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Club Explorador Castores Montañeses de Graciano Sánchez

Narración de la Expedición reciente a El Bernal de Horcasitas

Enlaces

El Bernal de Horcasitas
Pobl. Graciano Sánchez
Rio Guayalejo

Martín B. Héctor Jairo Martín L. (Guía)
Recientemente el Club Explorador Castores Montañeses de Graciano Sánchez realizó una expedición a la montaña representativa del estado de Tamaulipas: El Bernal de Horcasitas. Esto ocurrió los días Sábado 29 y Domingo 30 de Mayo de 2004, teniendo como integrantes de la expedición a Martín Loredo Guerrero (guía, a quien lo abalan 6 ascensos anteriores a este Cerro), Héctor Ceballos Romero (el que narra esta experiencia), Martín Banda de la Rosa (presidente del club) y Jairo de Jesús Díaz Martínez (entusiasta integrante y fanático de la exploración). ...


Por: Héctor Ceballos Romero

De el Pobl. Graciano Sánchez a el Rancho La Chijolosa

Recientemente el Club Explorador Castores Montañeses de Graciano Sánchez realizó una expedición a la montaña representativa del estado de Tamaulipas: El Bernal de Horcasitas. Esto ocurrió los días Sábado 29 y Domingo 30 de Mayo de 2004, teniendo como integrantes de la expedición a Martín Loredo Guerrero (guía, a quien lo abalan 6 ascensos anteriores a este Cerro), Héctor Ceballos Romero (el que narra esta experiencia), Martín Banda de la Rosa (presidente del club) y Jairo de Jesús Díaz Martínez (entusiasta integrante y fanático de la exploración). Partímos de Graciano Sánchez como a las 10:30 de la mañana y fuímos a González en donde compramos una tarjeta para teléfono celular pues en Graciano en dos o tres establecimientos donde las venden se habían agotado. Siendo indispensable estar bien comunicados, la fuímos a conseguir a la cabecera municipal y de paso comprar algunos víveres para la dura jornada que nos parecía algo desafiante pero a la vez era la oportunidad de aceptar el reto. De regreso pasamos por el kilómetro 101 de la carretera Tampico-Mante que es por donde se encuentra el entronque de la carretera que conduce a el Poblado Graciano Sánchez. Solo 10 kilómetros más adelante de ésta misma carretera Tampico-Mante llegamos al kilómetro 111 que está sobre una colina y observamos con gran beneplácito que se anunciaba en letreros blancos con fondos azules a orilla de la carretera El Bernal de Horcasitas como un lugar turístico y apropiado para el montañismo. Aquí en este kilómetro se da vuelta a la izquierda (hacia el Bernal) y se aborda un camino de terracería que aproximadamente 250 metros más adelante nos hace llegar al rancho La Chijolosa. Como a las 11:30 de la mañana nos encontrábamos en este rancho ganadero y agrícola pidiendo permiso para cruzar por esta propiedad, cuyo dueño es el señor Juan Amador, y así internarnos en dirección hacia la mencionada montaña. Está prohibido llevar armas ya que no se permite la práctica cinegética de ninguna especie, aunque tal vez se pueda conseguir un permiso especial para transportar un arma cuando se pretende pernoctar en el Cerro y usarla solo en caso de emergencia. Para esto se podrían consultar a las autoridades municipales e informarse de cuales son los requisitos y las condicionantes. En este rancho tienen perros bravos por lo cual se recomienda tener precaución al llegar y cruzar por donde se encuentran las casas y bodegas de este lugar.


