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EL YETI CUBANO

(Ensayo)

Copyright © 2016
Por Virgilio Sánchez-Ocejo

Resumen.

Muchas veces, cuando asistíamos a conferencias o congresos sobre el fenómeno Ovnis, alguien nos preguntaba: ¿Tú eres cubano? A nuestra respuesta positiva le seguía otras sobre el tema Ovni pero también me preguntaban ¿Me puedes informar sobre avistamientos de Bigfoot (Yeti) en Cuba? Esto me obligo a buscar la información por varios medios; tuve un programa radial por espacio de 2 años titulado: “Buscando una Respuesta”, la televisión, por la Internet y principalmente por testigos que llegaban a esta ciudad de Miami. Aquí los resultados.

Por más de un siglo, una leyenda se extendió en las zonas boscosas de la cordillera del Himalaya. Para los lugareños tibetanos podría tratarse de un simio o mono gigante, al que llamaban “Yeti” o “El Abominable Hombre de las Nieves”. La leyenda se basa en enormes criaturas, velludas, que caminan erectas y que se parecen más al hombre que a los monos. Ante el problema de pocas pruebas, solo se cuenta con relatos que lo describen como un simio gigante bípedo que se cree está localizado en las zonas boscosas de la cordillera del Himalaya.

Una huella fresca de un Yeti fue encontrada en la selva de Kota Tinggi, Malacia. Un periodista extranjero y un equipo de investigadores de lo paranormal, estaban filmando un documental sobre el Yeti en dicha selva, cuando la expedición encontró una fresca huella. La huella encontrada es la única impresión visiblemente clara. El pie plano con cuatro dígitos redondos más el dedo gordo, como de gorila, hacia un lado. En Agosto 21, 2005, un grupo de 12 camping, 7 adultos y 5 niños, estaban acampados en un valle entre las montañas Demedzhi y Stol-Gora en Crimea, Ucrania cuando se enfrentaron a tres “Kapustin”, unas bestias cubiertas de pelos, semejantes al Yeti de Norteamérica o a los Yowie en Australia.

Estas criaturas han recibido diferentes nombres, de acuerdo al lugar donde han sido observados. En la Columbia Británica y Alberta en Canadá, lo llaman “Sasquatch”, un nombre derivado del dialecto de los indios kwakiutl. El “Momo” es nativo del Negal. Los “Touke Monster” y el “Dawn Man” o “Hombre del Amanecer” son un número de las variedades Homo, que están agrupados en una amplia categoría de los humanos arcaicos del período que se inicia hace 500,000 años. Los “Yowies” de Australia. La palabra "Yowie", de hecho, es una palabra aborigen que significa "gran ser" estrictamente hablando. Para los aborígenes, Yowie es una forma de vida sobrenatural con poderes especiales que no encuentran ninguna razón para diferenciarlo de otros visitantes más espectrales a esta tierra. El “Espíritu Grande” en Centro América. El “Kunk” en los Andes Suramericano. “Chuchuna” es la versión rusa del Yeti, que supuestamente habita en el frio de la Siberia y se dice que es muy difícil verlo.

Aquí, en Norteamérica, al Yeti se le conoce también como “Bigfoot” o “Pata Grande”. Otras criaturas de diferentes características también han recibido nombres de acuerdo al lugar donde aparecen, como el “Moor Monster” o “El Monstro de Moor” en New Jersey, New York, “Jersey Devil” o “Diablo de Jersey”, Monthman” u “Hombre Polilla”, criatura reportada en el área de Virginia occidental desde el 15 de noviembre de 1966 al 15 de diciembre de 1967, “Dove Demon” o “Demonio de Dove”. Esta criatura fue vista en tres lugares diferentes, en tres momentos diferentes, por tres personas diferentes. Estos eventos tuvieron lugar en Needham, Massachusetts, en abril de 1977 y “La Rana de Loveland”. Esto ocurrió el 3 de marzo de 1972 en Loveland, Ohio. La legendaria rana-humanoide fue descrita por dos agentes de la policía, los que en dos diferentes momentos pudieron observar esta “rana”. La describieron como de 1 a 1,2 metros de altura (3 – 7 pies), pesando alrededor de 50 a 75 libras (22 – 34 Kg). Su cuerpo de piel curtida y textura con una cara que se parecía a la de una rana o lagarto.

