Mood:  down

Y sí, como aquella ocasión que tiró su cariño al río (post de hace mucho tiempo) en su momento creyó haber cometido el peor error de su vida, de su miserable vida, las paranoias, el exceso de atención en el detalle, la búsqueda de una homologación de valor, de respeto, mínimo de decencia, destructoras en primera instancia, todo parecía encajar hasta que los ojos abrió. Con las llagas en los pies de tanto caminar en la vereda de la "mejoría", de la superación y la flexibilidad reclamada, sendero plagado de espinas y afiladas rocas que van mermando la voluntad de seguir, el continuar que se sostiene únicamente por la chispa de la emoción y la ilusión de haber encontrado el final del camino y que alguien espera del otro lado.

Las palabras salían casi a borbotones, la más pútrida esencia de la raza humana emanaba y se sublimaba formando una nebulosa de escoria a manera de niebla, el fingido dolor en la mirada abrasaba el verdadero dolor que por poco era insoportable. Y las pabras no cesaban, una cosa tras otra, frase tras frase que derruían todo a su paso, el amor, la ilusión, la esperanza en que la humanidad tuviera destellos de justicia, de pasión, peor aún el creer que se tenía la suerte de haber encontrado esa remota cualidad en un mundo biazrro, la entrega, todo se convetía en una estupidez inútil, en un falso holograma de años, en una hipocresía de indescritible profundad, una falsedad inconmesurable, y por encima de todo, la inexistencia de un amor sobrevaluado.

Sentimiento interno de ausencia, de desaparición de propiedades que en su momento fueron esenciales para la vida, que durante los últimos tiempos habían sido cultivadas y habían florecido como en pocas primaveras, son arrancadas de raíz, incineradas y dejando un terreno estéril e inservible. El cielo se torna gris azulado en señal de luto, que por supuesto no fue guardado en la última despedida, razones de más o de menos, ya no importaba, el daño estaba hecho, el abandono temprano hubiera sido una opción que se hubiera tomado con tan solo una pizca de decencia, no fué asi, no queda nada, absolutamente nada mas que el odio y el rencor, el que se sabe jamás se irá. Misión cumplida, muchas gracias por dar la razón de que el cariño deba seguir en el río, arrastrado y destruido, merecido.

La última canción

Esta es la última canción
que canto para ti,
me cansé de vivir sin sentido
de pensar sólo en ti.

Si mañana me encuentras tal vez
yendo con otra y tú me ves,
haz de la cuenta
que para ti no soy aquel.

Y ahora tú que me hiciste llorar
tendrás que recordar
que fui tuyo en el alma
y perdiste la oportunidad.

Las canciones tan lindas que anoche
yo canté para ti, pensando en ti,
confieso que iguales que aquellas
ya no escucharás.

Ya mañana sé que esta canción
la tendrás que escuchar en el radio sonar
pensarás que tu orgullo maldito
me hizo llorar de tanto esperar,

Pero no llores y siente por dentro
lo que duele el amor
entonces vas a ver
lo que vale un gan amor,
entonces llorarás...y de mi te acordarás.

Roberto Carlos