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Godofredo es un artista mañoso que se gana la vida construyendo mosaicos. En una ocasión recibió un encargo de la Asociación de Amigos del Rectángulo, cuyo presidente, don Angulo Rectillo, le explicó: "Necesitamos un gran mosaico para nuestro salón de actos. Tiene que estar construido por estas piezas cuadradas de diamante, todas del mismo tamaño, que guardamos en este baúl, sin que sobre ninguna porque nos han costado muy caras. Además, el mosaico ha de tener una forma perfectamente rectangular y no deberá haber ningún hueco en su interior, tal como exigen las normas de la institución". Godofredo comenzó inmediatamente a realizar el mosaico. Primeramente decidió hacerlo con 20 filas de facetas, pero una vez terminado observó que faltaba una para completar el rectángulo. Probó de nuevo organizándolo en 19 filas de facetas. De nuevo necesitaba una faceta más para completar el rectángulo. Siguió ensayando con 18 filas, 17, 16... E incluso llegó a disponer el mosaico en 2 filas. Pero la historia terminaba siempre igual: faltando una pieza para completar la obra. Por fin realizó el mosaico alineando todas las facetas en una sola fila. Era un mosaico raro pero estaba terminado.

Averigüe el lector cuántas piezas contenía el baúl.


Solución: Si hubiera dispuesto de una pieza más, entonces podría haberlo construido de 1 fila, pero también de 2, 3, 4... y hasta de 20. Como cada fila tiene un número entero de facetas, entonces el número total de piezas sería múltiplo de 2, 3, 4... y de 20. Un número que satisfaga esta condición será múltiplo común de todos ellos. El mínimo número factible será el mínimo común múltiplo. Para que siempre falte una pieza restamos 1 de este número. Había  232792559 facetas en el baúl.
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