El Padre Williams lleva a un lado a Jacinto y lo cuestiona sobre cómo llegó a la conclusión de que Demetrio y Francisco están muertos. Jacinto le explica que la lluvia arrasó con todos los caminos y no queda nada. Verónica va donde ellos y le pide a Jacinto que le diga la verdad. Jacinto les informa que encontraron el jeep donde posiblemente viajaban Demetrio y Francisco y creen que iban allí porque aparecieron las maletas de Demetrio, la cuales él conoce muy bien. Belot trata de animarla al decirle que eso no significa nada ya que todavía no han encontrado los cuerpos y pueden estar vivos. También le dice a Verónica que tan sólo tiene que pedírselo, él irá inmediatamente en busca de Demetrio. Ella le dice que no. Jacinto y los demás quieren seguir buscando a Demetrio y Francisco pero el Padre les dice que no porque no quiere más muertos.
Miranda en casa de los Fernández-Negrete habla con Teodoro, Sarah, Leti y José. Antes que nada, Sarah le pide disculpas a Miranda por no haber cuidado como debe ser a Verónica. Ella le responde que hizo un buen trabajo ya que es una mujer fuerte y noble lo que significa que la educaron muy bien. Miranda está preocupada porque Verónica se ha ido y no sabe a dónde. Teodoro le indica que sólo se fue un tiempo para ayudar a los damnificados del ciclón que está pasando por Pueblo Alegre y no tiene por qué preocuparse porque la avioneta ya hasta regresó bien a México; además tiene entendido que la hacienda está en lo alto por lo que no se debe inundar. Ella quiere ir ahora que más la puede necesitar ya que está embarazada. Sarah le dice que sería un buen momento. Teodoro le facilitará su avioneta para que viaje en la mañana a Pueblo Alegre.
Verónica sale cargando un bebé en brazos cuyos padres están muy graves. Le pide a Diosito que salve a los padres de esa criatura a la que todavía le falta mucho camino que recorrer. Verónica dice llorando: “Diosito por favor no seas injusto, no dejes que se mueran los papás de esta niña. ¿Demetrio, dónde estás? Te necesito mucho. No sé en qué momento dejamos que nuestra relación llegara a tanto y a tan feos extremos. Haría lo que fuera porque que estuvieras conmigo. Diosito, yo te juro que si dejas que los papás de esta niña vivan, voy a dejar a un lado todo mis odios, todo el rencor que le tengo a Demetrio. Yo lo amo con toda mi alma, lo amo con todo mi corazón. No sé por qué mi cabeza siempre me dice que no, pues no puedo con todo lo que he hecho. Y tú, Demetrio, donde quiera que estés: perdóname, perdóname, ahora me doy cuenta que te necesito, que te necesitamos, nuestro hijo no puede crecer sin un padre, perdóname donde quiera que estés, perdóname.”
Verónica trata de consolar a Irma que no puede creer que le haya afectado tanto la noticia de Francisco ya que creía que ya no lo quería. Irma se siente culpable de todo ya que por ella haberse ido a México, Francisco tuvo que ir detrás de ella y no estaba allí cuidando a los enfermos y tuvo el accidente. Verónica le recuerda que si no hubiese sido por los maltratos de Francisco, Irma nunca hubiese tenido que irse. Verónica trata de consolarla, recodándole que todavía tienen una esperanza. Irma le pregunta que si en caso de Demetrio estar vivo, si seguiría decidida en no volver con él. Verónica le responde que lo ama con todo el alma, que Dios sabe cuánto lo quiere y que si Dios les hace el milagro, por supuesto que vuelve con él, que él es el padre de su hijo.
En la mañana siguiente, Jacinto, Belot y los trabajadores salen a caballo y en el Jeep en busca de Demetrio y Francisco. Belot le dice a Jacinto que sea positivo y que aparecerán. Más tarde todavía no los han encontrado; Jacinto hasta revisó entre los cadáveres pero no los encontró. Belot le dice que eso es bueno.
