Mood:  a-ok

 Recomiendo que lean la historia mientras escuchan la composición mencionada arriba.

Vivir en el estómago del lobo no estaba tan mal, extrañamente la boca del animal funcionaba a modo de agujero de gusano, terminando en unas entrañas amplias e iluminadas. Era un valle rodeado de montañas rosas donde al fondo se podía ver todo un rebaño de ovejas blancas y negras junto a 3 cerditos ataviados de manera extravagante.

Conforme los días pasaban el espacio se iba llenando con objetos cada vez más extraños: una pequeña maquina de coser, la pierna de una muñeca, una mecedora rota, la cabeza de un payaso de juguete, un anillo con una piedra roja, un piano de miniatura; todos ellos aparecían con la sensación de que siempre hubieran estado en ese lugar, sólo invisibles al ojo distraido.

Para ese entonces otros animales habían llegado: patos, conejos, incluso una que otra ardilla sin rumbo; y con ellos los árboles. Días antes todo era una especie de planicie con algunas lomas pequeñas que hacían del paisaje una marea verde, cubierta por completo de pasto. Después de la aparición de los animales, los retoños salieron de la tierra: abetos, pinos, oyameles, cedros y más coníferas, creciendo a una velocidad tal, que un bosque entero había aparecido en días.

En las exploraciones hechas al recién nacido bosque apareció un viejo capuchón, tenía una sensación familiar. Lleno de polvo y con aspecto viejo, segúramente había estado a la intemperie por años; pero todavía conservaba la tibiez del forro y el terciopelo color vino no había perdido su suavidad. Ahora el aire del bosque comenzaba a enfriar y en el campo abierto no existía nada con qué cubrirse así que la prenda se volvió a usar.

 Una tarde después de la llegada del bosque apareció un camino formado de piedras azuladas el cual era franqueado por flores silvestres de color oro. Al final del sendero, que terminaba en lo más profundo del bosque, se encontraba una pequeña casa de madera con ventanas que parecían azucar cristalizado y en el portón capullos a punto de abrir. La puerta, llena de intrincados diseños, se encontraba entre abierta, dentro, la sala y la cocina estaban separadas por una celosía que era adornada por multiples relojes de arena, pequeñas figuras de porcelana y vasijas de vidrio soplado.

Al salir de la sala se llega a una pequeña terraza con varandal, la casa estaba al principio de un despeñadero cubierto por vegetación y mar. En la esquina de la terraza sobresalía una escalera muy empinada que parecía venir desde el fondo del barranco y conducía a una casita del arbol justo debajo de las bases de la construcción. 

El viento arreciado por el desfiladero me alborotaba el cabello y las ropas. Iba bajando y una sensación extraña caía sobre mí, no era yo la que bajaba, por un momento fui otra, sentí una mirada sobre mi espalda.

Bajé la escalera.

Entré a la casa del árbol y todo estaba en penumbras, distinguí el contorno de una cama y a alguien en ella, hizo el ademán de que me acercara,

obedecí.

Después de todo, vivir en el estómago del lobo no estaba tan mal.

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Ya estáa, después de ignorarla por más de 1 año jaja por el largo de la historia creo que eso me convierte en la reina de la desidia, aunque aun después de todo este tiempo sigo sin estar segura de cómo debí haberlo contado, no sé si tiene mucho detalle, poco detalle, aburrido o interesante o simplemente absurdo. Supongo que intenté hacerlo un poco como sueño y un poco como cuento de hadas, creo que necesito opiniones.

PD Créanlo o no, esta cosa es un poco autobiográfica, están algunas cosas que me gustaban mucho cuando era niña, y un episodio en cuernavaca que ya no estoy segura si lo viví o fue un sueño.