De el Rancho La Chijolosa a las Antenas de Microondas

Aproximadamente a las 11:45 emprendimos el viaje hacia la montaña que tantas veces nos ha arrebatado la vista al pasar cerca de ella para admirarla en todo su esplendor y belleza. Al iniciar nuestro recorrido observamos numerosos montones de cebolla que se encontraban esparcidos a lo largo de una buena parte del camino dentro de los terrenos de este rancho, muestra de la fertilidad de la planicie que rodea a este monumento natural. Por otro lado esto también puede deberse a la falta de precio del producto y los agricultores pudieran haber decidido tirar la cebolla. Más adelante cruzamos un falsete sobre de una loma y después otro que inferimos puede ser el límite de el rancho La Chijolosa, lo cual nos tomó media hora de camino. Después de este segundo falsete nos internamos en lo que era la zona urbana de un grupo solicitante de tierras que tenia por nombre El Bernal. Aquí encontramos magueyes, ciruelos, nopales y casas abandonadas de lo que fué hace algunos cinco años una comunidad de posiblemente algunos 60 habitantes. Posteriormente llegamos a la casa de un señor ermitaño de nombre Anselmo Pérez Bautista, originario del Estado de México, quien dice tener más de 20 años viviendo en tal lugar. El cultiva quelites, plátanos de tres variedades--manzano, macho y otra variedad--, ciruelas, aguacates, mangos y cilantro de lo cual el subsiste. El agua la adquiere de el manantial que está más adelante a traves de una manguera de 2 pulgadas de diámetro aproximadamente. Además, este señor labra mangos de tabaco para hachas y talaches, los cuales vende a algunas de las personas que por aqui llegan a pasar. A sus 85 años Don Anselmo goza de muy buena salud y el dice que hace cinco años todavía escaló el cerro. De este lugar parte de la cima de el Cerro del Bernal tiene la forma de una persona acostada boca arriba "pidiendole agua a Dios", comenta el octagenario. A propósito, él tiene una fragua en venta para que la persona que se interese en ella pueda ir a visitarlo. Una fragua es un artefacto mecánico que proporciona calor a una pieza metálica que se deseé labrar. Una vez que la pieza se encuentra al rojo vivo, se forga a partir de golpes con otro objeto el cual puede ser un marro o martillo pesado. Aquí en este lugar bebimos agua y tomamos un descanso antes de proseguir. A partir de aquí y hasta la desviación hacia las antenas de microondas caminamos sobre un camino empedrado que según parece fué acondicionado por TELMEX para poder ascender con vehículos hasta las antenas. La vista del cerro era cada vez más espectacular conforme nos aproximabamos a éste.


