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DRAGON LUNAR ETERNO

 

Nota: lo que este encerado con estos símbolos <...> significa que piensa y no lo habla.

 

IX.- ¿VICTORIA?

 

“¿Qué me tengo que ir de aquí? y ¿sin mirar atrás?, ¡Estas loca mujer, si crees qué te voy a obedecer así como así! –contesto Freeza- “si quieres sacarme de este ridículo planeta tendrás que pelear.” Diciendo eso se arrojo sobre Sailor Galaxia, atravesando con ella la pared de la nave, creando un agujero enorme en ésta.

Al pasar esto la nave se tambaleo haciendo que todos terminaran en el suelo y rodaran en distintas direcciones; Zarbon fue el único que floto y no le importo lo que les pasara a los demás.

Gokuh junto con Gohan terminaron en un rincón de la nave, cercano a la puerta de entrada al cuarto en el que estaban; Piccoro termino encima de Krilyn contra una pared y Bulma rodó hacia la ventana que estaba rota; y con la nave inclinada como había quedado después del ataque de Freeza; ella no podía afirmarse de nada, pues el piso era liso y las Sailor que estaban afuera no podían ver nada por la polvareda levantada cuando Freeza comenzó a pelear con Galaxia.

“¡AUXILIO!”

“¡BULMA!”

Ella no supo quien fue el que le gritó, sólo sentía que estaba colgando y que alguien le estaba sujetando; pensó que podía ser Gokuh, pero el estaba muy lejos cuando ella cayó, trato de mirar quien era pero no veía nada; pero cuando los humos se dispersaron, abrió sus ojos en gran sorpresa.

“¿Vegeta?”

Éste no contesto nada porque estaba concentrado en sujetarla y sujetarse el mismo, ya que no podía volar por ese maldito collar que mantenía su poder bajo.

“¡No te muevas mujer!, ¡no se cuanto pueda aguantar!

Bulma no podía creerlo, ese mismo hombre que había matado a su ‘Yamcha’, le estaba salvando, el mismo que no había hecho otra cosa que molestarla durante todo el viaje hasta el planeta, no podía entenderlo.

“¡Eso trato!, ¡¿crees qué quiero caerme?!

No podía responde de otra manera, no sabía porque pero parece que esa era la única manera de tratar con él no importa la situación. Vegeta sonrío con su respuesta, esta mujer siempre lo sorprendía y eso le gustaba.

<”¡Qué demonios estoy pensando! ¿Cómo puede gustarme el comportamiento de esta mujer?”>

Miro hacía ella y se encontró con sus ojos azules, con esos ojos del color del cielo de este planeta, no podía dejar de mirarlos. Bulma se sintió extraña con la mirada del Ouji, esa mirada de unos ojos negros como boca de lobo que le estaban siendo tan atrayentes.

<”Pero cómo es posible que me este atrayendo, ¡yo amo a Yamcha!, pero... pero... no puedo dejar de mirarle, de mirar esos ojos tan... ¿eh? ¿qué fue eso?”>

Bulma había sentido algo líquido caer en su rostro y cuando miro más arriba, pudo darse cuenta de que Vegeta se había afirmado en una parte de la ventana que estaba rota y se estaba cortando la mano por sujetarla.

¡Vegeta!, ¡tu mano!

¡Cállate mujer!, ¡Me desconcentras!

Desde abajo pudieron darse cuenta de lo que pasaba una vez que el humo se aclaro, haciendo que Yamcha y Chichi volaran hasta la nave. Mientras las Sailor entraron a ayudar a los que estaban en el suelo.

Uranus y Neptune se encargaron de ayudar a salir a Piccoro y a Krilyn respectivamente y éste último se sonrojo bastante cuando lo sacaron de la nave.

Plut fue a ayudar a Gokuh y Gohan, pero sólo podía sacar a uno a la vez. Gokuh vio esto y sonrío entregándole a Gohan a Plut.

“Yo puedo esperar”

“Pero Otoosan”

“Nada Gohan ve tú primero, es una orden entendido”

“Si Otoosan”

Fue en ese momento que Chichi entro como bólido a la nave.

“¡Gokuh!, ¡Gohan!

“¡Aquí Okaasan!”

“¡Mi niño!”

“Es bueno verte Okaasan”

“Cierto Chichi, ¡oye si que entrenaste!, después ¿podemos tener una cita como cuando éramos niños?”

