El declive de los intelectuales en
la posmodernidad
“El intelectual ha aparecido y frente a
su mirada
escrutadora
no prevalece la mentira”
RAMIRO DE MAEZTU
"El gozo intelectual
es el gran logro de la
selección
natural que da paso a la selección
cultural,
y con ella, a la creatividad humana".
JORGE WAGENSBERG
La
posmodernidad ha relegado a los intelectuales – y su tarea de pensar,
discernir y criticar– a un ínfimo lugar o incluso ha prescindido por
completo de ellos cuando no les ha aplicado el látigo del más soberano
desprecio.
De
golpe (allá por los años noventa del pasado siglo XX) (1) pareció producirse un
consenso planetario con respecto a que ya los intelectuales y su antaño valiosa
y significativa labor no eran necesarios y mucho menos imprescindibles. Eso fue
sólo así –empezó a pontificarse– en aquellos remotos tiempos en los que el
asunto (la preeminencia y el valor incuestionable del sentido crítico de los
intelectuales en el seno de la sociedad) era perfectamente entendible, porque
la mayoría de la población no sabía leer ni escribir o era semi analfabeta: alguien entonces debía necesariamente
asumir la tarea de orientar, dirigir y conducir a las masas a través del
camino más correcto y acertado en cada momento.
Pero
resulta y viene a ser que de pronto la producción libresca (la verdad es que el
asunto empezó bien atrás, con la invención de la imprenta por Johannes
Gutenberg en Maguncia en 1455), la democratización de la educación que en
muchos países se hizo gratuita y universal y la incorporación de ingentes
cantidades de ciudadanos a la clase media con las lógicas posibilidades de un
mayor poder adquisitivo y, por tanto, de hacer las adecuadas compras de
bienes y servicios (además de viajar a otros países y “ver mundo” o ver el
mundo con sus propios ojos, con lo cual ya no necesitaban que nadie se lo
contara o viniese a describírselo…) hicieron que todos y cada uno de esos cuasi
renacidos o recién nacidos ciudadanos llegara a ser en sí mismo un
“intelectual” (bueno o malo o regular, ya es otro cantar…), desplazando de
forma clara a los que hasta entonces constituían una casta privilegiada en la
sociedad: “la élite intelectual”, “la élite pensante”, “la élite ilustrada”.
Con
la irrupción de Internet y su vertiginoso desarrollo planetario (2) se dio
seguramente el golpe de gracia al intelectual tal como los habíamos
conocido en el mundo occidental desde Voltaire, en pleno Siglo de las Luces.
"La obra maestra de Voltaire –escribe Fernando Savater
en Voltaire contra los fanáticos– fue la invención del intelectual moderno, un
oficio que toma algo del agitador político, bastante del profeta y no poco del
director espiritual."
Ahora
no sólo el conjunto de la población, o un cada vez más amplio segmento de ésta,
puede leer de todo en múltiples y diferentes formatos (y ver cine y
documentales y escuchar música y disfrutar de la contemplación de obras
de arte en un estático paseo virtual por los más importantes museos del
mundo) sino que además (y encima) pueden escribir sus propios textos, ya sean
meramente expositivos o de creación. Cuentan para ello con mil y una
herramientas de alta sofisticación pero de muy amigable e intuitivo
manejo en los que pueden plasmar sus opiniones, emociones y
sentimiento como mejor les plazca: blogs, páginas webs con dominio propio
o sin él, plataformas para subir vídeos como YouTube
o Vimeo, las populosas redes sociales (Facebook, Twitter, GooglePlus, Instagram, Pinterest, etc.), foros de debate y chats y, en suma, la
gama cuasi infinita de posibilidades que les brinda hoy la autopista de la
información y los modernos medios digitales. Súmese a esto el expansivo
fenómeno de la autoedición y la impresión bajo demanda que ponen en servicio
poderosas empresas como Amazon (3), fórmula mediante la cual cada individuo, si
así le apetece y cuenta con los recursos necesarios, puede ver realizado su
sueño de tener su propio libro publicado en formato digital o en papel.
Hay
en esto un consenso por parte de los analistas y estudiosos de este relevante
tema: nunca se había leído tanto ni nunca se había escrito tanto como en
estos tiempos. La población mundial vive hoy (“colgada”, se
dice) en la Red. Lo hace a través de computadoras de mesa, de tabletas,
de teléfonos inteligentes y otros dispositivos digitales. Y allí en
ese espacio virtual confortable y anónimo cada individuo se aplica
aguerridamente a dar su opinión por escrito sobre los más diferentes y
disímiles temas, sobre lo divino y lo humano, con razón o sin ella, con
fundamento o sin él, con información contrastada o sin ella, con o
sin faltas ortográficas o con la adecuada y exigible coherencia y cohesión o
con la más escandalosa ausencia de éstas.
