PRIMERA SOCIEDAD CEIBEñQA
Según el Lic. Salatiel Rosales, "entre 1835 a 1860 se fue formando al azar la sociedad ceibeña. En sus comienzos esta era amorfa, es decir, sin ninguna estructura definida, tanto en lo económico como en lo social. Era difícil tipificar a sus miembros, sobre todo en los primeros 20 años, como pertenecientes a la clase alta, media o baja. Lo que si fue visible en este periodo formativo de La Ceiba, de una pavorosa ausencia de educación y cultura en toda la población"
Para el Profesor don Ángel Moya Posas:
"En sus primeros 40 años, la sociedad ceibeña estuvo integrada y dirigida por miembros de tres corrientes migratorias como ser: La olanchana, la que más influencia ha tenido a lo largo de la historia de la ciudad. En los primeros 40 años, este grupo estuvo integrado en su totalidad, por rústicos campesinos analfabetas que llegaron huyendo de las guerras civiles y persecuciones políticas, que se dieron en aquel vasto departamento. Era un grupo anárquico, con serios
Problemas de alcoholismo crónico y marcada tendencia de la Violencia.
Por tales motivos se involucraron en muchos crímenes y hechos de sangre. El segundo grupo lo formaban miembros del pueblo garifuna, que a decir verdad fue el primero en establecerse en la barra del Cangrejal en 1810. Llamados también Negros Caribes por ser originarios de una isla antillana llamada San Vicente, aunque a La Ceiba llegaron de puerto de Trujillo. Nadie niega en esta ciudad que la primera generación de negros garífunas, eran cultos, preparados y muy instruidos, hablaban y escribían en francés o en inglés.
Era el grupo mejor organizado y precisamente por su gran civilización comenzaron a burlarse y hacer mofa de la manera primitiva de conducirse de los olanchanos. Hasta por el año de 1850, los negros caribeños conservaron una estructura social en el orden comunal como familiar muy sólida, con raíces ancestrales africanas, europeas e indígenas.
Cada familia morena era regida por la figura del Patriarca, el cual generalmente era el abuelo o el hijo mayor de este; los que se encargaban de mantener la unidad familiar y las relaciones con el resto de la comunidad. Como los primeros garífunas fueron longevos, en muchas familias se veneraba la figura del gran Patriarca: El bisabuelo. Entre ellos eran normales las familias extensas, integradas por el abuelo y las familias de todos sus hijos, los que vivían en casas separadas pero alrededor de la del Patriarca, formando pequeños barrios familiares, que le daban la característica de un verdadero clan.
Había clanes más poderosos que otros, debido a las alianzas matrimoniales. Desgraciadamente toda esta estructura comienza a resquebrajarse al caer los garífunas masivamente en el alcoholismo crónico, por su contacto con los olanchanos. El tercer y último grupo que integró la primera sociedad ceibeña, fueron los colonos que llegaron de distintos pueblos del departamento de foro sobre todo de las ciudades de foro, Olanchito y Sulaco, de los cuales no se cuentan con mayores datos".
Otro aspecto importante de los negros caribes que vale la pena abordar, es la de haber sido un grupo humano altamente refinado, por el contacto directo y permanente que mantuvieron con miembros procedentes de las culturas francesas e inglesas, consideradas las más representativas de la época:
"Al mismo tiempo, el material cultural negro caribe se enriqueció con las "contribuciones europeas, entre ellas alimentos y bebidas, textiles y utensilios de metal”.
"Los garífunas llegaron a adquirir el gusto francés por el vino en vez del ron, dominaron la lengua francesa e incorporaron una cantidad considerable de vocablos a su lengua, lo que contribuyó al fomento de relaciones comerciales con Martinica, hacia donde exportaban algodón, añil y tabaco, de la ganancia obtenida adquirían armas, municiones, prendas de vestir, herramientas de trabajo y adornos para el hogar".
"Los jefes se mostraban ansiosos por adquirir productos alimenticios como el vino y el pan y por construir casas al estilo europeo, sin renunciar en lo menor a sus propias tradiciones y costumbres. También sus esposas vivían en
medio del lujo. La primera impresión de Sir Wl1iam Young al /legar a San Vicente, fue que "las mujeres negras libres", vestidas con colores /llamativos, con pendientes y collares de oro y que caminaban por las calles "dándose tal aire de importancia ", eran las criaturas más arrogantes que él hubiera visto jamás "
Don Ángel Moya Posas aseguraba que:
"Las mujeres garífunas de Pueblo Nuevo y La Barra del Estero de La Ceiba han sido siempre muy extrovertidas, de carácter fuerte y más seguras que muchas nativas hondureñas. En sus platicas eran demasiado francas y sinceras, a tal grado que se atraían la animadversión de las olanchanas que no podían esconder su dieciséis de inferioridad: Las garifunas estaban acostumbradas a discutir en imponer muchas veces sus ideas y criterios ante los varones.
Se dieron casos de mujeres garífunas que para darse a respetar de los campesinos olanchanos, se agarraron a trompadas como verdaderos hombres, ganando las peleas"
Para el Lic. Vicente Gómez Nolásco las mujeres garífunas "eran las encargadas de realizar las labores agrícolas y la crianza de los animales domésticos. Las primeras vicentinas fueron excelentes educadoras de los hijos, manteniendo la disciplina en el hogar. Se cuentan casos de hijos adolescentes que al rebelarse ante la autoridad de las madres, ésta no lo pensó dos veces, de un solo fajazo se lo sentó, llamándolo al orden"
Hasta el año de 1860 los ceibeños "no sintieron la necesidad, ni tampoco mostraron mucho interés, en sostener comunicación y relaciones estrechas con el resto de Honduras"
Esta actitud es bastante comprensible. La mayor parte de los primeros habitantes de La Ceiba, "estaba integrada por un número considerable de rústicos campesinos olanchanos, que /legaron a estas playas huyendo de persecuciones políticas y guerras fraticidas sangrientas, que se dieron en aquel vasto departamento entre 1828 a 1870. La preocupación mayor de este grupo consistía en hacer dinero con el contrabando, para después embrutecerse con el alcohol.
Los yoreños buscaban encontrar una respuesta a la pobreza económica tradicional, que por generaciones se vivía en sus ciudades natales. Solo los garífunas fueron un grupo con metas definidas, pero desgraciadamente a partir de 1850 ocurre la gran tragedia, el gran desplome de la sociedad garifuna, que como un ciclón, son masivamente arrastrados por el alcoholismo crónico"
Los hondureños del siglo XIX que por primera vez visitaban el sector de La Ceiba "de repente se encontraban con el paraíso terrenal soñado. Una región física y mentalmente aislada, donde el libertinaje era la orden del día, siendo la única preocupación de la mayor parte de sus pobladores, involucrarse en las actividades del contrabando para hacer fortuna por la vía más rápida, y, después, ver como gastaban el dinero fácilmente adquirido para gozar la vida"
Siguiente: Expertos Marinos
REGRESAR AL INDICE
|