consiguiente el anarquismo es básicamente una forma de socialismo, que levanta en oposición directa a lo que usualmente se define como "socialismo" (i.e. control estatal). Como señalo Daniel Guerin en su libro Anarquismo, "el anarquismo es realmente un sinónimo del socialismo. El anarquista es primeramente un socialista cuyo fin es la abolición de la explotación del hombre por el hombre". En vez de "planificación central" los anarquistas abogan por la libre asociación y se oponen al socialismo "de estado" como una forma de capitalismo "de estado". La objeción anarquista a la identificación de "la planificación central" con el socialismo será discutida en la Sección H.

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A.1.5 ¿De dónde viene el anarquismo?

El anarquismo se creo en, y por, la lucha de los oprimidos por la libertad. No fue creado por unas pocas personas divorciadas de la vida, en torres de marfil mirando hacia abajo sobre la sociedad y emitiendo juicios sobre ella basados en sus ideas de lo que esta bien o mal. No podemos mejorar la cita de La Plataforma Organizadora De Los Comunistas Libertarios producida por los participantes en el movimiento Makhnovista en la Revolución Rusa (ver Sección A.5.4). Señalaron que "la lucha de clases creada por la esclavitud de los trabajadores y sus aspiraciones de libertad engendraron, en la opresión, la idea del anarquismo: la idea de la negación total de un sistema basado en los principios de clase y el Estado, y su substitución por una sociedad libre no-estadista de trabajadores bajo la autogestión".

"Así pues el anarquismo no se deriva de las reflexiones abstractas de un intelectual o un filosofo, sino de la lucha directa de los trabajadores contra el capitalismo, de las necesidades de los trabajadores, de sus aspiraciones de libertad e igualdad, aspiraciones que están particularmente vivas en el periodo mas heroico de la vida y la lucha de las masas trabajadoras.

"Los mas notables pensadores anarquistas, Bakunin, Kropotkin y otros, no inventaron la idea del anarquismo, sino que, habiendo descubierto en las masas, simplemente la asistieron con la fuerza de su pensamiento y sus conocimientos para definirla y propagarla."

Lo mismo que el movimiento anarquista en general, los Makhnovistas fueron un movimiento de masas de gente de la clase trabajadora resistiendo las fuerzas de la autoridad, ya bien Rojas (Comunistas) o Blancas (Zaristas/Capitalistas) en la Ucrania del 1917 al 1921.

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A.2 ¿Qué mantiene el anarquismo?

Estos versos de Percy Bysshe Shelley nos dan una idea de lo que el anarquismo mantiene en la práctica y los ideales que lo impulsan: Como sugieren los versos de Shelley, los anarquistas dan gran prioridad a la libertad, deseándola para sí y para los demás. También consideran la individualidad -- aquello que hace a uno una persona única -- como un aspecto muy importante de la humanidad. Reconocen, sin embargo, que la individualidad no existe en un vacío sino que es un fenómeno social. Fuera de la sociedad, la individualidad es imposible, puesto que uno necesita a los demás para desarrollarse, expandirse y crecer.

Además, hay un efecto recíproco entre el desarrollo individual y el social: los individuos crecen dentro de y son formados por una sociedad particular, al mismo tiempo que ayudan a moldear y a cambiar aspectos de esa sociedad (así como a sí mismos y a otros individuos) con sus acciones y pensamientos. Una sociedad que no está basada en individuos libres, en sus esperanzas, sus sueños e ideas resultaría hueca y muerta. Así pues, "la formación de un ser humano ... es un proceso colectivo, un proceso en el que la comunidad y el individuo, ambos, participan" [Murray Bookchin, La Crisis Moderna, p. 79]. Consecuentemente, cualquier teoría política que se basa puramente en lo social o en lo individual es falsa.

Para desarrollar la individualidad en su grado máximo, los anarquistas consideran esencial el crear una sociedad basada en tres principios: libertad, igualdad y solidaridad, que son interdependientes.

La libertad es esencial para el completo florecer de la inteligencia, la creatividad y la dignidad humana. El estar bajo la dominación de otro es el ser privado de la oportunidad de pensar y actuar por uno mismo, que es la única manera de crecer y desarrollar la propia individualidad. La dominación también sofoca la innovación y la responsabilidad personales, llevando a la conformidad y a la mediocridad. Así pues la sociedad que lleva al máximo el crecimiento del individuo necesariamente estará basada en la asociación voluntaria, no en la coerción y la autoridad. Citando a Proudhon, "todos asociados y todos libres". O como señala Luigi Galleani, el anarquismo es "la autonomía del individuo dentro de la libre asociación" [?EL FIN DEL ANARQUISMO?, p. 35] (Ver la Sección A.2.2 ?Por qué los anarquistas dan importancia a la libertad?).

Si la libertad es esencial para el completo desarrollo de la individualidad, la igualdad es esencial para que exista la libertad verdadera. No puede haber libertad real en una sociedad jerárquica de clases estratificadas, minada por grandes desigualdades de poder, riqueza y privilegio. Puesto que en tal sociedad solo unos pocos -- aquellos en lo alto de la jerarquía -- son relativamente libres, mientras el resto son medio esclavos. De ahí que sin igualdad, la libertad se convierte en una burla -- en el mejor de los casos "libertad para elegir al amo (jefe)", como bajo el capitalismo. Además, incluso las elites bajo estas condiciones no son realmente libres, puesto que tienen que vivir en una sociedad retrasada afeada y esterilizada por la tiranía y la enajenación de la mayoría. Y puesto que la individualidad se desarrolla en toda su potencia solamente con el más amplio contacto con otros individuos libres, los miembros de la éste están restringidos en sus posibilidades de desarrollo por la escasez de individuos libres con quién relacionarse. (Ver también la sección A.2.5 ?Por qué los anarquistas están a favor de la igualdad?).

Finalmente la solidaridad significa ayuda mutua: el trabajar voluntaria y cooperativamente con otros que comparten los mismos fines e intereses. Pero sin libertad ni igualdad, la sociedad se convierte en una pirámide de clases en competencia basada en la dominación de los de abajo por los de más arriba. En tal sociedad, según sabemos a través de la nuestra, el lema es "dominar o ser dominado", "cada cual a lo suyo". Así, el "individualismo robusto" se promociona a expensas del sentimiento comunitario, donde los de abajo se resienten de los de arriba y los de arriba temen a los de abajo. Bajo estas condiciones, no puede haber solidaridad social, sino una forma parcial de solidaridad dentro de clases cuyos intereses son contrarios, lo cual debilita la totalidad de la sociedad. (Ver asimismo ?Por qué la solidaridad es importante para los anarquistas?).

Debe mencionarse que solidaridad no significa altruismo. Errico Malatesta lo puso en claro:

Para los anarquistas, la verdadera riqueza son los seres humanos y el planeta en el que vivimos.

Ademas, el honrar la individualidad no quiere decir que los anarquistas sean idealistas, creyendo que las personas o las ideas se desarrollan fuera de la sociedad. La individualidad y las ideas crecen y se desarrollan dentro de la sociedad, como respuesta a los intercambios y experiencias materiales e intelectuales, que la gente analiza e interpreta de una forma activa. El anarquismo es por consiguiente, una teoría materialista, que reconoce que las ideas se desarrollan y crecen a partir del intercambio social y la actividad mental del individuo (ver Dios Y El Estado de Mikhail Bakunin para una discusión clásica del materialismo opuesto al idealismo).

Esto significa que una sociedad anarquista será la creación de seres humanos, no de alguna deidad u otro principio transcendental, ya que:

Por consiguiente, el anarquismo se basa en el poder de las ideas y la habilidad de la gente para actuar y transformar sus vidas según lo que consideran correcto. En otras palabras, en la libertad.
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A.2.1 ¿Cuál es la esencia del anarquismo?

Según se ha visto, "an-archia" implica "sin autoridad (jerárquica)". Los anarquistas no están en contra de las "autoridades" en el sentido de expertos que son particularmente eruditos, diestros o sabios, aunque sí creen que tales autoridades no deberían tener poder coercitivo sobre otros para obligarles a seguir sus recomendaciones (ver la sección B.1 para ampliar esta distinción). En resumen, el anarquismo es anti-autoritario.

Los anarquistas son anti-autoritarios porque creen que ningún ser humano debe dominar a otro. El dominio es intrínsecamente degradante y rebajador, puesto que somete la voluntad y el juicio del dominado a la voluntad y al juicio del dominador, destruyendo así la dignidad y el amor propio que solo vienen de la autonomía personal. Más aún, la dominación hace posible y generalmente lleva a la explotación, que es la raíz de la desigualdad, la pobreza y la crisis social.

Al mismo tiempo que anti-autoritarios, los anarquistas reconocen que los seres humanos tienen una naturaleza social e influencia mutua. No podemos escapar de la "autoridad" de esta influencia mutua, puesto que, como nos recuerda Bakunin:

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A.2.2 ¿Por qué los anarquistas recalcan la libertad?

Un anarquista puede ser considerado, según Bakunin, como "un apasionado amante de la libertad, considerándola como la única condición bajo la cual la inteligencia, la dignidad y la felicidad humana pueden desarrollarse y crecer ..." [La Comuna De París Y La Idea Del Estado]. Dado que los seres humanos son criaturas pensantes, negarles la libertad es negarles la oportunidad de pensar por su cuenta, lo cual es negarles la misma existencia como humanos. Para los anarquistas, la libertad es el resultado de nuestra humanidad, porque: Por esta razón, el anarquismo "propone rescatar el amor propio y la independencia del individuo de todo freno e invasión de la autoridad. Solo en libertad puede el hombre (sic) crecer en toda su estatura. Solo en libertad aprenderá a pensar y a moverse, y a dar lo mejor de sí mismo. Solo en libertad realizará la verdadera fuerza de los lazos sociales que unen a los hombres, y que son la verdadera base de una vida social normal" [Ibid., p. 59].

Como ya hemos señalado, la libertad es la pre-condición para el máximo desarrollo del potencial individual, lo cual es también un producto social que puede ser alcanzado solo en y a través de la comunidad. Una comunidad libre, saludable producirá individuos libres, que a su vez moldearan a la comunidad y enriquecerán las relaciones sociales entre los seres que la componen. Las libertades, al ser producidas socialmente, "no existen porque hayan sido establecidas legalmente en un papel, sino solamente cuando se hayan convertido en un hábito congénito de un pueblo, y cuando cualquier atentado a impedirlas choque con la resistencia violenta de la población ... Uno gana el respeto de los demás cuando uno sabe defender su dignidad de ser humano. Esto es verdad no solamente en la vida privada; ha sido asimismo siempre igual en la vida política " [Rudolf Rocker, Anarco-sindicalismo]

En breve, la libertad se desarrolla solamente en el seno de la sociedad, no en oposición a ella. Murray Bookchin dice: "Toda libertad, independencia, y autonomía que el pueblo ha disfrutado en un período histórico dado es el producto de viejas tradiciones sociales y ... desarrollo colectivo -- lo cual no niega que los individuos jueguen un papel importante en ese desarrollo, realmente están obligados en última instancia a hacerlo si quieren ser  libres" [Anarquismo Social O Anarquismo De Estilo]

Pero la libertad requiere un ámbito social adecuado para crecer y desarrollarse. Tal ámbito tiene que ser descentralizado y basado en la gestión directa de la obra por aquellos que la realizan. La centralización quiere decir autoridad coercitiva, mientras que la auto-gestión es la esencia de la libertad.

El capitalismo, por otra parte, se basa en la autoridad centralizada, cuyo propósito es mantener la gestión del trabajo fuera del alcance de los que trabajan. Es decir, "que la verdadera, plena y final liberación de los trabajadores solo es posible bajo una condición: la apropiación del capital, es decir, de las materias primas y las herramientas de trabajo, incluyendo la tierra, por el cuerpo colectivo de los trabajadores" [Mikhail Bakunin, en Dolgoff, ed., Bakunin Sobre Anarquismo, p.255].

De ahí que, como sostiene Noam Chomsky, un "anarquista consecuente debe oponerse a la propiedad privada de los medios de producción y a la esclavitud asalariada que es uno de los componentes del sistema, como incompatibles con el principio de que el trabajo debe ser emprendido libremente y bajo el control de los productores" [Notas Sobre El Anarquismo].

Así pues, para los anarquistas la libertad quiere decir una sociedad no autoritaria en la cual individuos y grupos practican la auto-gestión, i.e. se gobiernan ellos mismos. Las consecuencias de esto son importantes. Primero, ello implica que una sociedad anarquista no será coercitiva, es decir, una sociedad donde la violencia o la amenaza de la violencia no será usada para "convencer" al individuo a hacer nada. Segundo, que los anarquistas apoyan firmemente la soberanía individual, y que, a razón de este apoyo, también se oponen a las instituciones basadas en la autoridad coercitiva, es decir, la jerarquía. Y finalmente, ello implica que la oposición anarquista al "gobierno" quiere decir solamente que se oponen a las organizaciones centralizadas, jerárquicas, burocráticas, o sea, el gobierno. No están opuestos al auto-gobierno a través de confederaciones de organizaciones decentralizadas, de base, en tanto que estas se basan en la democracia directa no en la delegación del poder a "representantes". La autoridad es lo opuesto a la libertad, y de ahí que cualquier forma de organización basada en la delegación del poder es una amenaza a la libertad y a la dignidad del pueblo sometido a ese poder.

Los anarquistas consideran la libertad como el único entorno social dentro del cual la dignidad humana y la diversidad pueden florecer. Bajo el capitalismo y el estatismo, por el contrario, no hay libertad para la mayoría, ya que la propiedad privada y la jerarquía aseguran que la inclinación y el juicio de la mayoría de los individuos estarán subordinados a la voluntad del patrón, restringiendo gravemente su libertad e imposibilitando "el completo desarrollo de los poderes materiales, intelectuales y morales latentes en cada persona" [Bakunin, Op. Cit.] (Vease la Sección B para una discusión mas a fondo sobre la naturaleza jerárquica y autoritaria del capitalismo y el estatismo.)

 
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A.2.3 ¿Los anarquistas están de acuerdo con la organización?

Si. Sin la asociación, una vida verdaderamente humana es imposible. La libertad no puede existir sin sociedad ni organización. Como indica George Barret en Objeciones Al Anarquismo : En cuanto a la organización, los anarquistas piensan que "lejos de crear autoridad, es la única cura para ella y el único medio por el cual cada uno de nosotros se acostumbrará a tomar parte activa y consciente en el trabajo colectivo, y cesará de ser un instrumento pasivo en manos de los dirigentes" [Errico Malatesta, Vida E Ideas].

El hecho de que los anarquistas están a favor de la organización puede parecer extraño al principio, pero ello se debe a que vivimos en una sociedad en la cual virtualmente todas las formas de organización son autoritarias, haciéndolas aparecer como las únicas formas posibles. Lo que casi nunca se reconoce es que este modo de organización ha sido condicionado históricamente, surgiendo de una clase de sociedad particular -- una cuyos motivos principales son la dominación y la explotación. Según los arqueólogos y los antropólogos, este tipo de sociedad sólo lleva en existencia unos 5.000 años, habiendo aparecido con los primeros estados primitivos basados en la conquista y la esclavitud, en los que el trabajo de los esclavos creo un excedente que mantuvo a la clase dominante.

Anteriormente, por cientos de miles de años, las sociedades humanas y proto-humanas eran lo que Murray Boochkin llama "orgánicas", es decir, basadas en formas cooperativas de actividad económica involucrando el apoyo mutuo, el libre acceso a los recursos de producción y el compartimiento de los frutos de la labor comunal de acuerdo con las necesidades de cada uno. Aunque tales sociedades probablemente tenían rangos basados en la edad, no había jerarquías en el sentido de relaciones de dominio-subordinación institucionalizadas, impuestas por sanciones coercitivas resultantes en la estratificación de clases y suponiendo la explotación económica de una clase por otra [ver Murray Bookchin, La Ecología De La Libertad].

Hay que notar, sin embargo, que los anarquistas no abogan por un retorno a la "edad de piedra". Simplemente notamos que puesto que el modo de organización jerárquico-autoritario es un desarrollo relativamente reciente en el curso de la evolución social humana, no hay razón para suponer que de alguna forma está "destinado" a ser permanente. No creemos que los seres humanos estén genéticamente "programados" para una conducta autoritaria, competitiva y agresiva, al no haber pruebas convincentes que apoyen esta premisa. Al contrario, tal conducta esta condicionada socialmente, o aprendida, y como tal, puede ser desaprendida [ver Ashley Montagu, La Naturaleza De La Agresión Humana]. No somos ni fatalistas ni deterministas genéticos, sino que creemos en el libre albedrío, que significa que la gente puede cambiar la manera de hacer las cosas, incluyendo la forma en que organizan la sociedad.

No cabe duda que la sociedad necesita ser organizada mejor, puesto que en el presente la mayor parte de la riqueza -- que es producida por la mayoría -- y el poder están distribuidos entre una pequeña minoría elitista en la cumbre de la pirámide social, causando privaciones y sufrimientos a los demás, particularmente a los que están en lo más bajo. De esta manera, ya que esta elite controla los medios de coerción a través de su control del estado (ver Sección B.2.4), puede así someter a la mayoría e ignorar sus sufrimientos -- un fenómeno que ocurre a menor escala en todas las jerarquías. No es de extrañar, pues, que la gente en las estructuras autoritarias y centralizadas lleguen a odiar a esas elites como una negación de su libertad. Alexander Berkman dice:

Así, esto es precisamente lo que ocurre en la sociedad capitalista, con el resultado de que está realmente "enferma del todo".

Por estas razones, los anarquistas rechazan las formas autoritarias de organización y en su lugar apoyan asociaciones basadas en los acuerdos voluntarios. El acuerdo voluntario es importante porque, según Berkman, "sólo cuando cada uno es una unidad libre e independiente, cooperando con los demás de buena gana debido a sus intereses mutuos, podrá el mundo funcionar con éxito y llegar a ser poderoso" [Op. Cit., p. 53]. En la esfera "política" esto quiere decir democracia directa y confederación, que son la expresión y el medio ambiente de la libertad. La democracia directa (o participatoria) es esencial puesto que la libertad y la igualdad implican la necesidad de foros donde la gente pueda discutir y debatir entre iguales y que permitan el libre ejercicio de lo que Murray Bookchin llama "el papel creativo de la disensión".

Las ideas anarquistas sobre la organización libertaria y la necesidad de democracia directa y confederación serán discutidas a fondo en las secciones A.2.9 y A.2.10.

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A.2.4 ¿Los anarquistas están a favor de la libertad "absoluta"?

No. Los anarquistas no creen que cada cual pueda hacer "lo que le de la gana", ya que ciertas acciones invariablemente traen consigo la negación de la libertad de otros.

Por ejemplo, los anarquistas no apoyan la "libertad" de violar, explotar, u obligar a los demás. Tampoco toleramos la autoridad. Al contrario, puesto que la autoridad es un atentado contra la libertad, la igualdad y la solidaridad, (sin mencionar la dignidad humana), los anarquistas reconocen la necesidad de resistirla y derrocarla.

El ejercicio de la autoridad no es libertad. Nadie tiene "derecho" a mandar a los demás. Como señala Malatesta, el anarquismo apoya "la libertad para todos... con el único límite de la igual libertad de los demás; que no significa ... que reconozcamos, ni deseemos respetar, la "libertad" para explotar, oprimir, mandar, lo cual es opresión y ciertamente no es libertad." [Errico Malatesta, Vida E Ideas, p. 53].

En la sociedad capitalista, la resistencia a todas las formas de autoridad jerárquica es la marca de la persona libre -- ya bien en lo privado (el patrón) o en lo publico (el Estado). Como dijo Henry David Thoreau en su ensayo Civil Disobedience (1847):

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A.2.5 ¿Por qué los anarquistas están a favor de la libertad?

Como decíamos en A.2, los anarquistas están dedicados a la igualdad social porque sólo en este contexto puede florecer la libertad individual. Sin embargo, se han escrito muchas tonterías acerca de la "igualdad", y mucho de lo que comúnmente se cree acerca de ella es realmente extraño. Antes de discutir lo que los anarquistas quieren decir por igualdad, debemos apuntar lo que no queremos decir.

Los anarquistas no creen en la "igualdad de dotación", que no solamente no existe, sino que sería muy indeseable si se pudiese lograr. Cada uno es único. Las diferencias humanas determinadas biológicamente no sólo existen, sino que son "motivo de regocijo, no de miedo ni pesar". ?Por que? Porque "la vida entre clones no valdría la pena, y la persona cabal sentirá sólo alegría al ver que otros tienen habilidades diferentes a las suyas" [Noam Chomsky Red and Black Revolution, No.2].

Que algunos sugieran seriamente que los anarquistas al decir "igualdad" quieran decir que todo el mundo debe ser idéntico es un triste reflejo del estado de la cultura intelectual de hoy y de la corrupción de palabras -- corrupción que se usa para desviar la atención lejos de un sistema injusto y autoritario y descarriar a la gente hacia discusiones de biología.

Tampoco están los anarquistas a favor de la llamada "igualdad de resultados". no tenemos deseos de vivir en una sociedad donde todo el mundo recibe los mismos bienes, vive en el mismo tipo de casa, lleva el mismo uniforme etc. Parte del motivo de la rebelión anarquista contra el capitalismo y el estatismo es la estandarización de tan gran parte de la vida (ver George Reitzer The McDonaldisation Of Society sobre porque el capitalismo conduce a la estandarización y al conformismo].

La "igualdad de resultados" sólo puede ser establecida y mantenida a la fuerza, lo cual NO sería igualdad en todo caso, puesto que algunos tendrían mas poder que otros!. "Igualdad de resultados" es particularmente detestada por los anarquistas, ya que reconocemos que cada individuo tiene diferentes necesidades, habilidades, deseos e intereses. Obligar a todos a consumir lo mismo seria una tiranía. Es obvio pues, que si una persona necesita tratamiento médico y otra no, las dos no recibirán "el mismo" cuidado médico. Lo mismo pasa con otras necesidades humanas.

Para los anarquistas, estos "conceptos" de "igualdad" no tienen sentido. La igualdad, en la teoría anarquista, no significa negar la diversidad o unicidad individuales. Como observara Bakunin:

Para los anarquistas, igualdad quiere decir igualdad social, o, usando un termino de Murray Bookchin, la "igualdad de desiguales". Con esto quiere decir que las relaciones sociales jerárquicas son abolidas a favor de aquellas que fomentan la participación y están basadas en el principio de "una persona, un voto". Por lo tanto, la igualdad social en el trabajo, por ejemplo, quiere decir que cada uno tiene la misma voz en las decisiones acerca de cómo se desarrolla y se altera el trabajo. Los anarquistas creen firmemente en la máxima "aquello que afecta a todos es decidido por todos".