Da
igual. Se ha abierto la veda y está claro que todos pueden y deben participar
(no estar presente en esos espacios virtuales hoy equivale casi a no existir…)
con la más absoluta devoción y entusiasmo y, por qué no decirlo, la más extrema
irresponsabilidad (es el fusil de la palabra y de las ideas lo que tienen
entre los dedos en ese teclado veloz) de la temporada de caza y cobrar su
magnífica pieza: la notoriedad y la gloria (4), la diversión y el
entretenimiento, el evadirse de los problemas propios o simplemente el
incordiar por incordiar. El principio de autoridad intelectual ha desaparecido
por completo, se ha volatilizado y con él la escasa consideración que
todavía podía tenerse hacia aquellos que en alguna medida podrían
considerarse especialistas del pensar, del manejo de la palabra, de las ideas y
los textos.
Con
el declive de las religiones y la muerte de Dios (5) y la posterior
desaparición de las ideologías redentoristas (marxismo, comunismo, socialismo,
anarquismo), el mundo no se hizo más transparente sino por el contrario más
opaco y confuso. Todo es incierto en este tiempo, nadie puede hoy trazar rutas
a seguir, revelar verdad alguna. Cada uno debe buscar y/o construir
la suya propia, así como su propio mundo personal, su específico
“hueco”, su particular realidad o visión de la realidad. Nada hay en este
tiempo de la posmodernidad que aglutine a los ciudadanos: no existe un centro
en torno al cual se puedan organizar las ideas, las emociones, los
sentimientos, los relatos y, por tanto, tampoco las acciones y los
hechos. Inmersos como estamos en lo que Bahuman ha
denominado la “modernidad líquida”, sin valores sólidos y debilitados
seriamente los vínculos humanos, la fragilidad y el desgarro constante son la verdadera identidad del sujeto. Cada uno navega
a ciegas, como buenamente puede, encerrado en la hermética burbuja
de la más extrema incomunicación y soledad, no teniendo más
finalidad (telos) en su cotidiano existir que el
consumismo, la posesión de bienes materiales.
Así,
incluso el pensamiento humanista surgido en el Renacimiento con figuras como
Leonardo Da Vinci, Bacon, Copérnico, Galileo, Kepler, y que promueve valores que en principio pareciera
que todos podríamos asumir sin el menor reparo (el antropocentrismo de su
filosofía privilegia valores como el pensamiento, la razón, el
saber, la creatividad y la sabiduría…), ha sido sepultado en el
mismo apartado cementerio en el que lo fueron las ideologías comunistas,
socialistas y anarquistas. Hasta el extremo de que en muchos países
(pienso en la España de Rajoy y en el otro extremo cultural y
geográfico, en el Japón de Shinzo Abe) se dejan
de lado o se relegan cuando no se suprimen por completo, las disciplinas
humanísticas (Historia, Filosofía, Literatura, lenguaje) y las actividades
artísticas: música, pintura, etc. , tanto de los
planes de estudio de la enseñanza media (bachillerato) como de la
superior (universitaria). (6)
No
nos engañemos. Algo muy poderoso ha venido trabajando de forma
contumaz e inteligente desde el pasado siglo XX hasta nuestros días,
propulsando este brutal proceso de desmantelamiento en nuestras sociedades de
lo “humano” –o de lo que hasta ahora hemos acordado en tener por tal–,
algo relacionado estrechamente con términos tales como rentabilidad,
eficiencia y eficacia, productividad, rentabilidad, ganancia, consumo,
mercados, beneficio –todos, claro está, términos pertenecientes al campo
de la Ciencia Económica.
Tras
la caída del muro de Berlín en 1989 y de todo el entramado
geopolítico conformado por los países del pacto de Varsovia (el “Bloque
del Este”) y el posterior desmembramiento de la URRSS, que culminó en la
independencia de las quince Repúblicas de la Unión Soviética entre 1990 y
1991, el mundo pasó de ser bipolar a unipolar. Ahora toda la fuerza
dinámica quedó concentrada en un poderoso eje de EEUU que emergía como la única
indiscutible gran potencia. Y en la misma medida se impuso (o se terminó
imponiendo) el “pensamiento único” (7), que no es otro que el del
economicismo neoliberal (8) que privilegia los mercados y el rendimiento
económico, así como la autorregulación de los mercados, libres al fin de toda
intervención estatal, en el entendido de que la generación de riqueza y su
distribución, con el sistema democrático que completa la ecuación en lo
político, garantizan si no la plena felicidad de los ciudadanos del
mundo, si la mayor posible.