Aquí en la Florida, al Pata Grande se le ha llamado también “Florida Skunk (Mofeta) Ape (Mono)”. El nombre le viene por el mal olor que tiene; una combinación a mofeta con huevos podridos y estiércol húmedos. La criatura ha sido descrita tener más de 2 metros de altura y pesar unos 136 kilos. La zona comprendida entre Homestead, Lago Okeechobee y Fort Myres donde más se han reportado. Muy fácilmente puede esconderse en esta parte del pantano Everglades, la vegetación es tan tupida que con unos pasos Ud. Puede esconderse sin ser visto, ni siquiera desde un helicóptero volando a baja altura. Además, en pantano borra fácilmente las huellas. La popular leyenda del Skunk Ape ha sido parte del Everglades por décadas.
Las primeras historias cuentan que el Ejercito capturo un ejemplar y lo mantuvo cautivo en el Parque Nacional del Everglades, hasta que la criatura derrumbo una pared y se escapó. Existen decenas de reportes de avistamientos en los años 70, todos conteniendo una descripción del repugnante olor. A diferencia de los demás Yeti, el Skunk Ape es descrito como una criatura “amigable”.

El Yeti Cubano en la cultura pre-colombina:

Pruebas de la presencia del Yeti en Cuba se encuentran en restos de la cultura pre-colombina, antes de la llegada a la isla por los colonizadores españoles, creada por los Taínos. Figuras de bestias se encuentran en las leyendas y en artefactos recuperados de la cultura Taína. En una de las leyendas se habla de un personaje que se vestía con piel humana y que podía cambiar su forma a la de un animal. Podía cambiarse hacia la figura de un simio, con postura erguida de aspecto humano con cara de animal.
Los Tainos adoraban a un dios creador del universo al que llamaban Yukiyú y a un diablo que llamaban Jurakán. Imágenes parecidas a un Yeti pueden ser interpretadas en las tallas de madera llamadas cemíes, que simbolizaban a otros dioses de los Taínos. Muchas de estas figuras, casi humanas y casi animal, son muy parecidas a las descripciones modernas del Yeti.
Un animal muy importante para los Taínos fue el “Perro Mudo”, hoy extinto. Estos mansos perros, los taínos lo criaban y engordaban para luego asarlos sobre leña para su consumo. Con el tiempo, los conquistadores se sumaron a este exquisito plato culinario, contribuyendo a su desaparición. La leyenda describe a los perros mudos como cubiertos de un pelo multicolor, resplandeciente y más áspero que los normales perros, por lo que podían cambiar de coloración como los camaleones, muy parecido a las descripciones modernas del Yeti. Muchos paleontólogos, naturalistas, arqueólogos e historiadores, han dedicado parte de su vida científica a investigar los misteriosos perros mudos. En documentos escritos por el Padre Las Casas se puede leer:
“…llego a dos casas que creyó ser de pescadores y que con temor huyeron, en una de las cuales hallo un perro que nunca ladró”.

Época Moderna:

Caso UNO: Año 1930.-Provincia de la Habana. Güines. Hora: 12.p.m. Según la Sra. Arcadia Álvarez, su padre el Dr. M.T., quien era capitán de la Marina de Guerra Cubana, venía por la carretera de Güines en dirección a la Habana, luego de la medianoche, cuando los faroles de su automóvil alumbraron a un hombrecito de un metro de estatura. El doctor pensó que era un niño perdido y, extrañado por encontrarse un niño a esa hora por esos parajes, decidió detenerse. Salió del vehículo y se acercó al "niño", tratando entonces de levantarlo del suelo, pero no pudo moverlo porque pesaba "como si fuera de plomo". Impresionado y consternado por el encuentro con aquel hombrecito, le dejó allí, abordó su automóvil y continuó su marcha. Más tarde, por el año 1951, el Dr. M.T. fue testigo también del aterrizaje de un extraño objeto con luz muy brillante cerca del puente en Cojimar.