Mood:  chillin'

Nunca lo había dicho pero felizmente estoy trabajando en la Biblioteca del Tec, y digo felizmente porque tiene muchas ventajas, condonación de beca, no pago comidas, entre otras cosas. Claro que eso de la condonación llega cuando obtenga la planta, por ahora simplemente soy una temporal con varias deudas. Estoy a prueba, y bueno, eso, que quedarse sin trabajo de repente no suena bien.

Otra de las cosas porque creo debo estar feliz con mi trabajo es poder participar en la feria del libro, que bueno, ya no seré una lectora tan avida pero, en estos eventos siempre me ha encantado participar (mi to te ra)  y en eso estoy, no es una participación muy grande, es obvio, pero un extraño sentimiento entre el orgullo el no se qué y el logro me aparece cuando veo mi nombre en la página de la Feria y en el Programa Cultural. Como dije, no es gran cosa, sólo ayudo un poco en Sala de Prensa: darle los gaffetes (?) a los reporteros, ver que se registren, mantener el orden en la sala, contestar 20 y tantas veces que aquí no es donde se venden los ferialindros ni las camisetas, pero qué más da, estoy contenta con mi parte, van dos días y me he encontrado con mucha gente, desde amigos que no veía hace meses hasta compañeras que no recordaba haber visto desde secundaria, es como un feliz recuento de presencias, además que puedo entrar a los eventos ya que la carga no es tan pesada, concretamente fui a otro de los talleres Creación Literaria de Felipe Montes, extrañamente no estuve bloqueada, me vino un como valemadrismo y empece a escribir, idioteces debieron ser, pero alguna que otra frase inspirada debió haber aparecido.

Mood:  a-ok

Ya pasan meses que no escribo, no estoy segura de porqué he vuelto aquí, sí, muchas cosas han cambiado, y no, no tengo ni ganas ni necesidad de decirlas, tal vez sólo de hablar un poco.

Hace algo más de un mes llevo una vida considerablemente estable, lo que se puede decir independiente. Con muchas deudas jeje pero ay la llevamos. Hace más de medio año que no he escrito nada, de nada, en parte lo lamento, porque para escribir necesito, de menos, ganas de escribir, y no se habían presentado por, espero, mera inestabilidad. Mal o bien, la escritura ya no ha ocupado gran parte de mi pensamiento (a decir verdad pocas veces lo ocupó) porque siempre he tenido la necesidad de estar en condiciones excelentes o deplorables para agarrar la inspiración, que sea bueno o sea malo eso, igual no tengo idea, pero así es.

Creo que lo que quiero decir es que, estoy bien y quiero escribir.

(No ando en mi pc así que mis tesoritos no los tengo a la mano, tuve que andar buscando por ahí para encontrar algo que no tiene mucho, más bien nada, que ver, y tal vez este traicionando un poco la idea de lo que había estado haciendo pero es lindo, so, lo pongo)

Mood:  on fire

Primer día en mucho tiempo que despierto descansada, debe ser una señal.

Aquí estoy, minutos antes de detonar la bomba. Es curioso, no estoy calmada pero tampoco muy nerviosa, debería estarlo no? En unos segundos toda mi vida va a cambiar, esta será una de las decisiones que para bien o para mal afectaran el resto de mi vida. Y ya quiero tomarla.

Así que ten cojones y dile a tu mamá que ya es suficiente, que te quieres ir, estar en un pequeño cuarto, con todas tus cosas amontonadas, sin saber a ciencia cierta si tendrás para comer, para salir, para vivir, pero eso será enteramente tu culpa, y sólamente tu culpa. Dile que ya fue suficiente de hacerle de niña de familia, que es cómodo pero que ya estás cansada de eso, que quieres vivir tu vida, sí, TÚ vida, esa que has estado esperando, postergando, haciendo a un lado. Dile que te sientes recien despertar, como si hubieras estado dormitando todo este tiempo y que quieres sentir, que ya te cansó el letargo en el que estás, que quieres amar la vida y todas sus caras, todas; con intensidad, con euforia, con entrega total. Dile que esto no podía seguir así, que lo sientes por no saber decirlo con mejores palabras o mínimo unas que lastimen menos, pero que debe saber que aun así, con todas las peleas, las heridas, los alejamientos, la amas con todo tu corazón y que sabes que hizo lo que creyó correcto y que aún lo hace pero simplemente ese no es tu camino ya. Dile que pelear por dinero y posesiones es de idiotas, y que te las ingeniaras para sobrevivir, de alguna forma, con suerte, como siempre te ha ocurrido, y con algo más. Dile que la perdonas, por las ausencias, dile que te perdone, por la indiferencia, el egoismo y los olvidos. Dile todo eso y reza porque olvide su rancia moral católica y sus necedades, por el bien de las dos.

