Naufragio de un sueño
¡Corre, que se me muere,
que se me muere el sueño!
Tanto que lo cuidamos,
y el pobrecito, enfermo,
hoy me yace en los párpados,
arropado de versos.
¡Corre, que se me muere,
que de avivarle el pecho,
mis ojos ya no pueden
recoger más luceros!
Ya los luceros, tímidos,
se me esconden de miedo,
a la intemperie, solo,
se matará mi sueño...
Yo lo conozco, amado,
ya me expira en el verso...
¡Corre, que se me muere,
y me ha pedido el cuerpo!
Julia de Burgos