De
ahí a importar e incluso imponer a sangre y fuego el modelo a lo largo y ancho
del planeta había un muy corto trecho que se ha recorrido con extrema fiereza y
todavía hoy se sigue haciendo de igual modo, generando a lo largo y ancho del
mundo el más espantoso caos, dolor e incertidumbre…
Nunca
el pensamiento fue bien visto por el poder. Son numerosos los filósofos e
intelectuales que han sido objeto de feroz persecución a lo largo de los
siglos. Sócrates (384 a. C.- 322 a. C.) obligado a beber la cicuta es el más
claro ejemplo de esta dramática y tortuosa relación.
En
la actualidad el poder no necesita perseguir ni encarcelar a los
intelectuales que les sean adversos. No tienen por qué acallarlos ni
silenciarlos. Los pueden dejar (y así lo hace en nuestras flamantes democracias
representativas occidentales) actuar a sus anchas: que ejerzan su
decadente oficio en la más extrema libertad, que escriban y hablen lo que
les plazca desde la óptica que más atractiva y eficaz les resulte: hoy nadie
los escucha ni nadie los lee.
Es
duro pero cierto. Un cocinero –sobre todo si ha logrado una o dos
estrellas Michelin– tiene hoy más relevancia y
trascendencia social, económica, política y, por tanto, mediática que el más
conspicuo y prolífico intelectual, escritor o filósofo. (9)
En
este sentido, lo acaecido en la 74 Feria del Libro de Madrid
(celebrada en mayo del presente año en el Parque de El Retiro) resulta
revelador. A la hora de la firma de libros por parte de los autores, las
casetas ante las que día tras día se formaron las colas más
impresionantes, rotundamente nutridas de público, sin comparación
posible con las de los autores “serios” –de los serios todavía no consagrados y
aun incluso de aquellos serios que definitivamente lo son–, muchas
por lo general con escaso e incluso inexistente público, fueron
–¡cómo no!– las de las famosas estrellas de la televisión
juntamente con las de los programas televisivos de gran audiencia como MasterChef y las de los escandalosamente
exitosos youtubers. (10)
Como
escribe Juan José Millás en uno de sus habituales
artículos de El País, que titula “La siguiente”:
…”en
una feria del libro a la que el escritor acude ingenuamente para comprobar que
quienes de verdad firman son los alpinistas, los expresidarios,
los actores, los youtubers… Viene a ser (…) como si
en un congreso sobre la salud tuvieran más éxito los curanderos que los
médicos.”
Ya
veremos que nos depara el futuro y si de pronto, en el momento menos esperado,
surge un nuevo intelectual, creador y filósofo, generado en
el seno mismo de las autopistas de la información. Como Ironiza
Fernando Savater en la obra ya citada: “estamos a la
espera del Voltaire de los blogs, con cuenta en Twitter
y Facebook...”
Mientras
tanto, la trivialización y banalización de la cultura y del pensamiento,
promovidos como un espectáculo, como una mercancía más, continúan ganando
terreno, lo inundan todo de forma devoradora, se adueñan de forma totalitaria
de todos los espacios.
Y
se hace cada vez más escandalosamente evidente que sólo aquellos que son
capaces de mercadear sus productos (para lo cual debe contar con el apoyo de
cuantiosos recursos financieros y la adecuada e imprescindible plataforma
mediática) son los que, al margen de la real y auténtica valía de sus obras, tienen
garantizados el éxito de público.
Hablando
críticamente de su propio tiempo escribió Fernando Pessoa (11) en
su Libro del desasosiego:
“En
la vida de hoy, el mundo solo pertenece a los estúpidos, a los insensibles y a
los agitados. El derecho a vivir y a triunfar se conquista hoy con los mismos
procedimientos con que se conquista el internamiento en un manicomio: la
incapacidad de pensar, la amoralidad y la hiperexcitación”.
Es
este sin duda un durísimo juicio del solitario poeta lisboeta, pero
hay que reconocer, aun cuando pueda dolernos, que se adapta
a la perfección a estos tortuosos tiempos nuestros.
NOTAS
(1).
Al respecto de esta decadencia es oportuna la precisión cronológica de
Fernando Savater en Voltaire contra los fanáticos, (Ariel,
2015): “Esta criatura sospechosa pero venerada alcanzó la cima de su prestigio,
hace exactamente cien años, con el asunto Dreyfus y
el "J’accuse!" de Émile
Zola; mantuvo luego su apogeo a lo largo de tres cuartas partes del siglo xx, apoyándose en figuras como Romain
Rolland, Bertrand Russell y Jean-Paul Sartre, hasta
entrar en la franca decadencia de los últimos veinte años.”
