Irma les avisa que Miranda está estable pero aun así habrá que esperar para ver cómo reacciona. Verónica quiere verla. Nicole se ha ido a descansar.
Cuco no acepta el dinero por miedo a que el Padre lo regañe posteriormente. La única alternativa que se le ocurre a Santiago es que le permita hacer una llamada telefónica. Cuco lo lleva a la sacristía; le sirve una copa de vino y Santiago le pide agua para lavarse la herida. Cuco se la busca “porque el agua no se le niega a nadie”, pero le advierte que no se robe nada. Santiago pregunta cuál es el pueblo más cercano y a qué hora pasa el camión. Cuco le indica que es San Pedrito el Alto (creo que ese es el nombre) y el camión pasa entre las 10:00am y 12:00pm. Santiago aprovecha que Cuco se ha ido para hablar en privado con Virginia; le pide que envíe un helicóptero de inmediato. A Virginia lo que le importa es “si se pudo o no se pudo”. Santiago le dice que no y que lo saque rápido de allí porque está herido y como lo agarren, dirá todo. Virginia lo toma en serio ahora. Santiago le pide que anote: que a cinco kilómetros antes de llegar a San Pedrito el Alto, el helicóptero lo recoja en la carretera Pueblo Alegre – San Pedrito el Alto. Santiago limpia se herida y como Cuco lo dejó sólo, Santiago se roba una ropa de cura. Cuando Cuco regresa, ya no lo encuentra en la sacristía por lo que le pregunta a Carmelita si sabe de él. Carmelita le dice que no; además, a ella no le interesa que su huésped se haya ido porque le pagó todo.
Demetrio y su gente, siguiendo las huellas de sangre, llegan hasta donde están Cuco y Carmelita. Cuco no puede responder por el paradero de Santiago. Lo único que recuerda es que le dijo cuál es el pueblo más cercano, que le prestó el teléfono y que el hombre tenía cara de diablo. Carmelita sí le dice que el hombre era bien parecido. Según Carmelita no es la misma persona que Cuco describe porque la persona a la que ella le alquiló el cuarto traía su propia carro y según Cuco, el hombre le dijo que el camión que él tomaría para ir a San Pedrito el Alto es el mismo camión en el que llegó a Pueblo Alegre. Por lo tanto, no son la misma persona.
Demetrio se regresa de prisa a la hacienda para buscar el jeep e ir tras Santiago. Demetrio intercepta al bus; el bus y el jeep quedan frente a frente. Demetrio se baja del Jeep y Santiago sale corriendo del bus. El helicóptero se acerca; Demetrio corre para detener a Santiago; Santiago se sostiene del helicóptero; Demetrio trata de sujetarlo pero al final no pudo y Santiago logra escapar. Demetrio no le llega ver la cara pero atando cabos con la descripción que le dio Miranda, sospecha que puede tratar de Santiago. Demetrio se regresa y le pide a Jacinto que vaya a casa de Belot y tranquilice a Verónica diciéndole que él irá a levantar el acta ya que no pudo agarrar al hombre.
En la jefatura toman la denuncia de Demetrio pero no investigarán enseguida porque tienen otros casos por delante.
Teodoro regresa a la casa.
Miranda no despierta todavía y ha perdido mucha sangre; es necesario hacerle una transfusión. Verónica se ofrece a donar su sangre. El problema que Francisco tiene es que no hay suficiente tiempo para enviar las muestras de las dos a Guadalajara para saber si son el mismo tipo de sangre. Además, Francisco no quiere que Verónica done sangre por su estado. Irma revisó los documentos que Miranda traía consigo pero no encontró ninguna información sobre su tipo de sangre. A Francisco no le queda otro remedio más que arriesgarse y hacerle la transfusión con las sangre de Verónica pues es la que más probabilidades tiene de ser compatible con Miranda.
El Padre habla con Verónica sobre Miranda. Ella le dice que no odia a su madre sino que por lo que sufrió en su infancia, prefirió hacerse la idea de que había muerto. Verónica menciona que cuando estaba pequeña, su madre salía siempre de noche y su papá tomaba mucho. Una noche, Miranda salió y Verónica se quedó esperándola hasta que eventualmente se quedó dormida porque Miranda nunca regresó. Su papá la llevaba a casa de sus tíos y ella se entretenía mucho con Juan y la pasaba muy bien allí. El problema estaba en que sabía que esa felicidad no duraría mucho tiempo porque en unas horas vendrían por ella para que regresara a su casa. Después volvía a sentir que nadie la quería; es por eso que prefirió pensar que su madre estaba muerta. El Padre le dice que quizás lo hizo por defensa para no sentirse tan mal. Verónica acepta esa posibilidad. Lo que ella más quiere ahora es que Miranda se recupere.
Demetrio llega a casa de Belot y le dice a Verónica que no pudo dar con el hombre, lo más que pudo hacer fue levantar el acta. Demetrio le comenta que el hombre huyó en un helicóptero. Verónica se da cuenta que quien mandó a matarla tiene dinero. Ambos piensan que Virginia está involucrada. Demetrio le pregunta que si no le quiere avisar a sus tíos para que estén pendiente de los pasos de Virginia. Verónica le dice que ya había pensado en eso pero ahora no está muy segura por la condición de su tío. Demetrio sugiere decirle a Toña pero según Verónica, Toña no podrá hacer nada cuando Virginia está fuera de la casa. Demetrio sugiere entonces hablar con Don José. A Verónica también le agrada la idea.
Santiago llama por teléfono, desde el aeropuerto, a Virginia. Virginia está disgustada porque no pudo terminar con sus planes. Santiago le dice que se esconderá por unos días. Virginia no comprende por qué no va a su apartamento. Santiago le dice que lo deben estar buscando porque Demetrio casi lo agarra; además está herido. Cuando Virginia lo recoge en el aeropuerto, Santiago se desmaya justo antes de subirse al carro. Virginia lo lleva a una clínica. El doctor dice que se recuperará porque la bala tan sólo rozó el muslo. Virginia pregunta cuánto tiempo más estará internado. El doctor no sabe porque eso quedará en manos del Ministerio Público. Virginia lo soborna y el doctor acepta.
Virginia llega a su casa. Cuando el chofer de la casa estaciona el carro de Virginia, ve las manchas de sangre en el asiento trasero.
Demetrio le pregunta a Verónica que por qué no se regresan ya a la hacienda. Verónica prefiere quedarse hasta que Miranda despierte. A Demetrio le alegre el hecho de que a pesar de todo lo malo que ha ocurrido, hay algo bueno: Verónica finalmente aceptó a su madre. Demetrio le dice que la quiere y le promete cuidarla siempre. Verónica le dice que lo ama. Se besan y Nicole los ve.