Esto no quiere decir, por supuesto, que la pericia sea ignorada o que todo el mundo lo decida todo. En lo tocante a la pericia, diferentes personas tienen diferentes intereses, talentos, habilidades, así pues es obvio que quieran estudiar diferentes cosas y hacer diferentes clases de trabajo. También es obvio que cuando una persona está enferma consulta con un médico -- un experto -- que gestiona su propio trabajo sin tener que ser dirigido por un comité. Sentimos tener que sacar a relucir estas cuestiones, pero cada vez que los tópicos de la igualdad social y la autogestión de los trabajadores salen, hay gente que empieza a decir disparates. !Es de sentido común que un hospital gestionado de una manera socialmente igualitaria, no pondrá personal no-médico a votar sobre como los doctores deben de hacer una operación!.

De hecho, la igualdad social y la libertad individual son inseparables. Sin la autogestión colectiva de las decisiones que afectan a un grupo (igualdad) para complementar la autogestión individual de las decisiones que afectan al individuo (libertad), una sociedad libre es imposible. Sin ambas, algunos tendrán poder sobre otros, haciendo decisiones por ellos (i.e. gobernándolos), y de esa manera algunos serán más libres que otros.

La Sección D.3 ("?Por qué los 'anarco-capitalistas' generalmente valoran en poco o no valoran la 'igualdad' y que quieren ellos decir con ese término?") elabora las ideas anarquistas sobre la igualdad en más detalle.

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A.2.6 ¿Por qué la solidaridad es importante para los anarquistas?

La solidaridad, o el apoyo mutuo, es una idea clave del anarquismo. Es el lazo de unión entre el individuo y la sociedad, el medio a través del cual los individuos trabajan juntos para satisfacer sus intereses comunes dentro de un entorno que apoya y nutre la libertad y la igualdad. Para los anarquistas, el apoyo mutuo es un rasgo fundamental de la vida humana, una fuente de fuerza y felicidad y un requisito principal para una plena existencia humana.

Erich Fromm, famoso psicólogo y humanista socialista, dice que "el deseo humano de practicar la unión con los demás tiene sus raíces en las condiciones específicas de existencia que caracteriza la especie humana y es uno de los más fuertes móviles de la conducta humana" [To Be or To Have, p. 107]

Por lo tanto los anarquistas consideran el deseo de formar "uniones" (usando el termino de Max Stirner) con otros como una necesidad natural. Estas uniones, o asociaciones, deben ser basadas en la igualdad y la individualidad para que sean totalmente satisfactorias para aquellos que las componen -- i.e. deben ser organizadas de manera anarquista, i.e., voluntarias, descentralizadas y no-jerárquicas.

La solidaridad -- la cooperación entre individuos -- es necesaria para la vida y está lejos de ser una negación de la libertad. "Qué resultados maravillosos ha logrado esta singular fuerza de la individualidad humana cuando se fortalece con la cooperación con otros individuos," observa Emma Goldman. "La cooperación -- en contraposición a las luchas intestinas y la disensión -- ha funcionado a favor de la sobrevivencia y la evolución de las especies ... Sólo el apoyo mutuo y la cooperación voluntaria .. pueden crear las bases de una vida individual y asociativa libre" [Habla Emma La Roja, p. 95].

La solidaridad quiere decir asociarse juntos como iguales para satisfacer necesidades e intereses comunes. Las formas de asociación que no están basadas en la solidaridad (aquellas basadas en la desigualdad) aplastarán la individualidad de los que están sujetos a ellas. Como indica Ret Marut, la libertad necesita de la solidaridad, en reconocimiento de intereses comunes:

En la práctica, la solidaridad quiere decir que reconocemos, al igual que en el slogan de la Industrial Workers of the World, que "una afrenta a uno es una afrenta a todos".

Bajo una sociedad jerárquica, la solidaridad es importante no solo por la satisfacción que nos da, sino también porque es necesaria para resistir a los que están en el poder. Al estar unidos, aumentamos nuestra fuerza para conseguir lo que queremos. A la larga, organizados en grupos, juntos podremos comenzar a gestionar nuestros propios asuntos colectivos y así reemplazar a los patronos de una vez para siempre. "las uniones ... multiplicarán los medios del individuo y asegurarán su propiedad amenazada" [Max Stirner El Único Y Su Propiedad, p. 258]. Actuando con solidaridad, podemos asimismo reemplazar el sistema en vigor por uno más de nuestro agrado. Hay poder en la "unión".

La solidaridad es pues el medio por el cual podemos obtener y asegurar nuestra propia libertad. Concordamos trabajar juntos para no tener que trabajar para otro. Acordando compartir con los demás aumentamos nuestras opciones para poder disfrutar mas, no menos. El apoyo mutuo es en mi propio interés -- es decir, yo me doy cuenta de que es ventajoso para mi llegar a acuerdos con los demás basados en el respeto mutuo y la igualdad social; ya que si yo domino a alguien, esto significa que las condiciones que permiten el dominio existen, así pues en toda probabilidad yo también seré dominado algún día.

Según lo ve Max Stirner, la solidaridad es el medio por el cual aseguramos que nuestra libertad es reforzada y defendida contra aquellos en el poder que nos quieren dominar: "?Entonces tú mismo no cuentas para nada?" él pregunta. "?Estás dispuesto a permitir que cualquiera te haga lo que quiera? Defiéndete y nadie te tocará. Si hay millones de personas detrás de ti, entonces eres una potencia formidable y ganarás sin dificultad" [Ibid.].

Por consiguiente, la solidaridad es importante para los anarquistas porque es el medio por el cual la libertad puede ser creada y defendida contra el poder. La solidaridad es fuerza y un producto de nuestra naturaleza de seres sociales. Sin embargo, la solidaridad no debería ser confundida con el "rebañismo" que implica el seguir a un líder pasivamente. Para que sea efectiva, la solidaridad tiene que ser creada por gente libre, cooperando juntos como iguales. El "gran nosotros" no es solidaridad, aunque el deseo de "rebaño" sea un producto de nuestra necesidad de unión y solidaridad. Es una "solidaridad" pervertida por la sociedad jerarquizada, que condiciona a la gente a obedecer a líderes ciegamente.

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A.2.7 ¿Por qué los anarquistas abogan por la auto-liberación?

La libertad, por su propia naturaleza, no puede ser concedida. Un individuo no puede ser liberado por otro, sino que debe romper sus propias cadenas a través de su propio esfuerzo. Por supuesto, el esfuerzo propio puede ser parte de una acción colectiva, y en muchos casos así ha de ser para alcanzar sus fines. Como señala Emma Goldman: Los anarquistas durante mucho tiempo han argumentado que el pueblo solo puede liberarse a través de sus propias acciones. Los varios métodos anarquistas propuestos para facilitar este proceso serán discutidos en la Sección J ("?QUE HACEN LOS ANARQUISTAS?") y no los discutiremos aquí. No obstante, estos métodos todos se basan en el pueblo organizándose, planteando sus propias agendas, y actuando de formas que los potencie y eliminando su dependencia de líderes que hagan las cosas por ellos. El anarquismo se basa en el pueblo "actuando por si mismo" (haciendo lo que los anarquistas llaman "acción directa").

La acción directa tiene un efecto potenciador y liberador sobre aquellos comprometidos con ella. La auto-actividad es el medio por el cual la creatividad, la iniciativa, la imaginación y el pensamiento crítico de los que están sujetos a la autoridad puede desarrollarse. Es el medio a través del cual la sociedad puede cambiar. Como indica Errico Malatesta "Entre el hombre y su entorno social hay una acción reciproca. Los hombres hacen de la sociedad lo que es y la sociedad hace de los hombres lo que son, y el resultado es por lo tanto una especie de circulo vicioso ... Afortunadamente la sociedad existente no ha sido creada por la voluntad inspirada de una clase dominante, que ha logrado reducir a todos sus sujetos a instrumentos pasivos e inconscientes... Es el resultado de miles de luchas intestinas, de mil factores humanos y naturales ..." [Vida E Ideas, p. 188].

La sociedad, mientras moldea a los individuos, es a su vez creada por ellos, a través de sus acciones, pensamientos e ideales. El reto a instituciones que limitan la libertad de uno es mentalmente liberador, ya que pone en marcha el proceso de poner en duda las relaciones autoritarias en general. Este proceso nos da intuición sobre el funcionamiento de la sociedad, alterando nuestra ideas y creando nuevos ideales. Citando otra vez a Emma Goldman : "La verdadera emancipación comienza ... en el alma de la mujer" Y del hombre también, añadimos. Es solamente aquí que podemos "empezar [nuestra] regeneración interna, deshaciéndonos del peso de los prejuicios, las tradiciones y las costumbres" [Op. Cit., p. 142]. Pero éste proceso debe ser auto-dirigido, pues como nota Max Stirner, "el hombre que es puesto en libertad no es más que un liberto ... un perro arrastrando una cadena" [Max Stirner, El Único Y Su Propiedad p. 168].

En una entrevista durante la revolución española, el militante anarquista español Durruti dijo "Llevamos un mundo nuevo en nuestros corazones". Solo la auto-actividad y la auto-liberación nos permite crear tal visión en nuestros corazones y nos da la seguridad para tratar de realizarla en el mundo real.

Los anarquistas, no obstante, no creen que la auto-liberación deba esperar el futuro, después de la "revolución gloriosa". Lo personal es político, y dada la naturaleza de la sociedad, según actuemos aquí y ahora tendrá influencia sobre el futuro de nuestra sociedad y nuestras vidas. Por consiguiente, incluso en sociedades pre-anarquistas los anarquistas tratan de crear, como dijo Bakunin, "no solo las ideas sino también los hechos del futuro mismo". Podemos hacerlo creando relaciones sociales y organizaciones alternativas, actuando como personas libres en una sociedad no libre. Sólo por medio de nuestras acciones aquí y hoy podemos asentar los cimientos de una sociedad libre.

La revolución es un proceso, no un acto, y cada "acción revolucionaria espontánea" es generalmente el resultado de y está basada en el trabajo paciente de muchos años de organización y educación del pueblo por gentes con ideas "Utópicas". El proceso de "crear el nuevo mundo dentro del cascarón del viejo" (usando otra expresión de la IWW) construyendo instituciones y relaciones alternativas, es sólo un componente de lo que debe ser una larga tradición de compromiso y militancia revolucionarios.

Malatesta lo puso en claro "fomentar toda clase de organizaciones populares es la consecuencia lógica de nuestras ideas básicas, y por lo tanto debería ser una parte integral de nuestro programa ... los anarquistas no quieren emancipar al pueblo; quieren que el pueblo se emancipe a sí mismo ..., queremos que la nueva forma de vida surja del pueblo y corresponda a su estado de desarrollo y que avance al paso que ellos avanzan" [Vida E Ideas, p.90]

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A.2.8 ¿Es posible ser anarquista sin oponerse a la jerarquía?

No. Hemos visto que los anarquistas aborrecen el autoritarismo. Si uno es anti-autoritario, uno debe oponerse a todas las instituciones jerárquicas, ya que ellas encarnan el principio de autoridad. El argumento (si que que se necesita) es como sigue:

La jerarquía es un organización piramidal compuesta de una serie de grados, rangos u oficios de creciente poder, prestigio y (normalmente) remuneración. Los eruditos que han investigado la forma jerárquica han hallado que las dos ideas principales que ella encarna son la dominación y la explotación. Por ejemplo, en su artículo "?Qué es lo que hacen los jefes?" (Review of Radical Political Economics, 6, 7), un estudio de la factoría moderna, Steven Marglin halló que la función principal de la jerarquía corporativa no es una mayor eficiencia en la productividad (como dicen los capitalistas), sino un mayor control sobre los trabajadores, siendo el propósito de tal control una explotación más efectiva.

En una jerarquía el control se mantiene a través de la coerción, es decir, la amenaza de sanciones negativas de cualquier clase: física, económica, psicológica, social etc. Tal control, incluida la represión de la protesta y la rebelión, necesita de la centralización: un conjunto de relaciones de poder en el cual el control máximo es ejercido por unos pocos en la cumbre (en particular la cabeza de la organización), mientras que aquellos en los rangos medios tienen mucho menos control y la mayoría de abajo no tienen ninguno.

Puesto que la dominación, la coerción y la centralización son rasgos esenciales del autoritarismo, y dado que esos rasgos forman parte de las jerarquías, toda institución jerárquica es autoritaria. Más aún, para los anarquistas, cualquier organización marcada por la jerarquía, el centralismo y el autoritarismo es cuasi-estatal, o "estadista". Y como los anarquistas se oponen al estado y a las relaciones autoritarias, aquel que no busque el desmantelar todas las formas de jerarquía no puede ser llamado anarquista.

Sentimos tener que sobre-elaborar este punto, pero algunos apologistas del capitalismo, queriendo aparentemente apropiarse del nombre "anarquista" por razón de su asociación con la libertad, han recientemente reivindicado que se puede ser capitalista y anarquista a la vez (como en anarco-capitalismo). Debería ahora estar claro que ya que el capitalismo se basa en la jerarquía (sin mencionar el estatismo y la explotación), "anarco"-capitalismo es una contradicción. (Más sobre éste asunto en la Sección F).

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A.2.9 ¿Qué clase de sociedad quieren los anarquistas?

Los anarquistas desean una sociedad descentralizada, basada en la libre asociación. Consideramos esta forma de sociedad la mejor para llevar al máximo los valores que hemos delineado anteriormente -- la libertad, la igualdad, la solidaridad. Sólo por medio de una descentralización racional del poder, estructuralmente y territorialmente, puede fomentarse la libertad individual. La delegación de poderes en manos de una minoría es una negación de la libertad y la dignidad individual. Antes que quitar la gestión de sus propios asuntos de las manos del pueblo, los anarquistas favorecen organizaciones que minimizan la autoridad, manteniendo el poder en la base, en manos de aquellos afectados por las decisiones alcanzadas.

La libre asociación es la piedra angular de la sociedad anarquista. Los individuos deben de ser libres para unirse según ellos crean conveniente, ya que esta es la base de la libertad y la dignidad humana. Sin embargo, tales convenios libres deben de basarse en la descentralización del poder; de otro modo ello será una farsa (como en el capitalismo), ya que sólo la igualdad otorga el contexto social necesario para el desarrollo y crecimiento de la libertad. Por lo tanto los anarquistas apoyan los colectivos directamente democráticos, basados en "una persona un voto" (ver la Sección A.2.11 ?Por qué los anarquistas apoyan la democracia directa? que analiza la racionalidad de la democracia directa como el complemento político del acuerdo libre).

En otras palabras, los colectivos serían regidos por asambleas en masa de todos sus miembros, con los asuntos puramente administrativos gestionados por comités elegidos para el caso. Estos comités comunales estarían formados por delegados temporales revocables que ejecutarían sus labores bajo la vigilancia de la asamblea que los eligió. Si los delegados actúan en contra de su mandato o tratan de extender su influencia o labor mas allá de lo decidido por la asamblea (i.e. si empiezan a tomar decisiones políticas), podrán ser instantáneamente revocados y sus decisiones abolidas. De este modo, la organización permanece en manos de la unión de individuos que la formó.

Estos colectivos igualitarios, formados por acuerdos libres, a su vez se asocian libremente en confederaciones. Tal confederación libre iría de abajo arriba, las decisiones fluyendo desde las asambleas elementales hacia arriba. Las confederaciones serian gestionadas de manera similar a los colectivos. Regularmente habrían conferencias locales regionales, "nacionales" e internacionales en las que todos los asuntos importantes y los problemas que afectan a los colectivos serían discutidos. Además, los principios fundamentales y las ideas de la sociedad serían debatidas y las decisiones políticas serían hechas, puestas en vigor, revisadas y coordinadas.

Se formarían comités de acción, si se necesitasen, para coordinar y administrar las decisiones de las asambleas y sus congresos, bajo estricto control desde abajo según hemos discutido antes.

Más importante aún, las asambleas comunales básicas pueden anular cualquier decisión alcanzada por las confederaciones y salirse de una confederación. Además, pueden convocar conferencias confederales para discutir nuevos asuntos y para informar a los comités de acción acerca de nuevos deseos y para instruirlos sobre que hacer con respecto a nuevos requerimientos e ideas.

Organizados de esta manera, la jerarquía es abolida, ya que el pueblo en la base de la organización está en control, no sus delegados. Solamente esta forma de organización puede reemplazar al gobierno (la iniciativa y el potenciamiento de unos pocos) con la anarquía (la iniciativa y el potenciamiento de todos). Esta forma de organización existiría en todas las actividades que requieren trabajo de grupo y la coordinación de mucha gente. Sería, como dijo Bakunin, el medio "para integrar individuos dentro de estructuras que ellos podrían comprender y controlar". Las iniciativas individuales serían gestionadas por el propio individuo.

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A.2.10 ¿Qué significará y qué se obtendrá con la abolición de la jerarquía?

La creación de una nueva sociedad basada en las organizaciones libertarias tendrá un incalculable efecto en la vida diaria. El potenciamiento de millones de personas transformará la sociedad en maneras que hoy día sólo podemos imaginar. Sin embargo, hay muchos que consideran estas formas de organización imprácticas y condenadas al fracaso.

Contra los que dicen que tales organizaciones no autoritarias, confederales solamente causarán confusión y desunión, los anarquistas mantienen que la forma de organización estadista, centralizada y jerárquica produce indiferencia en vez de compromiso, dureza de corazón en lugar de solidaridad, uniformidad en vez de unidad, y elites privilegiadas en lugar de igualdad. Más importante, tales organizaciones destruyen la iniciativa individual y aplastan la acción independiente y el pensamiento crítico. (Para más sobre la jerarquía, ver la Sección B.1 "Por qué los anarquistas están en contra de la autoridad y la jerarquía" y secciones afines).

Que la organización libertaria es capaz de funcionar y se basa en (y fomenta) la libertad se demostró en el movimiento anarquista español. Fenner Brockway, secretario del Independent Labour Party británico, visitando Barcelona durante la revolución de 1936, notó que "la gran solidaridad que existía entre los anarquistas se debía que cada individuo dependía de sus propias fuerzas y no del liderazgo ... Las organizaciones deben, para tener éxito, ser combinadas con gente de pensamiento libre; no una masa, sino individuos libres" [citado por Rudolf Rocker, Anarcosindicalismo, p. 58]

Como ya se ha indicado abundantemente, las estructuras centralizadas limitan la libertad. Como Proudhon notó: "el sistema centralista es muy bueno con respecto al tamaño, la simplicidad y la construcción: le falta sólo una cosa -- el individuo deja de pertenecerse a sí mismo en tal sistema, no puede apreciar su propio valor, su vida, y nadie se da cuenta de él" [citado en Paths in Utopia, Martin Buber, p.33].

Los efectos de la jerarquía pueden verse por todo alrededor. No funciona. La jerarquía y la autoridad existen por todas partes, en el trabajo, en la casa, en la calle. Como dice Bob Black, "Si pasas la mayor parte de tu vida recibiendo órdenes o besando culos, si te acostumbras a la jerarquía, te convertirás en pasivo-agresivo, sado-masoquista, servil y estúpido, y llevarás ese peso a todos los aspectos del resto de tu vida." [The Libertarian as Conservative].

Esto significa que el fin de la jerarquía traerá consigo una transformación masiva en la vida cotidiana. Implicará la creación de organizaciones centradas en el individuo dentro de las cuales todos podrán ejercitar sus habilidades al máximo.

Solamente la autodeterminación y el acuerdo libre en cada nivel de la sociedad podrá desarrollar la responsabilidad, la iniciativa, la inteligencia y la solidaridad de los individuos y la sociedad completa. Únicamente una organización anarquista permite acceder a y utilizar el vasto talento que existe dentro de la humanidad, enriqueciendo a la sociedad a través del mismo proceso que enriquece y desarrolla al individuo. Solamente involucrando a todos en el proceso de idear, planear, coordinar e implementar las decisiones que los afectan podrá florecer la libertad y podrá desarrollarse y ser protegida la individualidad. La anarquía desatará la creatividad y el talento de las masas populares esclavizadas por la jerarquía.

La anarquía beneficiará incluso a aquellos que dicen beneficiarse por el capitalismo y sus relaciones autoritarias. Los anarquistas "mantienen que ambos, los que mandan y los que son mandados son estropeados por la autoridad; ambos, explotadores y explotados son estropeados por la explotación" [Piotr Kropotkin, Act for Yourself, p. 38] Es así porque "en cualquier relación jerárquica el que domina al igual que el que es dominado paga un precio. El precio pagado por 'la gloria de mandar' es verdaderamente pesado. Cada tirano se resiente de sus obligaciones. El está condenado a arrastrar el peso muerto del durmiente potencial creativo de sus subordinados por el camino de su excursión jerárquica" [The Right to be Greedy, For Ourselves].

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A.2.11 ¿Por qué están los anarquistas a favor de la democracia directa?

Para los anarquistas, el voto democrático directo sobre decisiones políticas dentro de las asociaciones libres es el contrapunto político del acuerdo libre. La razón es que "muchas formas de dominación pueden ser emprendidas de 'una manera ...libre, no-coercitiva .. y es ingenuo .. pensar que la mera oposición al control político en sí nos llevará al final de la opresión" [John P. Clark, Max Stirner's Egoism, p.93].

Una vez que una persona se asocia a una comunidad o a un puesto de trabajo, él o ella se convierte en un/a "ciudadano/a" (a falta de mejor palabra) de esa asociación. La asociación se organiza alrededor de una asamblea de todos sus miembros ( en el caso de grandes centros de trabajo y de pueblos, esta puede ser un sub-grupo funcional tal como una oficina específica o un barrio). En esta asamblea, en acuerdo con otras, se define el contenido de sus obligaciones políticas. Actuando dentro de la asociación, la gente debe ejercer juicios críticos y elegir, es decir, gestionar sus actividades. Lo cual quiere decir que la obligación política no se le debe a una entidad aparte por encima del grupo o sociedad, tal como el estado o la empresa, sino a los "con-ciudadanos".

Aunque el pueblo en asamblea legisla colectivamente las reglas que gobiernan su asociación, y están sujetos a ellas como individuos, también son superiores a ellas en el sentido de que esas reglas siempre pueden ser modificadas o abrogadas. Colectivamente, los "ciudadanos" asociados constituyen la autoridad política, pero como esta autoridad está basada en relaciones horizontales entre ellos mismos más bien que en relaciones verticales entre ellos y la elite, la "autoridad" es no-jerárquica ("racional" o "natural", ver Sección B.1 "Por qué los anarquistas están en contra de la autoridad y la jerarquía").