De Las Antenas de Microondas a El Manantial

Llegar hasta el entronque de el camino que va hacia las antenas de microondas y el que se dirige hacia el manantial nos tomó 1 hora con 30 minutos tomando en cuenta el tiempo que estuvimos con Don Anselmo. Aquí arribamos a la 1:15 de la no muy fresca tarde de este día 29 de Mayo. Hasta este sitio se puede llegar en auto sin mayores problemas. Sin embargo, a partir de aquí hasta el manantial es más apropiado viajar en cuatrimoto o en un auto 4X4 puesto que el camino no es adecuado para cualquier otra clase de vehículo. Al iniciar este trayecto dejamos una botella de agua en el tronco de un pitayo en el kilómetro 0.000. Es a partir de aqui que inician los señalamientos de los metros recorridos indicados en tablas de aproximadamente 1" X 6 " X 4' que se encuentran clavadas en estacas de 2" X 4". Estos señalamientos se encuentran en pintura anaranjada y estan distanciados al principio cada 60 o cada 40 metros hasta llegar al manantial. Más allá de el Manantial los señalamientos están cada 40 o cada 20 metros. Para llegar a este lugar primero pasamos por dos lomas de poca elevación asi como por lo menos dos arroyos de aguas intermitentes y abundantes piedras igneas extrusivas de basalto. Estas piedras de basalto presentan formas casi redondas u ovaladas lo cual muestra que han sido afectadas por un fenómeno llamado intemperismo esferoidal. Aunque también hay que agregar que en los arroyos estas rocas sufren modificaciones físicas debido al transporte, especialmente si el declive es pronunciado. Esto junto con lo anterior les dan esa forma esferoidal que las caracteriza tanto. En los metros 520 y 620 se encontraban escurrimientos de la manguera que conduce el agua de el manantial a el abandonado NCP El Bernal pasando antes por la casa de el hombre ermitaño. Más adelante en el metro 840 existe una desviación del sendero hacia la derecha, pues de continuar en la misma dirección se llega a una cañada que se forma por un arroyo en el cual cuando llueve sus aguas decienden aceleradamente. De esta misma localidad se puede observar una presa hacia el este de las Antenas de Microondas y se supone pertenece al Rancho La Escuadra más no hay certidumbre en tal deducción. Por el metro 900 cruza un arroyo de aguas intermitentes; es decir, que solo lleva agua en la temporada de lluvias por pocos días u horas, el cual tiene como vecinos más notorios a varios soyates. A los ochenta metros de este arroyo se tiene una vista aparentemente de Atizapán de Zaragoza y en el metro 1080 cruza otro de estos arroyos. En este recorrido también pudimos observar abundantes chachalacas, loros de cabeza amarilla, ardillas, venados cola blanca e indicios de la presencia de jabalíes en el manantial donde en uno de los escurrimientos se encontraba el agua lodosa muestra casi inequívoca del rastro de estos animales. Los venados fueron observados un poco mas allá de el manantial aproximadamente a unos 400 o 460 metros de este lugar. Las ardillas fueron vistas a los 1220 metros, o sea a unos 300 metros antes de llegar a el manantial. Al ir aproximándonos a este paradisiaco lugar, la vegetación progresivamente se tornaba en un manto selvático y bastante verde a pesar de la época de pocas lluvias por la que atravesamos. El que esto escribe se quedó atónito de la belleza de este lugar y de su diversa y exhuberante flora. Por ejemplo, en este sitio se encuentran al menos seis árboles de paguas los cuales miden entre 10 y 12 metros de altura y parecen competir en una carrera para alcanzar el cielo junto a los demas árboles que ahí se encuentran. Los árboles de pagua se encontraban en la producción de sus frutos en la etapa temprana pero al parecer la mucha agua en el subsuelo (o algún animal) causa que estos frutos caigan al suelo mucho antes de llegar a la madurez. Algunos de estos frutos escasamente alcanzaban 5 o 6 centímetros de longitud cuando ya eran afectados por esta desconocida situación. Pronto nos dimos cuenta de un pequeño incoveniente pero que no le restó interés a este singular paraje. Me refiero a algunas de las garrapatas que quedan diseminadas en esta área cuando los mamíferos que las traen consigo convergen en este lugar para saciar su sed. Un buen repelente puede hacer el trabajo de hacerlas desistir de buscar su pipirín en los que transitan por aqui buscando la cúspide de el Bernal. En este lugar se encuentran espacios especialmente construídos para acampar cuyas medidas son de aproximadamente 3 X 3 metros por 50 o 60 cm. de altura. Estan hechos de cemento con el material que la naturaleza otorgó tan abundantemente a este lugar: piedras ígneas. Aquí se puede acampar con tiendas de campaña y pernoctar si así lo desea el expedicionista. Como a veinte metros antes de llegar al manantial hay dos de estas construcciones y ya próximas al manantial hay cuatro de ellas. El manantial es producido por al menos dos escurrimientos que nacen como a 60 metros antes de llegar a este lugar donde se encuentran las paguas. En una parte de este trayecto el agua se almacena en el enorme tronco de un higuerón donde el caminante se puede abastecer de agua para continuar con el ascenso. Con una profundidad de más o menos 30 a 40 centímetros, esta alberca que aquí se forma constituye el cuerpo de agua más importante de el manantial. Como a 10 metros de aqui se encuentra la toma de agua que fué construida para abastecer a la comunidad solicitante de tierras "El Bernal" que se encuentra más allá de la casa de Don Anselmo, rumbo a La Chijolosa. Esta toma consiste en un tanque de 200 litros semienterrado a donde llega un extremo de la manguera el cual está cubierto por un filtro para impedir se cuele basura u hojarasca dentro de este conducto y asi ser transportada haciendo uso de la gravedad. Las condiciones de la manguera y ésta toma se estan deteriorando pronto ya que se encuentran abandonadas. En tres o cuatro partes del trayecto el agua de la manguera escapa y forma pequeños escurrimientos que cruzan el camino de el que camina por esos rumbos. Además, la manguera en casi toda su extensión está nadamás puesta sobre la tierra y sin protección. Lo que posiblemente le ha ayudado es, como ya se dijo, la sombra de los frondosos árboles los cuales la protegen del la luz solar, la cual deteriora seriamente a los plásticos. Haber llegado hasta este lugar representaba para quien esto redacta parte importante de la expedición pues mucho había oído nombrar a este venero de agua, cuyo líquido además de no tener muy mal sabor, siempre está fresco pues nace de las entrañas de la tierra; o mejor dicho, de las entrañas del Cerro del Bernal. En el recorrido desde el entronque hasta aquí no muchas veces se puede observar al cerro pues se viaja bajo la sombra de la espesa vegetación. De aquí de este hermoso manantial existe una vereda hacia el este que conduce a el rancho La Escuadra y hacia una presa que de más arriba se puede apreciar. El Manantial se encuentra entre los 1520 y 1540 metros de distancia a partir de el entronque de las Antenas de Microondas.


