He aquí que tú estás sola y que yo estoy solo. Yo no sé dónde estás. Yo ya he olvidado |
Jaime Sabines
Updated: Wednesday, 26 September 2007 5:30 PM CDT
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He aquí que tú estás sola y que yo estoy solo. Yo no sé dónde estás. Yo ya he olvidado |
Jaime Sabines
Sentir que no había otra opción al llegar a mi parada mas que salir del camión y empaparme, era para mí razón suficiente como para sentirme fastidiada y a la vez expectante. A veces siento que dejo a propósito el paragüas en la casa, sólamente para no tener otro remedio más que mojarme en la posible lluvia.
Estar toda la gente aquí, en este camión, sofocándose por no poder abrir una ventanilla y yo en mi asiento, también medio sofocada y escribiendo, me sentía medio alienada.
Esos ojos que no quiero describir porque sólo se me ocurren las palabras vicio y depravado y claramente son mucho más.
Las calles de La estanzuela inundadas, un río cafe llevándose piedras que debían pertenecer al pavimento, los baches formando lagunas en medio del río.
Los truenos, sonando como hace mucho no los escuchaba.
La plática ruidosa de las paqueteritas, hablando de no sé qué, qué importa.
Los grafittis multicolor, el grafitti sobre el grafitti, el grafitti sobre el PRD.
Los perros empapados y cojeando.
El elotero con su sombrilla de playa, ELOTES ELOTES!
El chofer sosteniendo su cigarro en la caja de las monedas, esa justo debajo del letrero de No fumar.
De vuelta al río y a los pozos de la calle.
Ya casi acaba el recorrido, menos lluvia menos gente.
Comparten los asientos el hombre y la mujer, la mujer y el hombre se bajan en el mismo lugar, ella por delante y él por detrás.
Que lástima, casi no me mojé.
Pues la catástrofe hoy en la mañana, bueno, no he querido hacer ver tan evidente la escasez de alimentos en el refri, siempre que lo veo prefiero imaginarme que pronto habrá algo de jamón o queso o tortillas. Pero bueno, hoy en la mañana empiezo con mi rutina no? Me levanto, bajo a la cocina me dirijo a tomar un poco de leche de desayuno, si ya sé que no es un desayuno ni balanceado ni mucho menos completo, pero bueno de algo sirve para engañar el estómago, y ahora que abrí el refri pues nada! Ni leche ni madres, ni siquiera jugo, que es mi siguiente opción. Nomas había un montoncito de cocas, y pues ya sé que algunos igual desayunan con eso, y discúlpenme por hacerme la quisquillosa pero a mí no me parece que lo primero que le llegue a mi estómago sea un líquido capaz de quitarle el sarro a las cosas. Ante mis evidentes gesticulaciones sale Joaquin del estudio preguntándome qué pasaba, le digo que no hay leche ni jugo y me dice que mejor no reclame si yo no soy la que lo compra, y ok, olvidemos la parte en la que al menos mi progenitora me tiene que alimentar, si es así entonces que me den el dinero de la pensión de mi papá, si es que no se ocupa en los alimentos faltantes.
Y tan curioso, precisamente en la noche soñé que abría el refri y estaba lleno de alimentos, asi cosas bonitas como jamón y queso y tortillas y pan y leche y comidass. Me lleva la chingada! ya ni leche puedo tomar en esta casa porque me la cobran.
Ahora no cabe duda, la tortuga se ha enamorado de su dueña. Se le nota en la forma en que la mira, esos pequeños círculos negros que brillan cuando ella se mueve mientras dormita (su tortuguera está instalada justo enfrente de la cama, a un lado de la ventana); también cuando ella se acerca y la tortuga se aproxima al vidrio para poder verla mejor, se inquieta, mueve sus patas, todo en un desesperado intento por cruzar esa barrera que los separa, sólo se llega a tranquilizar cuando ella se agacha y se pone a su nivel; la tortuga contempla sus bellos ojos cafes y se siente perdida, la adora por completo, le daría su mejor pedazo de lechuga si pudiera. Ella no es como la otra tortuga, que huye cuando su dueña se acerca, no, ésta se queda quietecita y la observa embelesada intentando profesarle todo su amor en el lenguaje de las burbujas.