(2)
La World Wide Web se
anuncia públicamente en 1991 y ya en 1992 hay 1 millón de computadoras
conectadas y en 1996 se alcanzan los 10 millones.
(3).
Son muy numerosas las plataformas a las que se puede acudir para la autoedición
digital o en papel de las propias obras en nuestros días. Entre las principales
y más relevantes se encuentran además de la ya mencionada Amazon: Lulu, Google Books, Crfibd, Wattpad, Casa del libro, Bubok, Me gusta escribir, etc.
(4).
No, no es broma. A través de la Red y con los blogs numerosos jóvenes a lo
largo del ancho mundo han alcanzado de forma efectiva la gloria, el poder, el
prestigio y el dinero. Los ejemplos podrían multiplicarse. Bástenos de momento
con sólo uno: La fashion blogger
italiana Chiara Ferragni
(Cremona, 1987) que gestiona el blog The Blonde Salad y exhibe en su cuenta de Instagram
la fantástica cifra de 5.6 millones de seguidores y todo cuanto ello implica,
claro.
(5).
El declive de las religiones queda patentizado en datos tan tremendamente
reveladores como los siguientes: Facebook tiene en
estos precisos momentos 1, 500 millones de usuarios frente a los 1, 400 fieles
del catolicismo y los 1, 300 del Islam. Por lo que respecta a la muerte de Dios
me parece oportuno recordar que ya Friedrich
Nietzsche había asesinado a Dios en La gaya ciencia (escrita en 1882 ): “Dios ha muerto. Dios sigue muerto. Y nosotros lo
hemos matado.” A partir de aquí el filósofo crea el superhombre que ya no
depende más que de sí mismo.
(6).
José María Romera en “Adiós a las humanidades” (6 noviembre 2015) reflexiona al
respecto de esta suerte: “No hace falta ser un lince para darse cuenta de
que las Humanidades van de capa caída en el sistema educativo español, y
especialmente en esas etapas cruciales concentradas en la Enseñanza Secundaria.
A la práctica extinción de la Literatura, reducida a un simple ámbito de uso de
la lengua, la consunción galopante del Latín y el Griego y los mandobles
infligidos a la Filosofía, se les suma ahora la implantación de la Lomce, una ley orientada principalmente a la formación de
buenos productores.”
(7).
Ignacio Ramonet puso de moda el término en 1995 en un
editorial de Le Monde Diplomatique. Hacía referencia
con él al paisaje ideológico surgido tras la caída del muro de Berlín. En
éste, según su parecer, el economicismo neoliberal se había erigido en el único
pensamiento admisible, monopolizando todos los ámbitos académicos e
intelectuales e impidiendo cualquier posible debate”. Alude pues el
término a los “ideales” que defendían el Consenso de Washington y a posiciones
aún más extremas del liberalismo que asumía esta ideología como la única
posible, tal como expresó Margaret Thatcher con su
famoso "There Is No Alternative" que luego contaminaría a numerosos
políticos en diferentes países.
(8).
El neoliberalismo se aplicó en la década de 1980 en Chile durante la
dictadura de Augusto Pinochet impulsado y supervisado por economistas de la
Escuela de Chicago, los llamados “Chicago Boys”.
También orientó el conjunto de políticas económicas implementadas por Margaret Thatcher en el Reino Unido y Ronald Reagan en los Estados
Unidos. ( ) La adopción de las políticas y teoría económica neoliberales desde
la década de 1970 por la mayoría de los países desarrollados se tiene como la
principal causa de la severa crisis del sistema financiero
internacional del año 2008.
(9)
Entre los más notables Chef del mundo se encuentran Gordon Ramsay,
Rachael Ray, Wolfgang Puck, Mario Batali, Nobu Matsuhisa y Bobby Flay. El que menos dinero gana de ellos (según la
prestigiosa revista Forbes) alcanza la cifra anual de ocho mlillones
de dólares, llegando a los 35 de Gordon Ramsav.
(10).
