LA FLECHA DE ORO
Que el Santísimo, Sacratísimo, Adorable, Incomprensible e Inefable Nombre de Dios sea por siempre alabado y bendecido. Que sea amado, adorado y glorificado en el Cielo, en la Tierra, y debajo de la Tierra por todas las criaturas de Dios, y por el Sagrado Corazón de Nuestro Señor Jesucristo, en el Santísimo Sacramento del Altar.
Esta oración fue revelada por Nuestro Señor a una religiosa carmelita
para desagraviar las blasfemias. Ocurrió en la ciudad de Tours en 1843.
Nuestro Señor le dijo: "Esta flecha de oro punzará Mi Corazón deleitosamente, y sanarán las
heridas causadas por las blasfemias."
Imprimatur
+ T. J. Toolen, Archbispo de Mobile-Birm.
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