Bogotá by Night: Reinado de Máscaras

Ficción: Emboscada

Gollinbursti

"There you are alone
With no hope of ever having something to be proud of
Something earned without begging
Yes, I know you're a person, a person close to me
Who do you think you are? What more do you want from me?!
"

KoRn, Ball Tongue.

Nosferatu en Bogotá by Night BbN

 

Lleno de ansiedad Próspero llega a la boca del callejón, con mirada nerviosa se asegura que nadie lo haya seguido; aguza sus sentidos buscando en todas las direcciones posibles señales de un visitante no deseado. Por la calle sólo se ve basura y smog.

Con premura empieza a remover las cajas y bolsas de basura pero siempre volviendo la cabeza para como un roedor olfatear el aire a su alrededor en busca de peligros. Bajo una montaña de escombros y suciedad está al fin la alcantarilla. Una última mirada y entra rápido por un orificio que lo ha de llevar hacia la oscuridad que habita bajo la ciudad, si aún llenara sus pulmones de aire, el olor que expele la alcantarilla lo haría vomitar y aunque no es así aún no se ha acostumbrado a esto viajes constantes por el subsuelo capitalino.

Al llegar al fondo escucha con cierta repulsión como el "agua" y todos su extras lo reciben con un coro pegajoso que resuena en todas direcciones a travez del laberinto de tuberías en el que se halla. Aunque la oscuridad es total desde que puso la tapa en su sitio se siente en su ¿hogar?, si aunque no le guste admititrlo es en sitios como este, alejados de la pompa y la vanidad es donde ahora se siente más a gusto.Cierra los ojos y en su mente recuerda el plano, no importa cuantas veces halla venido siempre se le olvida algo y se pierde por un momento, y aquí cerca de la Modelo eso podría costarle la vida tarde o temprano.

El recorrido es largo y tortuoso, lleno de curvas sinuosas y otras casi imposibles, el olor a metano que percibe le recuerda lo peligroso de este sitio; ni aun las ratas se acercan aquí por los niveles de contaminación a excepción de aquellas que llevan por sus venas la sangre de su maestro y algunas que ya llevan la suya propia. Aunque divagando dentro de sus propios pensamientos a medida que recorre los túneles cubiertos de limo y excrementos, Próspero permanece constantemente atento a su entorno y se percata que algo no esta bien.

Se detiene, aguza el oído y penetra la vista con el poder de su sangre, nada fuera de lo normal, completo silencio y absoluta oscuridad, tal vez demasiado silencio y demasiada oscuridad. Sonríe dejando asomar entre la deformada boca unos dientes perfectos y relucientes y se repite a si mismo en voz baja, cálmate, cálmate muchacho que ya casi llegamos. Y al llegar a una bifurcación, aunque sabe que el camino es por la izquierda gira a la derecha, un grupo de ratas le da la bienvenida más adelante con sus chillidos, un indicativo de la cercanía de su destino. El metano es peor que nunca pero las ratas ghouls del tamaño de perros tienen poco que temerle al gas. Al fin llega al lugar que deseaba hallar, es una especie de bocatoma, un recinto circular como de cuatro metros de diámetro, su techo abovedado le da cierto aire a catedral de la suciedad. Se ubica en el extremo contrario de la entrada y empieza a manipular una enorme llave de válvula desprevenido de su indeseado compañero de viaje quien acaba de entrar tras de él sin hacer el menor ruido.

Unas gruesas y rojas gotas de sudor nervioso corren por su arrugada frente mientras su piel se eriza ante la certeza de compañía. Sin girar introduce su mano entre los montones de ropa sucia y ajada que lo cubren y se decide a hablar. Su voz es temblorosa por la mezcla de ansiedad, temor e ira. Su maestro la va a castigar mucho por este error. Sal de ahí, jamas obtendrás que te lleve a la guarida de mi señor, es mejor que dejemos de perder el tiempo, y una gruesa lámina de acero reforzado cierra en segundos la entrada. Próspero se gira despacio, algo brillante refulge en su mano, es algo pequeño que se pierde entre sus enormes dedos correosos. Sal te digo, la única forma de salir esta junto a mi, si la quieres ven por ella y con un movimiento arranca la llave de la válvula y la deja caer a sus pies.

De en medio de la penumbra, mas cerca de lo que el Nosferatu esperaba sale una mujer, es delgada, alta, su cuerpo esta cubierto por un traje absolutamente ceñido que no deja espacio a la imaginación, cada rasgo de su femineidad se dibuja perfectamente bajo ese material sintético y evidentemente impermeable. Próspero lleva poco como uno de los malditos y aun no se han borrado por completo de su ser los impulsos y oscuras pasiones que lo convirtieron en candidato perfecto para el abrazo. Al verla su lengua recorre las comisuras de la deformada boca de una forma viciosa y obscena; lo que daría por una erección, piensa para si mismo y le parece divertida la imagen mental que construye en segundos de su cuerpo bizarro sobre el de esta hermosa criatura y aun llega a imaginarse sus gritos de suplica.

Pero esos tiempos ya se han ido, ahora y aquí lo importante es sobrevivir. La mujer se acerca lento, grácil, letal. Próspero se prepara con los colmillos rasgando sus ¿labios? para la pelea, sus ojos brillan con cada movimiento de los músculos de su rival. En un instante la mujer esta frente a él y de un solo golpe certero le rompe el tabique y lo obliga a retroceder torpemente. Próspero siente la roja mancha que cubre su rostro de monstruo y en cierta forma feliz le replica: Así me gustan perra, que se hagan las difíciles. Ella no se inmuta por el comentario y con una patada giratoria envía al pobre junto a la entrada con un par de costillas rotas y bañado de pies a cabeza en excrementos, el Nosferatu toma un par de los ladrillo que el impacto de su cuerpo debilitó y los lanza con una enorme fuerza contra ella quien en lugar de esquivarlo bloquea el golpe cruzando sus brazos sobre su rostro.

El segundo ladrillo, al igual que el primero hace impacto pero no mayor daño a pesar de la enorme fortaleza con que fueron lanzados. Próspero hace algo inesperado, al lanzar la mano al muro ella se cubre nuevamente pero en lugar de lanzarle otro fragmento de pared, presiona en ella y la puerta se abre, con gran velocidad el joven vampiro sale del lugar y cuando ella viene tras él, hace que el pequeño objeto refulgente en su mano encienda una débil llama mientras se hunde como una ballena torpe bajo las aguas infectas. La mujer solo ve como una marejada de calor rojo y naranja la engulle con un sordo rugido sin darle tiempo de hacer nada. Un par de minutos después, se escucha el ruido de alcantarillas volviendo a caer y Próspero con la ropa desecha dejando ver un cuerpo retorcido pero musculoso y rodeado por varias ratas enormes se acerca a la entrada de la trampa. La mujer no ha muerto, se halla sumamente herida, maltratada e incapaz de moverse. El vicioso espíritu del vampiro se asoma en sus ojos una vez más y recoge de entre las aguas una estaca de madera burdamente labrada y con manchas de sangre. Se acerca a su hasta hace poco cazadora y mientras recorre su quemado rostro con la lengua y su pecho con la estaca le susurra. Puede que ya no tenga erecciones, pero entre mi afilada amiga y yo seguro podemos satisfacer a una perra como tu.

Escrito original para BbN, derechos reservados.

Contactar al autor en gollinbursti@softhome.net

Comentarios

¿Acerca de cúal texto es tu comentario?

¿Cúal es tu nombre?

¿Cuál es tu dirección de email?

Tu comentario