WASHINGTON
La agencia espacial estadounidense NASA
ha anunciado que ha encontrado pruebas
de que en la Luna hay agua, lo cual representa
un gran paso hacia el establecimiento
de asentamientos humanos en el satélite
de la Tierra. "Encontramos agua,
y no un poco, sino una cantidad significativa",
ha señalado en una conferencia
de prensa Anthony Colaprete, del Centro
Ames de Investigación de la NASA,
en Moffett Field (California).
El 9 de octubre la sonda
LCROSS impactó el polo sur de la
Luna en un cráter llamado Cabeus.
El artefacto de 79 millones de dólares,
precedido por una sección del cohete
Centauro que lo propulsó, fue enviado
a la superficie lunar para levantar una
nube de materiales que los científicos
pudieran analizar en busca de la presencia
de agua helada. Los datos preliminares
obtenidos del análisis de esos
materiales "indican que la misión
descubrió, exitosamente, agua...
y este descubrimiento abre un nuevo capítulo
en nuestro conocimiento de la Luna",
ha afirmado la NASA.
"Estamos muy entusiasmados",
ha declarado Colaprete, quien ha señalado
que "muchas líneas de pruebas
muestran que había agua presente
tanto en la nube de vapor que se elevó
en ángulo alto, como en los escombros
proyectados en ángulo más
bajo por el impacto de Centauro".
"La concentración y distribución
de agua y de otras sustancias requieren
más análisis, pero podemos
decir con seguridad que (el cráter)
Cabeus contiene agua", ha afirmado.
El sitio de colisión,
en el lado de sombra permanente del cráter,
no ha recibido luz del Sol en miles de
millones de años, y los científicos
pudieron analizar el polvo, el vapor y
las rocas levantadas por el impacto cuando
estos se elevaron por encima del borde
de Cabeus y absorbieron la luz. Esto permitió
la medición espectrográfica
-el análisis de la luz absorbida
en diferentes longitudes de ondas que
revela diferentes compuestos- y los científicos
vieron las señales de agua bajo
luz infrarroja y ultravioleta. "Vemos
la prueba de la presencia de agua en dos
instrumentos", ha dicho Colaprete,
"y eso es lo que nos da tanta certeza
sobre nuestras conclusiones".
HABITANTES
DE LA LUNA
La NASA, que espera enviar astronautas
a la Luna hacia el 2020, tiene planes
para el establecimiento de una base habitada
por humanos de forma permanente en la
superficie lunar y que sirva como punto
de escala en viajes espaciales más
largos.
El hallazgo de volúmenes de hielo
en la Luna que puedan proveer de agua
a los residentes humanos es un avance
sustancial en el proyecto para el sustento
de una base lunar. El hielo podría
usarse para obtener agua potable, y también
como fuente de hidrógeno para el
combustible de los cohetes. Sobre la base
de sus mediciones, el equipo de Colaprete
calcula que había a la vista de
sus instrumentos unos 100 litros de agua.
Los científicos han conjeturado
durante años en el sentido de que
los cráteres con sombra permanente
en el polo sur de la Luna podrían
contener agua helada en la superficie,
porque ello explicaría la presencia
de cantidades significativas de hidrógeno
en esas regiones. Si el agua que se formó
o se depositó data de miles de
millones de años, "estos depósitos
polares helados podrían dar claves
sobre la historia y evolución del
sistema solar", señala la
NASA.
La
presencia de agua en la Luna ya la había
detectado un instrumento construido por
la NASA y enviado en 2001 a bordo de la
sonda de India, Chandrayaan-1, pero se
encontró en pequeñas cantidades
y vinculada al polvo de la superficie
lunar. Colaprete ha añadido que
no sólo se vio agua en la nube
de materiales levantadas por la colisión:
"Hay muchas cosas allí",
ha dicho. El impacto de la sonda se observó
mediante su nave hermana, el Orbitador
de Reconocimiento Lunar, como asimismo
con otros telescopios espaciales y desde
la Tierra.