Día de los Enamorados: 14 de febrero
(En Puerto Rico)
¿Saben qué? Todos los
días son los días del amor... Claro, no tienes que comprar todos los días chocolates,
ni flores, ni ositos de peluche o perfumes o corbatas de corazoncitos, pero... sí tienes
el permiso para regalar amor todos los días del año a tu pareja. Mírala(o), está
esperando recibir ese ansiado abrazo, ese beso apasionado y esas palabras que siempre te
reservas... "Te quiero, te amo". Nadie se cansa de escuchar esas palabras,
créeme... Puedes hacer a tu pareja muy feliz, y logrando esto, tú te sentirás más
feliz.
Cariñosssss, Yaz.
Dedico esta página a todos esos tortolitos enamorados y en especial a los enamorados
cibernéticos que la llama de su ilusión nunca se apaga. |
Estar enamorado
Estar enamorado, amigos, es encontrar el nombre justo de la vida.
Es dar al fin con la palabra que para hacer frente a la muerte se precisa.
Es recobrar la llave oculta que abre la cárcel en que el alma está cautiva.
Es levantarse de la tierra con una fuerza que reclama desde arriba.
Es respirar el ancho viento, que por encima de la carne respira.
Es contemplar desde la cumbre de la persona, la razón de las heridas.
Es advertir en unos ojos una mirada verdadera que nos mira.
Es escuchar en una boca la propia voz profundamente repetida.
Es sorprender en unas manos ese calor de la perfecta compañía.
Es sospechar que para siempre la soledad de nuestra sombra está vencida.
Estar enamorados, amigos, es descubrir donde se juntan cuerpo y alma.
Es percibir en el desierto la cristalina voz de un río que nos llama.
Es ver el mar desde la torre donde ha quedado prisionera la infancia.
Es apoyar los ojos tristes en un paisaje de cigüeñas y campanas.
Es ocupar un territorio donde conviven los perfumes y las armas.
Es dar la ley a cada rosa y al mismo tiempo recibirla de su espada.
Es confundir el sentimiento con una hoguera que del pecho se levanta.
Es gobernar la luz del fuego y al mismo tiempo ser esclavo de la llama.
Es entender la pensativa conversación del corazón y la distancia.
Es encontrar el derrotero que lleva al reino de la música sin tasa.
Estar enamorado, amigos, es adueñarse de la noche y los días.
Es olvidar entre los dedos emocionados, la cabeza distraída.
Es recordar a Garcilaso cuando se siente la canción de la herrería.
Es ir leyendo lo que escriben en el espacio las primeras golondrinas.
Es ver la estrella de la tarde por la ventana de una casa campesina.
Es contemplar un tren que pasa por la montaña con las luces encendidas.
Es comprender perfectamente que no hay fronteras entre el sueño y la vigilia.
Es ignorar en qué consiste la diferencia entre la pena y la alegría.
Es escuchar a medianoche la vagabunda confesión de la llovizna.
Es divisar en las tinieblas del corazón una pequeña lucecita.
Estar enamorado, amigos, es padecer espacio y tiempo con dulzura.
Es despertarse una mañana con el secreto de las flores y las frutas.
Es libertarse de sí mismo y estar unido con las otras criaturas.
Es no saber si son ajenas o propias las lejanas amarguras.
Es remontar hasta la fuente las aguas turbias del torrente de la angustia.
Es compartir la luz del mundo y al mismo tiempo compartir su noche oscura.
Es asombrarse y alegrarse de que la luna todavía sea luna.
Es comprobar en cuerpo y alma que la tarea de ser hombre es menos dura.
Es empezar a decir "siempre" y en adelante no volver a decir "nunca".
Y es, además, amigos míos, estar seguro de tener las manos puras.
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-Autor Desconocido-
Oración
de los novios
En mi corazón, Señor, se ha encendido el amor por una criatura que Tú conoces y amas.
Tú mismo me la has hecho encontrar y me las has presentado, como un día en el paraíso
terrenal presentaste a Eva a Adán para que el hombre no estuviese solo.
Te doy gracias por este don que me llena de alegría profunda, me hace semejante a ti que
eres el Amor y me hace comprender el valor de la vida que me has dado.
Haz que no malgaste esta riqueza que Tú has puesto en mi corazón. Enséñame que el amor
es un don y que no puede mezclarse con ningún egoísmo, que el amor es puro; y no puede
quedar en ninguna bajeza; que el amor es fecundo y desde hoy debe producir un nuevo modo
de vivir en los dos.
Señor, te pido por quien me espera y piensa en mí, por quien ha puesto en mí toda la
confianza para su futuro; por quien camina a mi lado. Haznos dignos el uno del otro, que
seamos ayuda y modelo. Ayúdanos en nuestra preparación al matrimonio, a su grandeza, a
su responsabilidad, a fin de que desde ahora, nuestras almas dominen nuestros cuerpos y lo
conduzcan al Amor.
En el nombre de Jesucristo, Amén. |
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Ultima actualización: June 27, 1998
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