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Gran final

ABUELITA

Déjala. Ella quiere lucir su atuendo.

 

EUGENIO

Sí pero es que… no, cómo… esta niña no es normal.

 

ESCENA 16

 

Eugenio camina por la calle con su primita. Conforme se acercan a la cámara se descubre que la primita trae puesta una máscara de luchador. Una vez que están disfrutando sus raspados sucede la siguiente conversación.

 

EUGENIO

¿Qué tal está el de jamaica?

 

LILY

Bueno. ¿De qué es el tuyo?

 

EUGENIO

Raspado de anís… no te creas. Es de tamarindo con chile.

 

LILY

¿Cuando tú eras niño ya vendían raspados?

 

EUGENIO

Oh, y dale con eso. Tú crees que yo nací hace como mil años mugre mascarita maligna. Ya había raspados. Un señor afuera de mi primaria vendía pero mi mamá no me dejaba comprar porque decía que los hacían con agua de la llave. Pero estos sí están hechos con agua limpia. Espero. Pausa. ¿Pero sabes qué? Antes en las tiendas vendían unos dulces que se llamaban "Burbujines" que me gustaban mucho y que ahora ya no venden.

 

Aparece un joven de la edad de Eugenio y saluda con una broma.

 

MIGUEL

Te vas a enfermar por comer cochinadas en la calle.

 

EUGENIO

¿Qué pasó Miguelón? ¿Sí conoces a mi primita "Vengancita Infernal"?

 

MIGUEL

Mucho gusto "Vengancita." Está igual de loca que tú. No te creas, nena. No me vaya a hacer una llave.

 

EUGENIO

Ni que fuera cerrajera.

 

MIGUEL

Ah, sigues igual de manchado por lo que veo. Oye, me dijo el Chino que te vas a ir a estudiar a Estados Unidos.

 

EUGENIO

Ah. No. Pues… era un plan, ¿verdad? Pero lo estuve pensando con mucho cuidado y… creo que uno gana mucho al irse a estudiar fuera pero por otro lado pierdes también tu mundo, tu cultura, tus tradiciones, tu familia…

 

LILY

Es que no le dieron la beca.

 

EUGENIO

Apenado. Ah bueno. Y eso también, je, je.

 

Eugenio y su primita van solos de regreso a casa de la abuelita.

 

EUGENIO

Mugre "Furiecita Purépecha," ¿para que le dices a mi amigo que no me habían dado la beca?

 

LILY

¿Dije una mentira?

 

EUGENIO

No. Dijiste la verdad. Pero una de esas verdades que… que no se deben decir porque lastiman. Mira, a lo mejor luego tu mamá me regaña porque te hago bolas -como la vez que te expliqué eso de los números complejos- pero hay verdades que hacen que la gente se sienta mal. Pero hay un equilibrio: porque hay mentiras que hacen que la gente se sienta bien.

 

LILY

¿Como cuál?

 

 

ESCENA 17

 

Eugenio piensa. Recuerda una escena de su infancia. El pequeño Eugenio lleva una cajita con dulces mientras recorre un pasillo con una señora: la mamá de su amigo Nachito. La señora, seria, le explica algunas cosas a Eugenio.

 

MAMA DE NACHITO

A Nachito le va a dar mucho gusto que lo vengas a visitar, Genito. Tú sabes que el está muy triste porque su abuelito se fue al cielo y él lo quería mucho y lo extraña. El ahorita está muy sensible. Ojalá que ahorita que platiquen se alegre un poquito.

 

Llegan al jardín trasero de la casa. Hay unos columpios. Nachito está sentado en uno, sin mecerse. Triste.

 

MAMA DE NACHITO

Hijo, mira quién vino. Saluda a Genito. Mira que lindo, te trajo unos dulces. ¿Cómo se dice?

 

NACHITO

Gracias.

 

Eugenio le entrega los dulces y se sienta en el otro columpio. La mamá de Nachito observa a los niños a cierta distancia, alcanzando a escuchar todo lo que dicen.

 

EUGENIO

No te preocupes, Nachito. Tu abuelito se fue al cielo… pero ¿sabes qué?, él te observa desde el cielo… y desde ahí te está cuidando… y no va a dejar que nada malo te pase… y te va a escribir cartas…

 

La mamá de Nachito quien estaba sonriendo con aprobación a todo lo que decía Eugenio, reacciona asustada al último comentario.

 

MAMA DE NACHITO

¡Eugenio! Le dice que no con la cabeza.

 

Eugenio, muy seguro de sí mismo, se levanta del columpio camina hacia la señora y le dice:

 

EUGENIO

Yo se las voy a escribir.

 

La siguiente toma muestra la puerta de la casa de Nachito. Eugenio sale abrúptamente por ella, hacia la calle. Fin del flashback.

 

 

ESCENA 18

 

EUGENIO

¿Sabes qué pequeña Jalagreñas Salvaje? Tú tienes razón. Es mejor decir la verdad aunque no siempre sea bonita. ¿O tú qué crees?

 

LILY

¿Jugamos a las luchas?

 

EUGENIO

Órale. Yo soy Lucha Villa. No te creas. Déjame ponerme un nombre de luchador. Enfermedad Venérea. Así me voy a llamar, ¿cómo ves?

 

LILY

Y yo soy el Duendecito Operado.

 

Los primos juegan a las luchas. La cámara se aleja de ellos. Se escucha música que se corta abruptamente al entrar la siguiente escena.

 

 

ESCENA 19

 

Alter Ego en el escenario. Close up.

 

ALTER EGO

Gruñe como luchador. Es muy curioso oír a los deportistas pujir. Los tenistas son particularmente divertidos. Puje e imita a los tenistas. Cada tenista selecciona su pujido, es como su firma dentro de la cancha. Puja un poco más. ¿Se imaginan que los jugadores de ajedrez también echaran su pujidito? Puja y simula que juega ajedrez contra sí mismo. Si lo analizamos con detenimiento, muchas veces un ruido… de los de la boca… sustituye toda una frase. Un ruidito puede ser una respuesta completísima. ¿Qué tal estuvo la película? ¿Está caliente la sopa? ¿Te gustó el postre? ¿Ya pudiste resolver la tarea? ¿Qué estás haciendo? A cada una de estas preguntas responde con un pujido. Han sido un público maravilloso, gracias. Hace una carabana y puja. Más carabanas.

 

Se oyen aplausos. Fade out. Créditos finales. Se muestran imágenes de cada uno de los colaboradores de la peliculita. Música.

 

FIN

 

Lino Evgueni Coria Mendoza

México, 1999

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