Miranda no puede dormir y se pone a rezar.
Demetrio sigue conversando con el Profesor sobre lo bien que se siente por haberle salvado la vida a la yegua y a su potrerito. El Profesor dice que en esas situaciones siempre aprende algo nuevo y esta vez se dio cuenta del valor que tiene Demetrio. Ambos están muy cansados; Demetrio se va a dormir y el Profesor también se va a su casa para descansar.
Carmelita (la que le alquila un cuarto a Santiago) se ha quedado despierta cosiendo. Antes de irse a dormir, va de metiche al cuarto de Santiago y se da cuenta que se ha ido. De inmediato le avisa al Padre Williams en la parroquia. Tanto el Padre Williams como Miranda salen corriendo a la hacienda para ver cómo está Verónica. El Padre le ordena a Cuco, el sacristán, que se quede en la parroquia por si algo sucede.
Cuando el Padre y Miranda llegan a la hacienda, despiertan a Demetrio para preguntarle cómo está Verónica. Demetrio responde que supone que bien. Ellos le manifiestan a Demetrio el porqué de su preocupación y Demetrio les informa que Verónica no está en la hacienda. Todos quedan muy preocupados. Demetrio le pregunta que por qué hasta ahora le avisan. El Padre Williams reconoce que fue culpa de él porque no le prestó mucha atención. Demetrio le pide a Jacinto que busque a los peones; Demetrio se cambia de ropa y van todos a casa de Belot.
Nicole se despierta en la noche y ve la sombra de una persona caminando afuera de la casa con una linterna. Santiago entra a la casa por una ventana y caminando dentro de la casa se tropieza con una lámpara. Nicole escucha el ruido que Santiago hace.
Mientras tanto, Verónica duerme profundamente y sueña “recordando” cuando ella estaba en el despacho de Demetrio en la hacienda pidiéndole perdón a Demetrio por la confusión con Miranda y Demetrio la besó para recordarle que sigue casada con él y no se puede comprometer con otro.
En vista de que Nicole escucha todos esos ruidos, despierta a Verónica para informarle pero ésta no le cree y le pide que se duerma. Nicole sigue sospechando que alguien ha entrado en la casa y vuelve a despertar a Verónica. Esta vez, Verónica ve por la hendidura debajo de la puerta del cuarto, reflejos de la linterna de Santiago. Verónica le pregunta a Nicole que si no será uno de los peones. Nicole le dice que no. Verónica le pregunta que si sabe dónde Belot guarda las armas. Nicole no sabe. Verónica sale de la habitación y revisa unos armarios buscando armas y encuentra una caja con pistolas. Verónica escucha un ruido y se regresa de inmediato a su habitación con las armas. Verónica las carga y le da una a Nicole. También le pide a Nicole que haga silencio. Santiago entra al cuarto de ellas (aparentemente la puerta no se podía cerrar con seguro), ellas se esconden detrás de la puerta. Santiago está apuntando con un arma. Verónica sorprende a Santiago por detrás con la pistola; Santiago levanta las manos; Nicole también lo está apuntando de lado; Verónica le ordena a Santiago que baje el arma y se arrodille. A petición de Verónica, Nicole va en busca de peones para que las ayuden a amarrarlo. Santiago, muy asustado, le pide a Verónica que no lo mate porque “él sabe que ella no es así”. Entre la rogadera hasta menciona su nombre y dice que a él le ordenaron matarla. Verónica le dice que ella no lo va a matar porque ella no es así; además prefiere entregarlo para que sufra más porque matarlo sería muy sencillo. Cuando Verónica le intenta quitar la mascarilla que Santiago trae puesta, Santiago se levanta contra Verónica; la empuja hacia el piso y él queda encima de ella forcejeando el arma. El arma se dispara; ninguno de los dos sale herido. Santiago se levanta y corre hacia la ventana. Verónica le vuelve a disparar y le da un tiro en el muslo izquierdo.
Cuando Nicole regresa con los peones ya es muy tarde. Nicole le pide a los peones que le avisen a Demetrio en la hacienda. Los peones se dividen para ir a la hacienda y para buscar a Santiago. Santiago se esconde en un cuarto de la casa de Belot para hacerse un torniquete en la pierna y posteriormente sale de ahí.
Verónica tiene un dolor en el estómago ya que Santiago se le vino encima. Nicole le dice que se recueste en el sofá y le busca unas sábanas. Verónica está preocupada de que le haya pasado algo a su bebé. Ambas conversan muy amigablemente y Nicole le agradece haberla ayudado. Verónica le dice que ella no lo hubiese podido hacer sola. Nicole reconoce lo valiente que es Verónica y se da cuenta por qué tiene tan enamorado a Demetrio y a su tío.
