En la oficina de Verónica están: Verónica, Belot, Francisco, Juan y Demetrio. Verónica pregunta qué hacen Juan y Demetrio allí. Juan responde que Demetrio quiso seguirla. Demetrio agrega que sí pero que por lo visto llegaron en mal momento y pregunta si interrumpieron algo. Francisco sale de la oficina ante la situación. Belot le recuerda que ese es su negocio y Verónica es su socia por lo que no tiene que darle ninguna explicación. Verónica lo afirma y le dice que no tiene nada que reclamar. Demetrio le recuerda que ella es su esposa. Juan añade que Demetrio quería aclarar algo. Demetrio le pide que le dé una explicación, que le diga que no es cierto. Verónica señala que no tiene que darle explicaciones de nada y que por favor se vaya. Juan trata de interferir y Verónica le dice que no se meta ya que ese es algo entre Demetrio y ella. Juan sale pero le dice a Demetrio que lo espera afuera. Demetrio le dice que no él no se irá a ninguna parte; le pide que por favor le dé la oportunidad de formar una familia. Verónica calla y Demetrio le pregunta: “¿o sea que es cierto; el hijo es de Juan?, ¿o sea que la digna de Verónica va a tener un hijo fuera de matrimonio?” Verónica le aclara que ella tendrá un hijo y ese hijo es de ella y de nadie más. Belot le dice a Demetrio que ya está bueno; Demetrio está por irse pero le dice a Belot que no olvide que ella sigue siendo su esposa. Belot le contesta que no fue él el primero en olvidarlo. Demetrio se regresa y está a punto de pegarle a Belot. Verónica los detiene. Verónica le dice a Demetrio que si él la hubiese tratado como una esposa, nada de esto estuviera pasando pero desgraciadamente no fue así por lo que le haga el favor de irse. Demetrio sale.
Cuando Demetrio sale, Juan lo está esperando en la calle. Empiezan a pelear, pero ambos se detienen por cuenta propia y hasta se ríen de sí mismos. Deciden ir a tomar unos tragos para conversar. Están en un bar y Juan insiste en que ese hijo es de él y que Demetrio se debe alejar. Demetrio está seguro que el hijo que Verónica espera es de él y él jamás volverá a dudar de Verónica. Demetrio está seguro porque él sabe que Verónica jamás tendrá relaciones con un hombre al que ella no ama. Juan está pasado de tragos y Demetrio se cansa de esa conversación, por lo que Demetrio se va.
Belot recibe una llamada telefónica de uno de sus trabajadores de Pueblo Alegre en la que le informan que un temporal se acerca y que necesitarán ayuda. Jacinto también está con el trabajador de Belot y le pide que por favor le avise a Demetrio, porque las líneas telefónicas están mal y no se han podido comunicar con Demetrio. Belot les dice que él saldrá de inmediato para allá y llevará medicinas, ropa y alimentos.
Verónica e Irma preparan todo lo que llevarán para la gente de Pueblo Alegre. Verónica pasa por la oficina de Teodoro para decirle que se irá a Pueblo Alegre. A Teodoro no le agrada la idea por el estado en que ella se encuentra, pero no logran convencerla para que no vaya a Pueblo Alegre. Teodoro le pregunta a Verónica por qué si el hijo que espera es de Demetrio, le da falsas esperanzas a Juan. Ella le responde que está confundida; que quiere mucho a Juan pero sabe que no pasará de ahí; que lo hace por todo el daño que Demetrio le hizo a ella y por lo que ella tuvo que pasar. Verónica reclama el hecho que pareciera que a todo el mundo se le olvidó eso y resulta que ahora la víctima es Demetrio y todos lo quieren a él y ella es la mala. Según ella eso no está bien y él tiene que pagar lo que hizo. Teodoro reconoce que ella tiene la razón pero en el fondo no está bien la venganza y no se vale que Demetrio dude que él sea el padre. Verónica acepta que la venganza no es buena pero no lo puede evitar y se justifica al decir que Demetrio no puede saber que es su hijo porque ella nunca se lo ha dicho. Teodoro le dice que ella tampoco le ha dicho que no es de Juan. Verónica señala que su hijo no tiene padre. Teodoro le contesta que es una necia. Ella comenta que ni loca volverá con Demetrio.
Francisco y Demetrio están desayunando en el hotel cuando llega Belot. Demetrio se disgusta al verlo, pero Belot le dice que se tranquilice porque vino por otro asunto. Belot le informa sobre la llamada que recibió de Pueblo Alegre diciendo del mal tiempo que se les avecinda y que Jacinto le pidió que le informara a Demetrio porque tenían problemas con las comunicaciones. Belot les dice que él está preparando todo para regresarse a Pueblo Alegre. Francisco y Demetrio harán lo mismo, por lo que se levantan de la mesa y dejan a Belot con la cuenta del desayuno.
Francisco y Demetrio también se preparan para ir a Pueblo Alegre. Demetrio informa en la recepción del hotel que él se irá por unos días pero pide que le dejen la cuenta abierta porque dejará unas cosas en la habitación.
Cuando Demetrio y Francisco van saliendo del hotel, se encuentran con Virginia en el lobby. Francisco comienza a alterarse con Virginia y la llama atrevida. Demetrio se interpone y trata de calmar a Francisco y éste lo empuja y le pregunta si acaso no recuerda quién es ella y que causó la muerte de su hermano. Demetrio le dice que claro que sí pero no es el momento ni el lugar y ellos tienen otras cosas que hacer. Francisco se va al igual que Demetrio, pero antes Demetrio le dice a Virginia que: él sabe a qué vino ella; él la conoce; ya le advirtió que no se metiera con él; él no sabe cuándo ni cómo pero algún día ella se lo va a pagar.
Virginia llega alteradísima al apartamento de Santiago y le cuenta el encuentro que tuvo con Francisco. Virginia culpa a Verónica de todo por lo que deben encontrar una forma de acabar con ella o por lo menos con el hijo que espera.
Francisco y Demetrio están en el carro y Francisco llama a Irma para que vaya a Pueblo Alegre con él para ayudarlo. Ella le contesta que ella va a Pueblo Alegre pero no con él; además, el doctor es él. Francisco se disgusta y le advierte que si algo le sucede a él, le quedará en su conciencia.