Vuestra oración es sumamente potente y efectiva durante la Consagración de la Santa Misa. (Es decir, cuando el sacerdote eleva la Santa Hostia y el Caliz.)
También, cada vez que alzamos la vista para comtemplar el Santísimo Sacramento, nuestro lugar en el Cielo se eleva un tanto más para siempre. (Revelación de Nuestro Señor a Santa Gertrudes la Mayor).
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