MÁS VALE PÁJARO EN MANO

Un niño chiquito, que viaja en patín
recorre las calles de San Agustín
ya sube, ya baja y vuelve a venir
juntando piedritas, el niño es feliz.
Le hizo un favor a doña Remedios,
le trajo al fajón diez pesos del medio.

Y el niño chiquito, que viaja en patín
recibe propinas, vuelve a salir.
A don Segismundo le ha ido a comprar
tres kilos de clavo cabeza angular
a Lety sus medias, a Jorge un jabón
don Carlos cerveza bien fría encargó.

La voz de la guitarra se marchita,
no por el polvo y la rajada,
la voz de la guitarra se marchita
por que falta le hacen las hadas.
El olvido de tus manos
amenazan tus palabras.

La voz de la guitarra se marchita
no por sentirse arrinconada,
la voz de la guitarra se marchita
si sólo se atrinchera la esperanza.

Tu distancia le a abierto
universos en el alma,
qué relámpago a partido
su cintura a media tabla.
La madera de sus dientes
triste llora marejadas.

Todo comenzó un buen día,
en una noche de Abril,
brillos de luna lucía,
un beso en la boca, un sí.

Aires de amor; nos dio la una.
Aires de amor; el tiempo es hoy,
mañana duda.

Encadenado corazón
me lleva prisionero
desde aquel día que juró
haber perdido amor y tiempo.

Aires de amor; me trajo el viento,
aires de amor; esta canción
y su recuerdo.

No imaginé que fuera tan difícil
llegar a ser papá,
porque a ratos no lo creo,
y vas a ser mamá.

Ahora que está en camino,
en el nicho maternal,
me parece una idea,
un canto universal.

Velaré por su sueño
mil noches de invierno,
lucharé por su vida
con un canto eterno.

Y en las noches de estrellas,
cuando más cala el frío
tu mamá irá por ellas,
para ti hijo mío.

Nunca pensé que fuera tan difícil
llegar a ser papá,
con los nervios, con los sueños,
y la presión arterial.

Complicados los antojos,
los mareos, la espera,
anda mujer de mi vida,
que mi hijo desespera.

Efrén siempre fue el mejor
chico del barrio,
él era un as del balón,
para el baile un mago.

Si hasta el más duro profesor
posó a su lado.
Solo que esa tarde
no volvió temprano
y nos dio el anochecer,
cuando unos hombres
vestidos de blanco
lo decían traer.

Mi madre llorando,
no quería entender,
pues un polvo blanco
le mató a su Efrén.

¡Eh!, ¡eh!, ¿por qué Efrén?...

Él siempre fue muy risueño
nunca un tipo extraño.
Aunque un hombre obscuro
siempre lo buscó,
Efrén volvía exacto diario
a las ocho menos diez.

No fue común el gran titán
y precursor de la verdad.
Cuando la voz del Gran Señor
le avisó del tormentón.

Le ordenó que con ciprés,
no de metal ni de papel,
hiciera, pues, la barca
que bautizó "La de Noé"

Fue capitán y timonel
que dirigió el barco aquel.
Dijo la voz:"Has de subir
de dos en dos,
si es animal o vegetal
a cada quien su cada cual.
Aborda tú con tu mujer,
tus hijos tres, dales igual
a cada quien su tibia piel,
su mujer, pues."

"Oíd Noe, la vida toda,
por pecadora la tronaré.
Elige bien y sin errar,
tu le darás vida nueva
al planeta azul -tierra-"

Y así subió, de par en par,
las parejas a la nave.
Y no se pudo dar percato,
disfrazados se colaron,
como aves, pavo real,
pero dentro se mancharon,
pinches aves, ve que pedo,
son pareja de nahuales.

Es por eso que la culpa
yo la echó a Noé
que es un necio, se lo dije:
"¡No los subas, ve sus cuernos,
No son hombres, no son cuervos,
no son perros, no son ciervos.
Ni son buenos, son tan solo
la pareja de culebros!"

