FRACTURA DE RADIO

Durante las ultimas semanas han saltado a la luz publica diversos casos de abusos, torturas, malos tratos e incluso asesinatos hacia mujeres por parte, en la mayoría de los casos, de sus maridos . Se trata de algo que no es nuevo, pero que los medios de “comunicación” explotan en estos días como si de una moda mas se tratara. Eso si: sin llegar al fondo de la cuestión, ya que se trata de vender periódicos, programas y audiencias, no de informar; no vaya a ser que la gente se entere de verdad de lo que pasa y se les hunda el tinglao incluso a los autoproclamados medios de comunicación, también llamados mass mierda.

     No quieren ahondar mucho en por que ocurre esto, por que se dan esos casos. El ejemplo mas cerril y recalcitrante de esto es, de nuevo, el vicepresidente del Gobierno Sr. Álvarez Queascos, diciendo que se trata de casos aislados. Bueno, el manejo habitual es algo menos burdo, pero va en el mismo sentido: problemas individuales con el alcohol, con el trabajo, que dan como resultado una conducta violenta que se refleja en agresiones y malos tratos a las mujeres. El Sistema, por medio de sus expertos, intenta quitarse la culpa de encima, achacando este tipo de comportamientos a causas meramente individuales. Así, la Justicia juzga y condena estos actos,  cuando la mujer se atreve a denunciarlos y no le toca en suerte, maldita la suerte, uno de esos jueces mamones y machistas que dicen que llevar minifalda, bailar o sonreír es incitar a la violación (decir eso, en consecuencia con su propio razonamiento, sería incitar a que le den un par de hostias; así que si alguien se las da, usted se las habrá buscado, Sr. Juez). En fin: que la Justicia actúa (cuando actúa), pero el problema queda sin resolver. Su raíz queda intacta.

     Y, en la raíz, el problema nos lo encontramos sostenido por dos pilares: la cultura patriarcal y el capitalismo. En realidad, se podría hablar de un solo pilar: el capitalismo, como culminación de la cultura patriarcal de Occidente. Una cultura que impone la sumisión de las mujeres al dominio del Hombre, una cultura basada en la fuerza, la guerra, la jerarquía y el sometimiento. Y ahí está el Capitalismo: máxima expresión de la guerra de todos contra todos compitiendo y pisándose mutuamente.

     Estos casos de agresiones a mujeres son muchas veces resultado de tensiones acumuladas. Tensiones producidas por relaciones sociales y laborales basadas en la competencia, es decir, en la guerra. Violencia latente que acaba explotando. La violencia que nos impone este Sistema para que nos la repartamos acá abajo entre nosotros y nosotras en lugar de levantar el puño contra el Poder.

     El Régimen Capitalista genera, de esta manera, violencia. La violencia de estar en continua guerra y competencia, la violencia necesaria para mantener las desigualdades, la miseria y la explotación. Una imposición de la violencia que se estimula desde muy tempranas edades, a través de la TV, de las series infantiles llenas de maderos y héroes buenísimos dispuestos a mamporrear sin piedad a los villanos de malas pintas. Estos días he visto que están echando en la tele un anuncio de un muñeco que acaba arrancándole la cabeza a otro de una patada. ¡Que bonito el espíritu navideño! Y luego se quejan de que en una ikastola (¹) jueguen a simular un secuestro, manda caralho!

     Bueno, lo de la ikastola... un tema curioso también. Seguro que si la cosa hubiera ocurrido en un centro de alfabetización de Jaén, ni nos hubiéramos enterado. Además, si se quejan, se escandalizan y se rasgan las vestiduras con esto, con mas razón tendrán que hacerlo al ver como se les inculca la violencia a los chavales por medio de televisión, publicidad, competitividad, exámenes y demás lindezas. O, por ejemplo, cuando el Ejercito instala un puestecito en Juvenalia para que los niños jueguen a la guerra, como denunciaban esta semana los compañeros del programa Insumissia (²), lo cual nos da pie para otra de nuestras...

NOTICIAS  FICTICIAS (de si aquí hubiera justicia):

<Habla locutor serio, tono de boletín informativo>

    "Gran escándalo causado por la presencia en la feria Juvenalia del stand instalado por el Ejército Español. Según han denunciado organizaciones antimilitaristas y pacifistas, en dicho stand la citada banda armada promueve la captación de niños y la inculcación de su ideología militarista y violenta, por medio de juegos, folletos y demás parafernalia propagandística. Los visitantes a dicha feria han mostrado su repulsa a los violentos, colocando flores encima del puestecito y coreando lemas del tipo de “la guerra no es un juego”, “ya basta” o “contra el Estado y su violencia, ahora y siempre, resistencia!”. Frente al puesto de los militares, un grupo de antimilitaristas ha improvisado un pequeño stand donde escenifican el comportamiento autoritario, violento y machista en los cuarteles, para regocijo de chavales y chavalas, mientras se recuerda a los cientos de insumisos que siguen en prisión por mostrar su desobediencia a la Institución Violenta por excelencia."

     Bueno, nos hemos ido un poco del tema de la violencia contra las mujeres, que era de lo que estabamos hablando en un principio, pero, como veis, este Sistema promueve innumerables formas de violencia y las inculca y las enseña desde muy temprana edad.

     En fin, como veíamos antes, el problema de la violencia contra las mujeres se deriva de la imposición del régimen capitalista y patriarcal. Pretender que se esta luchando contra esa u otra violencia sin atacar precisamente esa imposición no es mas que hipocresía o autoengaño. Y habrá quien argumente que las mujeres han aumentado sus cuotas de igualdad y que ahora hay mujeres empresarias, ministras, policías y militares. En realidad, estos casos son muestras, precisamente, de sumisión a un rol masculino, autoritario y jerárquico. O sea, que poco tienen que ver esas mujeres “triunfadoras” y adaptadas con la liberación de las mujeres: mas bien son la muestra palpable de su sumisión a una cultura machista y patriarcal que ha producido, como ultimo engendro, este Régimen Capitalista.

     Es decir, que la liberación de las mujeres tiene que ver con la necesaria liberación de todos y de todas frente a este Sistema violento y destructor. La violencia contra las mujeres y otras manifestaciones de violencia cotidianas solo acabaran cuando desaparezca el Régimen que las sustenta y las provoca, cuando se pueda cambiar competitividad por apoyo mutuo, jerarquía y autoritarismo por libertad de decisión, acción, palabra y pensamiento.

     Así que no nos vengan con el cuento de que todos somos libres e iguales, cuando no nos dejan decidir sobre nuestras vidas; cuando nos imponen un mundo de violencia, injusticia, miseria y devastación; cuando nos educan para competir y machacar al de al lado, para así ser mas rentables, como si cada uno y cada una fuéramos pequeñas empresitas; cuando nos venden y nos compran bien baratos en el mercado laboral; cuando nos golpean y nos encierran si se nos ocurre manifestar nuestro desacuerdo.

     La liberación de las mujeres habrá de contribuir a la liberación de todos y todas, creando valores que se opongan a esta Cultura y a este Sistema que sufrimos. Valores antiautoritarios, valores de respeto hacia las gentes y hacia la tierra, valores de apoyo mutuo y de no-violencia, no-guerra, no-competitividad, no-capitalismo. Valores, y no precios. Valores revolucionarios. Porque hay que echarle valor para aguantar lo que estamos aguantando.