Aunque la medicina cuando Bogota tuvo tranvia ya

habia realizado

considerable avances subsituian y persistian en mi

casa no pocos remedios caseros

vajo el esmero ojo y cuidado de mis tias .

Para luchar contra la gripa ("gripe" no)

o el catarro segun viniera el caso

y al minuto de oir la carraspera

la tosedera y lagrimera

ya metidos entre la cama, arropados

hasta el cogote con las mantas de cuadros grises,

nos hacian beber un sudor compuesto de agua de panela

hirviendo y ron sin ron, entonces le davan al

aguardiente ;

ademas nos pegaban sobre el pecho un parche de sebo

derretido y esparcido con botones de manzanilla

chiquita sobre una hoja de papel periodico;

para completar el tratamiento, nos administraban

infusiones preparadas

con moras verdes hojas de sauco y floresitas de totes

naturales no de polvora.

Si el mal estaba bajando para adentro se le atajaba

con un colutorio en la garganta

que se hacia con gajos de cebolla y salvijua

restregando la laringe hasta sacarle sangre.

De no servir tales medidas----y claro,

abstenerse de bano---se llagaba al costipado,

y asi fue como uno de mis hermanos se le transformo

la tal gripa a la pura pulmonia.

PERO CUANDO LA GRIPE NOS DEJAVA EN PAZ!

corriamos entonces al patio de atras

nos pasavamos al lote por entre un hueco grande que

pudimos habrir entre todos mis hermanos y dos primos

que siempre estaban en casa de puro contravando...

y nos entragavamos a las gambetas,

las escondidas del cucli con un conteo de diez

veinte, treinta y asi hasta gritar el cien, y la

formula sagrada:

"cucli, cucli al que este detras de mi!"

Igualmente aparecian las rondas....

"San Miguel Dorado, por un alma vengo; si no me

la das cojida la tengo!";

"ato, amo,

materialerilero que quiere uste?

Con una reinita me quiero casar.

Celebremos entonces la boda pues

la reina se caso con un pobre

burro viejo que de viejo se murio"

La golosa la jugabamos el el tercer patio junto al

lavadero si no hera Jueves dia "de la ropa"

teniamos todo el patio libre; uno de nosotros

cojia el jiz y marcava 8 cuadros y orejas el cielo

y el infierno; asi a pategallina empujavamos pedazos

de teja que al quebrarse por que al fin quebravan se

convertian en tejos.....

Mis hermanos tambien cargavan unas bolsitas

amarradas a los cinturones de los pantalones~

de eso si ninguna de nosotras podia meter mano.....

esas bolsitas llenas de "marranas y "Potas" heran

el tesoro de mis hermanos.

Las ninas no jugavamos ni nos metianmos con

los "Saques" y los"piquis"

Ya me voy Mijo y en la proxima te recordare lo de

"los locos" de Chapinero te acuerdas?