Chichi se sonrojo como un tomate, pero recordó, que lo que el entendía por cita, era hacer lo que a uno mas le gusta y eso era pelear y como ella había aumentado su fuerza, eso parecía haberle emocionado. Le respondió, pero aún sonrojada.

“Esta bien Gokuh, pero primero tenemos que sacarlos de aquí”

“Usted puede llevar a su hijo yo ayudare a su esposo”

Chichi miró a Plut y asintió con la cabeza y así salieron de la nave.

En lo que respecta a Yamcha, logro acercarse a Vegeta y tomar a Bulma cuando ya Vegeta estaba usando su cola para poder afirmar de mejor manera a Bulma.

“¡Yamcha!”

“Bulma, mi amor, ¿estas bien?”

“Si mi amor, claro que estoy bien”

Yamcha miró con bastante molestia a Vegeta pero no podía negar que si no hubiese sido por él Bulma se hubiese matado con la caída. Cuando iba a hablarle sintió un suave aleteo en sus espalda, y al girar vio a Serena acercándose a ellos.

“Yo ayudare al Ouji-sama Yamcha tu lleva a la señorita”

“Gracias Oujo-sama”

Pero cuando Serena se acerco a Vegeta un rayo de energía estalló cerca de ellos, haciendo que la nave se tambaleara mas con lo que Vegeta enterró mas su mano en la ventana.

“¿A dónde creen qué van con él?” –era la voz de Zarbon que provenía de una parte un poco alejada de la ventana.

“Si no lo saco de aquí el podría morir” –fue la suave respuesta de Serena.

“No lo creo” –fue la fría respuesta. Con ello Zarbon levantó su mano y apunto hacía Vegeta; pero en un parpadeo sintió en su cuello el frío de un suave metal.

“Es mejor que no te metas si quieres seguir con vida”- fue la suave y mortal voz que escucho.

“Saturn, por favor”

“Oujo-sama, sólo cumplo con mi deber”

Al escuchar el nombre Zarbon tembló, recordó a la joven que parecía tener a la muerte como ángel guardián.

“Y yo debo seguir las órdenes de Freeza-sama.”

Saturn acerco sólo un poco su lanza para apenas rozar el cuello de Zarbon, el ese sólo acto sufrió un corte del cual comenzó a brotar sangre.

“Pero creo que apreciarás tu cabeza en su lugar, ¿verdad?”

Zarbon trago y asintió suavemente a la frase de Saturn.

Serena se acercó a Vegeta, pero este le gruño, era obvió que no quería su ayuda.

“Ouji-sama, no creo que pueda llegar al suelo por su propia fuerza.”

Vegeta le miró con rabia en sus ojos, pero cuando lo hizo sintió esa extraña sensación que había tenido cuando la vio después de su transformación, le atraía, no como Bulma, era... distinto... era... algo que no podía explicar.

Vegeta término por acceder a la ayuda de Serena, sin darse cuenta que una persona que iba a su lado volando estaba algo molesta con la mirada que le había dado a Serena.

Cuando por fin llegaron todos al suelo, Endimión se acercó a ellos y al ver a Vegeta herido, extendió su mano y con su energía le curó.

“¿No debería asegurarse que no quede algún pedazo de metal o vidrio en su mano antes de curarle?” –preguntó Bulma.

“No se preocupe, mi poder me permite separar cualquier elemento que pudiese dañarle”

“¡Yo no soy ningún débil mujer!, ¡entendido!

“¡Yo sólo estaba preocupada!, ¡tú me ayudaste y quería....!”

“¡Molestar, eso es lo único que sabes hacer!”

¡Cómo te atreves!”

Con lo que comenzó otra pelea y Yamcha sentía algo extraño en ese comportamiento; pero una gran explosión lo sacó de sus pensamientos.

“¡Miren en el cielo!”

Cuando lo hicieron en el aire se podía ver dos figuras que luchaban con gran energía, furia y poder, era una danza de muerte la que describían volando a lo largo del cielo.

“¡Maldición y yo con este collar no puedo hacer nada!” –replicó Vegeta

“¡¿Queeeeé?!, ¡estas loco!, ¡tú no tienes el suficiente poder para vencerle y aún así quieres ir!”

“¡Eso no es de tu incumbencia mujer!”

“¡Pero qué manía la tuya!, ¡no te das cuenta de qué no puedes hacer nada!”