Caso DOS: El ufólogo cubano Hugo Parrado Franco me refirió la siguiente nota: Aquí te envío, un testimonio recogido por Samuel Feijoo en su libro “Mitología Cubana”, donde se describe un ser semejante al que me describes. El hecho tuvo lugar en una zona del Escambray llamada Meller. La testigo, de nombre Onelia Fernández, tenía 12 años cuando el suceso y 65 cuando Feijoó la entrevistó (imagino que ha mediado de los años '80s). La testigo asegura que aquel día se encontraba tumbando mangos cerca de un río que cruzaba próximo a la casa, a pesar de las advertencias de la madre que no cesaba de llamarla:
"Hija, ven para acá, mira que hoy es Viernes Santo y hay que estar en la casa". Pero la niña no hacía caso. De repente la mamá ve que alguien había atrapado a su hija por la cintura y la conducía al río. La familia de la casa se lanzó al auxilio de la infeliz criatura en manos de aquella cosa que según los que la vieron era algo endemoniado. El extraño personaje, acosado por palos y piedras, soltó la criatura ya desmayada en la arena. Palabras propias de la víctima, ya hoy con sesenta y cinco años, y de los familiares, describen que aquella cosa era más o menos del tamaño de un ternero, negro, con enormes alas y pezuñas, emitiendo fuertes chillidos. Ahí le atribuyeron todo aquello a los güijes, aparecidos en Semana Santa".
El guije es una especie de duende, negrito y peludo, que habita en charcas, lagunas y ríos de los campos de Cuba, pero su descripción no coincide con la del ser de este relato, el cual parece estar más relacionado con las entidades tipo gárgolas o con el llamado Mothman u "Hombre Polilla", quizás también con el ahora famoso “Chupacabras”.

Caso TRES: Este otro caso me lo envió el ufólogo Hugo Parrado Franco: En Lansing, Michigan, conocí a una persona de nombre Carlos, oriundo de Pinar del Rio, quien en los años '80s, cuando pasaba el servicio militar en una unidad del ministerio del interior en esa provincia, fue testigo de la captura de un extraño ser por tropas del MININT en una caverna de la zona. Según él lo describe, aquella criatura era: “Lo más parecido a un Yeti, cubierto de pelos, erguido y muy alto, de 2,1 metros o más de estatura”. La captura se efectuó luego de que el ser merodeara varias noches seguidas, por los alrededores de una base de campismo popular llamada El Abra, donde fue visto por numerosos testigos que vacacionaban en el lugar, quienes muy atemorizados decidieron avisar a las autoridades. Fue entonces que un comando salió en su búsqueda, comenzando un rastreo de la zona hasta que dieron con él en el interior de una caverna, donde al parecer se refugiaba. Fue capturado vivo, aunque herido de bala, y llevado a esa unidad militar. Allí permaneció en una celda hasta que lo trasladaron a la capital.
El testigo me confirmo que él, junto a otros reclutas, pudieron observarlo, mientras un militar le tomaba fotos. “Estaba sentado, con la espalda recostada a la pared de la celda. Era semejante a un mono, lleno de pelos por todo el cuerpo, pero con cara de humano, y emitía una especie de gruñidos, aunque no parecía agresivo. Dos días más tarde fue trasladado a La Habana, para continuar la investigación. No lo volví a ver”. Cuando le preguntamos que pensaron él y sus compañeros sobre el posible origen de aquella extraña criatura, el testigo confeso, “La verdad, no sabíamos ni que pensar, pues nunca habíamos visto algo semejante. Pero allí, en la zona de El Abra, donde fue capturado, la gente decía que ‘aquello’ vino del mar”.
Esto último si resulta en un dato muy significativo, pues coincide con otros testimonios recogidos tanto el Miami como en Chile, donde protagonistas de encuentros con el Bigfoot o Yeti aseguran habérseles visto salir del mar.

