ESAS
ENTIDADES HAN PERDIDO SU PROTAGONISMO en LA SOCIEDAD DOMINICANA
¿Por qué los clubes no son ya la voz más alta?
DIMAGGIO ABRéU
SANTO DOMINGO.-
El protagonismo de los clubes culturales como la máxima expresión en las
reivindicaciones en favor
de los sectores populosos quedó sepultado en la memoria de la impetuosa
década de 1970 y parte de la siguiente.
Esa voz más alta de las comunidades menos favorecidas, fue inclusive
suplantada, y los motivos
podrían encontrarse en varios elementos, entre los que, la actividad
política partidaria habría jugado un rol fundamental.
‘‘Eso
se debió al (alto) ánimo que tenían los clubistas en esa época, pero desde
finales de los 80, las
nececidades económicas de los dirigentes, muchos se metieron en familias y
otros no sintieron
el apoyo de la mayoría de la comunidad’’, explica de entrada Eliseo ‘‘Rubí’’
Santana, presidente del
club Doctor Rafael Barias, al tratar de explicar el giro del fenómeno
clubistico.
Santana intenta graficar la realidad que se vive hoy, con el ejemplo mismo
del Barias, enclavado en
el corazón de Villa Consuelo de la Capital. ‘‘Nosotros trabajamos con la
comunidad, pero no como se
hacía antes’’, sintetiza el único miembro directivo que se mantiene desde la
fundación del Barias en
1971, por lo que vivió de lleno la agreste represión de la era balaguerista
de 12 años (1966-78) y las luchas reivindicativas de los clubes.
Sostiene que esa voz contundente ‘‘ha mermado por la intromisión de la
política partidista en los
clubes y la prioridad que también le dan a las juntas de vecinos, las que
están dirigidas por
políticos’’.
‘‘Si
no te metes en política, si no eres político, no hay apoyo para tu
institución y que esta pueda
aportar a su comunidad’’, explica ‘‘Rubí’’, quien siente que quienes
ostentan el poder político en su
momento, ponen ‘‘zancadillas’’ a los clubistas que no simpatizan con su
partido.
En
apoyo a esto dice, que en participaciones junto a otras entidades, en
gestiones en favor de su
comunidad, cuando se reunían con un síndico anterior, los dirigentes
políticos de barrio se metían
en busca de desplazar a los primeros. ‘‘Rubí, el que no está en política, se
jodió’’, le decían, lo que él rechazaba.
Desplazados por juntas
Santana no tiene empacho en sustentar, que las juntas de vecinos, en parte,
han desplazado a los
clubes en el liderazgo de sus comunidades. Como ejemplo señala, que si van
al Ayuntamiento, le
brindan atención más rápido a una junta que a un club, aunque este tenga
renombre. Sin embargo,
no deja de reconocer, que las juntas también son sujeto de discriminación
por la simpatía política de quienes la encabezan.
Se muestra crítico con dichas agrupaciones, porque entiende que son formadas
por cuadras, cuando una debe representar a la comunidad entera.
Reitera que la mayoría están dominadas por los partidos políticos, con
simpatías definidas por una
sola agrupación, en un 95 por ciento de quienes la conforman.
¿Y el COD?
Otro punto en contra del poder de convocatoria que perdieron los clubes es
que el Comité Olímpico
Dominicano les dio la espalda y sólo refuerza al ejecutivo de las
federaciones.
‘‘Para la cúpula de la pirámide olímpica, cuando creen que los clubes valen,
los toman en cuenta, de
lo contrario, no’’, sentencia. Expresa que esto se evidenció con motivo de
los XIV Panamericanos,
que sólo se recurrió a las entidades de base, cuando se necesitó su apoyo
para conseguir la sede.
Inclusive, aclara que en ese proceso, se hicieron reuniones, pero tardaban
hasta seis meses para
volverlos a reunir, cuando ya se había perdido la esencia de lo tratado.
Recuerda que previo a la solicitud de los Panam, el COD se apartó de los
clubes.
‘‘Ellos
intentaron una vez acercarse, para ’abrir las puertas’ a los clubes, con un
curso al que asistí,
pero eso se cayó. Eso fue en 1989, cuando me encontré con muchos dirigentes
de clubes que hacía
mucho no veía’’,
sustenta.
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