De El Manantial a El Peñón de Las Hormigas

De aquí de el manantial continuamos hacia nuestro destino a las 3:00 de la tarde después de haber descansado un poco y de haber tomado algunos alimentos. Para apoyarse y hacer menos cansado el caminar en esta parte del recorrido se puede usar un vara de un metro o un metro y medio como bastón o cayado, respectivamente. La caminata de este trayecto de la ruta es en gran parte sobre hojarascas que de los arboles se desprenden para formar una alfombra de material orgánico. Asimismo se pueden apreciar algunos árboles con raíces caprichosas que los hacen foco de atención de aquel que los llega a encontrar. Uno de estos árboles fungió como fondo para la toma de alguna fotografía dado lo impresionante de sus raíces. De la misma manera fué apreciada, en cantidades casi industriales en algunas áreas, la planta simbiótica que crece en los árboles conocida como pashtle o pastle. Al llegar al metro 1860 el camino se torna un poco mas abrupto y por consiguiente un poco mas difícil. Aquí ya no son de utilidad las cuatrimotos ni vehículos 4X4 por lo accidentado del terreno. A cien metros mas adelante el explorador puede obtener una hermosa vista del cuello volcánico, o sea el pilar de roca diorítica que se alza espectacular ante los ojos de el que por ahí viaja. Es también por aquí donde dos venados cola blanca fueron observados y que por cierto esta prohibida su caza. Al recorrer este tramo de la ruta varias especies vegetales fueron observadas, pero las que nos fueron mas llamativas y que reconocimos inmediatamente fueron los soyates. Ignoramos si en esta área del Bernal existan especies endémicas y en peligro de extinción como parece ser existen en La Biósfera El Cielo. Una observación que hicimos fué la de la basura que algunos que gustan de explorar dejan a orillas de la vereda. Se les recomienda a todas aquellas personas que por favor no dejen basura regada; no la rieguen! Es mejor que se la lleven a Don Anselmo quien gustoso la recibe y la pone dentro de un tanque para posteriormente quemarla. En el metro 2500 hay un primer peñón donde inician las escaleras que facilitan el ascenso por pasos difíciles. Estas escaleras estan pintadas en color anaranjado presumiblemente para que puedan ser fácilmente distinguidas en el bosque. En el metro 2520 se localiza El Peñón de Las Hormigas el cual es una enorme roca como de tres a cuatro metros de diámetro con escalera para subir arriba de éste y de ahí observar los peñascos del Bernal. De aqui de estos dos peñones la vista de las paredes casi verticales del cerro son impresionantes. Por su proximidad a la base de la gran columna, es probable que al menos uno de estos peñones descendió de otra parte mas alta, quizás desde la cumbre, para depositarse en este lugar hace ya muchos años. Algo que nos llamó mucho la atención fue un escurrimiento que se distingue facilmente sobre una parte de las paredes del gran pilar central, cuyo color es oscuro. Podría ser chapapote o petróleo crudo esta substancia? Esto es poco probable pues las rocas volcánicas intrusivas parecen ser poco aptas para que se produzcan hidrocarburos. Por otro lado Martín Banda de la Rosa, uno de los que conformaban la expedición, sugiere que tal vez se trate de miel de abeja pues el sabe de una situación semejante. En lo personal yo creo que tal vez pueda tratarse de agua que escurre a traves de alguna pequeña ranura o grieta entre las rocas proveniente de algún almacenamiento que se forma en el interior de la masa petrea. Este almacenamiento se puede deber a que las piedras no son permeables; es decir, no permiten que líquidos fluyan a traves de ellas y consecuentemente el agua no tiene salida rápida y lo hace paulatinamente por estas vias de escape. Después de una temporada de lluvias el depósito puede almacenar bastante agua y tardar varias semanas en decargarse. En el metro 2560, unos cuarenta metros mas adelante, se encuentran dos cuadros para acampar como los que se hayan en el manantial, siendo éstas las últimas construcciones destinadas para poner tiendas de campaña. Veinte metros adelante está el área denominada Campamento de los Tejones donde definitivamente es la última área para las tiendas de campaña pues mas adelante las áreas para hacerlo son muy restringidas.