Caso CUARTO: Otro caso más, enviado por el ufólogo Hugo Parrado Franco: Pancho C, un amigo mío que para aquel entonces vivía en el edificio Riomar me contó que en año ‘79, él con un grupo de compañeros de estudio del Preuniversitario Pablo de la Torriente Brau en Miramar, crearon el “Grupo Murciélago” de aficionados a la espeleología. Más tarde, en el año 1962, cambiaron de nombre por “Grupo Espeleológico Martel de Cuba”, en honor al espeleólogo francés Eduardo Martel considerado padre de la espeleología moderna. El grupo se dedicó a investigar las cuevas con ríos subterráneos que se encuentran en la provincia de Pinar del Río. En una de ellas llamada Cueva Pio Domingo, cerca de un pueblito llamado Sumidero, cuya inmensa boca se abre en la pared de la loma situada al fondo del valle de Pica Pica, había un río interior y en un trayecto del camino encontraron que de la orilla del río salían unas huellas muy extrañas de un animal bípedo que se dirigían hasta un montículo situado en un rincón de la cueva donde encontraron restos de osamenta de animales que al parecer fueron devorados por el bicho de marras.
Estos muchachos llevaban una cámara de cine de 16 mm y filmaron las huellas, también tomaron fotos fijas e imprimieron las huellas con una técnica de vaciado en yeso. Continuaron su recorrido hasta salir por una salida que tiene esa cueva y que da a un pequeño pueblo o caserío que está situado entre aquellas montañas de la Cordillera de los Órganos. Allí encontraron a un señor muy viejo, según el testigo, tendría unos noventa y pico de años para la época. Este dato de la existencia de este señor en aquel tiempo me lo confirmó Carlos Andrés García, co-realizador del documental ‘Dédalo Aborigen: Máquinas en la prehistoria de Cuba’, que también es espeleólogo y conoció ese misterioso pueblo y al susodicho anciano llamado Perfecto Hernández. Era famoso en el lugar y entre los aficionados a la espeleología y arqueólogos, porque les servía de guía y les brindaba boniato asado a los visitantes. Le preguntaron al hombre si él había visto o tenido noticias de un animal de rasgos muy particulares, tal y como según las huellas tomadas sugerían. Este señor, hoy seguramente fallecido, pues de esto hace ya más de 20 años, les contó que sí, que se trataba de un Yeti. Sentado en un cómodo taburete Perfecto fumaba un inmenso tabaco y con una taza de café en la mano nos señaló para el monte y habló así: “La bestia tenía el tamaño de un ternero, de un metro o metro y pico de estatura, era fuerte y peludo, con el rabo largo y de color carmelita claro. Caminaba sobre las dos patas traseras aunque encorvado, y sus dos patas delanteras las tenía como encogidas, con ellas tomaba las presas y se las llevaba a la boca. Por las noches emitía un escalofriante chillido. Cuentan que un hombre lo encontró en su camino y fue atacado por el animal, que en la lucha le arranco un brazo de cuajo”. También les contó que una vez su abuelo, hacía ya mucho tiempo, supongo que a finales del siglo XIX o principios del XX, le había disparado con un rifle y lo había logrado herir, pues cuando llegó al lugar donde se encontraba el animal pudo ver la sangre.
De regreso a La Habana estos muchachos fueron a ver al Dr. Núñez Jiménez, en aquel entonces director de la Academia de Ciencias, y le contaron lo sucedido, a lo que Núñez respondió diciéndoles que ellos estaban locos y ofendiéndoles, además de esto les quitó las pruebas que evidenciaban lo dicho por los muchachos (película de 16 mm, fotos, muestra de las huellas, etc.,) y los botó de su oficina.
Hasta aquí lo que sé de esta historia, solo puedo agregar que en el momento de contármela, año 1996, el testigo nunca había escuchado hablar del Yeti.

Caso QUINTO: En un congreso del Comité Gestor para la Oficialización de la A.C.U. “Asociación Cubana de Ufología” en la Habana, en calidad de invitado especial, el Dr. Manuel Rivero Glean, es ingeniero biotecnología y geógrafo, explorador del archipiélago cubano por más de 40 años, y como tal ha participado en múltiples investigaciones. Es miembro fundador del Grupo Espeleológico Martel de la Sociedad Espeleológica de Cuba, entre otras. Autor de numerosas obras como el “Catauro de seres místicos y legendarios cubanos”, desarrollo un interesante tema que cautivo a los numerosos presentes, y que se tituló “El Yeti Cubano”. El Dr. Rivero realizo un análisis general sobre el resultado de sus investigaciones de campo, y dio a conocer las diferentes explicaciones que se les pueden atribuir a la enigmática presencia de raros animales en la región más occidental de Cuba.
Indica el Dr. Rivero que parece tratarse, por una parte, de un canido o el resultado del cruce de algunos animales exóticos escapados de zoológicos particulares hace medio siglo o en épocas anteriores, y que se refugiaron en las sierras del occidente norte de Pinar del Rio. Comento, que el mismo fue testigo de la presencia del curioso “Yeti” en una oportunidad, cuando, en compañía de otros exploradores, pudieron oír al animal, del que asegura su existencia, ya que sus huellas, heces fecales, avistamientos y testimonios sobre determinadas incursiones, en la que han sido atacados aves de corral y otros animales, se han podido cuantificar.

