Era
de noche, al menos eso marcaba el reloj del transporte. Mis
compañeros de viaje eran cinco Bajoran, tres humanos,
un klingon errante y sentimental (Norwog), un Nausicano y
dos infaltables turras dabo
Las Bajoran (si, todas hembras) eran parte de un grupo de
científicos que había sido enviado al cuadrante
Gamma para realizar experimentos en un planeta deshabitado.
Los jóvenes humanos, cuyas edades oscilaban entre 18
y 21 años, estaban allí en busca de aventuras
y su lema, el cual siempre repetían, era "ponerla
a toda costa". El Klingon, Norwog, era único en
su especie. Lejos de ser muy aguerrido y honorable, se parecía
a los humanos. Le gustaba cantar villancicos navideños,
tomar un tesito a las 5 de la tarde, bordar y tejer y era
aficionado a la pija, según se comenta. El Nausicano,
fiel a su especie, era duro, desconfiado y guerrero. Ya sabemos
de que juegan las turras dabo. $15 completito.
Pero
bien, dejando de lado los comentarios sobre mis compañeros,
volvamos al principio. Era de noche, hacia cuatro días
que vagábamos por el cuadrante Gamma, el piloto repetía
y repetía que sabia donde iba, pero para mi que el
sorete lo único que sabia era que la Tierra no estaba
cerca. Y, en esa noche, el Nausicano pensó lo mismo.
Agarro al piloto de las orejas, le arranco los pantalones
y, luego de una violación grotesca pero excitante,
le "sugirió" que encuentre el camino lo más
rápido posible. Menos mal que un antepasado del piloto
había sido Federico Klemm, o sea, ni se mosqueó.
(NdeR: Federico Klemm: Dicese de Artista Argentino mas conocido
por su extrema homosexualidad que por sus dotes de pintor.)
Luego de ver esto, Norwog entró en un estado de celo,
y comenzó a seguir al Nausicano por toda la nave. Yo,
cagado en las patas (aterrorizado), fui a mi habitación.
En el camino pase por los cuartos de las "científicas"
Bajoran. JA! Científicas!.... flor de putas! Todas
lesbi, comiéndose los genitales unas a otras, gimiendo
y demás. Me calenté mucho. Pero, no me anime
a entrar allí, así que puse $15 y obtuve un
service completo de una turra dabo, medio viejita y destrozada,
pero por $15 que queres
Luego de esto, quise dormir
un poco. En medio de un sueño con las Bajoran, siento
que alguien me toca la cola. Era Norwog, el Klingon Puto.
Era puto y gordo. Lo saque enseguida de allí. Y se
lo mande al Nausicano. Una de las visiones más perturbadoras
de mi vida fue esa. Ver a un Nausicano y a un Klingon tener
una relación homosexual. Solo imagínense.
Necesitaba purificarme. Pase por la habitación de las
Bajoran y volví a ver la misma escena de horas antes.
Esta vez estaban con los humanos. Uno de ellos era petiso
y gordo. El hijo de puta se saco la lotería. Me cansé.
Entré. Apague la luz, y empecé a repartir (Uds.
saben que). Minutos después se unieron las Turra Dabo.
Norwog, el Nausicano y el piloto tenían su "fiesta
privada" en otro lugar.
Bueno,
este fue el resumen de una noche extraña y bizarra,
donde la promiscuidad floreció, la homosexualidad estuvo
a la orden, lo grotesco fue visto y admirado, y las perversiones
pasaron cualquier límite racional.
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