Demetrio está siendo arroyado por la corriente del río pero logra sostenerse de una rama y salir del río muy cansado. Más tarde cuando despierta, se levanta para buscar a Francisco. A Demetrio sangra en la cara. Demetrio encuentra a Francisco recostado de unas rocas. A Francisco le está sangrando su pierna derecha y le pide a Demetrio que le haga un torniquete y busque ayuda. Demetrio le dice que él ya ha estado por esa área con Yadira y él no sabe cómo salir de allí y no lo dejará solo. Demetrio lo lleva a un refugio que conoció con Yadira; es el lugar en la sierra donde él quería llevarse a Verónica para que no escapara. Llegan allí y Francisco se recuesta sobre un tapete. Por suerte, hay agua, lámparas, sábanas, etc. las cuales Yadira llevó allí para cuando él fuera con Verónica. Demetrio dice que eso pareciera una burla del destino y teme morir allí ya que nadie los encontrará. Francisco tiene una fiebre muy alta e insiste en que Demetrio busque ayuda. Demetrio le dice que como no hay mucha agua; irá a buscar más y marcará el camino. Cuando Demetrio regresa, Francisco se está debilitando y sigue con fiebre.
Mientras Juan se está bañando, Virginia entra a su cuarto y se mete en la cama. Cuando Teodoro entra a la habitación para hablar con Juan, Virginia sale de entre las sábanas para que Teodoro la vea. Teodoro se disgusta y le dice a Juan que lo esperará en la Biblioteca. Más tarde discute con Juan y Juan no puede creer que ellos estén peleando porque Teodoro ha creído en Virginia. Juan lo pone al tanto sobre su relación con Virginia; le dice que sólo ha estado con ella una vez y fue antes del matrimonio y que ella se la pasa metiéndose en su cuarto y él sacándola tantas veces ella se meta. Juan no le había dicho eso antes porque es muy feo y de ahora en adelante tendrá que trancar su puerta.
Como hay muchos heridos que no han podido llegar a la iglesia, Verónica le pide un camión pequeño (ya que no hay carro) al Profesor Aguirre para rescatarlos. El profesor le dice que lamentablemente no la puede acompañar por su condición, ya que lo que haría es estorbar. Verónica va con la empleada de Irma y ésta le sugiere que se lleven a Yadira que conoce bien los caminos. Yadira acepta de inmediato. El Padre Williams también pide a uno de los hombres que están en la iglesia que las acompañen. En uno de los pueblos que llegan, Verónica se encuentra con Gildarda. Gildarda le informa que todos los de su familia están bien, pero que el papá de la Mosita se murió. Yadira le pide a la empleada de Irma que le diga a Verónica de un lugar cerca del río donde podrían haber más personas; Yadira no le quiere decir directamente a Verónica por temor a que no le crea. La sirvienta de Irma la convence para que hable con Verónica ya que ella misma quería que Yadira viniera. Cuando Yadira le hace el comentario a Verónica, Verónica le hace caso de inmediato. Cuando caminan a orillas del río, Yadira ve unas manchas de sangre sobre unas rocas. Verónica dice que está segura que ellos están cerca y que lo más seguro es que esa sangre sea de Demetrio. Yadira le dice que ella sabe de un refugio cerca en el que ella ha estado con Demetrio y de seguro él fue para allá. Verónica le dice a la sirvienta de Irma que se hagan cargo de los heridos mientras ella va con Yadira. Yadira le dice que para llegar al refugio, pueden irse en el camión y después caminar lo que les reste.
Miranda llega a la hacienda. Al preguntar por Verónica, le informan que todos están en la iglesia ayudando. Después pregunta por Demetrio y le comunican que él nunca llegó. Miranda y su secretaria irán a la parroquia para ayudar.
En el periódico sale en primer plana: “Teodoro Fernández-Negrete es otro lavador de dinero.” Virginia está muy satisfecha.