De El Peñón de Las Hormigas a La Cueva de La Vírgen

La ruta ahora se convierte en un sendero en el que a veces ya no se hace necesario el uso de un cayado pues en partes hay que ir sujetándose de ramas y rocas. Es a partir de aqui que una planta --que Don Anselmo llamó "Mala Mujer 'macho'" pero de hoja diferente a la conocida como mala mujer-- empieza a hacer sentir su presencia. Si el expedicionista siente que algo le picó, muy bien podría ser el particular recibimiento cortesía de esta planta que a simple vista es inofensiva. Por el metro 2760 se tiene una vista de el rancho La Chijolosa y parte del camino que conduce a las Antenas de Microondas. Mas adelante observamos a mano derecha una brecha de más de cien metros que fué causada por una enorme roca que se desprendió de una parte mas alta y descendió aparatosamente llevándose parte de la vegetación a su paso. Presumiblemente esta roca fué desestabilizada por la energía de algún rayo lo cual provocó su desenfrenado viaje. Otra teoría podría indicar que debido al sismo que se sintió en Noviembre de 1992 algunas rocas se desprendieron de los peñascos y cambiaron de domicilio. Esta podría ser la misma historia sobre el orígen de El Peñón de Las Hormigas en un pasado de no mas de 28 millones de años. Esta es la edad que algunos reconocidos geólogos han establecido como edad promedio de este cuerpo diorítico. La diorita es una piedra ígnea intrusiva y se cree que es la clase de piedra mayoritaria de que está compuesto el pilar central de este cerro. Sin embargo, no se piense así de las piedras esferoidales que se ubican en la gran loma que circunda al pilar central y en las faldas de el cerro. Estas rocas parecen ser mas bien rocas ígneas extrusivas basálticas, las cuales se forman cuando la lava fluye sobre la superficie y cuya composición es en gran parte de los elementos hierro y magnesio. Algunas de estas rocas contienen una porción de magnetita pues al colocarles un pequeño imán, éste se adhiere a la superficie de ellas. En el metro 2920 se encuentra La Cueva de La Vírgen. En este lugar se localiza una imagen de la Vírgen María en donde se encuentra la siguiente leyenda: "Fam. Batres Velázquez. 25 Aniversario. Agosto 2000." La imagen de la Vírgen se realizó en relieve en una lámina de unos 50 centímetros que parece ser de aluminio. La cueva está formada por dos paredes pétreas separadas por una distancia de mas o menos 1.5 metros y el cielo de la misma como a seis metros de el disparejo piso. El acceso a esta bóveda de piedra es fácil y tiene otra salida que creo conduce a uno de esos desfiladeros que provocan vértigo. El clima aquí adentro es como de 22 grados centígrados, suficientemente fresco como para prescindir de aire acondicionado. Aunque llavábamos termómetro se nos olvidó registrar la temperatura dentro de este lugar pero creo que 22 grados puede ser una estimación bastante aproximada. Aprovechamos lo benigno de el ambiente para tomarnos otro descanso y disfrutar un rato de esta maravilla natural y por supuesto bajo el manto protector de nuestra madre María.