Claro que podría alegarse que si estás en minoría, eres gobernado por otros. Ahora bien, el concepto de democracia directa tal como la hemos descrito no está necesariamente ligado al concepto de gobierno de la mayoría. Si algunos se encuentran en minoría en una votación particular, esa persona tiene entonces que elegir si consiente o se niega a reconocer la decisión como obligatoria. Negarle a la minoría la oportunidad de ejercer su juicio y su elección es infringir en su autonomía e imponerle una obligación que no ha aceptado libremente. La imposición a la fuerza de la voluntad mayoritaria va en contra del ideal de la obligación auto-asumida, y por eso va en contra de la democracia directa y la libre asociación. Por lo tanto, lejos de ser una negación de la libertad, la democracia directa dentro del contexto de la libre asociación y la obligación auto-asumida es la única manera de alimentar la libertad. No hace falta decir que, una minoría, si permanece dentro de la asociación, puede apelar su caso y tratar de convencer a la mayoría de su error.

Los lazos entre las asociaciones siguen el mismo modelo que las asociaciones. En lugar de individuos unidos en una asociación, tenemos asociaciones unidas en confederaciones. Los enlaces entre asociaciones dentro de una confederación son de la misma naturaleza horizontal y voluntaria que en las asociaciones, con los mismos derechos de "voz y salida" de sus miembros. El funcionamiento de tal confederación se perfila en la Sección A.2.9 (?Qué tipo de sociedad desean los anarquistas?) y se discute en mayor detalle en la Sección I (Cómo desearía un anarquista que fuese la sociedad?).

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A.2.12 ¿El consenso es una alternativa a la democracia directa?

El consenso, aunque constituya la "mejor" opción al tomar decisiones, ya que todos están de acuerdo, también tiene sus problemas. Como apunta Murray Bookchin al describir sus experiencias del consenso, éste puede tener consecuencias autoritarias, ya que "para... crear pleno consenso en una decisión los disidentes minoritarios son a menudo sutilmente presionados o forzados psicológicamente a rehusar su voto en un asunto problemático, ya que su disidencia constituiría el veto por una persona. Esta práctica, llamada 'quedarse a un lado en el proceso de consenso americano, muy a menudo acarrea la intimidación de los disidentes, hasta el punto de que se substraen por completo al proceso de tomar decisiones, antes que hacer una honrosa y continuada expresión de su desacuerdo con el voto, incluso como minoría, de acuerdo con sus puntos de vista. Habiéndose retirado, sacrifican su entidad política, para que pueda tomarse tal decisión... El consenso se obtuvo finalmente sólo después de que los miembros disidentes se hubiesen anulado como participantes en el proceso.

"A nivel más teórico, el consenso silenció el aspecto más vital del diálogo, la disensión. La disensión en curso, el diálogo apasionado que aún persiste incluso después que la minoría accede temporalmente a la decisión mayoritaria, ...[puede ser] reemplazado ... por aburridos monólogos, y el apolémico y soporífero tono del consenso. En la toma de decisiones mayoritarias, la minoría derrotada puede recusar a anular una decisión en la que habían sido derrotados; son libres de articular persistente y abiertamente desacuerdos razonables y potencialmente persuasivos. El consenso, por su parte, no honra ninguna minoría, las enmudece a favor del "uno" metafísico del "grupo consensual" ["What Is Communality: The Democratic Dimension of Anarchism].

Bookchin no "niega que el consenso pueda ser una forma apropiada de toma de decisiones en pequeños grupos de personas que están muy familiarizados unos con otros". Aún así nota que en la práctica, su experiencia le ha enseñado que "cuando grupos más grandes tratan de llegar a decisiones a través del consenso, generalmente son forzados a llegar al más bajo denominador común intelectual al tomar decisiones: la menos polémica o incluso la más mediocre de las decisiones que una asamblea de cierto tamaño puede alcanzar es la aceptada, precisamente porque cada uno tiene que estar de acuerdo con ella de lo contrario tiene que abstenerse de votar en el asunto" [Op. Cit.]

Por consiguiente, debido a su naturaleza potencialmente autoritaria, los anarquistas por lo general niegan que el consenso es el aspecto político de la libre asociación. Aunque sea ventajoso tratar de llegar a un consenso, por lo general no es práctico hacerlo, especialmente en grupos grandes, sin mirar a sus otros efectos negativos. A menudo rebaja una sociedad o asociación libre con su tendencia a soliviantar la individualidad en nombre de la comunidad y la disensión en nombre de la solidaridad. Ni la verdadera comunidad ni la solidaridad son avanzadas cuando el desarrollo del individuo y su auto-expresión son abortados por la censura y la presión pública. Puesto que los individuos son únicos, tendrán puntos de vista únicos cuya expresión debería ser alentada ya que así evoluciona la sociedad y es enriquecida por las acciones y las ideas del individuo.

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A.2.13 ¿Los anarquistas son individualistas o colectivistas?

La respuesta corta es: ninguna de las dos. Se puede ver por el hecho que los eruditos liberales acusan a los anarquistas como Bakunin de ser "colectivistas" mientras que los marxistas atacan a Bakunin y a los anarquistas en general por ser "individualistas". No es de sorprender, ya que los anarquistas rechazan ambas ideologías como tonterías. Les guste o no, los individualistas y los colectivistas no anarquistas son las dos caras de la moneda capitalista. Esto se demuestra considerando el capitalismo moderno, en el que las tendencias "individualistas" y "colectivistas" continuamente se influyen mutuamente, a menudo con el péndulo de la estructura política y económica oscilando de un extremo al otro. El colectivismo y el individualismo capitalista son aspectos parciales de la existencia humana, y al igual que todas las manifestaciones de desequilibrio, están profundamente tarados.

Para los anarquistas, la idea de que los individuos deberían sacrificarse por "el grupo" o "el bien común" no tiene sentido. Los grupos están formados por individuos, y si la gente piensa solamente en el bienestar del grupo, ese grupo será un cascarón sin vida. Solamente la dinámica del intercambio humano dentro de un grupo es lo que le da vida. Los "grupos" no pueden pensar, solo los individuos piensan. Irónicamente, este hecho lleva a los "colectivistas" autoritarios a la clase de "individualismo" más peculiar, el "culto de la personalidad" y la adoración del líder. Es de esperar, ya que tal colectivismo amontona a los individuos en grupos abstractos, les niega su individualidad y termina en la necesidad de que alguien con suficiente individualidad haga las decisiones; problema que se "resuelve" con la idea del líder. El Estalinismo y el Nazismo son excelentes ejemplos de este fenómeno.

Esta consideraciones no significan que el "individualismo" encuentre apoyo entre los anarquistas. Como señaló Emma Goldman, "el individualismo robusto ... no es más que un solapado atentado a reprimir y a derrotar al individuo y a su individualidad ... [ello] ha resultado invariablemente en la más burda de las distinciones de clase ...[y] ha supuesto todo el individualismo para los amos, mientras que el pueblo es regimentado en una casta de esclavos al servicio de un puñado de superhombres egoístas" [Habla Emma La Roja, p. 89].

Mientras que los grupos no pueden pensar, los individuos no pueden vivir ni discurrir por sí solos. Sin embargo, debido a su desequilibrada perspectiva, los "individualistas" acaban apoyando algunas de las instituciones más "colectivistas" que existen: las empresas capitalistas, y además, siempre hallan la necesidad de un estado a pesar de sus frecuentes acusaciones en contra de él. Estas contradicciones nacen de la dependencia del individualismo capitalista de contratos individuales en una sociedad desigual, es decir, individualismo abstracto.

En contraste, los anarquistas acentúan el individualismo social. El anarquismo "insiste que el centro de gravedad de la sociedad es el individuo, que tiene que pensar por sí mismo, actuar libremente, y vivir plenamente ... Si quiere desarrollarse libre y plenamente, tiene que ser relevado de la interferencia y opresión de otros... [E]sto no tiene nada en común con ...el individualismo robusto. Tal individualismo depredador es realmente débil, no robusto. Al menor peligro a su seguridad, corre a refugiarse en el estado y aúlla por su protección... Su individualismo robusto es simplemente una de tantas pretensiones que hace la clase dominante para cubrir el mercadeo sin riendas y la extorsión política" [Emma Goldman, Ibid., p.397].

El anarquismo rechaza el individualismo abstracto del capitalismo, con sus ideas "absolutas" de libertad del individuo constreñido por otros. Esta teoría ignora el contexto social en el cual la libertad existe y crece.

Una sociedad basada en "contratos individuales" generalmente resulta en la desigualdad de poder entre los individuos contratantes y conlleva así la necesidad de una autoridad basada en leyes por encima de ellos y en la coerción organizada para forzar el cumplimiento de los contratos entre ellos. Se ve claramente esta consecuencia en el capitalismo y, más notable aún, en la teoría "contrato social" de cómo se desarrolló el estado. En esta teoría se asume que los individuos son "libres" cuando están aislados unos de otros, como dicen que estaban originalmente en un "estado natural". Una vez agrupados en sociedad, se supone que crearon un "contrato" y un estado para administrarlo. Sin embargo, además de ser una fantasía sin ninguna base en la realidad (los seres humanos siempre han sido animales sociales) esta "teoría" no es más que una justificación de los extensos poderes del estado sobre la sociedad; lo que a su vez justifica el sistema capitalista, que requiere un estado fuerte. También copia los resultados de las relaciones económicas capitalistas sobre las que se construye esta teoría. Dentro del capitalismo, los individuos se contratan "libremente", pero en la práctica el patrón manda sobre el trabajador en tanto que dure el contrato. (Ver Secciones A.2.14 y B.4 para más detalles)

En la práctica, el individualismo y el colectivismo llevan a la negación de la libertad individual y la autonomía y la dinámica de grupos. Además, uno supone lo otro, el colectivismo nos lleva a una forma particular de individualismo y el individualismo nos lleva a una forma particular de colectivismo.

El colectivismo, con su supresión implícita del individuo, últimamente empobrece a la comunidad, ya que los grupos sólo reciben su vida de los individuos que los forman. El individualismo, con su supresión explícita de la comunidad (i.e. la gente con quien uno vive) últimamente empobrece al individuo ya que los individuos no existen aparte de la sociedad sino que solo pueden existir dentro de ella. Además el individualismo acaba por negarle a los "pocos elegidos" las intuiciones y las habilidades de los individuos que forman el resto de la sociedad, y de esta manera es una fuente de auto-negación. Esta es la falla (y la contradicción) mayor del individualismo, "la imposibilidad del individuo llegar a alcanzar un pleno desarrollo en condiciones de opresión de las masas por las "bellas aristocráticas". Su desarrollo permanecería desequilibrado" [Piotr Kropotkin, Revolutionary Pamphlets, p.293].

La verdadera libertad y comunidad existen en alguna otra parte.

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A.2.14 ¿Por qué el sistema voluntario no es suficiente?

El sistema voluntario (voluntarismo) quiere decir que la asociación debería ser voluntaria para maximizar la libertad. Los anarquistas son, obviamente, voluntaristas, al creer que solo en la libre asociación, creada por acuerdos libres, pueden desarrollarse y crecer los individuos y expresar su libertad. Es evidente, sin embargo, que bajo el capitalismo el voluntarismo no basta para maximizar la libertad. El sistema voluntario supone la promesa (i.e. la libertad de entrar en contratos) y la promesa supone la capacidad individual de juicio independiente y deliberación racional. También, ello presupone que puedan valorar y alterar sus acciones y relaciones. Bajo el capitalismo los contratos contradicen estas consecuencias del voluntarismo, ya que, aunque técnicamente "voluntarios" (aunque ya veremos en la Sección B.4 que no es realmente así) los contratos capitalistas resultan en la negación de la libertad. Es así porque la relación social salario-trabajo supone la promesa de obedecer a cambio de la paga. Sin embargo, como señala Carole Patemen en The Problem of Political Obligation "prometer obediencia es afirmar, que en ciertas áreas, la persona que hace la promesa ya no es libre de ejercer sus capacidades y de decidir sus propias acciones, y deja de ser un/a igual para ser un/a subordinado/a" [p.19].

Efectivamente, bajo el capitalismo eres libre !solo en cuanto a que puedes elegir a quién vas a obedecer! La libertad, sin embargo, debe significar más que el derecho a cambiar de jefe. La servidumbre voluntaria es servidumbre aun. Por lo tanto los anarquistas recalcan la necesidad de democracia directa en las asociaciones voluntarias para así asegurar que el concepto de "libertad" no es una farsa y una justificación de la dominación, como ocurre bajo el capitalismo.

Toda relación social basada en el individualismo abstracto estará probablemente basada en la fuerza, el poder, la autoridad, y no en la libertad. Por supuesto esto asume una definición de libertad en la cual los individuos ejercen sus capacidades y deciden sus propias acciones. Por consiguiente, el voluntarismo no es suficiente para crear una sociedad que lleve al máximo la libertad.

Por supuesto, podría objetarse que los anarquistas valoran ciertas formas de relación social por encima de otras y que un verdadero libertario debe permitirle al pueblo la libertad de elegir sus propias relaciones sociales. Contestando a la segunda objeción primero, en una sociedad basada en la propiedad privada (y el estadismo) los propietarios tienen más poder, que pueden usar para perpetuar su autoridad. ?Por qué deberíamos excusar la servidumbre o tolerar a los que desean refrenar la libertad de otros? La "libertad" de mandar es la libertad de esclavizar, y es de hecho una negación de la libertad.

Con respecto a la primera objeción, los anarquistas nos declaramos culpables. Tenemos prejuicios en contra del reducir a seres humanos a la categoría de robots. Tenemos prejuicios a favor de la dignidad y la libertad humana. Tenemos prejuicios, abiertamente, a favor de la humanidad y de la individualidad.

La Sección A.2.11 plantea por qué la democracia directa es el reflejo social necesario del voluntarismo (i.e. el libre acuerdo). La Sección B.4 discute por qué el capitalismo no puede basarse en una igualdad de poder negociativo entre los propietarios y los que no lo son.

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A.2.15 ¿Y acerca de la naturaleza humana?

Los anarquistas, lejos de ignorar la "naturaleza humana", tienen la única teoría política que piensa y reflecciona profundamente sobre este concepto. A menudo, "la naturaleza humana" es lanzada como si fuese la última linea defensiva en argumentos contra el anarquismo, pensando que no admite contestación. Sin embargo, no es así.

En primer lugar, la naturaleza humana es algo muy complicado. Si por naturaleza humana se quiere decir "lo que hacen los humanos" es obvio que la naturaleza humana es contradictoria: amor, odio, compasión y crueldad, paz y violencia, etc. han sido expresiones de la gente y todas son producto de la "naturaleza humana". Por supesto que lo que se considera naturaleza humana cambia a medida que cambian las circunstancias sociales. Por ejemplo, la esclavitud fue considerada parte de la "naturaleza humana" y "normal" durante miles de años, y la guerra solo se convirtió en parte de la naturaleza humana con el desarrollo de los estados. Por lo tanto, el medio ambiente juega un papel importante en la definición de lo que constituye la "naturaleza humana".

Esto no quiiere decir que los seres humanos sean infinitamente plásticos, cada individuo una tabula rasa (una p'agina en blanco) al nacer, esperando ser moldeado por "la sociedad" (lo cual en la práctica significa por los que la rigen). No queremos entrar en un debate sobre cuales características humanas son o no son "innatas". Lo único que diremos es que los seres humanos tienen una abilidad innata para pensar y aprender, lo cual creemos evidente; y que los humanos son criaturas sociales, que necesitan la compañía de los demás para sentirse completos y para prosperar.

Estos dos rasgos, creemos, sugieren la viabilidad de la sociedad anarquista. La abilidad innata para pensar por uno mismo automaticamente hace ilegítimas todas las formas de jerarquía, y nuestra necesidad de relaciones sociales supone que podemos organizarnos sin el estado. El profundo descontento y alienación que afligen a la sociedad moderna revela que la centralización y el autoritarianismo del sistema capitalista y del estado niega alguna necesidad innata dentro de nosotros.

De hecho, como se dijo anteriormente, durante la mayor parte de su existencia, la raza humana vivio en comunidades anárquicas, con poca o ninguna jerarquía. Que la sociedad moderna califique a esas gentes de "salvajes" o "primitivos" es pura arrogancia. ?Quién puede decir que el anarquismo va en contra de la naturaleza humana? Los anarquistas han acumulado suficientes pruebas que sugieren que no es así.

Con respecto a la acusación de que los anarquistas piden demasiado de la "naturaleza humana", son a menudo los no anarquistas los que hacen las mayores demandas a ella. Puesto que "mientras nuestros oponentes parecen admitir que hay una especie de sal de la tierra: los gobernantes, los patronos, los líderes, que, afortunadamente, impiden que esos malos hombres: los gobernados, los explotados, los dirigidos, se hagan mucho peores de lo que son..., hay una diferencia, una muy importante. Nosotros reconocemos las imperfecciones de la naturaleza humana, pero no exceptuamos a los que mandan. Ellos los exceptúan, aunque a veces inconscientemente." [Piotr Kropotkin, Act for Yourself p. 83] Si la naturaleza humana es tan mala, entonces dar a algunos el poder sobre otros y esperar que esto nos lleve a la libertad y a la justicia es una utopía inútil.

Hoy sin embargo, con el auge de la "sociobiología" algunos afirman (con muy pocas pruebas reales) que el capitalismo es un producto de nuestra "naturaleza", la cual es determinada por los genes. Estas declaraciones han sido tomadas al asalto por las autoridades. Considerando la escasez de pruebas, su apoyo a esta "nueva" doctrina tiene que ser necesariamente el resultado de su utilidad para aquellos en el poder: i.e. el hecho de que es útil tener una base "objetiva" y "científica" que justifique ese poder. Al igual que el Darwinismo social que la precedió, la sociobiología procede primero proyectando sobre la naturaleza las ideas dominantes de la sociedad actual (a menudo inconscientemente, así los científicos consideran erróneamente las ideas en cuestión como "normales" y "naturales"). Después las teorías sobre la naturaleza así producidas se transfieren retroactivamente a la sociedad y a la historia, usándolas para "probar" que los principios del capitalismo (la jerarquía, la autoridad, la competencia, etc.) son leyes eternas, que son después usadas para justificar el status quo!. Asombrosamente, hay mucha gente, supuestamente inteligente, que se toma estas engañinas en serio.

Esta clase de apología es por supuesto natural, ya que toda clase dominante ha reivindicado que su derecho a gobernar está basado en la "naturaleza humana" y por lo tanto apoya doctrinas que definen la naturaleza humana de manera que parezcan justificar el poder de la élite, ya bien sea la sociobiología, el derecho divino, el pecado original, etc. Obviamente, tales doctrinas han sido siempre falsas... hasta hoy, por supuesto, cuando es evidente que nuestra sociedad actual está verdaderamente moldeada a la "naturaleza humana" lo cual ha sido probado científicamente por nuestro actual sacerdocio científico!

La arrogancia de esta afirmación es de verdad sorprendente. La historia no se ha detenido. De aquí a mil años, la sociedad será completamente diferente a lo que es ahora y diferente a lo que nadie se imagina. Ningún gobierno existente hoy día existirá entonces, y el sistema económico actual tampoco existirá. Lo único que puede seguir igual es que la gente aún dirá que su nueva sociedad es el "verdadero sistema" que se amolda completamente a la naturaleza humana, aunque los sistemas pasados no lo hicieran.

Claro, no pasa por las mentes de los que apoyan el capitalismo que gentes de diferentes culturas sacarán conclusiones diferentes de los mismos hechos, conclusiones que pueden ser mas válidas. Ni se le ocurre a los apologistas del capitalismo que las teorías de los científicos "objetivos" puedan estar enmarcadas en el contexto de la sociedad dominante en que viven. Sin embargo, no sorprende a los anarquistas que los científicos trabajando en la Rusia zarista desarrollaran una teoría de la evolución basada en la cooperacion de las especies, muy diferente a la de sus colegas de la Inglaterra capitalista, que desarrollaron una teoría basada en la lucha competitiva dentro y entre las especies. Que la segunda teoría reflejase las teorías políticas y económicas dominantes en la sociedad Británica (notablemente el individualismo competitivo) es pura coincidencia, por supuesto. El Apoyo Mutuo de Kropotkin fué escrito en respuesta a los evidentes errores que el Darwinismo Social ingl'es proyectaba sobre la naturaleza y la vida humana.

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A.2.16 ¿El anarquismo requiere personas "perfectas" para funcionar?

No. La anarquía no es una utopía, una sociedad "perfecta". Será una sociedad humana, con todos los problemas, esperanzas, y temores de los seres humanos. Los anarquistas no creen que los seres humanos tienen que ser "perfectos" para que la anarquía funcione. Solamente necesitan ser libres.

Evidentemente, creemos que una sociedad libre producirá gente que estará mucho mas en onda con su individualidad y sus necesidades y las de los demás, lo cual disminuirá los conflictos individuales. Las disputas restantes se resolverían por métodos razonables, por ejemplo, el uso de jurados, tercer intermediarios, o asambleas comunales y de lugares de trabajo.

Como ocurre con el argumento "el anarquismo va contra la naturaleza humana" (ver Seccion A.2.15) los oponentes del anarquismo generalmente asumen gente "perfecta", gente que no ha sido corrompida por el poder cuando ocupan posiciones de autoridad, gente que permanece extrañamente por encima de los efectos degradadores de la jerarquía, el privilegio y demás. Sin embargo, los anarquistas no hacen tales reclamaciones sobre la perfección humana. Reconocemos que el invertir poder en manos de una persona o una élite nunca es una buena idea, ya que la gente no es perfecta y necesita dar cuentas a los demás.

Debe notarse que la noción de que el anarquismo requiere un "nuevo" hombre o mujer es usada por los "anarco-capitalistas" de derechas para desacreditar el verdadero anarquismo y justificar la permanencia de la autoridad jerárquica, en especial las relaciones capitalistas de producción. Sn embargo, un poco de reflección mostrará que sus reparos desacreditan sus propias pretensiones de ser anarquistas ya que suponen explícitamente una sociedad anarquista sin anarquistas! No hace falta decir que una "anarquía" formada por gente que aún necesita autoridad y estado pronto devendría autoritaria y estadista (i.e. no-anarquista) una vez más.

Es así porque incluso si el gobierno fuese derrocado mañana, el mismo sistema renacería otra vez, ya que "la fuerza del gobierno se asienta no en sí mismo, sino en el pueblo. Un gran tirano puede ser un idiota en vez de un superhombre. Su fuerza no reside en sí, sino en la superstición del pueblo que cree que lo correcto es obedecer. Mientras exista esa superstición es inútil que venga un libertador a decapitar la tiranía; el pueblo creará otra, puesto que se han acostumbrado a depender de algo fuera de sí mismos." [George Barret Objections To Anarchism].

