Bogotá by Night: Reinado de MáscarasFicción: Smell like? Bloody spirit Gollinbursti "Degolló así mismo el holocausto, y los hijos de Aarón le presentaron la sangre, la cual roció él alrededor sobre el altar." Levítico 9.12..
Me acabo de lavar las manos, usé jabón para platos porque es más fuerte y aún así su olor no me abandona, es de creer que tras tantas veces de hacerlo ya me habría habituado y en parte así es, me he acostumbrado a todo menos al olor; han sido tal vez cientos de veces que me ha tocado disponer de los rastros que los afanados o los tontos dejan. Hombres, mujeres y niños han pasado por mí, "el carroñero" como me llaman algunos, para desaparecer. Originalmente el trabajo consistía solo en recogerlos y hundirlos en el río Bogotá o sepultarlos en algún lote baldío. Ahora es más complicado, con las cámaras de vigilancia en las calles y la policía un poco menos corrupta mi trabajo se ha vuelto interesante. Dependiendo del individuo me traen el cadáver o yo voy a recogerlo, en cualquier caso mi trabajo real consiste en encargarme del o los cuerpos. Lo primero es incinerar sus ropas y pertenencias, antes guardaba un recuerdo de cada uno pero ahora prefiero no arriesgarme y además ya no le hallo sentido. Luego baño los cuerpos y aunque suene ilógico oro por ellos, al fin y al cabo una vez fui sacerdote, para muchos es estúpida y aún risible mi actitud, es el último acto de "humanidad" que puedo tener para con ellos. Finalizada la oración los descuartizo (bueno a los que no vienen ya destrozados por sus verdugos) y luego los disuelvo en ácido a excepción de los 2 o 3 que Marco encarga por mes (aunque el no sabe que yo sé que van para él) o los de los niños que se les lleva Alexa y prefiero no saber para qué, aunque paga muy bien; además si alguien se entera de mis tratos con ella, uh... Ya descuartizados o partidos en trocitos, para que suene a receta de cocina, sumerjo los cuerpos en ácido y revuelvo hasta que no quede rastro alguno de lo que eran o mejor dicho hasta que quede una mezcla compacta sin grumos. Luego toca extraer las partes difíciles de deshacer como son dentaduras, o prótesis, o cosas similares (a esas partes hay que darles tratamiento especial). Finalizo vertiendo la mezcla en canecas que luego son vaciadas a las afueras o en doña Juana, por hay tengo un proyecto con un amigo químico para convertirlos en abono. Así ha sido por años, bueno el método ha variado un poco, y salvo ocasionales cambios de ubicación y uno que otro policía molesto, mi vida y mi trabajo han sido tranquilos. Pero desde el primero hasta hoy, sin importar cuántos han pasado por mis manos, sus rostros se han borrado, sus cuerpos no significan nada, pero su olor, el olor de cada cuerpo se impregna en mí y en mis ropas durante días o aún semanas. He probado de todo, he trabajado forrado en látex para poder limpiarme fácilmente, usando trajes de seguridad biológica, en otros de tipo industrial, etc. Y ahora ante la inutilidad de todo eso permanezco desnudo durante mi labor dejando que el olor me toque pero no me invada. Saldré de aquí, tras lavarme otra vez, camino a un sauna que me ayude a quitarme la esencia que ellos dejan en mí. Interesante que aunque no respiro pueda sentir todo el tiempo su olor rodeándome como un aura recordatoria de mi profesión. |
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