Mi cuartito de atrás, siempre tan pulcramente sucio y desordenado. Tal como mi alma, que se a ensuciado de tanto vivir.
La censura me ha hecho escribir de formas que no imaginé nunca, hay palabras prohibidas que expresan sentimientos prohibidos y acciones que no están acordes con la nueva política de la censura.
Amor mío, como te he dejado tanto de lado, debo ser la persona más despreocupada de este mundo, como pude vivir tanto tiempo a tu lado sin escribirte letras de amor. No me lo perdono, YO un poeta de siglos en genes de artista y de víctima, ¿como yo pude dejar que esa faceta se haga sentir? No es más que una salida próxima a la excusa, la que me hace decir que no he escrito esto por que no sabía, podía o quería.
La mujer que amo se encierra en difusas paredes de conducta, y se entrega a ella solo en explosiones de vida. La mujer que amo está junto a mi y se distancia de mi como lo hacían con los leprosos. Tal vez por que mi lepra está en las manos que guían mis palabras en las claves del aparato que descifra ideas.
Podría describir la emoción que siento cada ves que ella explota, como una nostalgia de amor que se encausa en los más largos caminos de la violencia y acaba por confirmar que entre el amor y el odio hay muy poco.
La noche ha comenzado a llorar justo antes de que mi llave abriera la puerta al paraíso del estado marital. La noche no lloró por solo una coincidencia, sino que lo hizo por una orden de mi destino. Tenía que ser así.
Mi reencuentro con las letras ha tardado un poco, y creo que hoy noche no podré sacar lo que mi subconsciente quiere que saque, de cualquier manera trataré de que mis ejercicios de escritor jueguen para mi tonight.
El humo vuela por la habitación justo como lo hacen las ideas por mi mente. El alcohol se pasea por mis venas justo como lo hacen los ríos de sensaciones que desembocan en el papel.
Oh adoradas mentiras, son ustedes las que hacen de la vida un tortuoso camino hacia la muerte. Oh magníficas verdades son ustedes quienes mienten a sus dueños.
Cuando sea niño, quiero ser distinto a los otros, quiero ser sin esperanzas, sin sueños sin anhelos, quiero ser distinto, solo vivir de mi pasado.
Mi vieja y cansada madre me dijo un día: ¿por que me viniste a ver, si solo me traes penas? Le respondí: no vendré más y solo tendrás alegrías. Sabía que dirías eso, me respondió.
Mi mujer me dijo un día: por que me mientes, si solo te pido la verdad? Le respondí: es la verdad la que te digo. Sabía que dirías eso, me respondió.
En mi boca sólo, palabras, en mi cabeza ideas, en mí todo.