De La Cueva de La Vírgen a La Cumbre

Al retomar nuestro viaje pudimos darnos cuenta de una segunda cueva que se encuentra a mano derecha al ir al encuentro con la cima. Esta cueva se ubica como a unos 80 o 100 metros de la vereda que nos conduce sinuosamente hacia nuestra meta en su distancia mas corta. Ochenta metros mas arriba de la Cueva de La Vírgen; es decir a los 3000 metros, los señalamientos que nos indican los metros recorridos dejan de anunciarse. Sin embargo existen indicaciones en rocas y árboles que claramente señalan la ruta a seguir y prácticamente no existe el riesgo de perderse. Ascendiendo mas arriba se llega a un pequeño espacio y a un peñón de donde tomamos fotografías de los picos mas altos de la gran columna pétrea teniendo como fondo a la Luna que casi se encontraba en su fase llena. Esta peña, anque ofrece una de las primeras vistas espectaculares desde las alturas, tiene la particularidad de temblar un poco al estar sobre de ella. Tal vez sea prudente no subir varias personas al mismo tiempo sobre ella o definitivamente no subir. La sensación de que tiembla es muy poco perceptible pero creo que es importante hacer mención de ello en este escrito. Las escaleras parecen llegar solo un poco mas allá de la Cueva de La Vírgen y su número total asciende a más de doce desde los peñones, que es donde empiezan a facilitar el acceso en pasos difíciles. La fauna mas evidente en estas alturas son los zopilotes, los cuales parecen ser los dueños absolutos de los riscos juntamente con alguna que otra águila. Al ir ascendiendo la vegetación escasea y da lugar a penascos y rocas de figuras caprichosas, obra maestra de la madre naturaleza. La vegetación que se encuentra de aquí hasta la cumbre incluye lechuguilla(agave), zacate, lirios, líquenes y musgos adheridos a las rocas y por supuesto la planta que proporciona los mismos efectos a la piel que la mala mujer pero un poco mas intensos. Debido a la hostilidad de esta última planta, se sugiere usar guantes en este último recorrido de el sendero que nos lleva a la cima. El último paso del ascenso lo hicimos a traves de un mecate de mas o menos una pulgada de diámetro, sin que esto representara un serio peligro. Por fin nos encontrábamos a solo unos metros de materializar un sueño por mucho tiempo acariciado y por muchos anhelado: La conquista de la cima de El Bernal de Horcasitas.