En otras palabras, la anarquía necesita anarquistas para ser creada y sobrevivir. Pero esos anarquistas no tiene por que ser perfectos, simplemente personas que se han liberado, por sus propios esfuerzos, de la superstición que las relaciones de mando-obediencia son necesarias. La suposición implícita en la idea de un "nuevo" ser anarquista es que la libertad será dada, no tomada; de ahí viene la conclusión evidente que una anarquía que requiera seres "perfectos" fracasará. Pero este razonamiento ignora la necesidad de auto-actividad y auto-liberación para crear una sociedad libre.

Los anarquistas no deducen que gente "perfecta" sea necesaria, porque el anarquista no es un libertador con una misión divina de liberar a la humanidad, sino que es parte de esa humanidad luchando adelante hacia la libertad.

"Entonces, si por algún medio externo pudiese dársele al pueblo, por decirlo así, una Revolución Anarquista confeccionada, de verdad la rechazarían y reconstruirían la antigua sociedad. Si, por otra parte, el pueblo desarrolla sus ideas de libertad, y ellos mismos se deshacen del último vestigio de tiranía, el gobierno, entonces la revolución será llevada a cabo permanentemente." [Ibid.].

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A.2.17 ¿La gente no es muy estúpida para que una sociedad libre pueda funcionar?

Sentimos tener que incluir esta pregunta en este tratado de anarquismo, pero sabemos que muchas ideologías políticas asumen explícitamente que la gente común es demasiado estúpida para ser capaz de gestionar sus propias vidas y su sociedad. En todas las ramas de la agenda política capitalista, de la izquierda a la derecha, hay personas que hacen esta afirmación. Ya bien sean leninistas, fabianistas u objetivistas, suponen que solo unos pocos elegidos son inteligentes y creativos y que estas personas deben de gobernar a los demás. Generalmente, este elitismo se oculta detrás de finuras retóricas sobre la "libertad", la "democracia" y otros lugares comúnes con los cuales los ideólogos tratan de adormecer el juicio crítico de la gente diciéndoles lo que ellos quieren oir.

Tampoco sorprende, por supuesto, que aquellos que creen en las élites "naturales" siempre se auto-clasifican en la cumbre. No hemos encontrado aún a ningún "objetivista", por ejemplo, que se considere parte de la gran masa de los de "segunda mano" o que sería un mozo de limpieza en el desconocido "ideal" del capitalismo "real". Cualquiera que lea un texto elitista se considerará a sí mismo parte de los "pocos elegidos". Es "natural en una sociedad elitista considerar las élites como naturales y considerarse uno mismo como un miembro potencial de una de ellas!

Un examen de la historia muestra que hay una ideología elitista básica que ha sido la racionalización esencial de todos los estados y clases dominantes desde su nacimiento al principio de la Edad de Bronce. Esta ideología simplemente cambia de ropa, no de contenido interno básico.

Durante la Alta Edad Media, por ejemplo, estuvo revestida de cristianismo, adaptándose a las necesidades de la jerarquía eclesiástica. El dogma "divinamente revelado" más útil para la élite sacerdotal fue "el pecado original": la idea que los seres humanos son básicamente criaturas depravadas e incompetentes que necesitan ser "dirigidos desde arriba", con sacerdotes como los convenientes y necesarios intermediarios entre los humanos ordinarios y "dios". La idea que la gente normal y corriente es básicamente estúpida e incapaz de gobernarse es la herencia de esta doctrina, una reliquia de la Edad Media.

Para contestar a aquellos que afirman que la mayoría de la gente no son más que "de segunda mano" e incapaces de desarrollar nada fuera de la "conciencia sindical", todo lo que podemos decirles es que es absurdo y que no aguanta ni una revisión superficial de la historia, particularmente lo que se refiere al movimiento obrero. Los poderes creativos de aquellos que luchan por la libertad son a menudo verdaderamente sorprendentes, y si esta potencia intelectual y esta inspiración no es evidente en la sociedad "normal", ello constituye la más clara denuncia posible de los efectos adormecedores de la jerarquía y del conformismo producidos por la autoridad. (Ver también la Sección B.1 para más sobre los efectos de la jerarquía.)

Como indica Bob Black, "Eres lo que haces. Si haces trabajo aburrido, estúpido, monótono, lo mas probable es que acabes siendo aburrido, estúpido y monótono. El trabajo es una explicación mucho mejor de la creciente cretinización que ocurre alrededor de nosotros que esos mecanismos estupefacientes tan señalados como la televisión y la educación. La gente que pasa su vida regimentada, guiada de la escuela al trabajo y enjaulada por la familia primero y el asilo de ancianos al final, esta habituada a la jerarquía y es psicológicamente esclava. Su aptitud para la autonomía está tan atrofiada que su miedo a la libertad es una de sus pocas fobias con fundamento real. Su entrenamiento en la obediencia en el trabajo se lleva a las familias que ellos forman, reproduciendo de esta manera el sistema en formas diferentes, y se lleva a la política, la cultura y todo lo demás. Una vez que has drenado la vitalidad de la gente en el trabajo, probablemente se someterán a la jerarquía y a la especialización en todo. Están acostumbrados a ello." [The Abolition of Work].

Cuando los elitistas tratan de concebir la liberación, solo se les ocurre que ésta sea concedida a los oprimidos por élites benévolas (los leninistas) o estúpidas (los objetivistas). No sorprende pues, que fracase. Unicamente la auto-liberación puede producir una sociedad libre. Los efectos aplastantes y distorsionantes de la autoridad solo pueden ser superados por la auto-actividad. Los escasos ejemplos de tal auto-liberación prueban que la mayoría de la gente, considerada incapaz de ser libre, está muy bien dispuesta a la lucha.

Los que proclaman su "superioridad" a menudo lo hacen por miedo de que su autoridad y su poder sea destruído una vez que la gente se libere de la mano debilitante de la autoridad y llegue a darse cuenta de que, según Max Stirner, "los grandes lo son solo porque estamos de rodillas."

Como apunta Emma Goldman acerca de la igualdad de las mujeres, "los extraordinarios logros de las mujeres en todos los aspectos de la vida han silenciado para siempre la liviana habladuría de la inferioridad femenina. Los que aún se agarran a este fetiche lo hacen porque no odian nada tanto como ver su autoridad bajo reto. Esta es una característica de toda autoridad, ya sea la del patrón sobre el esclavo económico o la del hombre sobre la mujer. Sin embargo, la mujer se escapa de su jaula por doquier, por doquier ella corre adelante con pasos libres, grandes."

Los mismos comentarios pueden aplicarse, por ejemplo, a los muy éxitosos experimentos de auto-gestión obrera durante la Revolución Española. Citando a Rousseau: "cuando veo multitudes de salvajes totalmente desnudos despreciar la voluptuosidad europea y soportar hambre, fuego, la espada y la muerte únicamente para preservar su independencia, pienso que no incumbe a los esclavos razonar sobre la libertad" [citado por Noam Chomsky, Red and Black Revolution, número 2].

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A.2.18 ¿Los anarquistas apoyan el terrorismo?

No, por dos razones. El terrorismo significa el objetivo de o el no preocuparse por el asesinato de personas inocentes. Para que exista la anarquía, ésta debe ser creada por personas corrientes. Uno no puede ganar al pueblo a las ideas de uno a base de masacres. En segundo lugar, el anarquismo es auto-liberación. Las relaciones sociales no se pueden explotar con bombas. La libertad no puede crearse a través de las acciones de una élite minoritaria destruyendo gobernantes en nombre de la mayoría. Mientras la gente tenga necesidad de gobernantes, la jerarquía existirá (ver Sección A.2.16). Como recalcábamos antes, la libertad no puede ser concedida, solo tomada.

Además, los anarquistas no están en contra de individuos sino en contra de las instituciones y las relaciones sociales causantes de que ciertos indviduos tengan poder sobre otros y abusen (i.e. usen) ese poder. Por lo tanto la revolución anarquista se basa en destruir estructuras, no personas. Como dijo Bakunin: "no queremos la muerte de los hombres sino la abolición de posiciones y cosas" [The Lullers].

?Entonces por qué el anarquismo es asociado con la violencia? Esto es en parte debido a que el estado y los medios de comunicación insisten en llamar anarquistas a terroristas que no son anarquistas. Por ejemplo la banda alemana de Bader-Meinhoff fué a menudo llamada "anarquista" a pesar de haberse proclamado Marxista-Leninista. Las calumnias, por desgracia, hacen su trabajo. Pero la principal razón por esta asociación del anarquismo con el terrorismo fué el período de "propaganda por la acción" en el movimiento anarquista.

Esta etapa, del 1880 al 1890 aproximadamente, se caracterizó por los asesinatos de miembros de las clases dominantes (realeza, políticos etc) a mano de un pequeño número de anarquistas que actuaban individualmente. Lo hicieron por dos razones: primero, para vengar los más de 20,000 muertos en la brutal represión de la Comuna de París por el gobierno francés, donde muchos anarquistas murieron (la propaganda por la acción comenzó y fué muy frecuente en Francia); y segundo, como un medio para incitar al pueblo a rebelarse mostrándole que los opresores podían ser derrotados.

Hay que aclarar que la mayoría de los anarquistas no apoyaron esta táctica, que en todo caso fué un fracaso, ya que le dió al estado el pretexto para endurecer la represión de los anarquistas y los movimientos obreros así como le dió la oportunidad a los medios informativos de asociar el anarquismo con la violencia sin sentido, enajenando del movimiento a gran parte de la población.

También, la suposición detrás de la propaganda por la acción, i.e. que el pueblo estaba listo para rebelarse, era falsa. De hecho, la gente es producto del sistema en que viven; de ahí que aceptaban casi todos los mitos utilizados para mantener el sistema en pie. Con el fracaso de la propaganda por la acción, los anarquistas regresaron a lo que la mayoría del movimiento había practicado de todos modos: incitar la lucha de clases y el proceso de auto-liberación. Este retorno a las raíces del anarquismo puede verse en el auge de las uniones anarcosindicalistas a partir de 1890 (ver Sección A.5.3).

A pesar de que la mayoría de los anarquistas no estaban de acuerdo con la propaganda por la acción, pocos la considerarían como terrorismo o descartarían el asesinato en todas las circunstancias. Bombardear una aldea porque pudiese albergar enemigos es terrorismo, mientras que quitarle la vida a un dictador asesino es defensa en el mejor de los casos y venganza en el peor. Como los anarquistas han dicho por largo tiempo, si por terrorismo se quiere decir "matar gente inocente" entonces el estado es el mayor terrorista de todos. Si el pueblo, al cometer "actos de terror" es realmente anarquista, hará lo posible por evitar hacer daño a inocentes y nunca usará la línea estatista de que "el daño colateral" es lamentable pero inevitable.

Asi pues, resumimos. Los anarquistas han hecho uso del terrorismo. También ello ha sido usado por muchos otros grupos y partidos políticos, sociales y religiosos. Por ejemplo, los cristianos, los marxistas, los hindúes, los nacionalistas los republicanos, los mahometanos, los sikhs, los fascistas, los judíos y los patriotas todos han cometido actos de terrorismo. Muy pocos de estos movimientos o ideologías han sido calificados de "terroristas por naturaleza", lo cual demuestra cómo el anarquismo amenaza al status quo. No hay nada mejor para desacreditar y marginar una idea que gente maliciosa o mal informada pinten a sus practicantes y creyentes como "bombarderos locos" sin opinión ni ideal alguno, nada más que con una insana propensidad a la destrucción.

Claro que la gran mayoría de los cristianos y demás se han opuesto al terrorismo como algo moralmente repugnante y contraproducente. Lo mismo han hecho la gran mayoría de los anarquistas en todo tiempo y lugar. No obstante, parece que en nuestro caso es necesario proclamar nuestra oposición al terrorismo una y otra vez.

Para terminar, solo una pequeña minoría de terroristas han sido anarquistas, y solo una pequeña minoría de anarquistas han sido terroristas. El movimiento anarquista en su totalidad siempre ha reconocido que las relaciones sociales no pueden ser asesinadas o bombardeadas hasta desaparecer.

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A.3 ¿Hay diferentes clases de anarquismo?

Los anarquistas, a la vez que comparten ciertas ideas claves, pueden agruparse en amplias categorías, dependiendo de los sistemas económicos que consideran más apropiados para la libertad.

No obstante, citando a Rudolf Rocker, "al igual que los fundadores del Socialismo, los anarquistas reivindican la abolición de todos los monopolios económicos y la propiedad común de la tierra y los medios de producción, cuyo usufructo debe ser disponible para todos sin distinción ... los anarquistas representan el punto de vista que la guerra contra el capitalismo tiene que ser al mismo tiempo una guerra contra todas las instituciones de poder político, ya que históricamente la explotación económica siempre ha ido de la mano de la opresión política y social. La explotación del hombre por el hombre y la dominación de unos sobre otros son inseparables, y la una condiciona la otra" [Anarcosindicalismo].

Dentro de este contexto hay diferencias entre los anarquistas. Las principales son entre los anarquistas individualistas y los socialistas, aunque los sistemas económicos que cada grupo desea no sean mutualmente exclusivos. De los dos, los anarquistas socialistas siempre han sido la gran mayoría, estando el anarquismo individualista limitado principalmente a los Estados Unidos. Además, los anarquistas tienen ideas diferentes sobre el sindicalismo, el pacifismo, "el estilo de vida", los derechos de los animales y muchas otras ideas, pero estas, aunque importantes, son solo diferentes aspectos del anarquismo. Mas allá de ciertas ideas claves, el movimiento anarquista (como la vida misma) está en un constante estado de cambio, discusión y raciocinio, como es de esperar en un movimiento que valora tan alto la libertad.

Poniendo las cartas sobre la mesa, los autores de este tratado se sitúan firmemente en la categoría del anarquismo "social". Lo cual no significa que ignoremos ideas importantes asociadas con el anarquismo individualista, solo que pensamos que el anarquismo social es más apropiado a la sociedad moderna, que crea una base mas sólida para la libertad individual, y que refleja mejor el tipo de sociedad en la cual nos gustaría vivir.

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A.3.1 ¿Cuáles son las diferencias entre los anarquistas individualistas y los socialistas?

Al mismo tiempo que existe la tendencia de individuos en ambos campos de afirmar que las proposiciones del campo contrario nos llevarían a la creación de una forma de estado, las diferencias entre los anarquistas socialistas y los individualistas no son tan grandes. Ambos están en contra del estado, la autoridad y el capitalismo. Las mayores diferencias son dos.

La primera se refiere a los medios de acción aquí y ahora. Los individualistas generalmente prefieren la educación y la creación de instituciones alternativas, tales como mutualidades bancarias, uniones, comunas etc. Generalmente apoyan las huelgas y otras formas de protesta social no violenta. Son primariamente evolucionistas, no revolucionarios, y no les gusta la táctica de los anarquistas socialistas de la acción directa para crear situaciones revolucionarias. La mayoría de los anarquistas socialistas reconocen la necesidad de la educación y la creación de alternativas, pero no están de acuerdo en que esto solo basta. No creen que el capitalismo pueda ser reformado a plazos hacia la anarquía, aunque no ignoren la importancia de las reformas en la lucha social.

La segunda diferencia importante tiene que ver con la forma de economía anarquista que proponen. Los individualistas prefieren un sistema de distribución basado en el mercado y los socialistas un sistema basado en el uso. Ambos están de acuerdo que los derechos de usufructo deben reemplazar los derechos de propiedad, pero el individualista niega que ello deba incluir el producto de la labor del trabajador. Además, ellos aceptan que la gente pueda vender los medios de producción que han usado, si así lo desean. Si los medios de producción, digamos la tierra, no están en uso, son regresados a la propiedad común y están a disposición de otros para su uso. Ellos creen que este sistema, llamado mutualismo, resultará en el control de la producción por los trabajadores y el fin de la explotación y la usura capitalista.

La segunda diferencia es muy importante. El individualista teme ser forzado a unirse a una colectividad y perder de esa manera su libertad de intercambiar libremente con otros. Sin embargo, los anarquistas socialistas siempre han reconocido la necesidad de la colectivización voluntaria. Si la gente desea trabajar por su cuenta, esto no constituye un problema. Además, un colectivo existe únicamente en beneficio de los individuos que lo forman; es el medio por el cual la gente coopera para satisfacer sus necesidades comunes. Por lo tanto, todos los anarquistas recalcan la importancia del libre acuerdo como base de la sociedad anarquista. " En una comunidad libre, el colectivismo puede venir solamente a través de la presión de las circumstancias, no a través de una imposición desde arriba sino por medio de un movimiento libre y espontáneo desde abajo" [Bakunin on Anarchism p.200].

Si los individualistas desean trabajar por su cuenta y hacer comercio con otros, los anarquistas sociales no tienen reparos. No obstante, si en nombre de la libertad desean reivindicar derechos de propiedad para así explotar la labor de otros, los anarquistas socialistas rápidamente resistirían este intento de recrear el estadismo en nombre de la "libertad". Los anarquistas no respetamos la "libertad" de ser un mandamás. Como señala Luigi Galleni en The End of Anarchism?: "No menos sofista es la tendencia de aquellos que, bajo la cómoda cubierta del anarquismo individualista, darían la bienvenida a la idea de la dominación... Los heraldos de la dominación pretenden practicar el individualismo en nombre de sus egos, sobre los egos obedientes, resignados o inertes de los demás."

Es más, para los anarquistas sociales, la idea de que los medios de producción puedan ser vendidos supone que la propiedad privada podría ser reintroducida en una sociedad anarquista. Lo cual, muy probablemente, "abre... el camino para reconstruir, bajo el título de 'defensá, todas las funciones del Estado" [Piotr Kropotkin, Revolutionary Pamphlets, p.297].

Ben Tucker, el anarquista más influenciado por las ideas del mercado libre, también se encaró con los problemas asociados con todas las escuelas del individualismo abstracto, en particular, la aceptación de las relaciones sociales autoritarias como una expresión de "libertad". Como dijo Albert Meltzer, esto puede tener repercusiones estatistas ya que "la escuela de Benjamin Tucker, en virtud de su individualismo, aceptaba la necesidad de una policía para romper huelgas y asi garantizar la "libertad" del patrón. Esta escuela de los llamados Individualistas acepta... la necesidad de una fuerza policíaca, de ahy un gobierno, y la principal definición del anarquismo es no gobierno" [Anarchism: Arguments for and Against, p. 8].

Este problema puede ser "circundado" aceptando, como Proudhon (fuente de las ideas mutualistas de Tucker), la necesidad de cooperativas para gestionar los lugares de trabajo no-artesanos. Y mientras que los individualistas atacan la "usura", ignoran el problema de la acumulación de capital, que desboca en barreras naturales a la entrada en los mercados y asi crea de nuevo la usura bajo nuevas formas (ver la Sección C.4 "?Por qué el mercado termina siendo dominado por las grandes empresas?).

Por consiguiente, un "mercado libre" en la banca, como abogaba Tucker, terminaría con el dominio de unos pocos bancos grandes, con un directo interés económico en apoyar el capitalismo mas bien que ser una inversión cooperativa. La única solución realista de este problema sería el asegurar la propiedad y la gestión comunal de la banca, como deseaba Proudhon originalmente.

Es este reconocimeinto de los desarrollos dentro de la economía capitalista lo que hace que los anarquistas socialistas rechacen el anarquismo individualista a favor de la comunalización y la decentralización de la producción por medio de las asociaciones libres y el trabajo en cooperativa. (Para más discusión sobre las ideas de los anarquistas individualistas, ver la Sección G - "?El anarquismo individualista tiene algo en común con el capitalismo?")

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A.3.2 ¿Hay diferentes clases de anarquistas sociales?

Si. El anarquismo social abarca tres tendencias principales: colectivismo, comunismo y sindicalismo. Las diferencias no son muy grandes y simplemente son diferencias de estrategia. Los colectivistas y los comunistas comparten un firme compromiso con la propiedad comunitaria de los medios de producción y rechazan la idea de que estos puedan "venderse" por quienes los usan. La razón, como se dijo anteriormente, es que si esto pudiera hacerse, el capitalismo y el estadismo recobrarían un asidero en una sociedad libre.

La diferencia mayor entre los colectivistas y los comunistas es sobre la cuestión del "dinero" después de la revolución. Los anarco-comunistas consideran la abolición del dinero esencial, mientras que los anarco-colectivistas consideran el fin de la propiedad privada de los medios de producción como la clave.

La mayor parte de los anarco-colectivistas opinan que, con el tiempo, según aumenta la producción y el sentimiento comunitario se afinca, el dinero desaparecerá. Ambos están de acuerdo en que, al final, la sociedad se regirá según la máxima "De cada uno según sus abilidades, a cada uno según sus necesidades". Simplemente no están de acuerdo en lo rápido que pueda llegar esto.

El sindicalismo es la otra forma principal del anarquismo socialista. Los Anarcosindicalismo, como otros sindicalistas, quieren crear un movimiento de uniones industriales basado en las ideas anarquistas. Por lo tanto abogan por uniones decentralizadas, federadas que utilizan la acción directa para conseguir reformas bajo el capitalismo hasta que sean lo suficientemente fuertes para derrocarlo.

Así pues, incluso bajo el capitalismo, los Anarcosindicalismo buscan crear "asociaciones libres de productores libres". Creen que esas asociaciones servirían como "escuelas prácticas del anarquismo" y toman muy en serio el consejo de Bakunin que las organizaciones obreras deben crear "no solo las ideas sino también los hechos del futuro mismo" en el período pre-revolucionario.

Los Anarcosindicalismo, al igual que todos los anarquistas, "están convencidos de que un orden económico socialista no puede ser creado por medio de decretos y estatutos de un gobierno, sino solamente por la colaboración solidaria de los trabajadores manuales e intelectuales en cada rama de la producción; es decir, a través de la toma de la gestión de todas las empresas por los productores mismos de tal forma que los grupos individuales, las plantas, y las ramas de la industria sean miembros independientes del organismo económico general y sistemáticamente emprendan la producción y distribución de los productos en el interés de la comunidad basada en mutuos acuerdos libres" [Rudolf Rocker, Anarcosindicalismo p. 94].

La diferencia entre los sindicalistas y los otros anarquistas sociales es poca y solo ronda el tema de las uniones anarcosindicalistas. Los colectivistas y los comunistas creen que las organizaciones sindicales serán creadas por los trabajadores en la lucha, y por lo tanto consideran el fomento del "espíritu de revuelta" mas importante que el crear uniones sindicalistas y esperar que los trabajadores se unan a ellas. Tampoco dan tanta importancia a los puestos de trabajo, considerando que las luchas dentro de ellos son de igual importancia que otras luchas contra la jerarquía y la dominación fuera del trabajo.