Y ahora, el destino ha llamado a la puerta y tengo que abrir.

Mood:  not sure

Bueno esto es algo que escribí hace mucho y que la verdad ya no da al caso, pero sí.

Porque siempre pensamos que habría un mañana:

No llegamos a besarnos lo suficiente,

Nos debemos abrazos,

No nos tocamos lo que debíamos,

Nos cansamos de nosotros a ratos,

El orgullo nos ganaba,

Esperamos a entendernos con el tiempo,

Nos guardamos las caricias para después,

Algunos te amo los archivamos para mejores ocasiones,

Hicimos tantos planes,

Urdimos tantas promesas,

Imaginamos tantos escenarios,

Visitamos nuestro hogar.

¿Recordarás con nostalgia cual fue la última película a la que fuimos?

¿Recordarás como legendaria la última vez que hicimos el amor?

¿Recordarás nuestro último beso como el mejor?

Ese último beso que fue de despedida, sólo que no nos imaginábamos lo que llegaría a durar.

Y ahora, que tan ausente estás,

Te voy a extrañar.

Mood:  incredulous

Cierto es que siempre me he topado con verdades fundamentales dentro de los camiones de ruta:

-No fumar

-No distraiga al chofer

-HEB quiere que formes parte de su familia!

Pero una que vi recientemente llamó mi atención:

-No te enamores

Que puta verdad; porque el amor, pues, el amor está sobrevalorado. Sí, te puede hacer sentir en las nubes, sí, es el invento más sublime que el hombre puede tener, pero también puede hacer que te sientas como la persona más caca del universo. Te jode completamente, no funcionas, es peor que un cólico que te hace vomitar. Tanto el correspondido como el que no lo es. Y es que el amor tiene tantos juegos psicológicos que terminas marcado peor que un judío.

Entonces, ¿Por qué es que la gente no hace caso a tan apabullante verdad, cuanto más que está escrita en un camión?

En mi humilde opinión: Porque el amor siempre gana. El amor te inunda, te arrastra, no lo controlas, mientras más intentas safarte, más te atrapa. No hay quien le gane porque no hay cosa más fuerte que él. Asi que tú, simple humano, no puedes hacer nada por salvarte, no lo puedes ignorar, al menos no por mucho tiempo. Créeme, no se irá cuando tú quieras, se irá cuando se le de su chingada gana. Entonces, inútil es defenderse, inútil intentar esquivarlo e inútil es tratar de expulsarlo; disfrútalo mientras sea bueno y cuando la fortuna cambie, prepárate para lo peor.

 Jaime Sabines

Mood:  cool

Sentir que no había otra opción al llegar a mi parada mas que salir del camión y empaparme, era para mí razón suficiente como para sentirme fastidiada y a la vez expectante.  A veces siento que dejo a propósito el paragüas en la casa, sólamente para no tener otro remedio más que mojarme en la posible lluvia.

Estar toda la gente aquí, en este camión, sofocándose por no poder abrir una ventanilla y yo en mi asiento, también medio sofocada y escribiendo, me sentía medio alienada.

Esos ojos que no quiero describir porque sólo se me ocurren las palabras vicio y depravado y claramente son mucho más.

