Vuestra Ignorancia
Mira hacia arriba. Qué es lo que ves? Un cielo hermoso, celeste y despejado, o quizás un cielo gris y melancólico, quizás un cielo rojo y romántico o si es de noche un cielo negro y tranquilo. Si, tranquilo, y no es solo que tu creas que está tranquilo, en verdad lo está. Puedes notar claramente como te mira con su único ojo siempre atento, siempre esperando, vigilando. Tu podrías decir que la Luna es hermosa cuando está llena y hace que la noche sea muy clara, pero es en esos momentos cuando mas fíjamente mira y observa cada detalle para cuando llegue el momento adecuado. Siempre planeando y calculando. Lo que realmente debes temer es cuando haya Luna Nueva y no puedas ver mucho mas allá de tus narices sin la ayuda de una lámpara o linterna, porque la única luz que muestra a las criaturas como relamente son o crees que son, es la luz de la Luna y en esas noches ella no está para "ayudarte". Aunque realmente crees quer ella puede llegar a ayudarte? Ella es demasiado hermosa como para querer desear algún mal, cierto? Pero ella en verdad no es ella, sino que el ojo tuerto de aquel que nos observa y espera y créeme que ya lleva mucho tienmpo esperando, por lo que cualquier noche puede decidir que ya es el momento adecuado y se apodere de todo lo que no puedes ver cuando hay Luna Nueva, que es cuando él tiene su único ojo cerrado ya que no lo necesita con la cantidad de critauras sobre la Tierra que le obedecen y le sirven porque son sus esclavos. No me crees? Porque crees que siempre es la misma cara de la Luna la que apunta hacia la Tierra? Cuando estás afuera de noche y crees que un arbusto cambió de lugar, en verdad crees que es tu imaginación? O quizás es un pensamiento instintivo que te ayuda a mantenerte cuerdo en la liberadora ignorancia de que ese arbusto si se movió o de que esa sombra si se alargó para quedar mas cerca tuyo y poder controlar lo que piensas, lo sientes y lo que respiras. Puede ser que no me creas, está bien. Pero sinceramente, nunca te ha pasado de que estando solo afuera en algún lugar, a lo lejos, la silueta de un árbol sin hojas parecía sospechosamente la sombra de un hombre o que en las ramas de otro árbol hay algo acechando? Solo digo que son muchas las coincidencias. Ya lo dice Charles Lamb, en su libro Witches and Others Night Fears:
Las Gorgonas, las Hidras y las Quimeras, las terroríficas leyendas
de Celeno y las Arpías, pueden reproducirse en el cerebro de las
mentes supersticiosas… pero ya estaban allí desde mucho antes.
Son meras transcripciones, tipos; los arquetipos están dentro de
nosotros y son eternos. De lo contrario, ¿cómo podría llegar a
afectarnos el relato de lo que sabemos a ciencia cierta que es falso?
¿Será que concebimos naturalmente el terror de tales entes en tanto
que pueden infligirnos un daño físico? ¡No, ni mucho menos! Esos
terrores están ahí de antiguo. Se remontan a antes de que existiese
el cuerpo humano… No precisan siquiera de él, pues habrían
existido igualmente… El hecho de que el miedo de que tratamos
aquí sea puramente espiritual —tan intenso en proporción como
sin objeto en la tierra— y que predomine en el período de nuestra
inocente infancia plantea problemas cuyas solución puede
aportarnos una idea de nuestra condición previa a la venida al
mundo o, cuando menos, un atisbo del tenebroso reino de la preexistencia.
Yo solo cumplo con decirles, deberían ser mas cuidadosos con las sombras en la noche o las siluetas que ven en la distancia. No sacan nada con salir acompañados, porque frente a esas criaturas no pueden defenderse ya sean diez contra uno. No hay caso, es una guerra que se pierde antes de empezar. Yo solo les digo, vuestra ignorancia es vuestra libertad, y en serio creo que deberían disfrutarla.