Los anarquistas comunistas y los colectivistas reconocen la necesidad de unirse en organizaciones puramente anarquistas. Creen que es esencial que los anarquistas trabajen juntos como anarquistas para aclarar y diseminar sus ideas a los demás. Los sindicalistas a menudo niegan la importancia de los grupos y federaciones anarquistas, aduciendo que las uniones industriales revolucionarias se bastan en sí mismas. Los sindicalistas creen que los movimientos anarquistas y sindicales pueden fundirse en uno, pero la mayoría de los demás anarquistas no están de acuerdo. Los no-sindicalistas señalan la naturaleza reformista de las uniones y afirman que para mantener las uniones sindicalistas revolucionarias, los anarquistas tienen que trabajar dentro de ellas. La mayoría de los no-sindicalistas consideran la fusión del anarquismo con las uniones una fuente potencial de confusion que llevaría a ambos movimientos a fallar en sus respectivos campos de trabajo.

En la práctica, pocos anarco-sindcalistas rechazan totalmente la necesidad de una federación anarquista, mientras que pocos anarquistas son totalmente anti-sindicalistas. Por ejemplo, Bakunin inspiró ideas anarco-comunistas y Anarcosindicalismo, y anarco-comunistas como Kropotkin, Malatesta, Berkman y Goldman simpatizaron con el movimiento y las ideas Anarcosindicalismo.

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A.3.3 ¿Qué clases de eco-anarquismo hay?

La importancia de las ideas anarquistas como solución a la crisis ecológica es un tema común a casi todas las formas de anarquismo actuales. Esta tendencia se remonta al importantísimo trabajo de Piotr Kropotkin cuando dice que la sociedad anarquista se basaría en la confederación de comunidades que unirían el trabajo manual y el intelectual asi como la industria y la agricultura. [ver Campos, Fabricas Y Talleres]. La idea de una economía en la cual "Lo Pequeño Es Bello" fue propuesta casi 100 años antes de que fuese adoptada por lo que se llamaría el movimiento "verde". Asimismo, en El Apoyo Mutuo Kropotkin documentó como la cooperación dentro de las especies y entre ellas y su entorno es a menudo más beneficial que la competición. La obra de Kropotkin, junto con la de William Morris, los hermanos Reclus (ambos geógrafos de fama mundial, como Kropotkin), y muchos otros sentó las bases del interés del anarquismo en los problemas ecológicos de hoy.

El motivo eco-anarquista dentro del movimiento tiene dos principales focos: La ecología social y el anarquismo "primitivista". La ecología social está asociada con las ideas y la obra de Murray Boochkin, que ha escrito sobre ecología y anarquismo desde los años 1950 y ha sido, más que nadie, la persona que ha puesto la ecología en el corazón del anarquismo.

El anarquismo "primitivista" está asociado con una gama de revistas, la mayoría basadas en los EEUU, tales como The Fifth State, que hacen hincapié en la naturaleza anti-ecológica del capitalismo y adoptan una posición francamente anti-tecnológica y anti-civilización. Generalmente son hostíles a la ecología social, la cual ven como incapaz de llegar al fondo del problema, la "sociedad industrial" moderna; y creen que el deseo de parte de la ecología social de retener ciertos tipos de tecnología resultará en el nuevo crecimiento de la "civilización" que nos destruirá a nosotros y al planeta.

La ecología social localiza las raíces de la crisis ecológica en las relaciones de dominio entre la gente. La dominación de la naturaleza es vista como un producto de la dominación dentro de la sociedad. Por ello los ecologistas sociales consideran esencial el atacar a la jerarquía, no a la civilización como tal. Además, la ecología social considera el uso de la tecnología apropiada esencial para liberar a la humanidad y al planeta. Al estar en contra de la tecnología en sí, le gente emplearía todo su tiempo trabajando, y así las estructuras jerárquicas se desarrollarían de nuevo.

Finalmente, está la "ecología profunda" que, debido a su naturaleza bio-céntrica, es rechazada por muchos anarquistas como anti-humana. Hay pocos anarquistas que piensan que la gente, como humanos, son la causa de la crisis ecológica, como paracen sugerir muchos ecologistas de profundidad. Por ejemplo, Murray Boochkin ha sido particularmente muy vocal en su criticismo de la ecología profunda y las ideas anti-humanas a menudo asociadas a ello. Casi todos los anarquistas sostienen que no es la gente, sino el sistema la causa del problema, y que solo la gente puede cambiarlo. La ecología profunda, en particular la organización EARTH FIRST! (EF!), ha cambiado considerablemente con el tiempo, y EF! tiene hoy día una estrecha relación con la unión sindicalista Industrial Workers Of The World (IWW). Aunque la ecología profunda no es una rama del eco-anarquismo, comparte muchas ideas y está ganando aceptación por parte de los anarquistas a medida que EF! rechaza sus idas misantrópicas y comienza a ver que la jerarquía, no la raza humana, es la causa del problema.

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A.3.4 ¿El anarquismo es pacifista?

Aunque muchos anarquistas rechazan la violencia y proclaman el pacifismo, el movimiento no es esencialmente pacifista. Sin embargo, una línea pacifista siempre ha existido en el anarquismo, siendo Leon Tolstoy su principal exponente. No obstante, la mayoría de los anarquistas apoyan el uso de la violencia revolucionaria, ya que la fuerza física será necesaria para derrocar el poder establecido y repeler la agresión estatal. El problema de la violencia tiene relativamente poca importancia para los anarquistas, ya que no la glorifican y opinan que debe mantenerse a un mínimo. Como dijo Alexander Berkman, los que acentúan la violencia son aquellos que creen que "es igual que si nos arremangamos para trabajar y a esto lo consideramos el trabajo". Al contrario, "el aspecto bélico de la revolución es simplemente el arremangarse. El trabajo real viene después" [ABC Del Comunismo Anarquico].

No obstante, los anarquistas son anti-militaristas y se oponen a las guerras capitalistas, siendo a menudo encarcelados por sus actividades. Emma Goldman y Alexander Berkman fueron arrestados y deportados de los EEUU por organizar una Liga Anti-Conscripción en 1917. El sindicato anarcosindicalista IWW fué aplastado por una ola de represión gubernamental debido a la amenaza que su organización y su mensaje contra la guerra presentaban a las poderosas élites que estaban a favor de la guerra.

El atractivo del pacifismo para los anarquistas está claro. La violencia ES autoritaria y coercitiva, así pues su uso parece contradecir los principios anarquistas. Muchos anarquistas que no son estrictamente pacifistas están de acuerdo con los anarquistas pacifistas cuando dicen que la violencia es a menudo contraproducente, enajenando al pueblo y dándole al estado una excusa para reprimir el movimiento. Todos los anarquistas apoyan la acción directa no-violenta y la desobediencia civil, que muchas veces presentan un camino mejor hacia el cambio radical. Muchos anarquistas, como Noam Chomsky y Paul Goodman han sido figuras claves del movimiento pacifista.

Sin embargo, son raros los anarquistas puramente pacifistas. La mayoría acepta el uso de la violencia como un mal necesario y abogan por su mínimo uso. Todos están de acuerdo en que una revolución que institucionaliza la violencia simplemente volverá a crear el estado bajo una nueva forma.Ellos dicen, sin embargo, que no es autoritario el destruir la autoridad o usar la violencia para resistir a la violencia. Por lo tanto, aunque muchos anarquistas no sean pacifistas, casi todos rechazan la violencia excepto en defensa propia.

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A.3.5 ¿Qué es el anarco-feminismo?

Aunque la oposición al estado y todas las formas de autoridad tuvieron una fuerte voz entre las primeras feministas del siglo XIX, el movimiento feminista más reciente que empezó en los 1960s fué fundado sobre la práctica anarquista. De ahí viene el término anarco-feminista, refiriéndose a las mujeres anarquistas que actúan dentro de los más amplios movimientos feministas y anarquistas para recordarles sus principios.

Anarquismo y feminismo siempre han estado estrechamente relacionados. Muchas notables feministas han sido también anarquistas, incluyendo la pionera Mary Wollstonecraft (autora de A Vindication of the Rights of Woman), la comunera Louise Michel, y esa infatigable campeona de la libertad de la mujer, Emma Goldman. Freedom, el periódico anarquista más antiguo del mundo, fué fundado por Charlotte Wilson en 1886. Además, todos los grandes pensadores anarquistas (menos Proudhon) apoyaron la igualdad de la mujer. El movimiento "Mujeres Libres" de España durante la revolución es un ejemplo clásico de mujeres anarquistas organizándose para defender sus libertades básicas y crear una sociedad basada en la igualdad de la mujer. (Ver The Free Women of Spain de Martha Ackelsberg para más detalles sobre esta importante organización).

Cathy Levine señaló que en los años 60, "grupos independientes de mujeres comenzaron ... a crear ... organizaciones similares a aquellas de los anarquistas de muchas décadas y regiones. No fué accidental tampoco."

No es un accidente porque, como han dicho eruditas feministas, las mujeres son las primera víctimas de la sociedad jerárquica, que se cree comenzó con el auge del patriarcado y las ideologías de dominación ya tarde en la era Neolítica. Marilyn French alega [en Beyond Power] que la primera estratificación social de importancia en la raza humana ocurrió cuando los hombres empezaron a dominar a las mujeres, convirtiéndose ellas en efecto en una clase social "más baja" e "inferior".

Peggy Kornegger ha llamado la atención sobre los fuertes lazos que hay entre el feminismo y el anarquismo, tanto en la teoría como en la práctica. "La perspectiva feminista radical es casi puro anarquismo," escribe ella. "La teoría básica postula que la familia nuclear es la base de todos los sistemas autoritarios. La lección que el niño aprende ... es obedecer la gran voz anónima de la autoridad. Graduarse de la niñez a la edad adulta es convertirse en un autómata total, incapaz de dudar o incluso de pensar con claridad."

Las anarco-feministas señalan que los rasgos y valores autoritarios, por ejemplo la dominación, la explotación, la agresividad, la competición, la desensibilización etc., son altamente valorados en las civilizaciones jerárquicas y son tradicionalmente calificados como "masculinos". En contraste, los rasgos y valores no autoritarios tales como la cooperación, el compartir, la compasión, la sensibilidad, el calor humano etc., son tradicionalmente vistos como "femeninos" y son así devaluados. Las eruditas feministas han rastreado este fenómeno al desarrollo de las sociedades patriarcales al comienzo de la Edad de Bronce y a la conquista de sociedades cooperativas, "orgánicas" en las que los rasgos y los valores "femeninos" prevalecían y eran respetados. Después de estas conquistas, tales valores llegaron a ser vistos como "inferiores", especialmente por los hombres, ya que los hombres estaban encargados de la dominación y la explotación bajo la patriarquía. (Ver por ejemplo Riane Eisler, The Chalice and the Blade; Elise Boulding, The Underside of History). De ahí que las anarco-feministas se hayan referido a la creación de una sociedad anarquista, no-autoritaria, basada en la cooperación, el compartir, el apoyo mutuo, etc., como la "feminización de la sociedad."

Las anarco-feministas han notado que "feminizar" la sociedad no puede ser logrado sin la democracia directa ni la decentralización. Esto se debe a que los valores y tradiciones patriarcal-autoritarios que desean derrocar están encarnados y son reproducidos en las jerarquías. Así pues el feminismo supone decentralización, que a su vez supone democracia directa. Muchas feministas así lo han reconocido, según se refleja en sus experimentos con formas colectivas de organizaciones feministas que eliminan la estructura jerárquica y las formas competitivas de tomar decisiones. Algunas feministas han dicho incluso que las organizaciones de democracia directa son específicamente formas políticas femeninas [ver e.g. Nancy Hartsock, "Feminist Theory and the Development of Revolutionary Strategy" en la obra de Zeila Eisenstein, ed., Capitalist Patriarchy and the Case for Socialist Feminism, pp 56-77]. Al igual que todos los anarquistas, los anarco-feministas reconocen que la auto-liberación es la llave para la igualdad de la mujer y por consiguiente, para la libertad.

El anarco-feminismo trata de mantener al feminismo fuera de la influencia de y la dominación por ideologías autoritarias tanto de la derecha como de la izquierda. Propone la acción directa y la autosuficiencia en lugar de campañas reformistas de masas favorecidas por el movimiento feminista "oficial", con su creación de organizaciones jerárquicas y centralizadas y su ilusión de que el que haya más jefas, políticas y soldados mujeres es un paso hacia la "igualdad". Las anarco-feministas señalarían que la llamada "ciencia empresarial" que las mujeres tienen que estudiar para llegar a ser gerentes en las empresas capitalistas es principalmente un conjunto de técnicas para controlar y explotar a los trabajadores en las jerarquías corporativas, mientras que "feminizar" la sociedad requiere la eliminación de la esclavitud asalariada capitalista y la dominación por la directiva en su totalidad. Las anarco-feministas se dan cuenta de que el aprender a ser una buena explotadora no es un paso hacia la igualdad.

Las anarco-feministas tienen mucho que contribuir a nuestro entendimiento de los orígenes de la crisis ecológica en los valores autoritarios de la civilización jerárquica. Por ejemplo, un número de eruditas feministas han discutido que la dominación de la naturaleza ocurrió paralela a la dominación de la mujer, que ha sido identificada con la naturaleza a través de la historia (ver e.g. Carline Merchant, The Death of Nature, 1980). Las mujeres y la naturaleza son ambas las víctimas de la obsesión por el control que caracteriza la personalidad autoritaria. Por eso un número creciente de ecologistas radicales y feministas van reconociendo que las jerarqu÷as tienen que ser desmanteladas para lograr sus fines respectivos.

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A.4 ¿Quiénes son los anarquistas principales?

Aunque Gerard Winstanley (The Law of Freedom, 1652) y William Godwin (Ensayo sobre la Justicia Política 1793) hubiesen empezado a exponer la filosofía del anarquismo en los siglos 17 y 18, hubo que esperar hasta la segunda mitad del siglo 19 para que ver surgir el anarquismo como teoría coherente con un programa sistemático y desarollado.

Este trabajo fue comenzado principalmente por cuatro personas - un Alemán Max Stirner (1806-1856), un Francés , Pierre-Joseph Proudhon (1809-1865), y dos rusos, Mikhail Bakunin (1814-1876) and Piotr Kropotkin (1842-1921). Ellos tomaron las ideas en circulación común dentro de las secciones de la población obrera y las expresaron en forma escrita. Nacido en la atmosfera de la filosofía romántica alemana el anarquismo de Stirner (expuesto en Der Einzige und sein Eigentum) fue una forma extrema de individualismo o egotismo que colocaba al individuo único antes de todo - el estado, la propriedad, la ley o el deber. Sus ideas siguen siendo una piedra angular del anarquismo.

Stirner atacó tanto al capitalismo como al socialismo de estado, construyendo las fundaciones del anarquismo tanto individualista como comunista por su crítica egoística del capitalismo y el estado que lo sostiene. En lugar de capitalismo Stirner propone una 'unión de egoistas' - asociaciones libres de individuos únicos que colaboran como iguales para llevar al máximo su libertad y satisfacer sus deseos (incluyendo los deseos emocionales de solidaridad, o 'comercio' como lo nombró Stirner). El individualismo, por definición, no incluye ningún programa concreto para cambiar las condiciones sociales. Eso fue atentado por Pierre-Joseph Proudhon, el primero que se describió públicamente como anarquista.

Sus teorías de mutualismo y federalismo tuvieron una influencia profunda en el crecimiento del anarquismo como movimiento de masas y describió con claridad como un mundo anarquista funcionaría y sería coordinado. Las ideas de Proudhon constituyen la fuente inmediata del anarquismo tanto social como individualista con cada aspecto dando importancia a aspectos diferentes del mutualismo.

Las obras principales de Proudhon incluyen ¿Qué es la propriedad?, Sistema de Contradiciones Economicas y De la Capacidad Política de la Clase Obrera. Mikhail Bakunin es la figura central en el desarollo de las ideas y del activismo anarquista moderno y dio recalcó el papel del colectivismo, la insurección de las masas y la revuelta espontanea en la creación de una sociedad libre y sin clases sociales. También dio importancia a la naturaleza social de la humanidad y la individualidad rechazando el individualismo abstracto del liberalismo como la negación de la libertad. Sus ideas fueron dominantes durante el siglo 20 dentro de grandes secciones del movimiento radical obrero. Muchas de sus ideas son casi iguales a lo que se llamaría más tarde el sindicalismo. Bakunin influyó muchos movimientos sindicalistas - sobre todo en España donde se realizó una revolución social anarquista fundamental. Sus obras incluyen Dios y el Estado, The Paris Commune y The Idea of the State, entre otras.

Bakunin on Anarchism, preparado por Sam Dolgoff es una colección excelente de sus escritos más importantes. Piotr Kropotkin, científico de formación, hizo un detallado y sofisticado análisis anarquista de las condiciones modernas relacionadas con una receta completa para la sociedad futura - anarco comunismo - que continua siendo la teoría de más credito entre los anarquistas. Identificó el apoyo mutuo como la mejor manera por la cual los individuos pueden desarollarse y crecer indicando que la competición entre la humanidad (y otros especies) no era, a menudo, en los mejores intereses de los interesados. Sus obras principales incluyen El Apoyo Mutuo, La Conquista del Pan, Campos, Fabricas y Talleres, La Ciencia Moderna y el Anarquismo, Act for Yourself, The State: Its Historic Role, y muchas otras.

Las variadas teorías propuestas por estos "fundadores anarquistas' no son, sin embargo, mutualmente exclusivas, están interrelacionadas de muchas maneras y hasta cierto punto se refieren a diferentes niveles de la vida social. El individualismo se relaciona muy de cerca con la conducta de nuestras vidas privadas: simplemente reconociendo la unicidad y la libertad de los demás y formando uniones con ellos podemos proteger y llevar al máximo nuestra propria unicidad y libertad; el mutualismo trata de nuestras relaciones más generales con los otros: al trabajar juntos mutualmente aseguramos que no trabajamos para otros. La producción anarquista sería colectivista con la población trabajando unida para su propria beneficio común y en el más amplio mundo social y político se tomarían las decisiones comunalmente. Por supuesto las ideas anarquistas no se cesaron de desarrollarse cuando murió Kropotkin. Ni son simplemente el producto de cuatro hombres.

El anarquismo es por naturaleza una teoría evolutiva con muchos pensadores y activistas. Entre los muchos anarquistas que se podrían mencionar aquí mencionaremos solamente unos. En los EE-UU Emma Goldman y Alexander Berkman fueron dos de los pensadores y activistas anarquistas más importantes . Goldman unió el egoismo de Stirner y el comunismo de Kropotkin para crear una teoría apasionada y poderosa que combinó lo mejor de los dos. También puso al anarquismo en el centro de la teoría y la práctica femenista ( ver Anarchism and Other Essays y Red Emma Speaks). Alexander Berkman, compañero de toda la vida de Emma produjo una introducción clásica de las ideas anarquistas llamado What is Communist Anarchism? (también conocido como El ABC del Comunismo Anárquico). El y Goldman fueron expulsados por el gobierno de los EE.UU a Rusia después de la revolución de 1917 porque se les consideraba como demasiado peligrosos para permitirlos quedarse en la tierra de libertad. Italia, con su poderoso y dinámico movimiento anarquista ha producido unos de los mejores escritores. Errico Malatesta pasó más de 50 años luchando por el anarquismo a través del mundo y sus escritos son unos de los mejores en la teoría anarquista. (ver Anarchy o The Anarchist Revolution y Malatesta: Life and Ideas los dos editados por Vernon Richards). Luigi Galleani produjo un anarquismo comunista a la vez poderoso y en contra de la organización que proclamó que, 'El comunismo es simplemente la fundación economica por la cual el individuo disfruta de la oportunidad de regularse y hacer sus funciones' (The End Of Anarchy?). Camillo Berneri, antes de ser asesinado por los comunistas durante la revolución española continuó la tradición honorable del anarquismo crítico y practico asociado con el anarquismo italiano. En cuanto al anarquismo individualista el 'rey' sin duda fue Benjamin Tucker. En su Instead of a Book utilizó su intelecto y humor para atacar a todos los que consideró como enemigos de la libertad (en su mayoría capitalistas pero también algunos anarquistas sociales). Más recientemente, Noam Chomsky (Deterring Democracy, Necessary Illusions, World Orders, Old and New y muchos otros) y Murray Bookchin (Post-Scarcity Anarchism, The Ecology of Freedom, Towards an Ecological Society, y Remaking Society, entre otros) han puesto el movimiento social anarquista al frente de la teoría y el analisis político. La obra de Bookchin ha puesto el anarquismo en el centro del pensamiento ecológico y ha sido una amenaza constante contra aquellos que quieren mistificar o corromper el movimiento creador de una sociedad ecológica. Colin Ward en Anarchy in Action y en otros escritos ha puesto de actualidad El Apoyo Mutuo de Kropotkin documentando la naturaleza anarquista de la vida diaria incluso dentro del capitalismo. Su trabajo sobre el alojamiento ha recalcado la importancia del apoyo mutuo colectivo y la gerencia social del alojamiento contra los dos males de la privatización y la nacionalización.

Podríamos continuar; hay muchos otros escritores que podríamos mencionar. Pero aparte de esos, hay miles de militantes anarquistas 'ordinarios' que nunca han escrito libros pero cuyo sentido común y su activismo han estimulado el espíritu de rebeldía dentro de la sociedad y ayudan a construir el nuevo mundo en el caparazón del viejo. Como dijo Kropotkin, 'el anarquismo se originó dentro del pueblo y preservará su vitalidad y fuerza creativa mientras exista un movimiento popular'.

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A.5 Algunos ejemplos de "anarquismo en acción"

El anarquismo más que nada trata de los esfuerzos de millones de revolucionarios que han cambiado el mundo durante los dos últimos siglos. Discutiremos aquí algunos de los momentos cumbres del movimiento, todos ellos de naturaleza profundamente anti-capitalista.

El anarquismo trata de cambiar el mundo radicalmente, no simplemente hacer el presente sostema menos inhumano, por medio del fomento de las tendencias anarquistas existentes. Aunque una revolución puramente anarquista no ha ocurrido aún, han habido varias de carácter y niveles de participación elevadamente anarquista. Y aunque todas hayan sido destruidas, en cada caso ha sido ha manos de fuerzas externas (apoyadas ya bien por comunistas ya bien por capitalistas), no debido a problemas internos del anarquismo. Estas revoluciones, a pesar de no haber sobrevivido frente a fuerzas aplastantes, constituyen una inspiración para los anarquistas y son prueba de que el anarquismo es una teoría social viable que puede ponerse en práctica a gran escala.

