Dos
reconocidos físicos, Holger Bech
Nielsen y Masao Ninomiya, publicaron sendos
ensayos en los que sostienen que el colisionador
de hadrones (la máquina de Dios),
instalado en la frontera entre Suiza y
Francia podría estar siendo boicoteado
desde el futuro...
NUEVA YORK. La máquina más
cara y potente jamás construida,
que busca recrear las condiciones iniciales
del universo para posiblemente arrojar
una teoría física del todo,
podría estar siendo saboteada desde
el futuro. Como si dios o el universo
no dejara jugar a ser él, guardando
los secretos del Big-Bang, como un escritor
de misterio que no revela el final de
su historia.
Aunque esto podría
sonar como una disparatada teoría
de ciencia ficción o conspiración,
ha sido propuesta por dos de los físicos
más reconocidos de la comunidad
científica, Holger Bech Nielsen
y Masao Ninomiya. Teniendo en cuenta que,
por alguna razón (técnica
o metafísica), el ambicioso proyecto
del Gran Colisionador de Hadrones ha enfrentado
una serie de extrañas vicisitudes
que han postergado su activación.
Según especulan
estos físicos en sus ensayos “Test
of Effect From Future in Large Hadron
Collider: a Proposal” y “Search
for Future Influence From LHC”,
publicados en arXiv.org, producir el bosón
de Higgs podría ser una abominación
a la naturaleza tal que su creación
(deus ex machina) generaría una
ola retroactiva desde el futuro que detendría
al colisionador antes de que pudiera crear
la llamada “partícula de
dios”, como un viajero que regresa
en el tiempo para matar a su abuelo: el
universo impide robar el fuego de Prometeo
porque si esto sucediera, estallaría
(o dejaría de tener sentido el
juego de escondidillas cósmicas
que llamamos evolución).
En
la física actual las leyes del
universo son reversibles, así que
en teoría el futuro podría
afectar el presente y el pasado. Dean
Radin y el Global Consciousness Project
han realizado experimentos donde el futuro
parece haber influido en el presente y
proponen modelos científicos para
explicar esto.
“Tendría que ser nuestra
predicción que todas las máquinas
capaces de producir el bosón de
Higgs deberían de tener mala suerte”,
comentó al NY Times el Dr. Nielsen.
“Casi se podría decir que
tenemos un modelo de Dios… y Él
odia las partículas de Higgs, y
trata de evitarlas”.
Esto
también podría explicar
por qué el Supercolisionador Superconductivo,
diseñado para generar el bosón
de Higgs, fue cancelado en Estados Unidos
después de que ya se habían
invertido miles de millones de dólares
o por qué la suerte del gran Colisionador
de Hadrones del CERN parece estar saboteando
su funcionamiento: iba a ser activado
hace más de un año pero
fallas de último minuto postergaron
su activación, la cual luego fue
retrasada otra vez hasta que se supone
entraría en acción este
diciembre.
Por otra parte hace unos
días la policía francesa
arrestó a un físico que
trabajaba en el Colisionador por supuestos
vínculos con Al-Qaeda, algo que
recuerda a la película “Ángeles
y Demonios”, donde el CERN y el
Gran Colisionador fueron infiltrados por
organizaciones político-criminales
como los Iluminati (quienes en la película
roban antimateria del CERN).
El
Dr. Nielsen y el Dr. Ninomiya han propuesto
un juego de azar para detectar mala suerte
del futuro para el proyecto del CERN.
De obtenerse un resultado sumamente improbable,
algo como que el Gran Colisionador obtenga
la única espada en un juego de
1000 diamantes, esto significaría
que la máquina no funcionaría
o sólo funcionaría a niveles
muy bajos de energía.
El Gran Colisionador de Hadrones (LHC,
por sus siglas en inglés) tiene
un costo de alrededor de US$ 9.000 millones,
compartido por cerca de 100 países
y empleando a 10.000 científicos
desde su concepción hace 15 años.
El LHC permitiría colisiones de
haces de protones a velocidades próximas
a la de la luz las cuales generarían
concentraciones de energía similares
a las que ocurrieron en la primera trillonesíma
de segundo posterior a la creación
del universo.
Cuando sea activado, se
cree que el Colisionador producirá
el especral bosón Higgs, conocido
como la “partícula de Dios”,
el cual amalgamaría, como un eslabón
perdido, el Modelo Estandár de
la física (acercándose a
una Teoría Unificada o TOE Theory
of Everything) y podría explicar
cómo otras partículas elementales
adquieren propiedades como la masa, para
así empezar a desentrañar
el hermetismo de la “masa oscura”
(dark matter) que permea el universo.
El
bosón de Higg es conocido como
“la partícula de dios”
un poco por la divinidad del error: un
físico quería titular su
libro sobre esta partícula “The
Goddamn Particle”, debido a lo problemático
y ratonero que resultaba el boson Higgs,
pero su editorial no se lo permitió
y de ahí surgió la “God
Particle” ( partícula de
Dios).
El CERN y su “Big Bang Machine”
incluso ha sido demandado por la especulación
de que podría generar un hoyo negro
que destruya el planeta y hasta el universo,
sin embargo, la probabilidad de que esto
ocurra es mínima y las acusaciones
han sido desestimadas.