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Recientemente encontramos este interesante artículo de Carmen Martínez D. publicado en UNOMASUNO, el cual pensamos podemos aprovechar.

DORMIR MAL ES UN PELIGRO PARA TODOS

En la actualidad existe una marcada tendencia a dormir menos de acuerdo con lo señalado por Stanley Coren, profesor en Sicología  en la Universidad de British Columbia (Estados Unidos); esta "deprivación crónica de horas" de sueño parece ser una característica que acompaña al modo de vida actual cargada de actividades o bien de angustia y depresión ante la imposibilidad de reunir los recursos suficientes para cumplir con la expectativa de vida deseada. Indudablemente ese mal dormir provoca somnolencia durante el día, esto se incrementa con el uso de algunos fármacos como antihistaminicos ( medicamentos para alergias; también en antigripales ) o antidepresivos, así como en el consumo de alcohol; sin embargo, otras pautas de conducta contribuyen a esa somnolencia como trabajar de noche y la rotación inadecuada que no permite la adaptación del organismo ( ritmo circadiano o biológico ). La somnolencia genera perdida progresiva de la atención y concentración, irritabilidad, cansancio o alteraciones digestivas y dolores de cabeza, por ejemplo.
 
 Muchas personas duermen seis o menos horas, otras reconocen la existencia de algún problema que altera la calidad del sueño; la Organización Mundial de la Salud reporta estudios en los cuales un 34 por ciento de la población de algunos países europeos padecen alteraciones del sueño con patrones de insomnio. El problema aumenta cuando se presenta otra enfermedad  poco diagnosticada - mas común de lo que se cree - denominada apnea obstructiva crónica; se caracteriza por interrupciones involuntarias de la respiración mientras se duerme y que provoca ronquidos, movimientos bruscos de piernas o del cuerpo entero.

    En las personas que por uno u otro motivo tienen somnolencia durante el día, se han detectado " microsueños ", es decir, se echan dormiditas imperceptibles que pueden ser una de las causas mas frecuentes de accidentes automovilísticos, lo cual se incrementa con el trabajo de noche y se multiplica por seis al cambiar continuamente de turno. Bien vale la pena poner una alerta al respecto pues es un serio problema de salud publica poco atendido; a tal grado resulta paradógico, que en los hospitales -basicamente a cargo de residentes- se hacen guardias después de 8 horas de trabajo, es decir, permanecen 32 horas seguidas despiertos teniendo bajo su responsabilidad la toma de importantes decisiones, aunado al estres característico de la actividad hospitalaria, no se diga en los servicios de urgencia ( contrario a la idea generalizada de la frialdad de los profesionales de la salud ); de sobra se sabe el alto consumo de alcohol, tabaco y cafeína e n este grupo de actividad, a consecuencia de un ritmo de trabajo poco acorde al ritmo biológico y poco reconocido o valorado socialmente ( aun con los espeluznantes rezagos en la calidad de la atención y quizás, en gran parte, producto de la misma desvalorización ).

   El mal dormir tiene efectos impactantes a nivel personal, familiar y social; el costo para el Estado no es despreciable. Mas valía considerar la necesidad de marcar pautas de conducta de acuerdo a la capacidad de respuesta fisiológica de nuestro organismo. Los trasnochados políticos, funcionarios públicos, los puestos de altos riesgos, todos los que toman importantes decisiones y las hacen irritables, con su actividad mental en merma, poco alertas, con dificultades en la memoria y microsueños durante el día, representan un verdadero peligro para todos.

Compilado por:
DR. MFIDE M. Jiménez y
A.O. Rene J. Bautista G.