Llegando a la casa de Belot, en el camino, Demetrio y compañía se encuentran con los peones de Belot que se dirigían a la hacienda. Ellos le informan lo acontecido: un hombre se metió en la casa, hubo disparos. Demetrio se preocupa pero ellos le aseguran que Verónica está bien. Demetrio y Jacinto se adelantan a casa de Belot, pidiéndoles prestado a los peones unos caballos mientras que el Padre y Miranda siguen en el jeep. Jacinto y Demetrio llegan al cuarto donde se escondió Santiago y notan la sangre fresca y la linterna encendida.
Verónica y Nicole escuchan un ruido, por lo que apagan las velas y toman nuevamente las armas. Verónica le dice a Nicole que le dispare a cualquier movimiento.
El Padre y Miranda llegan en el jeep y Miranda se baja corriendo. Cuando Miranda entra, Verónica sin verla dispara. El Padre entra después y ve a Miranda tirada en el piso. Demetrio y Jacinto escuchan el disparo y salen corriendo. El Padre pregunta quién disparó; Demetrio entra en ese momento y Verónica responde que fue ella.
Jacinto va en busca de Francisco.
Demetrio empieza a revisar a Miranda y le pide a Nicole un botiquín de primeros auxilios. El disparo que recibió Miranda fue aproximadamente un poco más arriba del apéndice. Según Demetrio, no parece tan profunda la herida El Padre reprocha a Verónica por disparar sin fijarse y le comenta que Miranda vino para advertirle de Santiago. Demetrio le pregunta a Verónica que a quién le dijo ella que pasaría la noche en casa de Belot. Verónica le responde que sólo se lo comunicó a Yadira para que le informara a la gente de la hacienda. El Padre Williams le dice que ya eso no tiene caso.
Cuando llega Francisco con Irma, Francisco dice que no es tan profunda la herida pero sí rompió unas venas. Francisco le pide que lo dejen solo; todos salen excepto Irma que se queda para ayudarlo (además que Francisco está en muletas).
Los peones le informan a Demetrio que el hombre (ninguno sabe que es Demetrio) ha dejado sus huellas de sangre por todo el camino. Demetrio quiere ir tras él; Verónica no quiere porque teme que le pase algo; los peones también le dicen que se quede. Demetrio le dice a Verónica que si alguien trató de matarla, él no se puede quedar tranquilo con los brazos cruzados; además, él no va solo. Demetrio le da un beso de despedida.
Verónica queda muy preocupada. El Padre Williams la trata de tranquilizar diciéndole que Demetrio se sabe cuidar; además, lo están acompañando. Verónica comprende pero le dice al Padre que a raíz del accidente que tuvo Demetrio, se dio cuenta que no puede vivir sin él. El Padre Williams aconseja a Verónica para que vaya a descansar, especialmente porque ahora se tiene que cuidar. Verónica dice que ahora no puede dormir, especialmente porque tiene miedo de dormir sola.
Demetrio y los peones siguen las huellas de sangre.
Santiago se recuesta sobre una cruz afuera de la parroquia. Cuco le llama la atención por estar allí. Santiago le pide ayuda. Cuco le pregunta que si desea llamar al doctor. Santiago le dice que no y le pide que él lo ayude. Cuco prefiere ir por el Padre primero. Santiago también rehusa que vaya por el Padre y en su lugar le ofrece dinero.
Francisco e Irma siguen tratando a Miranda. No es aconsejable que lleven a Miranda a Guadalajara en estos momentos.
Nicole comienza a preguntar muchas cosas como: por qué hasta ahora es que Verónica conoce a su madre. Verónica no está de humor para explicarle esa parte de su vida. Nicole se siente culpable porque ella fue la que insistió en que pasaran la noche en casa de su tío. Verónica le dice que no se preocupe ya que de una manera u otra esto hubiese sucedido, quizás con la diferencia de que hubiese sido bajo otras circunstancias. Verónica sigue muy preocupada por su madre y por Demetrio. Nicole dice que ella también está preocupada por Demetrio. El Padre la regaña diciéndole que por supuesto a todos les preocupa Demetrio pero lo que deberían estar haciendo ellas dos ahora es rezar por ellos.
Nicole continúa con sus comentarios fuera de lugar. Ahora desearía que su tío estuviese allí, ya que por lo menos podría ayudar buscando a Santiago y quizás hasta nada hubiese sucedido. Verónica le dice que si Belot hubiese estado allí, todo hubiese sido diferente.
El Padre Williams le dice a Verónica que debe perdonar a su madre. Verónica le dice que ella no tiene nada que perdonarle. El Padre le cuenta de dónde nació la inquietud de Miranda: desde el aeropuerto vio a Virginia hablar con un hombre; el hombre se vino en el mismo avión que Miranda pero hasta allí no le pareció nada raro; lo que le llamó la atención fue que ese hombre también viniera por camión hasta Pueblo Alegre.