Es importante señalar que estos ejemplos son experimentos sociales de amplia escala y no suponen que ignoremos la corriente oculta de la práctica anarquista que existe en la vida cotidiana, inclusive bajo el capitalismo. Piotr Kropotkin (en El Apoyo Mutuo) y Colin Ward (en Anarchy in Action) han documentado las muchas maneras en las que el pueblo común, generalmente desconociendo el anarquismo, ha laborado unido en igualdad para solucionar sus propios problemas. Como dice Colin Ward, "una sociedad anarquista, una sociedad que se organiza sin autoridad, siempre ha existido, como la semilla bajo la nieve, enterrada bajo el peso del estado y de su burocracia, del capitalismo y su derroche, sus privilegios y sus injusticias, su nacionalismo y sus lealtades suicidas, sus diferencias religiosas y su separatismo supersticioso" [Anarchy in Action, p.14].

El anarquismo no trata solamente de una sociedad futura, trata también de la lucha que ocurre hoy. No es una condición sino un proceso que creamos con nuestro activismo y auto-liberación.

Sin embargo, hacia los años 60, muchos comentaristas desecharon el movimiento anarquista como cosa pasada. No solamente habían sido destruidos por el fascismo los movimientos anarquistas europeos, sino que adem'as durante la postguerra su recuperación fue impedida, por un lado, por el capitalismo occidental, y por otro por el oriente leninista. Durante éste mismo período, el anarquismo fue reprimido en los EEUU, América Latina, China, Korea (donde una revolución social de contenido anarquista fue aplastada antes de la guerra de Korea) y Japón. Incluso en algún que otro país que escapó lo peor de la represión, la combinación de la Guerra Fría y el aislamiento internacional vió a los sindicatos libertarios, tales como la SAC de Suecia convertirse en reformistas.

Pero también los años 60 fueron una década de lucha renovada, y por todo el mundo la 'Nueva Izquierda volvió sus ojos hacia el anarquismo, como también hacia otras direcciones, buscando sus ideas. Muchas de las figuras principales de la explosión masiva de Mayo de 1968 en Francia se consideraban anarquistas. Aunque estos movimientos degeneraron, dieron lugar a otros que mantuvieron el ideal vivo y empezaron a formar nuevos movimientos. La muerte de Franco en 1975 dió lugar a un renacimiento masivo del anarquismo en España, con más de 500,000 personas asistiendo a la primera reunión de la CNT del post-Franquismo. El retorno a una democracia limitada en algunos países latinoamericanos al final de los 70 y durante los 80 permitió el crecimiento del anarquismo allí. Finalmente, al final de los 80, fueron los anarquistas los que dieron los primeros golpes contra la URRS leninista, teniendo lugar en Moscú, en 1987, la primera manifestación anarquista desde el 1928.

Hoy el movimiento anarquista, aunque todavía frágil, organiza cientos de miles de revolucionarios en muchos países. España, Suecia e Italia tienen movimientos libertarios que cuentan con más de 250,000 afiliados entre ellas. Casi todos los demás países europeos tienen varios miles de anarqustas activos. Grupos anarquistas han hecho su aparición por primera vez en otros países, incluyendo Nigeria y Turquía. En Sur América el movimiento ha tenido una asombrosa recuperación. Un página de contactos circulada por el grupo venezolano Correo A enlista más de 100 organizaciones en casi todos los países.

Quizás la recuperación está ocurriendo más lentamente en Norte América, pero aquí también, todas las organizaciones libertarias están creciendo notablemente. Según se acelera este crecimiento, muchos más ejemplos de anarquía en acción serán creados y más y más personas tomarán parte en organizaciones y actividades anarquistas.

No obstante, es importante señalar ejemplos masivos del anarquismo operando a gran escala para poder evitar las falsas acusaciones de "utopianismo". Como la historia está escrita por los vencedores, estos ejemplos de anarquía en acción son a menudo ocultados en libros oscuros. Raramente se mencionan en las escuelas y universidades (o si se mencionan, se desvirtúan). No es necesario decir que los pocos ejemplos que damos son eso, unos pocos nada más.

El anarquismo tiene una larga historia en muchos países, y no podemos atentar a documentar cada ejemplo, solo los que consideramos más importantes. También lo sentimos si parecemos eurocentristas. Debido a consideraciones de tiempo y espacio, hemos tenido que ignorar Alemania (1919-21), Portugal (1974), la revolución mexicana, los anarquistas de la revolución cubana, la lucha de los koreanos contra el imperialismo japonés (y después el de los EEUU y la Unión Soviética) durante y después de la segunda guerra mundial, Hungría (1956), la rebelión a finales de los 60 del "negarse a trabajar" (en particular el "verano caliente" en Italia, 1969), la huelga de mineros del Reino Unido (1984-85), la lucha contra el "Poll Tax" en Gran Bretaña (1988-92), las huelgas en Francia en 1986 y 1995, el movimiento COBAS de Italia de los 80 y los 90, y muchas otras grandes luchas en las que las ideas anarquistas de auto-gestión anarquismo han estado comprometidas (ideas que generalmente nacen del movimiento mismo, sin que los anarquistas jueguen necesariamente el papel de "líder"). Para los anarquistas, las revoluciones y las luchas populares son "festivales de los oprimidos", cuando la gente común comienza a actuar por sí misma y a cambiarse a sí mismos y al mundo.

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A.5.1 La Comuna de París

La Comuna de París de 1871 jugó un importante papel en el desarrollo del movimiento y de las ideas anarquistas. Bakunin lo comentó en su día, "el socialismo revolucionario (i.e. anarquismo) acaba de ensayar su primer golpe y demostración práctica en la Comuna de París" [Bakunin on Anarchism, p. 263].

La Comuna de París fue creada después de la derrota de Francia a manos de Prusia en la guerra franco-prusiana. El gobierno francés trató de mandar tropas para recuperar el cañón de la Guardia Nacional Parisiense para evitar que cayera en manos del pueblo. Los soldados se negaron a abrir fuego sobre la muchedumbre burlona y apuntaron las armas contra sus oficiales. Esto ocurrió el 18 de marzo. La Comuna comenzaba.

En las elecciones libres convocadas por la Guardia Nacional de París, los ciudadanos eligieron un consejo formado por una mayoría de Jacobinos y Republicanos y una minoría Socialista (Blanquistas - socialistas autoritarios - la mayor parte, y seguidores de Proudhon). El consejo proclamó la autonomía de París y su desea de recrear Francia como una confederación de comunas (i.e. comunidades). Dentro de la Comuna, los integrantes de consejo podian ser revocados y se les pagaba un salaria average. Además, tenían que dar cuentas al pueblo que los había elegido.

Está claro por qué este suceso se prendió en la imaginación de los anarquistas - tiene grandes similaridades con las ideas anarquistas. De hecho, el ejemplo de la Comuna de París era en muchas maneras similar a cómo Bakunin había pronosticado que la revolución ocurriría - una ciudad principal se declararía autónoma, organizándose y dando ejemplo, y exhortaría al resto del mundo a seguirla. (Ver "Carta a Albert Richards" en Bakunin on Anarquism). La Comuna de París inició el proceso de creación de una nueva sociedad, organizada de abajo arriba.

Muchos anarquistas tuvieron un papel importante dentro de la Comuna, por ejemplo Louise Michel, los hermanos Reclus, y Eugene Varlin (este último asesinado en la consiguisnte represión). Referente a las reformas iniciadas por la Comuna, tales como la re-apertura de los puestos de trabajo como cooperativas, los anarquistas pudieron ver sus ideas de labor asociada comenzar a realizarse. En el llamamiento de la Comuna al federalismo y a la autonomía, los anarquistas ven su "organización social del futuro ... llevada a cabo de abajo arriba, a través de la libre asociación o federación de trabajadores, comenzando por las asociaciones, siguiendo a las comunas, las regiones, las naciones, y finalmente culminando en una gran federación internacional y universal" [Bakunin, ibid., p. 270].

Sin embargo, para los anarquistas la Comuna se quedó corta. El estado no fue abolido dentro de la Comuna, como lo había abolido afuera. Los comuneros se organizaron "de manera Jacobina" (usando las tajantes palabras de Bakunin). Como señaló Piotr Kropotkin, no "rompieron con la tradición del estado, de gobierno representativo, y no trataron de lograr dentro de la Comuna esa organización de lo sencillo a lo complejo que había inagurado al proclamar la independencia y la libre federación de comunas" [Fighting the Revolution, p. 16]. Además, sus atentados de reforma económica no fueron lo suficientemente lejos, no trataron de formar cooperativas en todos los puestos de trabajo ni formar asociaciones de éstas cooperativas para la coordinación y el apoyo mutuo mutuo en sus actividades económicas. No obstante, como la ciudad estaba sitiada por el ejército francés, se comprende que los comuneros pensaran en otras cosas.

En lugar de abolir el estado dentro de la comuna organizando federaciones de asambleas democráticas de masas, como las "secciones" parisinas de la revolución de 1789-93 (ver Great French Revolution de Kropotkin), la Comuna de París mantuvo un gobierno representativo y sufrió por ello. "En vez de actuar por su cuenta ... el pueblo, confiando en sus gobernadores, les confió el mandato de tomar la iniciativa" [Kropotkin, Revolutionary Pamphlets, p.19], y así el consejo se convirtió en "el mayor obstáculo a la revolución" [Bakunin, Op. Cit., p. 241].

El consejo se aisló más y más del pueblo que lo eligió, haciéndose más y más inútil. Al tiempo que su irrelevancia aumentaba, así también sus tendencias autoritarias, llegando a crearse un "Comité de Salud Pública" por la mayoría Jacobina, para "defender" (por el terror) la " revolución". El Comité se opuso a la minoría libertario-socialista y fue afortunadamente ignorado en la práctica por el pueblo de París que defendía su libertad contra el ejército francés, que los atacaba en nombre de la civilización capitalista y de la "libertad". El 1 de Mayo, las tropas gubernamentales entraron en la ciudad, siguiendo siete días de duras luchas callejeras. Pelotones de soldados y miembtros de la burguesía armados merodeaban por las calles, matando a mansalva. Mas de 25,000 personas fueron muertas en la lucha callejera, muchas asesinadas después de rendirse, y sus cadáveres fueron enterrados en sepulturas comunes.

Para los anarquistas, las lecciones de la Comuna de París fueron tres. Primero, una confederación de comunidades decentralizada es la forma política necesaria para una sociedad libre. Segundo, "No más hay razones para un gobierno dentro de la Comuna que para un gobierno sobre ella" {Piotr Kropotkin, Fighting the Revolution, p. 19]. Lo cual quiere decir que una comunidad anarquista ha de ser basada en la confederación de barrios y asambleas de trabajo cooperando libremente. Tercero, es críticamente importante unificar las revoluciones política y económica en una revolución social." Ellos trataron de consolidar la Comunia primero, postponiendo la revolución social para más tarde, mientras que la única forma de proceder era consolidar la Comuna por medio de la revolución social!" [Kropotkin, Op. Cit.,p. 19].

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A.5.2 Los Mártires de Haymarket

La festividad socialista del Primero de Mayo, aunque en años recientes secuestrada por los leninistas, originó con la ejecución de cuatro anarquistas en Chicago en 1886 por organizar trabajadores en la lucha por la jornada de ocho horas. La American Federation of Labor había lanzado una llamada a la huelga para el 1 de mayo de 1886, apoyando esta demanda. En Chicago los anarquistas eran la fuerza principal en el movimiento sindical, y en parte como resultado de su presencia, los sindicatos actuaron sobre esta llamada con las huelgas del 1 de mayo. Se convocó un mitin para protestar la brutalidad policial durante estas huelgas. (La policía había atacado un piquete, matando a uno). Según se disolvía el mitin, fue atacado por la policía. Una bomba fue arrojada en medio de las fuerzas policiales, quienes abrieron fuego sobre la multitud. Al final, todos los anarquistas conocidos fueron arrestados, la policía bajo órdenes de "hacer las redadas primero y consultar las leyes después" del procurador del estado.

Ocho anarquistas fueron juzgados por complicidad de asesinato. No hubo ninguna pretensión de que ninguno de los acusados hubiesen cometido ni planeado el bombazo. Por el contrario, se instruyó al jurado que "La ley está siendo juzgada. La anarquía está siendo juzgada. Estos hombres han sido seleccionados por el Gran Jurado, y enculpados por ser líderes. No son más culpables que los miles de sus seguidores. Señores del jurado; hállenlos culpables, hagan un ejemplo de ellos, cuélguenlos y salven nuestras instituciones, nuestra sociedad". El jurado estaba formado por hombres de negocios y un pariente de uno de los policías muertos, así pues, los acusadoes fueron hallados culpables. Siete de ellos sentenciados a muerte, uno a 15 años de cárcel.

Una campaña internacional causó que deos de las sentencias fueran conmutadas a cadena perpetua. De los cinco restantes, uno burló al verdugo suicidándose la víspera de la ejecución. Los cuatro restantes fueron ahorcados el 11 de noviembre de 1887. Se les conoce en la historia laboral como los Mártires de Haymarket.

Albert Spies (uno de los mártires) se dirigió a la corte después de haber sido condenado a muerte: "si creéis que ahorcádonos podéis acabar con el movimiento obrero ... el movimiento del cual los millones de oprimidos, los millones que laboran en la miseria y la necesidad esperan su salvación -- si ésta es vuestra opinión, entonces ahorcarnos! Aquí pisoteáis una chispa, pero allí y allá, detrás de vosotros, frente a vosotros, y por todas partes, las llamas surgirán. Es un fuego subterráneo. No lo podréis apagar". En su día, y en años posteriores, este desafío al estado y al capitalismo ganaría miles al anarquismo, particularmente en los propios EEUU.

Para comprender por qué el estado y la clase patronal estaban tan determinados a colgar a los anarquistas de Chicago, es necesario darse cuenta de que eran considerados como "líderes" de un movimiento laboral radical y masivo. En 1884, los anarquistas de Chicago publicaban el primer diario anarquista, el Chicagoer Arbeiter-Zeiting. Era redactado, leído, publicado, y era propiedad de los inmigrantes alemanes del movimiento obrero. La circulación combinada del diario, del semanario (Vorbote) y la edición del domingo, (Fackel) más que se dobló, de 13,000 ejemplares en 1880 a 26,980 en 1886. Habían periódicos anarquistas para otros grupos étnicos también.

Los anarquistas fueron muy activos en la Central Labor Union, haciendo de ella, en palabras de Albert Parsons (uno de los mártires), "el grupo embriónico de la futura 'sociedad libre'". Aparte de su labor sindical organizadora, el movimiento anarquista de Chicago originó también centros sociales, picnics, charlas, bailes, bibliotecas y un montón de actividades. Todas ellas contribuyeron a formar una cultura obrera distintamente revolucionaria en el corazón del "American Dream". La amenaza a la clase dominante y a su sistema era demasiado grande como para permitir que continuase . De ahí la represión, la corte canguro, y el asesinato estatal de aquellos que el estado y la clase capitalista consideraba "líderes" del movimiento.

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A.5.3 La Formación de las uniones sindicalistas

A fines del siglo pasado en Europa el movimiento anarquista comenzó a crear uno de los mejores intentos de aplicación de las ideas anarquistas en la vida diaria. Esto ocurrió como respuesta al desastroso período de "propaganda por la acción" en el que anarquistas individualmente asesinaban líderes del gobierno en un intento de provocar un levantamiento popular y en venganza por la matanza de los comuneros. Contestando a esta fracasada y contraproducente campaña, los anarquistas volvieron a sus raíces y a las ideas de Bakunin, comenzando así a formar uniones revolucionarias de masas (sindicalismo y anarcosindicalismo).

Entre los 1890 y el comienzo de la primera guerra mundial, los anarquistas formaron uniones revolucionarias en la mayoría de los países europeos, extendiéndose más en Italia y Francia. Además, los anarquistas de Norte y Sur América también organizaron uniones sindicalistas con éxito. Casi todos los países industrializados tuvieron un movimiento sindicalista, aunque Europa y Sur América tuvieron los mas fuertes. Estos sindicatos estaban organizados de manera confederal, de abajo arriba, según las ideas anarquistas. Combatían el capitalismo diariamente en torno a asuntos como mejoras salariales y condiciones de trabajo, pero también perseguían la abolición del capitalismo por medio de la huelga general revolucionaria.

La técnica organizadora anarquista alentaba la participación, la militancia y el potenciamiento de sus miembros y como puede verse en el crecimiento de los sindicatos anarcosindicalistas y su impacto en el movimiento obrero, también lucharon por reformas laborales y el cultivo de la conciencia de clase con éxito. La Industrial Workers of the World, por ejemplo, aún inspira activistas sindicales y a través de su larga historia ha dado muchas canciones y sloganes sindicalistas.

La mayoría de las uniones sindicalistas fueron reprimidas duramente durante la primera guerra mundial, pero en los siguientes años de postguerra alcanzaron gran altura. Esta ola de militancia fue conocida como "los años rojos" en Italia, donde alcanzó su máxima expresión con las ocupaciones de las fábricas (ver A.5.5 - Los Anarquistas en las Ocupaciones de Fábricas en Italia). Pero también durante estos años ocurrió la destrucción de estas uniones en uno y otro país, por culpa de dos influencias. Por un lado, el triunfo de la revolución rusa condujo a muchos activistas hacia la política autoritaria. Los partidos comunistas deliberadamente minaron los sindicatos libertarios, alentando luchas intestinas y separaciones. Más importante aún, durante estos años el capitalismo tomó la ofensiva con una nueva arma - el fascismo. El fascismo nació en Italia y Alemania en un intento capitalista para aplastar físicamente las amplias organizaciones que la clase obrera había construido. En estos dos países los anarquistas se vieron forzados a huir al exilio, desaparecer de vista, o se convirtieron en víctimas de asesinatos y campos de concentración. En los EEUU, la IWW fué aplastada por una ola de represión apoyada de todo corazón por los medios informativos, el estado y la clase capitalista.

  En España, sin embargo, la CNT, unión anarcosindicalista, siguió creciendo, llegando al millón y medio de miembros en 1936. La clase capitalista abrazó el fascismo para salvar su poderío de las manos de los desposeídos, que estaban cada vez mas confiados en su poder y su derecho a auto-gestionar sus propias vidas (ver A.5.6 - Anarquismo y la revolución española). En otros lugares, los capitalistas apoyaron estados autoritarios para aplastar el movimiento obrero y poner el capitalismo a salvo en esos países. Solamente Suecia escapó este giro, allí la unión sindicalista SAC aún organiza trabajadores (y está de hecho, como muchas otras uniones sindicalistas, creciendo a medida que los trabajadores dan la espalda a las uniones burocráticas cuyos líderes están más interesados en proteger sus privilegios y negociar con la directiva que en defender a sus miembros).

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A.5.4 Los Anarquistas en la Revolución Rusa

La revolución rusa de 1917 vió un gran crecimiento del anarquismo en ese país así como muchos experimentos basados en ideas anarquistas. No obstante, en la cultura popular se ve a la revolución rusa no como un movimiento de masas, de gente ordinaria luchado por su libertad sino como el medio por el cual Lenin impuso su dictadura en Rusia. La revolución rusa, al igual que la mayor parte de la historia, es un buen ejemplo del dicho "la historia está escrita por los vencedores". Ambas historias, capitalista y leninista, del período entre 1917 y 1921 ignoran lo que el anarquista Voline llamó "la revolución desconocida", la revolución invocada desde abajo por las acciones del pueblo.

El destronamiento inical del Zar ocurrió debido a la acción directa de las masas, y la revolución se llevó a cabo en esta vena hasta que el nuevo estado "socialista" llegó a ser lo suficientemente fuerte para detenerla. Para las izquierdas, el fin del zarismo fué la culminación de años de esfuerzos de socialistas y anarquistas de todo el mundo, representando el ala progresista del pensamiento humano venciendo la tradicinal opresión, y como tal fué celebrado por izquierdistas del mundo entero.

En las calles, en los puestos de trabajo y en el campo, más y más gente se convenció de que la abolición del feudalismo no era suficiente políticamente. El destrono del Zar tenía muy poco efecto real si la explotación feudal aún existía en la economía, así pues los trabajadores comenzaron a tomar los puestos de trabajo y los campesinos la tierra. A través de Rusia, el pueblo común comenzó a construir sus propias organizaciones, uniones, cooperativas, comités de fábrica y consejos (o "soviets" en ruso). Estas organizaciones originalmente se formaron de manera anarquista, con delegados revocables y federadas unas con otras.

Los anarquistas participaron en este movimiento, alentando todas las tendecias de auto-gestión. Según notó Jacques Sadoul (oficial francés) al principio de 1918, "El partido anarquista es el más activo, el más militante de todos los grupos de oposición y probablemente el más popular ... Los bolcheviques están preocupados" [ citado por Daniel Guerin, Anarquismo, pp.95-96]. Los anarquistas fueron particularmente activos en el movimiento de producción autogestionario de los trabajadores (ver M. Brinton, The Bolsheviks and Worker's Control).

Pero ya al comienzo del 1918, los socialistas autoritarios del partido bolchevique, una vez que tomaron el poder, iniciaron la eliminación física de sus rivales anarquistas. Inicialmente, los anarquistas habían apoyado a los bolcheviques, puesto que los líderes bolcheviques habían ocultado su ideología de estado bajo su apoyo de los soviets.

No obstante, este apoyo "se disolvió" rápidamente a medida que los bolcheviques se mostraron como eran en realidad, no buscando el verdadero socialismo, sino más bien asegurando el poder para ellos solos y agitando, no ya por la propiedad colectiva de la tierra y los medios de producción sino por la propiedad del gobierno. Por ejemplo, los bolcheviques destruyeron sistemáticamente el movimiento de control obrero, aunque habían triunfado en el aumento de la producción enfrentados a muy difíciles circunstancias.

Lenin suprimió el control por los trabajadores basándose en la dudosa premisa de que ello reduciría la productividad, argumento que después se ha demostrado falso en aquellos casos donde el control por los trabajadores se ha impuesto. (ver Sección C.2.3). Es interesante notar que los apologistas del capitalismo de hoy, que a menudo claman que el control por parte de los trabajadores reduciría la productividad, están usando un argumento leninista ya descreditado.

Mientras eliminaban el movimiento de auto-gestión de los obreros, los bolcheviques sistemáticamente minaron, apresaron, y asesinaron a sus mas vocales oponentes, los anarquistas, así como limitaron la libertad de las masas que decían proteger. Las uniones independientes, los partidos políticos, el derecho a la huelga, la auto-gestión en el trabajo y en el campo -- todo se destruyó en nombre del "socialismo". Para los de adentro, la revolución había muerto pocos meses después de que los bolcheviques tomaron el poder. Para el mundo externo, los bolcheviques y la URSS llegaron a representar el "socialismo" mientras que sistemáticamente destruían las bases del verdadero socialismo. Los bolcheviques rebajaron los elementos socialistas libertarios dentro de su país, el aplastamiento de los levantamientos de Kronstadt y de Ukrania fue los clavos en el ataud del socialismo y la dominación de los soviets.

