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Mi Creación

 

 

El momento llegó. Nuestra espera por fin a llegado a su fin. El fuego que encadenaba tus manos ahora ilumina el odio que brilla en tus ojos. Sé que sabes lo que tienes que hacer, ni siquiera tienes que pensarlo. Estoy esperando por ti. No voy a huir. Puedo sentir la ira en tu espíritu, no importa donde estés. Ahora que estás libre debes extender tus alas de cenizas y cruzar el infinito hacia mi. No voy a huir. Dejaré que el rugido de tu sufrimiento atraviese mis oidos hasta lo mas profundo de mi ser y las garras de tu venganza destrocen mi piel. 

Conozco tu odio. Conozco su origen, porque soy yo. Yo soy quien te creó para que fuereas lo que eres, para que esperases sufriendo como lo hiciste y para que hagas lo que vas a hacer ahora. Yo soy quien te creó y tu serás quien me destruya. Me harás sentir todo el dolor y la desesperación que sentiste en tu eterna agonía en espera y así alcanzaré la máxima gloria del dolor. Ya no quedará nada mas por sentir. Llegaré al límite en tus manos. Sentiré las suaves caricias del fuego y de las agudas navajas en tus garras hasta que me ahogue la muerte y me rodee solo el silencio, la dulce muerte que acallará las voces en mi cabeza y tranquilizará mis manos destructoras. Ese es tu destino. Estamos unidos por la sangre, la sangre que vienes a derramar que circula tanto por mis venas como por las tuyas. Somos hermanos, somos uno. Le enseñarás al mundo el verdadero sentido de la unidad, cuando tus manos destrocen mis costillas para poder liberar la desesperanza que está prisionera en mi y que ruega por poder salir y no volver a entrar, para fluir libre hacia la tierra, donde pertenece. Al igual que nosotros. 

Porque tardas tanto? estás lejos aún. Puedo sentir el batir de tus alas, ennegreciendo el cielo. Puedo sentir como tu presencia cercana aumenta cada segundo, aplastándome en este trono de acero frío maldito con la vida eterna que desprecio y odio. Ven a liberarme de esta maldición de tranquilidad infinita, te lo ordeno. Yo soy tu creador, yo te forjé y te di la vida que tanto odias, casi tanto como a mi, casi tanto como yo. Ya estas por llegar, el momento final se acerca, ya puedo saborear la sangre subiendo por mi garganta cercenada y puedo sentir la calida brisa que nace en el fuego de tu rencor y de tu aborrecimiento hacia mi. No importa, ya todo está listo, ya estás aquí. Dejad que comience mi destrucción.

 

 

 

 

 

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