El Conejo y El Lobo
Había una vez un conejo quien, en una de sus andanzas, se metió en uno de los cubos de un pozo con tan mala suerte que el cubo cayó dentro del pozo. Muy preocupado no sabía como salir de este apuro. Andaba por allí un lobo que al asomarse y verlo ahí le preguntó:
--"¿Por qué has bajado hasta allí?"

El conejo le contestó:

--"Estoy buscando peces cantantes para luego venderlos a muy bien precio en el mercado."

-- "Déjame ayudarte" - le dijo el lobo.

--"Claro, baja hasta aquí."

Al bajar el lobo, su peso hizo que la polea elevara al conejo en el otro cubo quien así pudo resolver su problema.

Después de salir, el conejo se fue al lago donde vivía la tortuga a contarle lo sucedido. Mientras tanto el lobo también había salido del pozo engañando a un oso bobo con la misma treta.

El lobo estaba muy enojado y fue a buscar al conejo gritándole que lo había engañado.

La tortuga, ya enterada de lo ocurrido, le dijo:

--"No te ha engañado, los peces que cantan existen. En este lago hay muchos."

El lobo, engañado de nuevo, rápidamente cogió una red y, sin reparar en el peligro que corría, entró al lago y se ahogó.


Por eso dicen: "La codicia rompe el saco."
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