El alzamiento de Kronstadt de febrero 1921 fué para los anarquistas, de inmensa importancia. Esto fué el primer gran levantamiento del pueblo por el verdadero socialismo. "Kronstadt fue el primer intento totalmente independiente del pueblo de liberarse de todo control y llevar a cabo la revolución social: este intento se hizo directamente .. por la clase obrera, sin pastores políticos, sin líderes, sin tutores" [Voline, The Unknown Revolution, citado por Guerin, Ibid., p.105].

En la Ukrania, las ideas anarquistas se aplicaron con éxito. En las areas bajo la protección del movimiento Makhnovista, la gente de la clase obrera organizó sus vidas directamente, basándose en sus propias ideas y necesidades, la verdadera auto-determinación social. Bajo el liderazgo de Nestor Makhno, un campesino autodidáctico, el movimiento no solo luchó contra las dictaduras blanca y roja sino también resistió a los nacionalistas ukranianos.

Oponiéndose a la convocatoria para la "auto-determinación nacional", o sea, un nuevo estado ukraniano, Makhno hizo una llamada a la auto-determinación de la clase obrera en Ukrania y a través del mundo entero. Llegó a ser conocido como el "Robin Hood" de Ukrania. El experimento de auto-gestión anarquista en Ukrania tuvo un final sangriento cuando los bolcheviques se volvieron contra los makhnovistas (sus antiguos aliados contra los "blancos" pro-zaristas) cuando ya no los necesitaban.

El último desfile anarquista en Moscú hasta el 1987 tuvo lugar con el funeral de Kropotkin en 1921, cuando unos 10,000 desfilaron detrás de su ataúd. Muchos de estos habian sido puestos en libertad por ese día nada más, y serían asesinados por los leninistas en años venideros. A partir de 1921, los anarquistas comenzaron a describir a la URSS como una nación "estadista-capitalista" para indicar que aunque los mandamases individuales podían haber sido eliminados, la burocracia estatal soviética jugaba el mismo papel que los jefes juegan en Occidente.

Para más información sobre la revolución rusa y el papel que los anarquistas jugaron, se recomiendan los siguientes libros: The Unknown Revolution de Voline, The Guillotine at Work de G.P. Maximov, The Bolshevik Myth y The Russian Tragedy ambos de Alexander Berkman, The Bolsheviks and Worker's Controls de M. Brinton, The Kronstadt Uprising de Ida Mett, History of the Makhnovist Movement de Peter Ashinov. Muchos de estos libros fueron escritos por anarquistas activos durante la revolución, muchos fueron encarcelados por los bolcheviques y deportados a occidente debido a la presión internacional ejercida por delegados anarcosindicalistas en Moscú a quienes los bolcheviques trataban de convertir al leninismo. La mayoría de estos delegados permanecieron fieles a sus ideales libertarios y convencieron a sus respectivos sindicatos a rechazar el bolchevismo y romper con Moscú. Hacia el principio de los años 20 todas las confederaciones de uniones anarcosindicalistas se habian unido a los anarquistas en su rechazo al "socialismo" de Rusia como capitalismo de estado y dictadura del partido.

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A.5.5 Los anarquistas en las ocupaciones de fábricas en Italia

 

Al final de la primera guerra mundial ocurrió una radicalización masiva en toda Europa y el resto del mundo. Hubo una explosión de afiliaciones a sindicatos, huelgas, manifestaciones y toda clase de agitación alcanzaron grandes niveles. Esto se debió en parte a la guerra, en parte al aparente éxito de la revolución rusa. A través de Europa, las ideas anarquistas se hicieron más populares y las uniones anarcosindicalistas aumentaron de tamaño. En Gran Bretaña, por ejemplo, se produjo el movimiento de los enlaces sindicales y las huelgas de Clydeside, en Alemania el auge del unionismo industrial, y en España un gran crecimiento en la anarcosndicalista CNT. Desafortunadamente, también hubo gran crecimiento en los partidos demócrata-social y comunista.

En Agosto de 1920, hubieron huelgas de ocupación de fábricas en Italia, como respuesta a las rebajas de los salarios y a los cierres patronales. Esta huelgas comenzaron en las fábricas de ingeniería y pronto se extendieron a los ferrocarriles, transportes por carretera, y otras industrias, y los campesinos tomaron la tierra. Los huelguistas, sin embargo, hicieron algo más que ocupar los puestos de trabajo, pusieron parte de ellos a régimen de auto-gestión. Muy pronto 500,000 huelguistas estaban trabajando, produciendo para ellos mismos. Errico Malatesta, que tomó parte en estos sucesos, escribió:

"los trabajadores pensaron que el momento estaba maduro para la toma de posesión de una vez para siempre de los medios de producción. Se armaron para su propia defensa ... y comenzaron a organizar la producción por su propia cuenta ... El derecho de propiedad fue de hecho abolido .. era un nuevo régimen, una nueva forma de vida social que hacía su entrada. Y el gobierno se echó a un lado al sentirse impotente para ofrecer oposición." [Vida e Ideas p.134].

Durante esta época la Union Sindicalista Italiana (USI) creció hasta llegar a casi un millón de miembros y la influencia de la Union Anarquista Italiana (UAI) con sus 20,000 miembros creció en proporción. Según nos cuenta el reportero marxista galés Gwyn A. Williams "los anarquistas y los sindicalistas revolucionarios constituían el grupo más revolucionario de la izquierda ... El rasgo más saliente en la historia del anarquismo y sindicalismo en 1919-1920 fue el rápido crecimiento ... Los sindicalistas sobre todo captaron la opinión de la clase obrera militante que el movimiento socialista inútilmente trataba de captar." [Proletarian Order, pp. 194-195].

Daniel Guerin da un buen resumen de la extensión del movimiento, "la dirección de las fábricas ... se llevaba a cabo por medio de comités de trabajadores técnicos y administrativos. La auto-gestión llegó lejos ... La auto-gestión emitió su propio dinero ... Se requería estricta auto-disciplina ... [y] una estrecha solidaridad se estableció entre las fábricas ... [donde] las menas y el carbón se ponían en un fondo común y se repartían equitativamente" [Anarchism, p.109].

Sobre las fábricas okupadas ondeaba "un bosque de banderas negras y rojas" puesto que "el consejo del movimiento de Turin era esencialmente anarcosindicalista" [Williams, op. cit., p.241, p.193]. Los trabajadores ferroviarios se negaron a transportar tropas, los obreros se fueron a la huelga en contra de las consignas de las uniones reformistas y los campesinos ocuparon la tierra. Tales actividades eran "ya directamente guiadas o indirectamente inspiradas por los anarcosindicalistas" [ibid., p. 193]

No obstante, después de cuatro semanas de okupación los trabajadores decidieron abandonar las fábricas. Esto fue debido a la actuación del partido socialista y las uniones reformistas. Se opusieron al movimiento y negociaron con el estado por una vuelta a la "normalidad" a cambio de la promesa de aumentar legalmente el control por los trabajadores, en asociación con los jefes. Esta promesa no se mantuvo. La falta de organizaciones inter-fábrica independientes hizo que los obreros dependieran de los burócratas de las uniones para obtener información sobre lo que pasaba en otras ciudades, y usaron ese poder para aislar las fábricas y las ciudades entre sí. Esto desembocó en una vuelta al trabajo, "a pesar de la oposición de anarquistas individuales dispersados por todas las fábricas" [Malatesta, op. cit., p.136]. La confederación local de uniones sindicalistas no podía proporcionar la infraestructura necesaria para un movimiento de okupación totalmente coordinado, puesto que las uniones reformistas se negaban a colaborar con ellas; y aunque los anarquistas eran una minoría grande, era al fin y al cabo una minoría.

Este período de la historia italiana explica el crecimiento del fascismo en Italia. Como indica Tobias Abse, "el auge del fascismo en Italia no puede desprenderse de los sucesos del biennio rosso, los dos años rojos de 1919 y 1920, que le precedieron. El fascismo fue prevención contra-revolucionaria ... lanzado como resultado de la fracasada revolución" ["The Rise of Fascism in an Industrial City" p. 54, en Rethinking Italian Fascism, pp.52-81].

Durante la época de la okupación de las fábricas Malatesta sostuvo que "Si no la llevamos hasta el final, pagaremos con lágrimas de sangre por el miedo que le hemos metido ahora a la burguesía". Sucesos posteriores lo confirmaron, cuando los capitalistas y los ricos terratenientes apoyaron a los fascistas para enseñar a la clase trabajadora cual era su lugar. Sin embargo, incluso en los más oscuros días del terror fascista, los anarquistas resistieron las fuerzas del totalitarismo. "No es casualidad que la más fuerte resistencia de la clase obrera al fascismo ocurrió en ... los pueblos y ciudades en las que había una fuerte tradición anarquista, sindicalista o anarcosindicalista" [Tobias Abse, Op. Cit., p.56].

Los anarquistas participaron, y a menudo organizaron, secciones del Arditi del Popolo, una organización obrera dedicada a la auto defensa de los intereses de los trabajadores. Los Arditi del Popolo organizaron y alentaron la resistencia obrera a las escuadras fascistas, derrotando a menudo superiores contingentes fascistas. Los Arditi fueron lo más cercano a la idea de un frente obrero unido, revolucionario contra el fascismo en Italia, como sugirió Malatesta y la UAI. Sin embargo, los partidos socialista y comunista se retiraron de la organización, los socialistas firmando un "Pacto de Pacificación" con los fascistas. Los líderes de los socialistas autoritarios prefirieron la derrota y el fascismo al riesgo de que sus seguidores se "infectaran" de anarquismo.

Inclusive después de la creación del estado fascista, los anarquistas opusieron resistencia dentro y fuera de Italia. Muchos italianos, anarquistas y no anarquistas, viajaron a España para resistir a Franco en 1936. Durante la segunda guerra mundial, los anarquistas jugaron un papel importante en el movimiento partisano italiano. El hecho de que el movimiento antifascista estaba dominado por elementos anticapitalistas llevo a los EEUU y al Reino Unido a colocar conocidos fascistas en posiciones gubernamentales en las localidades que "liberaban" (a menudo el pueblo ya había sido tomado por los partisanos, resultando que las trpas aliadas "liberaban" al pueblo de sus propios habitantes!).

No es sorprendente que los anarquistas fuesen los más consistentes y triunfales opositores al fascismo. Los dos movimientos no podían estar más aparte, el uno por el estadismo total al servicio del capitalismo mientras que el otro estaba por una sociedad libre, no-capitalista. Ni tampoco sorprende que cuando sus privilegios y poder estaban en peligro, los capitalistas y los terratenientes se volvieran al fascismo a que los salvase. Este proceso es muy común en la historia (tres ejemplos, Italia, Alemania y Chile).

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A.5.6 El Anarquismo y la Revolución Española.

En los años 30 España tenía el movimiento anarquista más grande del mundo. Al comienzo de la guerra "civil" española, más de un millón y medio de trabajadores y campesinos eran miembros de la CNT (Confederación Nacional del Trabajo), federación de uniones anarcosindicalistas, y 30,000 eran miembros de la FAI (Federación Anarquista Ibérica). La población total de España era entonces 24 millones.

La revolución social que se enfrentó al golpe fascista el 18 de Julio de 1936 es el más grande experimento en socialismo libertario hasta la fecha. Aqui la última unión sindicalista de masas, la CNT, no solamente rechazó el alzamiento fascista sino que fomentó ampliamente la ocupación de tierras y fábricas. Más de siete millones de personas, incluídos cerca de dos millones de miembros de la CNT, pusieron la auto-gestión en práctica en las más difíciles circunstancias y de hecho mejoraron las condiciones de trabajo y la producción.

Durante los excitantes días que siguieron al 19 de Julio, la iniciativa y el poder estaban verdaderamente en manos de los miembros de la CNT y la FAI. Fue el pueblo común, sin duda bajo la influencia de los faístas (miembros de la FAI) y de los militantes de la CNT quienes, despues de derrotar el alzamiento fascista, pusieron en marcha la producción, distribución y consumo una vez más (bajo términos mucho más egalitarios, por supuesto) así como organizaron y se prestaron como voluntarios (en los cientos de miles) a las milicias, que se mandarían a liberar aquellas partes de España que habían caído bajo Franco. De todas las maneras posibles la clase obrera española estaba creando con sus propios actos un mundo nuevo basado en sus propias ideas de justicia social y libertad -- ideas inspiradas, por supuesto, en el anarquismo y el anarcosindicalismo.

La extensión completa de esta histórica revolución no puede cubrirse aquí. Se discutirá más detalladamente en la Sección I. Pondremos en relieve algunos puntos de interés especial esperando que ellos den alguna indicación de la importancia de estos hechos y animen a la gente a averiguar más sobre ellos.

Toda la industria de Catalunya fue puesta ya bien bajo la auto-gestión por los trabajadores o controlada por ellos (es decir, ya bien haciéndose cargo totalmente de todos los aspectos de la dirección en el primer caso, o en el segundo, poniéndo la antigua directiva bajo su control). En algunos casos, las economías de pueblos y regiones enteras se transformaron en federaciones de colectividades. El ejemplo de Alcoy (población 45,000) se da como ejemplo típico:

"Todo estaba controlado por los sindicatos. Pero no debe suponerse que todo era decidido por unos pocos comités burocráticos de arriba sin consultar a los miembros de la unión. Aquí se practicaba la democracia libertaria. Así como en la CNT había una doble estructura recíproca; desde la base .. hacia arriba, y en la otra dirección una influencia recíproca desde la federación de esas mismas unidades locales a todos los niveles hacia abajo, desde la fuente y vuelta a la fuente" [Gaston Leval, citado en The Anarchist Collectives, Ed. Sam Dolgoff, p.105].

En el frente social, las organizaciones anarquistas crearon escuelas racionales, un servicio de salud libertario, centros sociales etc. El movimiento Mujeres Libres combatió el papel tradicional de la mujer en la sociedad española, potenciando miles dentro y fuera del movimiento anarquista (ver Free Women of Spain de Martha A. Ackelsberg para más información sobre esta importantísima organización). Esta actividad en el frente social se basó en el trabajo comenzado mucho antes del principio de la guerra; por ejemplo, los sindicatos a menudo fundaban escuelas racionales, centros de trabajadores, etc.

En España, sin embargo, como en todas partes, el movimiento anarquista fue aplastado entre el leninismo (el partido comunista) por una parte y el capitalismo (Franco) por la otra. Desgraciadamente, los anarquistas colocaron la unidad antifascista antes que la revolución, ayudando así a sus enemigos a derrotarlos a ellos y a la revolución. Que fuesen forzados por las circunstancias a llegar a esta posición o que se hubiese podido evitar es algo que aún hoy se debate todavía.

Para más información sobre la revolución española, recomendamos los siguientes libros: Lessons of the Spanish Revolution de Vernon Richards; Los Anarquistas en La Revolución Española de José Peirats, Free Women of Spain de Martha A. Ackelsberg; The Anarchist Collectives editado por Sam Dolgoff; "Objectivity and Liberal Scholarship" de Noam Chomsky (en The Chomsky Reader); The Anarchists of Casas Viejas de Jerome R. Mintz; y Homenaje a Catalunya de George Orwell.

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A.5.7 La Rebelión mayo-junio en Francia 1968

 

Los acontecimientos de mayo-junio en Francia pusieron de nuevo al anarquismo en el paisaje radical después de un periodo durante el cual mucha gente había descartado el movimiento como muerto. Esta rebelión de diez millones de personas empezó humildemente. Expulsados por las autoridades de la universidad de Nanterre en Paris por actividades contra la guerra en Vietnam, un grupo de anarquistas (incluyendo Daniel Cohn- Bendit) invocaron en seguida una manifestación. La llegada de 80 policías enfadó a muchos estudiantes, que dejaron sus estudios para juntarse a la batalla y expulsar a los policías de la universidad.

Inspirados por este apoyo, los anarquistas tomaron el edificio de la administración e invocaron un debate de masas. La ocupación se extendió, Nanterre fue rodeado por la policía, y las autoridades cerraron la universidad. Al día siguiente los estudiantes de Nanterre se concentraron en la universidad de La Sorbonne en el centro de Paris. La presión de la policía continuó y la detención de mas de 500 personas causó el malcontento que dio comienzo a cinco horas de lucha callejera. La policía también atacó a los transeúntes con porras y gas lacrimógeno.

Una prohibición total de manifestaciones y el cierre de La Sorbonne hizo salir a miles de estudiantes a la calle. La creciente violencia policial provocó la construcción de las primeras barricadas. El periodista Jean Jacques Lebel escribió que a la una de la madrugada, "Literalmente miles de personas ayudaron a construir barricadas... mujeres, obreros, transeúntes, gente en pijama formaron cadenas humanas para llevar las piedras, madera, hierro." Durante una noche entera de batalla 350 guardias fueron heridos. El siete de mayo una manifestación de 50,000 contra la policía se transformó en una batalla que duró todo el día en los callejones del Quartier Latin (Barrio Latino). El gas lacrimógeno de la policía fué contestado con cocteles molotov y el canto: "Viva la Comuna de Paris!"

Al llegar el 10 de mayo, manifestaciones masivas y continuadas forzaron al ministro de enseñanza a entrar en negociaciones. Pero en las calles habían aparecido 60 barricadas y los jóvenes obreros se unían a los estudiantes. Los sindicatos condenaron la violencia policial. Manifestaciones masivas por todo el país culminaron el 13 de mayo con un millón en las calles de Paris.

Enfrentada con esta protesta masiva, la policía salió del Barrio Latino. Los estudiantes tomaron La Sorbonne y formaron una asamblea de masas para difundir la lucha. De pronto las ocupaciones se difundieron a cada universidad en Francia. Desde La Sorbonne llegaba un torrente de propaganda, folletos, proclamaciones, telegramas y posters. Esloganes como "Todo es posible," "Sé realista, Pide lo imposible," "La vida sin tiempos muertos," y "Está Prohibido Prohibir" cubrieron las paredes. "Todo el Poder a la Imaginación" estaba en labios de todo el mundo. Como indicó Murray Bookchin, "las fuerzas motivadoras de la revolución hoy... no son simplemente la escasez y la carencia económica sino también la calidad de la vida diaria... la tentación de controlar su proprio destino" [Post-Scarcity Anarchism, pp. 249-250].

El 14 de mayo los obreros de Sud-Aviation cerraron con llave a la dirección en sus oficinas. Al día siguiente ocurrió lo mismo en las fabricas de Cleon-Renault, Lockhead-Beauvais y Mucel-Orleans. Esa noche fué ocupado Teatro Nacional en Paris como asamblea permanente para el debate de masas. Después, la fábrica más grande de Francia, Renault-Billancourt, fue ocupada. A menudo se tomó la decisión de continuar la huelga sin fin sin consultar a los gerentes del sindicato. Al llegar el 17 de mayo, cien fábricas en Paris estuvieron en manos de los obreros. El fin de semana del 19 de mayo 122 fabricas fueron ocupadas. El día siguiente, la huelga y las ocupaciones se generalizaron con unas seis millones de personas comprometidas. Los impresores dijeron que no querían que hubiese un monopolio de reportaje informativo en la tele y en la radio, y decidieron publicar periódicos mientras que la prensa 'desarrolla con objectivitud el papel de proveer información como es su deber.' En algunos casos los impresores insistieron en cambiar los titulos o artículos antes de publicar el periódico. Este fue el caso con la mayoria de la prensa de derechas como 'Le Figaró o 'La Nation'.

Con la ocupación de Renault, los ocupantes en La Sorbonne se prepararon para juntarse en seguida a los huelgistas de Renault, y encabezados por banderas anarquistas rojas y negras, 4,000 estudiantes se dirijeron hasta la fábrica ocupada. El estado, los patrones, los sindicatos y el Partido Comunista contemplaron su peor pesadilla - una alianza entre los obreros y los estudiantes. Se mandó diez mil policias de reserva y gerentes sindicalistas cerraron con llave las puertas de la fábrica. El Partido Comunista mandó a sus adherentes de destruir la rebelión. Se unieron con el gobierno y los patrones para diseñar una serie de reformas, pero una vez en las fabricas los obreros se burlaron de ellos.

La lucha en sí misma y la actividad se extendió y fue organizada por asambleas de masa autogestionadas y coordinada por comités de acción. Las huelgas fueron organizadas a menudo por las asambleas también. Como dice Murray Bookchin la "esperanza (de la rebelión se halló el la extensión de la autogestión en todas sus formas - las asambleas generales y sus formas administrativas, los comites de acción - a todos los sectores de la economía, en efecto a todos los aspectos de la vida misma " [Ibid., pp. 251-252]. Dentro de las asambleas, "un hambre de vivir tocó a millones de personas, un renacimiento de los sentidos que el pueblo no sabía era suyo" [Ibid., p. 251]. No fué una huelga de estudiantes o de obreros. Fué una huelga del pueblo que no se percató de casi ninguna división de clase.

El 24 de mayo, los anarquistas organizaron una manifestación. Treinta mil personas se dirijeron hasta la Place de la Bastille. La policía protegió los edificios del gobierno, utilizando las herramientos de siempre - gas y porra - pero La Bourse no estaba protegida y fue quemada por un número de manifestantes.

En este momento unos grupos de la izquierda perdieron sus nervios. El grupo trotskiista JCR mandó a la gente a volver al Barrio Latino. Otros grupos como UNEF y el Parti Socialiste Unifié (Partido Socialista Unificado) detuvieron la ocupación de los edificios de Financias y Justicia. Cohn-Bendit dijo de este acontecimiento "En cuanto a nosotros, no nos dimos cuenta cuan fácil hubiera sido contra toda esa gente... Ahora sabemos que si el 25 de mayo, en Paris, al despertar, hubieramos sido informados que los edificios más importantes estaban ocupados hubieramos derrocado al Gaullismo. . . . " Cohn-Bendit fue expulsado mas tarde esa noche.

Con el crecimiento de las manifestaciones y ocupaciones el estado se preparó a utilizar todo su poder para controlar la rebelión. Clandestinamente, los militares más importantes prepararon a 20,000 soldados leales para desplegarlos en Paris. La policia ocupó centros de comunicaciones como las estaciones de televisión y correos. El lunes, 27 de mayo, el gobierno garantizó un aumento de 35% del sueldo mínimo y un aumento medio de 10%. Los líderes de la CGT organizaron una manifestació de unos 50,000 obreros por las calles de Paris dos días mas tarde. Se cubrió Paris con anuncios pidiendo un 'Gobierno del pueblo.' Desafortunadamente la mayoría pensaba siempre en querer cambiar el gobierno en lugar de tomar el poder por sí mismos.