La Cumbre de El Bernal de Horcasitas

Con la adrenalina bastante motivada, el grupo de los cuatro exploradores nos aproximábamos al sitio donde las vistas panorámicas son indescriptibles y que hacen exclamar expresiones de satisfacción al visitante por lo espectacular del escenario. Aunque un poco agotados por la marcha y además el calor que se dejó sentir durante el transcurso de la tarde, llegamos a lo que representó el cruce de la meta y de esta forma llevarnos el listón que en ellas se interpone para indicar el triunfo. La primera impresión que nos impactó fué la de ver la gran cantidad de cuerpos lacustres que se distinguen claramente desde la cima como si fueran espejos que reflejan el cielo. Al contarlos se registró la cifra de por lo menos cien de ellos en el entorno de el Bernal y hasta donde lo permitía la bruma que conforme atardecía se hacía mas espesa. Los sembradíos y potreros se asemejan a rompecabezas de piezas rectangulares y cuadradas; unas color pajizo y otras mas verdes. El río Guayalejo se observa como una laguna elongada en partes y luego desaparece para después volverse a ver mas adelante; esto es característico de los ríos sinuosos. El calor que sentíamos tan intenso durante el ascenso pronto se discipó con el continuo viento que a estas alturas es mas fresco. Otra grata impresión lo fué ver una cruz blanca ubicada en uno de los picos adyacentes la cual parece tener una altura como de un metro o 1.20 metros y ser de material metálico; esto último no se constató. Este símbolo del cristianismo fué puesto en tales alturas por un presbítero de la iglesia Santo Cristo de la Paz de González y la doctora esposa del dueño del rancho La Chijolosa hace ya mas de cinco años según nos informó don Anselmo. También nos indica don Anselmo que hace ya como 15 años una pareja contrajo nupcias en la cumbre de esta singular montaña y que por su humilde vivienda vió desfilar todo el contingente de invitados a el evento social. Uno de los personajes mas distinguidos en escalar al Cerro del Bernal lo fué el anterior gobernador de el Estado de Tamaulipas Manuel Cavazos Lerma en mas de una ocasión, quién llegó en helicóptero. El ascenso mas antiguo que se ha registrado y que de el que esto narra tiene conocimiento, lo es el que hizo en 1872 otro exgobernador de el estado de Tamaulipas, me refiero al Ingeniero Topógrafo Alejandro Prieto Quintero, el cual él detalla en su obra: Historia, Geografía y Estadística del Estado de Tamaulipas. Mas tarde uno de los integrantes se inspiró para componer un poema que espero luego el me permita incluir en esta narración. Es obvio que la inspiración surja sin ningún esfuerzo al estar mas cerca del cielo, mas cerca de Dios.
Geológicamente hablando, las rocas de los riscos son de textura fanerítica de composición intermedia en su mayoria sugiriendo ser rocas dioríticas. También existen algunas de composición félsica de la misma textura; estas podrían ser sienitas. La gran columna central es un cuello volcánico; es decir, cuerpo intrusivo que se abrió paso en las rocas sedimentarias subyacentes para posteriormente solidificarse. Con el transcurso de miles de siglos la roca sedimentaria, siendo menos resistente y mas soluble, se erosionó dejando al descubierto el conducto de la chimenea de lo que fué un antiguo volcán.
Algunas veces se aprecian nubes en la cumbre de el cerro en la forma de un copo de nieve; a estas nubes se les llama nubes lenticulares y se forman cuando corrientes de aire cálido-húmedo de la planicie ascienden por las laderas y se condensan al llegar a alturas donde la presión atmosférica y la temperatura son distintas. Si no hay corrientes de aire en la parte alta de la montaña, entonces la nube parece estar pertrechada o estacionaria sobre el cerro. Este fenómeno se produce por el efecto de convección; es decir, el aire cálido tiende a subir y una vez que se ha enfriado desciende o ya no sube mas.
El área donde nos decidimos a pernoctar es mas o menos de 4 a 6 metros cuadrados con un piso no uniforme, dejando poco espacio para que mas de cinco individuos puedan descansar recostados sobre las sólidas rocas. Al ir avanzando la tarde la bruma se volvía mas densa y no fué posible obtener fotografías panorámicas de buena calidad. Se espera que en otra visita se pueda tener un poco mas de visibilidad y asi tener mejores tomas. En estas alturas los zopilotes son la fauna mas evidente durante el día y por la noche lo son los murciélagos que salen de las cuevas, algunas de ellas aún poco conocidas o que esperan ser exploradas. El manto de la noche caía y la presencia de zancudos nunca se hizo presente pues el viento les hace poco atractivo este lugar para residir. Como a la 9:15 se estableció comunicación desde la cima del Bernal con el poblado Graciano Sánchez a traves de unos radios de los llamados 2-way de capacidad de 5 millas sin que existiera interferencia alguna. Fué con el uso de estos radios que se le pidió a un automobilista allá en Graciano que nos prendiera y apagara las luces de su auto para ver si lo podíamos distinguir. Al hacer lo indicado confirmamos de que sí se distinguía y muy claramente. Nosotros por nuestra parte juntamos las 4 lámparas de mano que llevábamos y las prendimos juntas para que también ellos pudieran vernos. Otros automobilistas que viajaban por Las Aguilas y el rancho El Casco también nos detectaron y correspondieron apagando y prendiendo sus luces. Lo mismo pasó con mas de uno que viajaba por la carretera Tampico-Mante. Fué divertido este momento y nos puso a reir por un buen rato, pues decíamos que algunos de ellos podrían pensar o decir: mira un ovni en el Bernal! También hubo algunas 5 llamadas por teléfono celular para que desde Graciano algunos de los familiares nuestros observaran las luces de nosotros desde la cima del cerro. Ya habiendo oscurecido, claramente se distinguen las luces de González, Graciano Sánchez, Estación Manuel, Ej. González, Ej. Santa Fé, La Colonia Menonita, Las Aguilas, El Casco, Vergeles, Rancho Nuevo, Ruíz Cortínes, Magiscatzin, Carranza II, La Chijolosa y Atizapán de Zaragoza. Cd. Mante casi no se detectó; esto tal vez por la copiosa bruma que cayó por la tarde. Las poblaciones mas evidentes son las tres primeras de este listado y en el mismo orden. Esta experiencia es una marca indeleble en nuestras mentes que se guarda celosamente en algún rincón de el cerebro dándole trabajo garantizado y perpetuo a unos cuantos millones de neuronas. Con la ayuda de binoculares también fué posible observar la cruz de la Iglesia Católica Santa María del Bernal (la cual tiene focos en la parte frontal y la iluminan) del Pobl. Graciano Sánchez que en estas fechas se encontraba en los preparativos de su celebración patronal. Dicha celebración se lleva a cabo el día 31 de Mayo con un espectacular despliegue de fuegos pirotécnicos. Asimismo fueron observadas, inconfundiblemente, las torretas de las patrullas que en Graciano Sánchez se encontraban cumpliendo con sus labores correspondientes.
En este ambiente de paz y armonía se tomó lectura a el Salmo 23 de la Santa Bíblia y de algunos otros pasajes antes de disponernos a reposar. Al haber cesado nuestra plática pudimos escuchar mas claramente el graznido y vuelo de numerosos murciélagos que por la noche son los amos y señores de este coloso. Como para las 11:00 ya teníamos frío y tuvimos que hacer uso de cobijas para poder estar a gusto. Para las 2:00 de la mañana una nublazón, que parecía amenazar con lluvia, nos hizo descender unos 10 metros mas abajo para acampar en otro sitio donde no nos fuera peligroso bajar por las rocas si es que éstas se mojaban ya que esos diez metros son los que posiblemente sean los mas riesgozos en caso de precipitación pluvial.