Vegeta apretó sus puños en rabia contenida. Ella tenía razón, aunque le quitarán el collar no tenía el suficiente poder.

“¡¿Por qué te empecinas tanto en ir?!”

“¡Porque ese maldito bastardo destruyo mi planeta!, ¡por eso quiero matarlo con mis propias manos!, ¡maldición!”

Todos quedaron mudos con la declaración de Vegeta, hasta que Bulma habló nuevamente.

“Lo... lo siento no sa...”

“¡Cállate!, ¡no necesito tu piedad!”

Bulma iba a gritarle de nuevo pero Gokuh puso una mano en su hombro con lo que ella comprendió que no debía decir nada; esto era doloroso para Vegeta, no tenía el poder para vengarse ni a su gente, quizás también a su familia y su orgullo de guerrero estaba resentido por ello.

En el cielo Galaxia estaba poco a poco ganado el mando de la batalla.

“¡Ríndete Freeza!, ¡no puedes contra mí!”

“¡Estas loca mujer!, ¡Yo soy Freeza, soy el amo del universo!”

“¡Eso lo veremos!”

La batalla comenzó nuevamente con mas energía que antes; los golpes eran llenos de poder y furia; las explosiones de ki hacían que el cielo se iluminara, como si fueran fuegos artificiales; ninguno se daba tregua ni se quería rendir, ambos daban lo mejor de sí para vencer al otro; los cortes que tenían, de las cuales manaba sangre, no los detenían por ningún momento.

<”¡Maldición!, sino hago algo esta mujerzuela me va a vencer y eso no es posible, ¡yo soy Freeza!, ¡no puedo ser vencido por esta basura!”>

En un esfuerzo Freeza reunió una importante cantidad de energía y se la arrojo a Galaxia, haciendo que se estrellara en un edificio. Cuando logro eso comenzó a reunir energía para su ataque final.

“¡Tanto quieren esta maldito planeta!, ¡entonces mueran en él! ¡Death ball!”

Diciendo esto en la punta de su dedo se formo una pequeña pelota de energía, que después de unos segundos creció de manera gigantesca; pareciendo casi una pequeña luna.

Cuando eso ocurrió Saturn comenzó a caminar hacía donde estaba Freeza dispuesta a usar su máximo poder.

“Saturn, no vayas”

“Pero, Oujo-sama, sabe que es mi deber”

“No pierdas la confianza en Galaxia, sino creyera que ella puede detenerle iría yo misma a enfrentarle, antes que permitir que tu uses tu poder con alguien que no lo merece”

Saturn obedeció, no con muchas ganas.

“Chichi ¿Por qué no le permite ir la Oujo-sama?”

“Muy simple Gokuh, porque si ella usara su máximo poder es capaz de destruir una galaxia entera, pero el precio que paga por usarlo es su vida”

“¡¿Queeeé!?”

“Lo que escuchaste Gokuh”

Gokuh y los demás quedaron sorprendidos ante esa revelación.

Vegeta miraba a la Oujo-sama, no podía dejar de mirarla, estaba educada para gobernar, eso era visible, porque un monarca debe por encima proteger a sus súbditos por encima de todo. El hombre también se comportaba de la misma manera, aunque no hablaba mucho, mas parecía consorte. Pero por encima de todo no podía entender porque no podía dejar de mirarla y sentir tanta rabia, porque ese debilucho de Yamcha tenía abrazada por la cintura a Bulma.

Todos los pensamiento de cada uno fueron interrumpidos cuando Sailor Galaxia salió de los restos del edificio con el que había chocado y observó lo que estaba pasando y también ella se preparó para este ataque. Saco su espada, forjada con un metal que existía en los tiempos del ‘Milenio de Plata’, capaz de cortar las cosas mas duras que existan y se gano en frente de Freeza, esperando el ataque.

“¡MUÉRANSE!” –gritó Freeza.

Sailor Galaxia apuntó su espada hacia la gran esfera de energía que venía hacia ella que levantaba un gran viento que golpeaba a todos los que estaban ahí con cada centímetro que se acercaba a ellos.

“¡ABSORCIÓN!” –gritó Galaxia y un gran brillo la rodeo y en cuanto la esfera toco la punta de su espada un gran flash de luz cubrió toda a zona quedando todos encandilados. Cuando todo se aclaro y pudieron ver bien lo que pasaba se dieron cuenta de que la esfera que venía hacía ellos había desaparecido por completo y Sailor Galaxia estaba flotando sobre ellos con su espada aún levantada.