Donde manda capitán,
no gobierna marinero.

Tienes un problema grave
que nos hace inseparables más,
la razón de ser nosotros dos,
corazón con plumas de ave.

Eres canto que adivino,
versado tiempo de suspiros,
amor y luz de mis delirios,
música de cielo, trino.

Tienes un problema grave
de tan iguales porcentajes
que te presiento los perfiles,
como el son sabe su clave.

La noche de ayer nos despedimos,
tú a tu hogar, yo al vacío,
las sábanas blancas saben de ti,
así consulto tu frío

Soy pretexto de ti,
como es la fuga al presidio;
soy la sombra, fiel castigo,
que te abraza, que seduce,
que se muere, que desgarra,
que devora tu ombligo.

Soy a tu alma el secreto,
como a mi perro su brama;
soy la tela de tu falda,
que te cubre, que te entalla,
que te subes y que bajas,
que se entera de tus tangas.

La noche de anoche
no dormí con tigo,
la noche de anoche,
sin testigos,
las sábanas muertas
me abrazaron
cuan les preguntaba:

¿Qué medidas tomar
cuando se tiene
un corazón dividido?
¿Qué medidas tomar
cuando se tiene
un corazón desigual?
¿Qué medidas tomar
cuando se tiene
la decisión de volar?
¿Qué medidas tomar
cuando se sueña con tigo,
y tu no estas?
¿Qué medidas tomar
cuando se tienen
las armas de cupido?

Trece años de edad,
el amor colocó una bomba
en una esquina de mi corazón,
cinco calles más arriba
una mujer se adueño de mis rutinas,
de la escuela, de cada sueño.
y cada risa.
Besó mi boca, me hizo suyo,
robó mis plumas, la hice mía,
se nos filtraba bien la ternura
entre tareas y caricaturas.

Un día, de pronto, salió de prisa,
una mudanza cargó con todo.
Se fue del barrio, se fue del nido,
llevase el perro y los chiflidos.
Me pareció mirar su mano
que entre los muebles se despedía
quise correr pero dudaba,
mis ojos mienten con su miopía.

Pensé que solo se iría unos días
y pregunte a la maestra de francés que sucedía,
se dio de baja, se fue a una finca,
su padre obtuvo un ascenso, nuevo puesto,
y yo, por supuesto, un gran descenso.
Once cumpleaños he llevado a tu ventana
la misma carta que dejaras,
donde juraste regresabas.

Al año doce, por la mañana,
leyendo el diario, a tres columnas,
primera plana:
"La Sra. Bracamontes inaugurará
un centro de salud de la comunidad,
en el quiosquito de este barrio popular".

Me fui de tenis, fui de corbata,
puntual, tú sabes, como hace tiempo,
tú de crochet y minifalda,
me viste al centro y como si nada.

¿Cómo?, ¿cuándo?,¿tengo?,
que difícil situación,
no es justo lo que tienes
"champagne" o "chatong",
no hay chamba de poeta,
no hay chamba de cantor
y como solo palo, palo, palo,
pa' lo que me alcance.

¿Cómo?, ¿cuándo?, tengo
ganas de gritar
que la cosa esta muy dura,
o que el gobierno está muy mal.
De un lujoso auto,
se baja un gordo alto
con su amable palo, palo, palo,
lo que usted mande.

¿Cómo?, ¿cuándo?, tengo
la necesidad
de tocar tus piernas,
tu vientre y algo más,
un beso me lo niegas,
me mandas a volar,
jurando ahí será palo, palo, palo,
ahí pal' otra.

Es por eso que hago rolas
esperando te hagan daño,
de coraje hasta un chorrillo,
no salgas más del baño.
Que me odies, por piedad,
es todo lo que pido,
que me odies, no que me ames
sin medida ni clemencia,
te digo que has rayado
la luz de la demencia,
te juro que andas mal,
muy mal por mí, amor.