El Descenso desde La Cima

De las 2:00 de la mañana a las 5:00 de la mañana el clima fresco se tornó en frío. Después de las 5:00 la temperatura inició un cambio pues se empezó a sentir el aire cálido que a traves de el fenómeno de convección hacía su ascenso de la planicie hacia la cumbre del coloso sobre las paredes del gran pilar central. Este rápido ascenso de aire húmedo y cálido hacía que se formaran numerosas nubes al hacer contacto con las masas de aire mas frío. Para las 6:30 de la mañana iniciamos el descenso teniendo una alborada poco familiar pues observábamos muchas nubes hacia abajo que se teñían de rojo con los primeros rayos del sol naciente. Un canto numeroso de chachalacas fué bastante audible hasta la cima así como de otras aves cuyos cantos desconocimos, excepto los de los loros cabeza amarilla. Para las 7:00 ya estábamos en la Cueva de La Vírgen. Cuando llegamos al Manantial Martín Banda nos comentó que se sentía un poco sordo y nosotros concluímos que podría haberse debido al descenso rápido y que debido a la diferencia de presiones atmosféricas de la cima y de donde ahora nos encontrábamos había producido tal efecto en este compañero. Aquí tomamos un almuerzo ligero y nos llevamos la basura que el día anterior habíamos dejado para el regreso juntamente con la que se produjo en este día. También hicimos un paréntesis en nuestra caminata al llegar a la casa de el señor ermitaño y charlamos un poco con él. Uno de sus primeros comentarios fué sobre la basura pues no le gusta que se deje basura y no se debe dejar basura regada en este recinto ecológico que la naturaleza se esforzó en esculpir. Don Anselmo mismo pide y quema la basura que los visitantes del cerro puedan traer consigo, si no se encuentra Don Anselmo la pueden dejar en su viviendad al regreso del grandioso monumento natural. Enseguida nos invitó a probar una de las variedades de plátanos en su forma natural; es decir, la fruta ya madura directamente de la planta. Después nos ofreció éste producto en rodajas secadas al sol las cuales sabían muy bien. Un último aperitivo lo fueron estas mismas rodajas deshidratadas y procesadas en miel de abeja o piloncillo que definitivamente fueron el plato fuerte. Luego nos invitó a pasar a la huerta de plátanos donde apreciamos algunos racimos que a nuestro juicio podrían muy bien alcanzar los 45 kilos de peso. El regreso al rancho La Chijolosa lo hicimos para las 10:10 de la mañana, tres horas y 40 minutos después de haber iniciado el descenso desde la cumbre. Aquí ya nos estaban esperando para regresar a Graciano Sánchez pero antes disfrutamos de un exquisito almuerzo con una fría bebida carbonatada y gaseosa, me refiero a una Coca-Cola. Nos dispusimos enseguida a dirigirnos hacia nuestro terruño a donde arrivamos a las 11:10 y así concluir satisfactoriamente una meta alcanzada y la experiencia inolvidable de haber alcanzado la cúspide de El Bernal de Horcasitas, la montaña representativa de un estado: Tamaulipas.


Ultima actualización: Tuesday, March 25, 2008
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