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LA BRUJULA La Brújula de mano es el instrumento comúnmente utilizado y el más sencillo para determinar direcciones y medir ángulos. Se presenta en diversos estilos, desde la simple brújula de bolsillo o de pulsera, hasta modelos más complicados como los utilizados por el ejército. Todos los estilos son aptos para la orientación en su concepto básico. Esencialmente, todas las brújulas consisten en un imán al que se le permite girar libremente sobre su centro, para colocarse paralelamente a las líneas de fuerza magnética del campo terrestre e indique la dirección aproximada de los polos magnéticos; como la aguja de la brújula responde a cualquier campo magnético, al usarla hay que cuidar que no esté cerca de objetos grandes de hierro (motores, autos: forres de conducción eléctrica, etc.) ni cerca de hebillas, silbatos u otro objeto metálico que afecte a la brújula. Dado que las brújulas apuntan al norte magnético, y no al norte geográfico, los mapas topográficos llevan una corrección (llamada, declinación) entre los puntos geográficos de referencia; la declinación varía, como es natural, de un punto a otro del planeta. LA TRIANGULACION Orientarse con un mapa y una brújula es cosa fácil, ya que sé trata de saber donde nos encontramos en cada momento y a dónde queremos dirigimos. Raro será que, en una distancia de cierta consideración, no reconozcas algún paisaje que figura en el mapa, así que debes tomar en cuenta las elevaciones (montañas, cerros) y ríos que tengas a tu alrededor y que esté referenciado en el mapa. La triangulación no es otra cosa que situarse en el mapa con la ayuda de dos puntos de referencia lejanos. Primero, se determinan con la brújula las direcciones respectivas al punto A y al punto B, luego se trasladan esos datos al mapa, (ver fig.) trazando dos líneas, el punto donde éstas se cruzan es donde nos encontramos parados. | ||||||||||||||||||||||