Bogotá by Night: Reinado de Máscaras

"It's not time to make a change
Just relax--take it easy
You're still young--that's your fault
There's so much you have to know."

Cat Stevens, Father and son.

Diciembre 26 del 2001 8:04 p.m.

Hoy me enteré que voy a ser papá. No, me enteré que podría llegar a ser papá. Había escuchado rumores acerca de cómo aún los no muertos como yo podríamos llegar a engendrar vida y aunque originalmente me pareció maravilloso que aún de seres como nosotros la vida se abriera camino, ahora no pienso igual. He escuchado rumores acerca de lo que son y padecen los dhampiros, que es como se le llama a los hijos engendrados entre un vampiro y un mortal, y además he observado la forma en que abandonan este mundo y te juro que no es agradable.

Un amigo más sensible y estúpido que yo, si es que eso es posible, tuvo la fortuna de sentirse vivo de nuevo por un instante y la desgracia de engendrar un hijo. Al igual que a mí lo embargó la felicidad, pero a diferencia mía él era completamente ignorante de las consecuencias. Baste decir que el niño nació y entre su padre y yo escondimos todo lo referente a su origen tanto a su madre como a la Camarilla. Pero mejor hubiera sido para todos que el muchacho hubiera muerto al nacer, a los 12 años, era un completo asocial, triste, apático, a los 14 ya había intentado matar a algún compañero en dos ocasiones convirtiendo la vida de su madre y la no vida de su padre en un infierno. El niño no hallaba su lugar en el mundo por esa mitad suya que era solo oscuridad.

Entonces su padre decidió aparecer en su vida, explicarle su origen confiando, tontamente, en que la verdad lo liberaría y lo ayudaría a sobrellevar su condición. El muchacho reaccionó mucho peor de lo que cualquiera hubiera esperado, se tornó violento aún con la madre y a los 15 cometió su primer homicidio con la excusa de saciar el hambre de su mitad maldita. Como pudimos cubrimos el crimen pero tanto el Sabbat como la Camarilla empezaron a mostrar interés en el niño. Luego todo empeoró, se tornó aún más violento incluyendo ahora a su padre, tendencias suicidas y una depresión constante que desahogaba en mayor forma contra su papá.

Al final, en un último enfrentamiento padre e hijo, hijo contra padre para ser más exacto, pelearon y al final al verse incapaz de derrotar a mi amigo, su hijo se cubrió con gasolina y se inmoló, mi amigo, mi compañero durante casi 60 años, desesperado se abalanzó sobre él y en un mortal abrazo se convirtieron juntos en cenizas condenados por las llamas.

Por eso, aunque daría mi vida por tener un hijo, se que no es posible, que no hay forma alguna de suavizar la maldición más allá de aceptarla, que las efímeras ilusiones de humanidad y los recuerdos de lo que fuimos solo sirven para lastimar. Ella no aceptará razones, es una mujer tan llena de amor que por ningún motivo se atrevería siquiera a pensar en no tener al bebé, y si le planteo la idea huiría de mí y sufriría sola el dolor y la desesperación que ese niño le traería. Así que aquí estoy, con su cuerpo casi inerte porque la he privado de gran parte de su sangre, esperando que con esto baste para interrumpir la gestación y anhelando que el bebé no tenga aún un instinto como el mío para intentar sobrevivir a toda costa. De cualquier forma con este acto se que la he perdido por siempre, ahora entiendo porque mi sire me dijo que los malditos teníamos prohibido amar.