Escuche bien, mi compadrito,
lo que le vengo a cantar,
este sonecito bien montuno,
que me pude fusilar.
Más vera que no es mentira,
cuanta frase diga aquí,
son costuras y remiendos
de lo que anda por ahí.

Vean que yo soy bolerito
y me gano el pan así,
limpiaré su zapatito
pa' que pueda usted lucir,
a la dama zapatilla,
bostonianos al catrín.
Bolerito soy, bolerito, bolero.

Cierto día un hombre de leyes,
por zapato, borceguí,
me contaba de un asunto,
ve, que muy bien no entendí:
"Asesinos hay dos tipos,
por favor no confundir
el que tiene mi permiso
y al que nunca se lo di."

Hace un mes una doctora,
que era del Sector Salud,
con sus zapatitos blancos
y la cara de ataúd,
me confesó, que si hay dinero,
algo harán por mi salud.
Bolerito soy, bolerito, bolero.

"¡Cómo da vueltas la vida"!
me decía una mujer,
alpargatas, tacón de oro,
chiquifalda negra en piel,
"yo soy tu maestro, niño,
¿No te acuerdas de Jaciel?".
Bolerito soy, bolerito, bolero.

Tú eres el ser,
tú eres la luz,
tú eres la voz,
que no ha querido entender
que vives en mí.

Tú eres igual a aquel,
naciste de mí,
tú eres mi fe,
y mi esperanza de nacer.
Porque tú eres el ser,
que metro a metro
vive en mi piel.

Y es que la herida cada vez
acaba con mi vida,
con mi fuerza de nacer,
con mis ganas de entender.
Y es que tú me has hecho tanto ya,
que no logro remediar
el hambre, el dolor,
la muerte de la flor,
el niño, el ruiseñor, la vida

Y es que tú eres la voz
de un ser superior en evolución.
Pero tú, fingiendo ser mejor,
no has querido entender
ni quién soy yo.

Dejé colgado el corazón
en un clavito y se escurría,
pues la lluvia lo bañó
y me pareció que se encogía.

Y si se encoge puede suceder,
que, en vez de amor en armonía,
se acabe el sueño de crecer
y morir juntitos, vida mía.

Ayúdame a secar mi corazón
con un rayito de tu son.

Así también, pues, aprendí
el ritmo de las madrugadas,
que un pájaro me trine un son,
y un buen hermano su guitarra.

Más si la muerte traicionera
me llevara en su guadaña,
sépanse que fui feliz
fumando el humo de su entraña.

Ayúdame a secar mi corazón
con un rayito de tu son.

Dame un son
y un rayito de tu sol,
dame un son,
para que cante el corazón.
Dame un son
y un arrullo de tu voz,
dame un besito,
para que baile el corazón,
para que cante el corazón,
para que sane el corazón,
para...

De vuelta del trabajo,
a bordo de un pesero,
se suben dos carnales
con cara de fuereños.
Seis calles adelante
nos dicen muy atentos:
"Se los llevó la “dehesa”,
aflojen bien sus cuerpos".

"Agachen las cabezas
y fuera los calzones,
atiendan instrucciones
o les vuelo la cesera y los cojones."

"A ver usted viejita,
afloje la marmaja,
señora o señorita, ¡guauu!,
soltando las alhajas.
"O.K." mi pobre obrero,
cayendo aguinaldos,
AFORES, prestaciones y utilidad del año.
Al ese de la lira,
de greña y espejuelos,
soltando lo que trigas
o te lleno de agujeros el pellejo."

"¡Órale, güey! Sácalo todo, no te hagas pellejo!"

Mirando hacía la calle
buscaba una cabina,
un poste en una esquina,
una estación del metro.

Fui como un colibrí,
volando hasta tu casa
de ventanas abiertas,
y entré en tus ojos
como mirando.

Mis trinos son de ti
musas para el canto.
Mi vuelo delicado
hecho en tu andar
con estas plumas,
color de libertad.

Soy ese colibrí
de vuelo apresurado,
nervioso, fugitivo al sueño,
despierto corazón
que liba la verdad
de tu beso.