Al llegar el 5 de junio la mayoría de las huelgas se habían terminado y una atmósfera de lo que el capitalismo llama normalidad había reaparecido en Francía. Las huelgas que continuaron después de esta fecha fueron sofocadas con operaciones militares. El 7 de junio, atacaron la siderúrgica de Flins lo cual dió comienzo a una battalla de cuatro dias que se saldó con un obrero muerto. Tres días mas tarde, los huelgistas de Renault fueron fusilados por la policia con dos muertos. Aislados, estos puñados de militantes no podían tener exito. El 12 de junio, las manifestaciones fueron prohibidas, grupos radicales fueron declarados fuera de la ley y sus miembros fueron detenidos. Atacadas por todos lados, con violencia estatal en aumento y traicionadas por los sindicatos, la huelga general y las ocupaciones terminaron.

Entones ?'porqué fracasó la rebelión?. Ciertamente no a causa de la ausencia de una vanguardia bolchevike. Estaba infectada por ellos. Afortunadamente los grupos tradicionales y autoritarios de la izquierda fueron aislados. Los interesados en la rebelión no necesitaban una vanguardia para decirles qué hacer y la "vanguardia de los obreros" corrió desesperamente detrás del movimiento tratando de controlarlo.

No, fué la carencia de organizaciones independientes autogestionadas para coordinar la lucha lo que resultó en que las ocupaciones fuesen aisladas. Así divididas fallecieron. También, Murray Bookchin afirma que "faltaba una conciencia entre los obreros que era necesario trabajar, y no simplemente ocupar o hacer la huelga," [p. 269].

Este conciencia hubiera sido alentada por la existencia de un movimiento anarquista fuerte antes de la rebelión, La izquierda autócrata, aunque muy activa, fué demasiado débil entre los huelgistas, y por eso la idea de organizaciones autogestionarias no era muy conocida. Sin embargo, la rebelión demuestra que los acontecimientos pueden cambiar muy pronto. La clase obrera, con la energía y bravado de los estudiantes pidieron cosas que no eran posibles dentro del sistema existente. La huelga general demuestra con hermosa claridad la potencia que hay en manos de los obreros. Las asambleas de masa y las ocupaciones nos dan un excelente, aunque breve, ejemplo de anarquia en acción y como las ideas anarquistas pueden difundirse y ser aplicadas en la práctica.

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Sección B

Porqué los anarquistas se oponen al sistema en vigor?

Esta sección presenta un análisis de las relaciones sociales básicas de la sociedad moderna y de las estructuras que las crean, en particular aquellos aspectos de la sociedad que los anarquistas quieren cambiar.

El anarquismo es esencialmente una rebelión contra el capitalismo. Nació al mismo tiempo que el capitalismo y aumentó su influencia a medida que el capitalismo acaparaba más y más de la sociedad. Esto no significa que las ideas anarquistas no existiesen en la sociedad antes del nacimiento del capitalismo. Todo lo contrario. Los pensadores cuyas ideas pueden ser clasificadas como anarquistas se remontan miles de años y se pueden encontrar tanto en civilizaciones orientales como ooccidentales. No es una exageración decir que el anarquismo nació en el momento en que el estado y la propiedad privada fueron creados.

No obstante, el anarquismo como movimiento político fue producto de la transformación de la sociedad que acompañó la creación del estado (nación) moderno y del capital. Como tal, el análisis y la crítica presentados en esta sección se concentrarán en la sociedad capitalista moderna.

A partir de esta discusión, será aparente el porqué los anarquistas no están satisfechos con las muy limitadas libertades en la sociedad de masas moderna y porqué quieren crear una sociedad verdaderamente libre. En palabras de Noam Chomsky, la crítica anarquista de la sociedad moderna significa:

"buscar e identificar las estructuras autoritarias, la jerarquía y la dominación en cada aspecto de la vida, y desafiarlos; a menos que se puedan justificar, son ilegítimos, y deben ser desarmados, para aumentar el campo de la libertad humana. Esto incluye el poder político, la propiedad y la gestión, las relaciones entre los hombres y las mujeres, padres e hijos, nuestro control sobre el destino de las generaciones futuras (el imperativo moral básico del movimiento ecológico ...) y mucho más." [Red and Black Revolution, No. 2]

Esta sección se ocupa directamente de este aspecto crítico o "negativo" del anarquismo. Las secciones siguientes mostrarán como, después de analizar el mundo, los anarquistas piensan cambiarlo de forma constructiva. Sin embargo, parte del centro constructivo del anarquismo puede verse en esta sección. La Sección C explica la crítica anarquista de la economía capitalista y en la Sección D se discute cómo las relaciones sociales y las instituciones descritas en esta sección tienen un impacto en la totalidad de la sociedad.

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B.1 Porqué los anarquistas se oponen a la autoridad y a la jerarquía?

 

Lo primero, es necesario aclarar qué clase de autoridad el anarquismo desafía. Como indica Eric Fromm en To Have or To Be, "autoridad" es "un término amplio con dos significados totalmente diferentes: puede haber autoridad 'racional' o 'irracional'. La autoridad racional se basa en la capacidad, y ayuda a crecer a la persona que se apoya en ella. La autoridad irracional se basa en el poder y sirve para explotar a la persona sujeta a ella" [pp. 44-45]. El mismo argumento lo hizo Bakunin 100 años antes cuando indicaba la diferencia entre autoridad e influencia (ver Dios y el Estado).

El punto clave se explica con la diferencia entre tener autoridad y ser una autoridad. El ser una autoridad quiere decir que cierta persona es generalmente reconocida como experta en cierta tarea, basándose en sus conocimientos y destreza. Dicho de otra forma, en el peritaje socialmente reconocido. Por el contrario, el tener autoridad es una relación social basada en el poder y la posición derivada de una jerarquía, no en la abilidad individual. Es obvio que esto no quiere decir que la destreza no sea un elemento para obtener una posición jerárquica; sólo quiere decir que la competencia inicial real o alegada se transfiere al título de la autoridad.

Los anarquistas se oponen a la autoridad irracional y a la jerarquía, entendiendo por jerarquía la institucionalización de la autoridad dentro de la sociedad. Las relaciones sociales jerárquicas abarcan el sexismo, el racismo y la homofobia, a todas ellas se oponen los anarquistas. Como se ha dicho anteriormente (A.2.8), los anarquistas consideran todas las jerarquías no solamente dañinas sino también innecesarias, y creen que existen formas alternativas, más egalitarias de organizar la vida social. De hecho, mantenemos que la autoridad jerárquica crea precisamente las condiciones que supuestamente debe combatir, y por ello tiende a perpetuarse a sí misma. Así pues, las burocracias ostensiblemente organizadas para combatir la pobreza acaban perpetuándola, porque sin pobreza, esos tan bien pagados grandes administradores se quedarían sin trabajo. Lo mismo pasa con las agencias creadas para eliminar el abuso de las drogas, para combatir el crimen, etc. En otras palabras, el poder y los privilegios que se derivan de las posiciones jerárquicas más altas constituyen un gran incentivo para aquellos que las ocupan para no resolver los problemas que supuestamente deben resolver. (Para más discusión ver Marilyn French, Beyond Power: On Women, Men, and Morals, Summit Books, 1985).

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B.1.1 Cuales son los efectos de las relaciones sociales autoritarias?

La autoridad jerárquica esta estrechamente relacionada con la marginalización y la depotenciación de los que no tienen autoridad. Esto tiene efectos negativos en aquellos sobre quienes la autoridad se ejerce, ya que "aquellos que poseen estos símbolos de autoridad y aquellos que se benefician tienen que embotar el pensamiento realista, crítico de la gente, y hacerles creer la ficción [de que la autoridad irracional es necesaria], ... [asi pues] la mente se adormece en sumisión por medio de lugares comunes ... y el pueblo se embrutece hasta hacerse dependiente y pierde su capacidad de confiar en lo que ve y en su juicio"[Eric Fromm, To Have or To Be p. 47].

En palabras de Bakunin, "el principio de autoridad, aplicado a hombres que han alcanzado la mayoría de edad, se convierte en una monstruosidad, una fuente de esclavitud y de depravación intelectual y moral." [Dios y el Estado, p. 41].

Puesto que el cerebro humano es un &$243;rgano corporal, necesita ser usado regularmente para mantenerlo en forma. La autoridad concentra el poder de decisión en manos de los de arriba, lo cual quiere decir que la mayoría se convierte en ejecutores, siguiendo las órdenes de otros. Si el músculo no se utiliza, se vuelve fláccido; si el cerebro no se utiliza el pensamiento crítico, la creatividad y las abilidades mentales se adormecen y se desvían hacia tópicos mariginales, tales como el deporte y la moda.

Por lo tanto, "las instituciones jerárquicas fomentan relaciones explotativas y alienantes entre los que participan en ellas, depotenciando a la gente y distanciándola de su propia realidad. Las jerarquías hacen que unos dependan de otros, que culpen al dependiente de su propia dependencia y después que usen esa misma dependencia para justificar el ejercicio de aún más autoridad ... Aquellos en posiciones de dominación relativa tienden a definir las características de aquellos que les son subordinados ... Los anarquistas mantienen que el estar siempre en una posición subordinada y el nunca poder actuar es estar condenado a un estado de dependencia y resignación. Aquellos que son constantemente mandados e impeditados de pensar por si mismos pronto llegan a dudar de sus propias capacidades ... [y tienen] dificultad al actuar por su cuenta en contra de las normas sociales, los standards y lo que se espera de ellos" [Martha Ackelsberg, Free Women of Spain, pp. 19-20].

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B.1.2 El capitalismo es jerárquico?

Si. Bajo el capitalismo los trabajadores no canjean el producto de su labor sino su labor misma por dinero. Se venden por un tiempo determinado, y a cambio de un salario, prometen obedecer a sus patrones. Los que pagan y mandan, los dueños y los gerentes, están en la cima de la jerarquía, los que obedecen están abajo.

Este control jerárquico de la labor asalariada tiene el efecto de enajenar a los trabajadores de su labor, y por lo tanto de sí mismos. Escribe Karl Polyani: "El trabajo es otro nombre de la actividad humana que la vida misma conlleva, que no se hace para la venta sino por razones completamente diferentes, ni puede esa actividad tampoco ser separada del resto de la vida, almacenada o movilizada" [The Great Transformation, p.72].

En otras palabras, el trabajo es mucho más que la mercancía a la cual el capitalismo lo reduce. El trabajo creativo, auto-gestionado es una fuente de orgullo y alegría y es parte de lo que significa ser humano. Arrancar el control del trabajo de las manos del trabajador es profundamente dañino a su salud espiritual.

El separar el trabajo de otras actividades de la vida y someterlo a las leyes del mercado significa anihilar su forma de existencia orgánica, natural; una forma que evolucionó con el género humano a través de miles de años de actividad económica cooperativa basada en el compartir y en el apoyo mutuo, reemplazándolo con una visión atomista e individualista basada en el contrato y la competencia.

La relación social de la labor asalariada, que es un desarrollo muy reciente, es reclamada por los capitalistas como la fuente de la "libertad", cuando de hecho es una forma de servidumbre involuntaria (ver sección B.4 y A.2.14). Asi pues Polyani:

"El representar este principio (labor asalariada) como no-interferencia (con la libertad), como les gusta a los liberalistas económicos, fue meramente la expresión de prejuicios innatos a favor de una determinada forma de interferencia, es decir, la que destruiría las relaciones no-contractuales entre individuos y prevendría su formación espontánea" [Op. Cit., p.163].

El reemplazo de relaciones humanas por relaciones económicas pronto dio lugar al reemplazo de valores humanos por valores económicos, dándonos la "ética" del libro de cuentas, en el que la persona se valora según cuanto gana. Esto también nos lleva, como dice Murray Bookchin, al rebajamiento de los valores humanos:

"Tan arraigada esta la economía de mercado en nuestras mentes que su sucio lenguaje ha ocupado el lugar de nuestras más sagradas expresiones morales y espirituales. Hoy día se 'invierte' en los hijos, el matrimonio, las relaciones personales, un término que se equipara con palabras tales como 'amor' y 'atención'. Vivimos en un mundo de 'comercio' y preguntamos cual es 'la ganancia' de cualquier 'transacción' emocional. Usamos la terminología del contrato en vez de la de la lealtad y las afinidades espirituales" [The Modern Crisis p.79].

Al reemplazar los valores humanos con la ética del cálculo, y solamente las leyes del mercado y del estado uniendo a la gente, la descomposición social es inevitable. Como plantea Karl Polyani, "Al tener a su disposición el potencial laboral del hombre el sistema (de mercado) podría, incidentalmente, disponer de la entidad física, psicológica y moral del 'hombre' adjunto a esa descripción" [Op.Cit., p.73].

No sorprende pues que el capitalismo moderno haya contemplado un aumento masivo en el crimen y la deshumanización bajo los mas libres mercados establecidos por los gobiernos "conservadores", tales como los de Thatcher y Reagan y sus amos corporativos transnacionales. Vivimos hoy día en una sociedad donde la gente vive dentro de fortalezas, 'libres' detrás de sus murallas y sus defensas (emocionales y físicas).

Por supuesto que hay gente que les gusta la "ética" de las matemáticas. Esto se debe más que nada a que, como todos los dioses, le da al devoto un libro de reglas fácil de seguir. "Cinco es más que cuatro, por lo tanto cinco es mejor" es fácil de comprender. Así lo notó John Steinbeck cuando escribió:

"Algunos de los (propietarios) odiaban las matemáticas que los conducía [a echar a los campesinos de sus tierras], y algunos tenían miedo, y otros adoraban las matemáticas proque los protegía de pensar y de sentir" [The Grapes of Wrath p.43].

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B.1.3 Que clase de jerarquía de valores crea el capitalismo?

El capitalismo produce una jerarquía de valores pervertida, que pone a la humanidad por debajo de la propiedad. Según opina Eric Fromm, "el uso (i.e. la explotación) del hombre por el hombre es expresión del sistema de valores que sostiene al sistema capitalista. El capital, el pasado muerto, emplea la obra de mano, la vitalidad viva y el poder del presente. Denpro `e la jerarqqía de valores capitalista, el capipal asta más alpo que la mano de obra, la acumulación `e riquezas más alta qua las manifestaciones vipales. El capital da empleo a la labor, no la labor al capital. La persona que posee capital manda sobre la persona que 'solo' posee su vida, sus habilidades humanas, su vitalidad y su productividad creadora. Las 'cosas' valen más que las personas. El conflicto entre el capital y la labor es mucho más que un conflicto entre dos clases, más que una lucha por una porción mayor del producto social. Es un conflicto entre dos principios de valor: el del mundo de las cosas, y su acumulación, y el mundo de la vida y su productividad" [The Sane Society pp.94-95].

El capitalismo solo valora la persona como representante de determinada cantidad de mercancía llamada "potencial laboral", en otras palabras, como un objeto. En vez de ser valorado como un individuo, un ser humano único con valor moral y espiritual intrínsico, solamente cuenta el precio de uno.

Esta rebaja del individuo en el trabajo, donde se pasa tanto tiempo, necesariamente afecta la auto-imagen de la persona, que a su vez se refleja en la manera en que el o ella actúa en otras areas de la vida. Si uno es visto como mercancía en el trabajo, uno llega a verse y a ver a los demás the la misma manera. Así todas las relaciones sociales, y así también, últimamente, todos los individuos, son comercializados. Bajo el capitalismo, literalmente no hay nada sagrado, "todo tiene un precio", ya sea la dignidad, el amor propio, el orgullo, el honor, todo se convierte en mercancía a la venta.

Tal rebaja produce un número de patologías sociales. El 'consumerismo" es un ejemplo que puede ser rastreado directamente a la mercantilización del individuo bajo el capitalismo. Citando a Fromm una vez más, "Las cosas no tienen personalidad, y las personas que se han convertido en cosas [i.e. mercancía en el mercado laboral] no pueden tener personalidad" [The Sane Society, p. 143].

Sin embargo, la gente aún siente la necesidad de personalidad, y tratan de llenar ese vacío consumiendo. La ilusión de felicidad, de que la vida de uno será completa si uno obtiene un objeto más, lleva a la gente a consumir. Desgraciadamente, puesto que los bienes no son más que cosas, no pueden proveer un substituto de la personalidad, y así el consumo tiene que reanudarse. Este proceso por supuesto esta alentado por la industria de la publicidad, que trata de convencernos de comprar lo que no necesitamos porque nos hara más popular/sexy/feliz/libre/etc. (tacha lo que no te convenga). Pero el consumo no puede realmente satisfacer las necesidades que la compra de esos bienes pretende satisfacer. Esas necesidades solo pueden ser satisfechas a través del intercambio social basado en valores verdaderamente humanos y por el trabajo creativo, auto-gestionado.

Por supuesto que esto no quiere decir que los anarquistas estemos en contra de niveles de vida más altos o en contra de los bienes materiales. Al contrario, reconocemos que la libertad y una buena vida solo son posibles cuando uno no tiene que preocuparse de tener alimento suficiente, domicilio decente y demás. Libertad y 16 horas de trabajo diarias no son compatibles, tampoco la igualdad y la pobreza o la solidaridad y el hambre. Sin embargo, los anarquistas consideran el consumerismo una aberración del consumo causada por la ética inhumana y enajenante del capitalismo, que aplasta al individuo y su sentido de identidad, dignidad y personalidad.

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Sección C

¿No demuestra el caso de Chile que el mercado libre beneficia a todos?

Este es un común argumento "libertariano" proclamado por muchos otros defensores del capitalismo de "mercado libre". Milton Friedman, por ejemplo, declaró que Pinochet, "ha apoyado una economía de mercado libre por convicción. Chile es un "milagro económico". [Newsweek, enero, 1982]. Pinochet fue el mascarón de un golpe militar en 1973 contra el gobierno de izquierdas elegido democráticamente, golpe que fue apoyado por la CIA. Miles de personas fueron asesinadas por las fuerzas de "ley y orden" durante el golpe y el historial del estado policial respecto a los derechos humanos fue denunciado como bárbaro por todo el mundo. Sin embargo, ignoraremos la contradicción evidente en este milagro económico" ,"es decir por qué se necesita casi siempre un estado autoritario/fascista para introducir la "libertad económica" y en su lugar trataremos de los hechos económicos de un capitalismo de mercado libre impuesto sobre el pueblo chileno.

Creyendo en la eficacia y justicia del mercado libre, Pinochet quiso introducir de nuevo las leyes de oferta y demanda y trató de reducir el papel del estado y contener la inflación. El y "los Chicago boys" - un grupo de economistas de mercado libre - pensaron que lo que había limitado el crecimiento de Chile era la intervención del gobierno en la economía - que reducía la competición, aumentaba los sueldos de una manera artificial y producía la inflación. La meta, Pinochet dijo una vez, era hacer de Chile "una nación de capitalistas".

Los resultados concretos fueron mucho menores que el milagro de Friedman y muchos otros "libertarianos". En términos per capita el PNB aumentó un 1.5% cada año entre 1974-80 - mucho menor que el 2.3% que se había visto en los años 60. El crecimiento medio del PNB fue 1.5% cada año que era más bajo que la media en América Latina de 4.3% y más bajo que el 4.5% de Chile en los años 60. Entre 1970 y 1980 PNB per capita aumentó en un 8% solamente aunque en América Latina aumentó un 40% [Not so Free to Choose, Elton Rayack] A fines de 1986 el PNB per capita era el equivalente del de 1970 [The Pinochet Regime, pp. 137-138, Modern Latin America, Second Edition, de Thomas Skidmore y Peter Smith, Oxford University Press, 1989)].

El régimen de Pinochet si redujo la inflación desde alrededor del 500% cuando tuvo lugar el golpe de estado hasta 10% en 1982. Desde 1983 hasta 1987 fluctuó entre el 20 y el 31%. La llegada del "mercado libre" redujo las trabas a la importación, "debido a que los cupos y las tarifas protegían industrias ineficaces y aseguraban que los precios se mantuviesen artificialmente altos. El resultado fue que muchas compañías de la región perdieron contra las corporaciones multinacionales. La comunidad comercial chilena que entusiásticamente apoyó el golpe de 1973 fue afectada negativamente". [The Pinochet Regime, op. cit.]

Eso fue parte de la razón por la cual Pinochet tuvo que irse. Sin embargo, el grupo que más sufrió fue la clase obrera - sobre todo la clase obrera urbana. En 1976 - el tercer año del régimen - los sueldos reales habían bajado hasta un 35% por debajo de su nivel de 1970. Fue solamente en 1981 que aumentaron hasta el 97.3% del nivel de 1970 solamente para recaer hasta 86.7% en 1983. El paro - excluyendo los que participaban en los programas de trabajo estatal, era un 14.8% en 1976, bajando al 11.8% en 1980 (lo que representa el doble de la media de los años 60) para aumentar hasta 20.3% en 1982. [Rayack, op cit]. El paro (incluyendo los adscritos a los programas de trabajo gubermentales) había aumentado hasta un tercio de la fuerza laboral a mediados de 1983. En 1986, el consumo per capita era en efecto un 11% menor que en 1970 [The Pinochet Regime, op. cit.]

El decaimiento de la industria doméstica eliminó miles de los mejores puestos de trabajo. La represión policial hizo que las huelgas fueran peligrosas y poco prácticas. La capital - Santiago - se convirtió en una de "las ciudades más contaminadas del mundo" debido al predominio total de las fuerzas de mercado (Nathanial Nash, citado por Noam Chomsky,Year 501, p. 190).

Una consecuencia de la politíca monetarista neoliberal de Pinochet "fue una concentración de la demanda, porque los obreros y sus familias no podían comprar tantos bienes de consumo. La reducción en el mercado amenazó más a la comunidad comerial que empezó a producir más bienes de exportación y menos para el consumo regional. Esto ocasionó otro obstáculo al crecimiento económico y una mayor concentración de sueldos y riqueza en manos de una minoría élite. [The Pinochet Regime, op. cit.].

El número de pobres durante el régimen de Allende era 1,000,000. En 1992 (despues de casi 20 años de capitalismo de mercado libre) era 7,000,000. Entre 1974 y 1979 el PNB per capita bajó un 6.4% y al mismo tiempo el consumo per capita disminuyó en un 13% entre 1972 y 1987. La proporción de la población por debajo del nivel de pobreza (el sueldo mínimo para comida y alojamiento) creció desde el 20% hasta el 44.4% entre 1970 y 1987. El gasto en la salud per capita se redujo a la mitad entre 1973 y 1985 produciendo un gran aumento en las enfermedades vinculadas a la pobreza como el tifus, la diabetes y la hepatitis viral. [Chomsky, Year 501, pp. 190-191, Deterring Democracy]

Para la mayoría - con la excepción de una pequeña élite - el régimen de Pinochet de "libertad económica" fue una pesadilla. La "libertad" económica solo benefició a un grupo social, un "milagro" evidente. La ironía es que muchos "libertarianos" de derechas la muestren como modelo de los beneficios del mercado libre.

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