Conclusiones finales.

En cuanto a las cuevas: En Cuba, actualmente, existen alrededor de 1,000 cuevas registradas. Algunas de ellas exploradas total o parcialmente por la Sociedad Espeleológica de Cuba, y que debemos destacar su meritoria labor. Aunque estas cifras no quitan que para algunos estudiosos afirmen que las cuevas conocidas no pasen de un 5% a un 10% del número de cuevas existentes realmente en la isla, por lo que su número total podría llegar a las 10,000, esto sin calcular las que pudieran encontrarse por sus costas bajo el mar. Si tenemos en cuenta que la isla de Cuba tiene una superficie de 105,007 Kilómetros cuadrados, 10,000 cuevas la haría la mayor cantidad de cuevas por kilómetros cuadrados en la América. Esta estadística enseña, no solo, el arduo trabajo que tienen por delante los espeleólogos; en descubrirlas y clasificarlas, sino también, en conocer los misterios que encierran en sus entrañas.
En cuanto a los Yeti: Estos han sido reportados saliendo y entrando en el mar. Lo que nos hace pensar que se esconden bajo el mar, lagos, ríos y pantanos. Ambos han dejado detrás huellas de sus pisadas y otras indicaciones de su presencia, pero nunca han sido fotografiados y a pesar de esfuerzos concentrados no han sido acorralados. De ahí, que no se encuentren tampoco restos de los mismos.
Estamos ante la presencia de los mismos extraños animales o criaturas inteligentes programadas que han aparecido esporádicamente asociadas con otros fenómenos por más de un siglo, a los que erróneamente le hemos dado diferentes nombres. Para llegar a conocer la esencia que está detrás de todas estas criaturas, tenemos que estudiar sus características y actuación junto con sus otros fenómenos paranormales asociados. Debemos llegar a conocer estos fenómenos, no solo por su forma sino por sus propósitos, tanto por su acción como por sus reacciones.
Estamos enfrascados en una especie de juego de nuestra inteligencia contra otra inteligencia foránea, donde la lógica no funciona, solo nuestra intuición. Acumulando datos, producto de las investigaciones de campo, es que podremos llegar a conocer la esencia de estos fenómenos.
¡No tenemos todavía la verdad, pero la estamos buscando!

Fuentes.

• Manuel Rivero Gean - Catauro de seres místicos y legendarios en Cuba.

• Page Research - Bigfoot: Tales of Unexplained Creatures.

• Redacción Noticiosa - La verdadera historia del Chupacabras.

• Renzo Cantalli.- Sasquatch; enigma antropológico.

• Hugo Parrado Francos – OVNIs en Cuba.

• Carlos Andrés García y Hugo Parrado: documental, “Dédalo Aborigen”.

• Manuel A. Iturralde-Vinent – Aventuras en el mundo de las tinieblas.

• Virgilio Sanchez-Ocejo – OVNIs; Lo físico y psíquico del fenómeno.

• Virgilio Sánchez-Ocejo – Las Mascotas de los OVNIs.

• Virgilio Sanchez-Ocejo – Las Cavernas de Cuba. Ensayo, 2009.

• Virgilio Sanchez-Ocejo - Programa de Radio – Buscando una Respuesta.

• Internet – Wikipedia, the fee encyclopedia.

• Revista Bohemia - Reportando Riquezas, Importancia y Sorpresas de Nuestras Cuevas, por Nívio López Pellón. Páginas 7-8-154-155, diciembre de 1955.

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