HISTORIA DE HONDURAS

PUEBLOS INDIGENAS

La iniciativa de congregar a los indios fue sugerida por el Obispo Francisco Marroquin, que muchas veces insistió en la utilidad del proyecto para el control y catequización de los indios.

Con la fundación de los pueblos fue posible la distribución de las grandes masas poblacionales. A la Corona le interesaba que las tierras recién adquiridas estuviesen pobladas y no desiertas. Del número de pueblos dependía la cantidad de encomiendas que se podían adjudicar a los conquistadores; asimismo dependía el monto de los tributos que se recolectaban.

De los pueblos que se fundaron, muchos prosperaron y se conservan en la actualidad, en cambio algunos desaparecieron a lo largo del período Colonial, por causas diversas, entre las que pueden mencionarse: pestes mortíferas, desastres naturales y escasez de medios de subsistencia en los parajes donde existieron alguna vez.

EL TRAJE INDIGENA

Los indígenas no estaban de acuerdo con la idea de vivir reducidos en pueblos y constantemente se escapaban de ellos, siendo difícil identificarlos para hacer que volvieran. Esta situación dio motivo para que los conquistadores se vieran en la necesidad de crear un traje distinto para cada pueblo, y así poder identificarlos fácilmente en cualquier parte.

Aprovechando que las mujeres indígenas sabían tejer, los conquistadores contaron con esta mano de obra para lograr su objetivo. Los diseños originales dados por los españoles, estaban a veces inspirados en la enorme riqueza y variedad de los propios trajes típicos de la peninsula Ibérica, como se puede ver en el traje de los varones de San Miguel Tononicapán, que es muy español; pero con el tiempo los indígenas han puesto en ellos su sello de comunidad o quizá personal, y es así como motivos y técnicas indígenas fueron agregados a los tejidos. Un ejemplo de esto lo constituye el traje típico de los varones de Sololá, cuya chaqueta elaborada de lana (elemento traído por los españoles), ostenta sobre la espalda la figura de un murciélago estilizado, así como las alas del mismo quiróptero sobre las bocamangas; se recordará que entre los cakchiqueles el murciélago (zotz) era nahual protector de la parcialidad de ese mismo nombre (Zotzil).

RELIGION

Lo religioso fue desde un principio el objetivo primordial de la conquista, ya que la Corona había recibido del Papa la obligación de cristianizar a los indígenas.

La religión de los indígenas mesoamericanos consistía en la práctica idolátrica de una diversidad de dioses. Los españoles consideraban las prácticas religiosas de los indios fuera de la Iglesia Católica.

Las órdenes religiosas que tuvieron a su cargo la predicación del Evangelio en Guatemala, fueron en un principio, las de los Dominicos, Franciscanos y Mercedarios. La tarea no fue fácil, pues los frailes tuvieron que aprender las lenguas de los naturales, para poder predicarles con mayor eficacia. Muchos de estos evangelizadores fueron martirizados por los indígenas en unos casos, y en otros casos fueron atacados en alta mar por piratas.

Debido a que los indígenas se resistían a abandonar del todo sus creencias, se llegó al punto de conservar y mezclar elementos de ambas tradiciones. Al principio fue inaceptable para algunos católicos, pero terminó siendo satisfactoria y conveniente para resolver las necesidades religiosas de los nativos. A esta mezcla se le llamó "Sincretismo Religioso".

En general, los indios se adaptaron a las normas establecidas y aceptadas por los curas, las que por cierto variaron a lo largo del tiempo de un caso a otro. Los sacerdotes católicos, por su parte, vigilaban la pureza del culto y trataban, con diverso empeño y éxito, de explicar la verdadera fe.

La religión fue para los indígenas un elemento esencial de su nueva realidad social y económica. El sarcedote católico ocupó un lugar importante en la vida ceremonial, pero sin desplazar a otros sacerdotes nativos.

IDIOMA

Alrededor de 1550 se empezó a restringir el uso de los idiomas indígenas, por la sencilla razón de que se empezó a dudar de la conveniencia de traducir una cultura a otro idioma. La Corona madó a las autoridades coloniales que los curas doctrineros comenzaran la enseñanza del castellano a los nativos.

Las lenguas indígenas prácticamente no sufrieron modificaciones y siguieron hablándose en las mismas regiones, excepto porque agregaron a su léxico nuevas voces provenientes del castellano, sobre todo aquellas que eran precisas para nombrar a los elementos traídos por los europeos y que, por la misma razón, no tenía nombre en las lenguas del país.

De los 23 idiomas indígenas que se hablan hoy, 21 proceden del tronco linguístico maya, entre ellos las quiché, cakchiquel, mam, aguacateca, ixil, tzendal o tzental, chontal, pokomchí, tzotzil, maya, yucateca, chol, tzutuji, etc.; en cambio han desaparecido aquí los hablantes de nahuat, que una vez ocuparon la región sur del país y parte de la Baja Verapaz, así como los hablantes de lengua xinca, que durante la época colonial estuvieron asentados en el actual departamento de Santa Rosa.

NUEVOS OFICIOS Y TECNICAS

Las comunidades indígenas vieron afectadas sus actividades productivas con la introducción de los nuevos cultivos y diversas técnicas españolas. Estas abarcaron aspectos relacionados con la agricultura, como el uso de la yunta y el arado, propio de Andalucía y Extremadura, diversas herramientas (como el azadón, machete, etc.), técnicas relacionadas con la siembra y recolección de nuevos cultivos (trigo, cebada, arroz, caña de azúcar), medios de transporte (la rueda, carreteras, etc.) medidas y el vocabulario para designar todo ello.

También se introdujeron animales domésticos europeos (ovejas, cabras, cerdos, gallinas, entre otros) y el ganado mayor propiamente dicho: reses, caballos y mulas. El ganado menor y las aves de corral europeos fueron aceptados por los indígenas; menos aceptación tuvieron el caballo y la mula.

Antes de la llegada de los españoles existía entre los indígenas una gran diversidad de artes y oficios. El hilado y el tejido, la alfarería, la cestería y la orfebrería eran actividades ya conocidas, y las técnicas que aportaron los españoles complementaron la tradición artesanal.

Ya a principios del siglo XVII en la mayor parte de los pueblos indios se practicaban oficios españoles, entre ellos los de herrero, sastre, carpintero, albañil, zapatero, etc.

UNA NUEVA RAZA
(EL MESTIZO)

El mestizaje es el fruto de un complejo proceso de conquista y colonización en Guatemala, y fue el resultado de la unión de sangre española con la indígena.

A Guatemala arribaron pocas mujeres españoles ya que las expediciones europeas estaban integradas fundamentalmente por varones. Los españoles pensaban encontrar oro y otras riquezas minerales, además de especias en el territorio guatemalteco. Como esto no sucedió, los españoles debieron quedarse definitivamente en estas tierras y optar por la agricultura, desarrollada por brazos indígenas.

Debido al reducido número de mujeres españolas, gran parte de los españoles debió buscar su pareja entre las mujeres indígenas. Este proceso de mestizaje no fue precisamente pacífico. La mujer indígena se convertía en sierva y concubina forzada de un compañero español.

De los primeros mestizos de que se tiene noticia fueron los propios hijos naturales de Pedro de Alvarado. La más famosa y de mejor condición fue Leonor de Alvarado, concebida con Luisa Xicotencatl de Tlaxcala. Otros quedaron en la pobreza a la muerte del Conquistador.

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