“No... no... puede ser, no es posible, ¡no es posible qué esa basura la haya podido detener mi ataque!”

Todos los Guerreros Z estaban atónitos con la situación, no podían creer que ella había hecho eso, esa esfera de energía era gigantesca y definitivamente era algo sorprendente lo que estaban viendo. Sólo las Sailor estaban tranquilas con lo que observaban, pues sabían del poder de Galaxia y hasta donde podía llegar.

Otro que estaba pasmado era Zarbon que había decidido salir de la nave y ver lo que estaba sucediendo y no le era posible dar crédito a lo que estaba viendo directamente frente a él.

“Supongo que si eres capaz de lanzar este tipo de energía, eres capaz de soportarla, pero qué pasaría si a esa energía yo le agregara la mía Freeza.”

“Tu no puede hacer eso, es imposible, nadie en el universo puede hacer tamaña cosa”

“Estas frente a quien si puede realizarlo”

Diciendo esto Galaxia tomo con las dos manos su espada apuntando a Freeza con ella y gritó.

“¡Toma una muestra del poder de las Sailor! ¡Siente el dolor que has causado por años Freeza! ¡ESPIRAL GALÁCTICA!”

Al dar ese grito blandió su espada y de ella broto un rayo que tomo forma de espiral y se acerco con gran velocidad a Freeza. Éste se encontraba helado y no pudo moverse y cuando el rayo lo tocó, la espiral le rodeo formando una pequeña galaxia a su alrededor girando con gran velocidad, produciéndole cortes y golpes de gran dolor a Freeza. Ésta giró cada vez mas rápido y en un momento explotó, produciendo que los vientos se arremolinaran y azotaran todo a su paso.

Los defensores de la tierra tuvieron que cubrirse en las ruinas y esperar que todo pasara y para cuando eso sucedió Freeza ya no se veía por ninguna parte.

“No puedo sentir el ki de Freeza” –dijo Krilyn.

“Ga-ganamos” –preguntó Chaoz.

“Al parecer si” –contesto Ten-Shin-Han.

“¡Oh Gokuh, no es maravillosos!” habló Chichi.

Pero este último se mantuvo callado frunciendo su ceño y mirando en la dirección en donde estaba antes Freeza; no siendo el único, del grupo, con esa extraña sensación.

“¡Vivaaaaaaaa!” –grito con todo sus pulmones Bulma que a todos desconcentro de sus pensamientos.

“¡Mujer! ¡Maldición! ¡Deja de gritar de esa manera, mis oídos son mas sensibles que los de tu estúpida especie!”

“¡¿Cómo estúpida especie?! ¡Tú... tú... tú patético hombrecito!”

¡Yo no soy ningún patético! ¡Si hay alguien patética eres tú!”

Yamcha trato de acercarse para de tener esa discusión porque no le estaba gustando como iba esto pero Krilyn lo detuvo.

“Olvídalo Yamcha déjalos que discutan hasta que se cansen. Todo el viaje desde el planeta de Freeza hasta aquí fue lo mismo y aprendimos de una manera muy dura que era mejor dejarlos hasta que se les pase.”

Obviamente a Yamcha no le hizo ninguna gracia, pero conociendo como conocía Bulma, era mejor dejarlo así.

“Alguno de ustedes pueden sacarnos estos malditos collares” – pregunto Piccoro.

“Ya estoy trabajando en eso” –respondió Mercury.

“Esa es Mercury nuestra chica genio” –agrego Venus, haciendo obviamente que Mercury se sonrojara y tratara de ocultar su rostro con su computadora con la estaba trabajando.

“Venus, voy ha necesitar de tu ayuda”

“Para eso estoy amiga”

Mientras ellas trabajaban en eso... en el espacio un ser muy golpeado y apenas con vida flotaba semi-inconsciente.

“Maldita... mujer... malditos... saiyans... yo... volveré... a... vengarme.”

“Pero con mi ayuda puede ser antes de que ellos lo esperen.” –habló una voz profunda y que goteaba maldad.

“¿Qui-quién esta ahí?” –decía Freeza mientras trataba de enfocar mejor su visión en dirección de la voz.

“El Caos.”