Las calles de La estanzuela inundadas, un río cafe llevándose piedras que debían pertenecer al pavimento, los baches formando lagunas en medio del río.

Los truenos, sonando como hace mucho no los escuchaba.

La plática ruidosa de las paqueteritas, hablando de no sé qué, qué importa.

Los grafittis multicolor, el grafitti sobre el grafitti, el grafitti sobre el PRD.

Los perros empapados y cojeando.

El elotero con su sombrilla de playa, ELOTES ELOTES!

El chofer sosteniendo su cigarro en la caja de las monedas, esa justo debajo del letrero de No fumar.

De vuelta al río y a los pozos de la calle.

Ya casi acaba el recorrido, menos lluvia menos gente.

Comparten los asientos el hombre y la mujer, la mujer y el hombre se bajan en el mismo lugar, ella por delante y él por detrás.

Que lástima, casi no me mojé.

Mood:  hungry

Pues la catástrofe hoy en la mañana, bueno, no he querido hacer ver tan evidente la escasez de alimentos en el refri, siempre que lo veo prefiero imaginarme que pronto habrá algo de jamón o queso o tortillas. Pero bueno, hoy en la mañana empiezo con mi rutina no? Me levanto, bajo a la cocina me dirijo a tomar un poco de leche de desayuno, si ya sé que no es un desayuno ni balanceado ni mucho menos completo, pero bueno de algo sirve para engañar el estómago, y ahora que abrí el refri pues nada! Ni leche ni madres, ni siquiera jugo, que es mi siguiente opción. Nomas había un montoncito de cocas, y pues ya sé que algunos igual desayunan con eso, y discúlpenme por hacerme la quisquillosa pero a mí no me parece que lo primero que le llegue a mi estómago sea un líquido capaz de quitarle el sarro a las cosas. Ante mis evidentes gesticulaciones sale Joaquin del estudio preguntándome qué pasaba, le digo que no hay leche ni jugo y me dice que mejor no reclame si yo no soy la que lo compra, y ok, olvidemos la parte en la que al menos mi progenitora me tiene que alimentar, si es así entonces que me den el dinero de la pensión de mi papá, si es que no se ocupa en los alimentos faltantes.

Y tan curioso, precisamente en la noche soñé que abría el refri y estaba lleno de alimentos, asi cosas bonitas como jamón y queso y tortillas y pan y leche y comidass. Me lleva la chingada! ya ni leche puedo tomar en esta casa porque me la cobran.

Mood:  a-ok

Ahora no cabe duda, la tortuga se ha enamorado de su dueña. Se le nota en la forma en que la mira, esos pequeños círculos negros que brillan cuando ella se mueve mientras dormita (su tortuguera está instalada justo enfrente de la cama, a un lado de la ventana); también cuando ella se acerca y la tortuga se aproxima al vidrio para poder verla mejor, se inquieta, mueve sus patas, todo en un desesperado intento por cruzar esa barrera que los separa, sólo se llega a tranquilizar cuando ella se agacha y se pone a su nivel; la tortuga contempla sus bellos ojos cafes y se siente perdida, la adora por completo, le daría su mejor pedazo de lechuga si pudiera. Ella no es como la otra tortuga, que huye cuando su dueña se acerca, no, ésta se queda quietecita y la observa embelesada intentando profesarle todo su amor en el lenguaje de las burbujas.

También hay dias en los que la tortuga se sube a su montaña sólo para tener una mejor vista de su amada, hallándola absorta en el estudio y los diversos quehaceres que hay en el hogar, y cuando de improviso llega a echar un vistazo hacia donde se encuentra, ella rapidamente vuelve apenada al agua, sintiendo una ansiedad en su caparazón.  

La tortuga sueña con algún dia poder tomar el sol en el hombro de su amor, y tal vez, sólo tal vez, poder hacer yoga juntos.