Mood:  cool

Después de algunos viajes voluntarios llego a este pequeño pueblo a las orillas de la sierra madre oriental, en el estado de Tamaulipas, como pueblo de menos de 10 mil habitantes según sé, pues la gente se la pasa bebiendo, dorgándose y volviendo a beber con los precios del alcohol estancados en 1999, es extraño, es agradable, pero no tengo mucho de que quejarme correspondiente a él.

La cantidad de animales que en otro tiempo me molestaba, ahora es agradable, los becerros, las vacas, ese par de enormes guajolotes que me persiguieron por todo el patio y me obligaron a subir a la caja de una camioneta, para vovlerme a esperar a la mañana siguiente a que saliera y emprender su cacería antropófaga una vez más, pero ahora la puerta metálica me protegió. Mientras tanto, 4 gatos observan todo, a la espera de que las "gallinas gigantes" desalojen su territorio, 1 grandísimo gato blanco, 2 gatitas medianas igualmente blancas y una más pequeña, algo manchada que es discriminada por su escaso color claro. Quisiera pornerles nombre a todos, pero pues yo no sé hacerlo bien, lástima, el único que creo poder ponerle nombre es el gato más grande, se llama Rómulo, jeje.

En pocos días esos guajolotes serán tamales, espero no encariñarme para entonces, la becerrita que será carne asada no supera los 4 meses, prefiero no verla para no sentir remordimiento cuando me la coma. Estaré unos cuantos días más aquí para después volver a tomar carretera e ir hasta mi tierra natal, todos me dicen que estoy más serio que otras veces, puede ser, pero por dentro me siento tranquilo, no creo que sea tan grave decir una o dos estupideces menos.