Los youtubers acaparan hoy a las masas contabilizando
millones de seguidores en sus plataformas digitales en la Red. El más notable y
exitoso de todos lo es el sueco PewDiePie que
se ha erigido como el rey indiscutible de Youtube con
42 millones de suscriptores. Otros notables youtubers
son: Hihahiga, Jenna Marbles, The Fine Bros, Yuya, VEGETTA777 y Lindsey
Stirling, etc. A diferencia de los youtubers, que
cultivan fundamentalmente el humor o los videojuegos, los booktubers
hablan solo de libros, se dedican a publicar vídeo-críticas de libros. Ayamonte, Esmeralda Verdú y
Javier Ruescas son tres de los booktubers
españoles más relevantes. Suman 65.244, 116.233 y 120.621 suscriptores
respectivamente.
(11). Fernando Pessoa vivió
en Lisboa (Portugal) del 1888 al 1935. Escribió el Libro del desasosiego como
fragmentos a lo largo de toda su vida.
DUDAS
PSIQUIÁTRICAS: QUIÉNES ESTÁN LOCOS
Siempre se les critica porque abusan en
la prescripción y formulación excesiva de drogas para tratar a enfermos
mentales. Se les considera tan locos como sus pacientes y hay quienes no
quieren saber nada de ellos. En efecto, los psiquiatras son considerados los
malos del paseo, porque entre otras cosas se atreven a auscultar el alma de las
personas y al mismo tiempo a modificar su comportamiento.
http://www.eltiempo.com/archivo/documento/MAM-74314
¿Quién le teme a los
psiquiatras?
Las secuelas para la salud de un prejuicio socialmente
instalado. La lúcida reflexión de un destacado psiquiatra argentino.
http://www.intramed.net/contenidover.asp?contenidoID=71823
Psiquiatra crucificado,
de Simon Richardson (tomado de aquí).
http://desdeelmanicomio.blogspot.com/2009/03/usted-es-psiquiatra-o-psicologo.html
http://jony-benitez.blogspot.com/2010/03/la-otra-psiquiatria-strikes-back.html
El otro día leí un texto muy interesante en el blog postpsiquiatría. Hablaba,
en mi opinión, de las diferencias que existen cuando el diagnóstico es adjetivo
o sustantivo. Esa cosa imposible de afinar que es el alcance de nuestro saber.
Muy interesante y recomendable. Lo cual me recordó un texto con el que me rompí
la cabeza hace unos meses y que presenté en el congreso de la Otra
Psiquiatría. Hace poco, revisado y reparado el
texto para su publicacion, la musa de la Otra Psiquiatria, que es Chus Gomez, me comento que le habia
gustado. Asi que aqui lo
clavo, advirtiendo de que es un poco largo y espeso por momentos.
http://postpsiquiatria.blogspot.com/2010/10/apuntes-sobre-la-psicosis-esencialismo.html
http://jony-benitez.blogspot.com/2010/03/la-otra-psiquiatria-strikes-back.html
El Electroconvulsive de psiquiatría
ASUSTE TRATAMIENTO
Un Crimen Contra la Humanidad
por Lawrence Stevens, J.D.
http://www.antipsychiatry.org/sp-ect.htm
La verdad sobre la Psiquiatría
IV
http://www.grupoelron.org/quees/laverdadpsiquiatriaiv.html
Choques Eléctricos dañan el cerebro
https://www.youtube.com/watch?v=wtncVuW_knE
http://es.scribd.com/doc/88042070/5/Trementina-cleren-y-bongo
Hospital
psiquiátrico parece un centro de torturas
Por LEONCIO BAUTISTA
El Nacional
TREMENTINA,
CLEREN Y BONGO trata sobre el tema de un libro que escribió un
famoso periodista alcohólico de nuestro país, esto significa que: Bongo
símbolo de nuestra raza negra, Cleren destilación de
caña de azúcar y
Trementina una medicina que usaban para los esquizofrénicos; cosa que
odiaban. Y luego hace una descripción de
el personal del manicomio.
http://html.rincondelvago.com/mis-quinientos-locos_antonio-zaglul-el-mudesi.html
35 caricaturas desopilantes de un psiquiatra cubano
Un día, una paradoja salta a la vista desde las
páginas de un suplemento cultural cualquiera.
Hablan de La Jiribilla, una revista digital cubana. Ya
vas a escribir, claro, sobre las paradojas en Cuba. Mientras tanto, repasás algunos artículos y recaés
en las ilustraciones de Arístides Esteban Hernández Guerrero, que firma
como ARES:
http://www.taringa.net/posts/imagenes/1248105/35-caricaturas-desopilantes-de-un-psiquiatra-cubano.html
Andrea
Márquez Lopez Mato
Instituto
de Psiquiatría Biológica Integral www.ipbi.com.ar
DE CARPETA = ASUNTO SIQUIATRAS 19-07-12
C:\TRANSITO NYT OTROS
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