Bogotá by Night: Reinado de Máscaras

Ficción: Bonus track

Gollinbursti

"Un alma buena y generosa puede ceder a una orden imperial... Más os pido perdón. Lo que sois no pueden cambiarlo mis pensamientos. Los ángeles brillan siempre, aunque el más brillante cayera. Si la infamia tomara el mismo rostro de la virtud, la virtud no dejaría por ella de parecerse a sí misma."


WILLIAM SHAKESPEARE, Macbeth.

Gaghiel Gaghiel

 

Sicosis es un sinónimo de lo que soy, un manojo de nervios incapaz de descansar al menos treinta segundos en paz. Por ello día y noche miro tras de mí convencido que cualquiera es mi enemigo, ya van dos años de esta constante angustia y miedo, dos años en los que sólo el topor me ha brindado algo de descanso porque aún allí las imágenes me persiguen y torturan, dos años de incesante investigación, de esconder lo que sé, de cargar solo con una verdad que ni yo mismo creo completamente, 2 años de registrar cada evento, cada detalle, cada muerte.

Fue un 27 de noviembre, había sido invitado al estreno de la temporada de ópera, era una noche exquisita, el Colón lucía majestuoso, no recuerdo ni con cuál obra se iniciaba la temporada ni acompañado de quién asistí. Me encantaba (aún me encantaría si pudiera volver) asistir a los estrenos, la adrenalina llenando el aire, el nerviosismo de los cantantes y músicos y la expectativa de la gente. Todo ese ambiente siempre me llenaba de cierta embriaguez, un estado muy cercano al que sentía en vida cuando fumaba opio, eso sumado a mi costumbre de jugar observando las auras de aquellos a mí alrededor me tenían completamente anonadado.

Inmerso en aquella atmósfera lo vi, un joven de rasgos extremadamente finos vestido de manera impecable, con un aura de un brillo tal que hirió mis ojos por su resplandor, aunque herir puede sonar muy brusco, me hizo sentir como lo hace el aura de los niños pequeños por que me recuerda parte de mi nueva realidad.

Durante toda la velada me dediqué a observarlo, un aura como esa es en sí misma un espectáculo que por momentos parecía bailar al ritmo de la música. Durante el intermezzo me miró, sus ojos casi translúcidos me sorprendieron, es más, podría decir que tuve la certeza de que él observaba mi alma, y sentí miedo. Durante el resto de la función procuré no mirarlo pero esa aura tan inocente en alguien que debería ser al menos en parte vil, en parte humano, me obligó en repetidas ocasiones a contemplarlo de reojo para con el menor movimiento de su parte apartar de él mi vista huyéndole a esos ojos inquisidores.

A la salida lo perdí de vista y aunque me molestó un poco me sirvió para indagar por él, pero para mi sorpresa nadie parecía recordarlo, ni tan siquiera sus compañeros de silla. Algo sorprendido salí a caminar hacia el parqueadero para dejar que el aire frío me despejara la mente cuando lo sentí a mi lado. No sé de dónde salió, pero caminaba junto a mí. Me alejé de él y casi en frenzy le increpé: ¿Quién es usted?, a lo que él respondió con una sonrisa tan... ¿pura?, ¿franca?, que me calmó instantáneamente, seguida de un: Nadie importante, tan sólo un mensajero, la pregunta sería ¿quién eres tú?, un ciego más o alguien que realmente desea ver. Y con un suave gesto se acercó y cerró mis párpados con sus dedos. No sé por qué no me moví, pero así fue, lo dejé cerrar mis párpados mientras me hablaba, en una lengua que no oía desde mi nativa Cataluña hace una vida, acerca de la oscuridad que aún sobre los hijos de Caín se cernía.

Cuando abrí los ojos, vi como las estrellas desaparecían engullidas por una mancha voraz que como un hongo crecía en todas las direcciones, para luego emerger de las sombras visiones que aún hoy hielan mi sangre y mi alma. Y desde entonces señor mío he estado registrando lo que hoy le envío con la esperanza de que usted sepa darle mejor uso que yo. Como siempre si me necesita sabe como contactarme, creo que el momento se acerca y sé que no hay forma de huir de lo inevitable pero al menos podemos estar preparados.

Cordialmente y a su servicio, P____ V___________ hijo.

Nota: Este es la cuarta ocasión en la que tengo conocimiento de un cainite que desarrolla este tipo de paranoia y lo más preocupante es que las manifestaciones son consistentes en todos los casos llegando a poder considerarse idénticos. Por ello recomiendo, y ante la falta de alguna evidencia de un origen natural, mantener estricta vigilancia de las actividades de los Malkavian, de los antitribu primero, pero no se puede descartar que sea obra de los que pertenecen a nuestro bando.

Escrito original para BbN, derechos reservados.

Contactar al autor en gollinbursti@softhome.net

Comentarios

¿Acerca de cúal texto es tu comentario?

¿Cúal es tu nombre?

¿Cuál es tu dirección de email?

Tu comentario