Salimos del Ponferrada sin ver nada, era aún de noche y quedaba un largo camino por recorrer, ibamos caminando de noche, incluso tuvimos que parar para esperar a que salieran los primeros rayos de sol, cuando
la mañana era recién nacida estabamos entrando en Cacabelos. Cacabelos nació por y para el camino con sus bodegas y mesones que no llegamos a descrubir era temprano y todavia estaba todo cerrado

Tras dejar atrás Cacabelos continuamos andando entre vides y cerezos en flor, con una ligera lluvia que empezaba a incomodar y un cansancio acumulado del viaje hasta Ponferrada y el primer dia de marcha.

Cuando por fin llegamos a Villafranca del Bierzo, la "villa francorum" de los primeros peregrinos, nos encontramos con el hospital cerrado por fuera de temporada y decidimos quedarnos en el Hospital de la familia Jato. Donde nos acomodamos para descansar y conocimos a los mas curiosos personajes que encontramos en el camino

Continmuamos al día siguiente nuestro camino por la carretera, y al llegar a Pereje paramos a tomar un desayuno.

El camino debió pasar por Trabadelo, La Portela y Ambasmestas, pero aunque reciente el tiempo ha hecho olvidar un tramo donde casi no hubo nada salvo unos espectaculares paisajes y viaductos.

Por fín llegamos  a Vega de Valcarce o Vega del Varcarcel, no nos quedó muy claro ya que aparecian los dos nombres en los carteles, llegamos frescos pero decidimos no continuar, el proximo hospital estaba ya en el alto del Cebrero y se nos hacía muy duro la mera idea de subirlo, sobre todo cuando los lugareños nos avisaron que estaba nevando. El albergue de Vega del Valcarce era muy acogedor

Nos encaminamos a hacia el Cebrero, todo es subida, no recuerdo las primeras poblaciones que debieron ser Ruitelan y Las Herrerías pero si recuerdo pasar por La Faba y La Laguna de Castilla pueblo de montañeses, antes de llegar al Cebrero, la subida del Cebrero fue dura por lo empinadas de las cuestas y el barro, aparte de eso el desayuno fue ligero y en plena subida, lo cual nos dio energias, finalmente vimos un hito en piedra que nos anunciaba que estabamos en Lugo, ya en Galicia; nos hicimos unas fotos y dejamos atras las tierras de León, ahora estabamos en Galicia, y el pueblo de el Cebrero nos esperaba a un centenar de metros.