También hay dias en los que la tortuga se sube a su montaña sólo para tener una mejor vista de su amada, hallándola absorta en el estudio y los diversos quehaceres que hay en el hogar, y cuando de improviso llega a echar un vistazo hacia donde se encuentra, ella rapidamente vuelve apenada al agua, sintiendo una ansiedad en su caparazón.
La tortuga sueña con algún dia poder tomar el sol en el hombro de su amor, y tal vez, sólo tal vez, poder hacer yoga juntos.
Y entonces la veo pasar a mi lado, la chica que salió en la noticia del periodico El norte, "Estudiantes del tec regresan a clases" ahí sale ella con la pose adecuada, el gesto adecuado, el cabello perfecto, hablando por celular mientras camina, y ese cabello perfecto que el viento ondea perfectamente.
Esa chica es una chica tec, es el epítome de la chica tec, con la cintura perfecta y caderas perfectas, la cara perfecta y el caminar perfecto. Vi los fotógrafos ayer y esta mañana, y dónde más iban a estar sino es que en la cafetería el borrego, el lugar donde las epitomescas chicas y chicos tec se reúnen.
A veces y sólamente a veces siento como si no perteneciera a esta escuela, creo que es porque no tengo unos lentes gigantes, ni cargo una bolsa gigante, ni uso unos tacones gigantes para venir aquí. Sólo vengo aquí con mi mochila rota, con mis blusas viejas y mis pantalones aún más viejos, con mis sandalias de hace 5 años, con mi cabello solamente cepillado después de bañarme, suelto y sin nada más. No soy una chica tec, no sé si realmente quiera serlo, esa clase de perfección a veces tiene un costo muy alto.
Es mi equilibrio tan fragil?
Jugar... no, no quiero jugar, leer, tampoco, escribir, sí, eso, pero qué escribir? es frustrante cuando las ganas te llegan pero las palabras se quedan en un rincón oscuro de tu cerebro. En estos momentos La locomotora tiene un extraño beat que hace que mi cadena de pensamientos se vuelva loca. Quiero escribir y las palabras no fluyen, precisamente estaba pensando en El libro vacío, precisamente. Sin palabras pero queriendo contar algo, queriendo sacar algo, sufriendo por el empacho de palabras que no les llego a encontrar forma. Decir algo, decir nada, paja. Qué me pasa? quiero escribir, por escribir? por escribir quiero.
Me siento tan llena por dentro, casi para desbordarme pero algo no me deja. Quiero explotar y destruir todo a mi paso, dónde está el encendedor?
De nuevo, tratando de que mi cuarto tenga algún mínimo orden me encuentro con una libreta que tuve en mi primer año de carrera. Creo que era mucho más ordenada antes o al menos tenía mejor letra. Bueno el caso es que me encontré con algo que escribí durante la clase de textos clásicos. Me supongo que estaba muy desesperada por salir o alguna razón parecida porque no recordaba escribir así de amm ehh peculiar. Y bueno sí, aun no le he avanzado a eso que dije en el post anterior, lo del caldero. Tal vez pronto.
En el atardecer de la ciudad la mujer se halló con el impulso divino de escribir, y entonces se dijo escribe. Sabrá qué musa la inspiró, pero continuó usando la tinta sólo por el placer que le daba el dibujar esas líneas que le remitían significados, mundos, sentimientos.
Ella autora entraba en su texto y se volvía narrador personaje dentro de su mundo. Las palabras, las historias se volvían suyas, las poseía. Diosa omnisciente de sus cuentos.
Vaya atardecer bendito que la vio florecer. Alucinada, audaz; los ojos vivos, maniática, mujer plena y evasiva, delirante, artística, frenética y desenfrenada.
Somos el aliento de Dios, somos polvo de estrellas.
Brilla y vive y es nirvánica. Y se deja llevar y es catártica.
Es hindú y son los vedas y yo estoy loca oyendo los ecos de otras locas.
Muero fénix y renazco otra vez sólo para querer morir de nuevo por la clase que llega a mis oídos.
Fluye y es reina del fuego abundancia, rey del fuego monje creador.
Y tantan. Disculpen las unwords como catársica, estoy casi segura que esa palabra no debe existir. Y por ultimo Ya se que suena bien pacheco pero les juro que nunca he fumado mota!!